El documento discute la eliminación de la asistencia a clase como criterio de evaluación a nivel superior. Se presentan varias experiencias de estudiantes donde la asistencia no era un criterio y asistían cuando las clases eran interesantes, a pesar de posibles inconvenientes como horarios tardíos. También había clases donde la asistencia daba puntos extras aunque fueran aburridas, por lo que los estudiantes preferían hacer tareas en lugar de asistir.
4. EXPERIENCIAS…
Siempre me han pasado lista y
había clases a las que no iba
porque me daba hueva y sabía
que me podía regularizar por mi
cuenta. Ahora en el master no
me pasan lista pero no se si es
porque es el master que me
remuerde la conciencia faltar,
aun cuando he tenido ganas,
no lo hago!
En física rara vez
pasaban lista y aun así
iban casi todos
Nos daban un punto extra por asistencia y puntualidad aunque la maestra hacía tan
pesada la clase que preferí hacer las tareas a llegar a las 7:30am (porque obvio la
maestra llegaba tarde) Por el contrario llegaba antes de las 7:00 con otra quien es de lo
mejor de la Fac.
5. No importaba que la clase fuera a
las 6:00pm y que no pasara lista
el maestro porque cada una era
diferente e interesante.
Sí!, he tenido clases en las que el
pase de lista no se encuentra dentro
de los criterios de evaluación y
asisto sin falta porque es muy
buena, por el contrario aquellas
donde es criterio y son poco
interesantes prefiero faltar.
En un intersemestral llamado " Tópicos de
actualidad en rrpp" impartido por el psico. León
Felipe Beltrán ese profe es casi una eminencia.
La primera clase dijo que no pasaría lista aun
que solo podíamos faltar 3 veves y no pondría
retardos además de que cerrada la puerta ya
nadie entraba por respeto a los demás. La clase
era de 4 horas pero se pasaban como agua
porque fue interactiva, entretenida y divertido
con mucho contenido, conocimientos y
experiencia que compartir. 3 semanas se fue
súper rápido y pues yo siempre trataba de llegar
temprano para alcanzar buen lugar para estar
mas atento. Y pues era obvio que nunca falte
aun que me muriera de sueño o tuviera algún
otro pretexto valido.