Los hábitos de estudio incluyen los métodos y estrategias que usa una persona para aprender, su capacidad para evitar distracciones y prestar atención al material. Un cuestionario evalúa los hábitos de estudio como excelentes, con necesidad de mejora o defectuosos. Es importante establecer un espacio de estudio tranquilo y organizado, con una rutina que incluya un horario y descansos, así como establecer metas y dividir las tareas grandes para mantener la motivación.
2. Hábitos de estudio
• Son los métodos y estrategias que acostumbras usar para asimilar
unidades de aprendizaje, tu aptitud para evitar distracciones, tu
atención al material específico y los esfuerzos que realizas a lo largo
de todo el proceso de aprendizaje.
3. Cuestionario de hábitos de estudio
• Si has obtenido entre 46 y 56 puntos, tus hábitos y técnicas de
estudio son excelentes.
• Si has obtenido entre 36 y 45 puntos, tus hábitos y técnicas de
estudio presentan falencias, sin embargo, manejas nociones sobre
cómo estudiar adecuadamente.
• Si has obtenido menos de 35 puntos, tus hábitos y técnicas de estudio
son defectuosas y es necesario que adquieras nociones sobre cómo
estudiar adecuadamente y las pongas en práctica
4. ¿Cuáles son los malos hábitos de estudio?
• No establecer un lugar o un horario fijo
para aprender.
• Procrastinar, dejar todos los deberes para
última hora.
• Estudiar durante la noche, estando
cansado.
• Hacer otras cosas al mismo tiempo que se
estudia o estudiar varias asignaturas al
mismo tiempo.
• Utilizar el teléfono o estar en redes sociales
mientras se aprende.
• Estudiar con el televisor encendido.
• Falta de organización al estudiar.
5. Espacio de estudio
• Acondicionar un espacio específico
para el estudio. En este lugar debes
tener a la mano todo lo necesario
para estudiar o realizar las tareas
académicas (computadora, libros,
cuadernos, lápices, papel, etc.).
• Evitar distracciones. Al momento
de estudiar mantente alejado de
distractores como el televisor, el
paso de personas entre otros.
6. • Colocar la luz adecuada. La iluminación
del espacio tiene gran influencia en la
capacidad de concentración y atención.
Sin duda, la mejor luz para estudiar es la
natural pero si el espacio destinado al
estudio no recibe suficiente iluminación,
es recomendable colocar una luz fría que
te ayude a estudiar.
• Asegurar la adecuada ventilación. Una
adecuada ventilación durante el estudio
te ayudará a mantenerte con energía,
además de reducir la fatiga y promover la
correcta oxigenación que el cerebro
necesita para aprender.
7. • Instalar el asiento adecuado. Una correcta
postura a la hora de estudiar o realizar los
deberes es muy importante, por lo que es
indispensable asegurarte de que la silla
destinada al estudio cuente con las
medidas acordes a tu altura y al escritorio
o mesa en la que trabajes. Ya que si es
muy pequeña, te generará malestares
físicos que no te dejarán concentrarte.
• Elegir el escritorio adecuado. Es
importante tomar en cuenta el tamaño
del escritorio o de la mesa de trabajo,
este debe adaptarse a tu estatura, a tus
gustos y a tus necesidades de estudio del
momento.
8. • Mantener el espacio en orden. La
estructura del espacio tiene gran
influencia en la manera en la que
funcionamos los humanos, por lo que
mantener un espacio en orden fomentará
el orden interno y emocional. Además, un
espacio limpio te invita a visitarlo y a
permanecer en él durante más tiempo.
• Colocar organizadores visuales.
Organizadores visuales como corchos,
calendarios y pizarras al nivel de los ojos,
te ayudará a mantener una estructura y a
contar con un espacio en donde colocar
ideas o tareas pendientes.
9. Rutina de estudio
• Asignar un horario diario. Tener un
horario fijo de estudio te ayudará a
construir una rutina de estudio, lo que
te proporcionará una sensación de
seguridad al conocer lo que sucederá
durante el día.
• Establecer un tiempo mínimo de
estudio diario. Esta estrategia es
flexible, pues variará dependiendo del
contenido o actividad a estudiar, pero
no debe ser menor de los 50 minutos.
10. • Planificar y organizar las tareas.
Puedes iniciar creando listas de cosas
por hacer durante la semana,
destinando día y horario para su
ejecución.
• Incluir minutos de descanso después
de cada tarea. Una rutina de estudio
sana incluye momentos de descanso,
así que, a la hora de planificar, es
necesario considerar minutos de
descanso entre tareas, mismos que
deberán llevarse a cabo en un espacio
de recreación, distinto al de estudio.
11. Motivación
• Establecer metas y objetivos.
Establecer metas y objetivos es clave
para que visualices tu desarrollo y
dominio de conocimientos y
habilidades.
• Acompañar el estudio de tareas
agradables. El estudio siempre debe
ser considerada una práctica positiva,
así que debemos procurar acompañar
el estudio de momentos positivos. Por
lo que al terminar de estudiar o hacer
una tarea académica es importante
que realices alguna actividad que sea
placentera para ti.
12. • Valorar tu capacidad de trabajo. Muchas
veces nos enfocamos en las notas y en el
cumplimiento de una rutina perfecta,
olvidándonos de reconocer el esfuerzo que
diariamente realizas. Así que, al terminar de
estudiar o de hacer alguna tarea, identifica
que lograste al hacerlo.
• Subdividir las tareas complejas. Hay grandes
tareas que parecen abrumadoras cuando se
ven como un todo. Disminuye la ansiedad
que éstas pueden traerte dividiéndolas en
pequeñas tareas lo que te permitirá ver
pequeños avances en poco tiempo y de esta
manera mantenerte motivado.