El documento discute la eliminación de la asistencia a clase como criterio de evaluación a nivel superior. Se presentan varias experiencias de estudiantes donde la asistencia no era un criterio y asistían cuando las clases eran interesantes, a pesar de posibles inconvenientes como horarios tardíos. También había clases donde la asistencia daba puntos extras aunque fueran aburridas, por lo que los estudiantes preferían hacer tareas en lugar de asistir.