La invención de la máquina de vapor por James Watt en el siglo XVIII inició la Revolución Industrial en Inglaterra y dio paso al hombre industrial, causando una emigración del campo a la ciudad y el incremento de la producción agrícola a través de mejores técnicas, aunque las condiciones de vida eran malas en las zonas industriales y la población creció de forma exponencial, generando problemas como la contaminación y degradación ambiental.