1. Un estímulo alucinatorio
La doctora en Toxicología Cecilia Dell'Acqua, técnica asesora de la JND, explicó que
en un lugar donde se encuentra un consumidor de pasta base y uno de cocaína, siempre
se comenta que aquel que consume pasta base está todo el tiempo alerta, con
hiperactividad y aceleración, sin embargo, el consumidor de cocaína esta encerrado,
"duro", con rigidez y metido en sus propios pensamientos.
El proceso de adicción a la pasta base ha sido diferenciado en cuatro etapas. La primera
es la de euforia en la que se toma contacto con el estupefaciente buscando encontrar a
través de él, placer y excitación, produciéndose también un incremento en la actividad
sexual, que luego desaparece. Los efectos que se relacionan con lo psicológico en los
consumidores de pasta base siempre van acompañados de elementos físicos y
fisiológicos, sea cual sea la etapa. A partir de los síntomas psicológicos, los adictos
presentan disminución del apetito, fatiga, aumento de la presión arterial, de la
temperatura corporal, de la frecuencia cardíaca y de la respiratoria. Todo esto sucede en
un tiempo de euforia, a los pocos minutos, cuando terminaron de fumar, para calmarse,
necesitan ingerir otras sustancias entre las que se encuentra el alcohol.
Cuando el adicto siente que desciende la euforia de esta primera etapa, para no caer en
la segunda, disforia o de sensaciones desagradables, tiene que ingerir alcohol, o fumar
marihuana, para sentirse más tranquilo. A pesar de ello luego de varios "pegues" vuelve
la disforia, angustia, ansiedad, apatía, una gran tristeza acompañada de agresividad,
inseguridad, depresión, indiferencia sexual y el deseo incontrolable por seguir
consumiendo.
Esta etapa, que es la más desagradable para el adicto, lo traslada a la tercera, en la cual
se manifiesta el consumo ininterrumpido de la sustancia. La persona consume sin
detenerse para evitar la disforia y poder volver a la euforia. En la cuarta etapa, que se
desarrolla luego de varios meses, días u horas de consumo, aparecen alucinaciones,
dadas por la alteración en la percepción, el tiempo se enlentece o se acelera, pueden
verse más grandes o más chicos, comienzan a tener ilusiones visuales y olfatorias,
tendencia a la fuga, excitación psicomotora provocada por el nerviosismo que generan
todas las alteraciones que están sufriendo.
El consumo de pasta base produce mayores alteraciones sicólogas y siquiatras que el de
cocaína, ya que luego de todo este proceso de alucinaciones y transcurrido un tiempo
que va de 3 a 6 meses, puede instalarse en la persona un tipo de psicosis denominada,
"psicosis de la pasta", generando ideas paraniodes, sobre todo de persecución, temor a
ser asesinados o a ser engañados.