Bryan había pasado por un periodo de escepticismo en el instituto, pero volvió rápidamente a la ortodoxia. Aunque Bryan se opuso a la evolución, no la consideró una prioridad y mostró generosidad hacia las ideas de Darwin. En su popular discurso "El Príncipe de la Paz", Bryan dijo que no aceptaba que el hombre descendiera directamente de animales inferiores, pero no criticaría a otros por aceptar la teoría de Darwin. Bryan pronunció este discurso en numerosos lugares entre 1904 y 1914.
Ejercicio 10: Enmarcar un párrafo sobre la evolución
1. Ejercicio 10: Enmarcar un párrafo.
Bryan había pasado en el instituto por un periodo
de escepticismo. ( Según un relato, sin duda algo más
que ligeramente embellecido, escribió a Robert G.
Ingersoll solicitando pertrechos pero, al recibir sólo una
pronta respuesta de su secretario, volvió
inmediatamente a la ortodoxia). Aún así, aunque Bryan
nunca apoyó la evolución, no situó su oposición a la
misma en las primeras propiedades de su agenda; en
realidad, demostró generosidad y pluralismo evidentes
hacia Darwin. En “El Príncipe de la Paz”, un discurso
que, en lo que respecta a popularidad y frecuencia de
repetición, sólo le va a la zaga a “Cruz de Oro”, Bryan
dijo:
No llevo la doctrina de la evolución tan lejos como
hacen algunos; todavía no estoy convencido de que el
hombre sea un descendiente directo de los animales
inferiores. No quiero decir que os censure si queréis
aceptar la teoría… Aunque yo no acepto la teoría
darwiniana no os criticaré por ellos.
(Bryan, quien ciertamente iba de un sitio a otro,
pronunció por primera vez este discurso en 1904, y lo
describió en sus obras completas como “una
conferencia pronunciada en muchas reuniones
religiosas y cursos de verano en Estados Unidos, y
también en Canadá, México, Tokio, Manila, Bombay, El
Cairo y Jerusalén”.)