Cultura del encuentro ¿un sello de este gobierno?

1. Las comisiones que el Presidente Piñera ha convocado
para solucionar temas claves para poder siquiera hablar de
desarrollo, como son la infancia, la salud y la seguridad,
dan cuenta de un estilo de gobierno que, más que una
convicción personal, responde a un cambio de paradigma
que está generando efectos concretos y comprobables en
todo ámbito de cosas.
Y es que los "grandes acuerdos nacionales" no son nada
nuevo, pero durante años estuvieron olvidados en el cajón
de los recuerdos, dando lugar a "retroexcavadoras" y
grandes reformas que se implementaron sobre la base de
convicciones ideológicas que no consideraban al consenso
o los acuerdos como parte del proceso.
Lo que cambia hoy es la forma y la conciencia
generalizada de que más se logra en el encuentro y que,
por el contrario, el desencuentro genera desconfianza y
que ésta produce estancamiento y, otras veces, retroceso.
El gobierno desde sus inicios se ha sumado a esta nueva
forma de pensar los procesos que nos llevarán al
desarrollo, generando una cultura abierta, de diálogo y de
debate en lo que se incluye no sólo a sectores distintos,
sino también a lo que en la cultura tradicional se
entendería por "adversarios políticos".
La incorporación del senador Lagos Weber y del diputado
Boric en la Comisión de Infancia dan cuenta de que este
cambio de paradigma no es patrimonio de la nueva
administración, sino de todos quienes abracen los valores
de la co creación y entiendan que el encuentro convoca a
una mayor cantidad de sectores y pensamientos, y que es
ahí donde radica su fortaleza.
Sin duda que el hecho de que algunos hayan preferido
restarse de estos temas no es más que una señal de que
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Marcelo Larraguibel
Socio de Virtus Partners
Cultura del encuentro:
¿un sello de este gobierno?

2. aún quedan resabios de una cultura en que las fuerzas se
medían como energías antagónicas. Sin embargo, es una
señal de aliento que figuras jóvenes de la oposición se
hayan sumado al debate de temas que exigen tanta altura
de miras como urgencia.
Sólo es de esperar que esta cultura del encuentro se
instale no sólo en el Gobierno, sino también a nivel privado
y en la sociedad en general.
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