El documento discute la creciente presión sobre las universidades para que produzcan conocimiento útil para el desarrollo tecnológico y la competitividad de las empresas privadas. Esta presión ha llevado a que las empresas definan cada vez más qué investigación es relevante y cómo debe producirse, borrando las distinciones entre extensión e investigación básica. En los países centrales, especialmente EE. UU., las políticas de investigación se orientan a privilegiar áreas de interés empresarial y la comercialización de resultados, mientras que los recort
2. Los campos de conquista de legitimidad que mencioné son
áreas que deben ser particularmente incentivadas porque se
encuentran globalmente en riesgo, además, son también las
áreas más consistentemente articuladas con un proyecto de
reforma progresista. Hay sin embargo, un área de
legitimación y de responsabilizarían social que ha asumido una
preminencia sin precedentes en los últimos veinte años. Se
trata de la relación entre la universidad y el sector
capitalista privado en cuanto consumidor o destinatario de los
servicios prestados por la universidad.
Como vimos, este sector surge también hoy de forma
creciente, como productor de servicios educativos y
universitarios, pero en este apartado me refiero solamente al
papel como consumidor.
3. La popularidad con que circulan
hoy, especialmente en los países
centrales, los conceptos de “sociedad del
conocimiento” y “economía basada en el
conocimiento” es reveladora de la presión
ejercida a la universidad para producir el
conocimiento necesario para el desarrollo
tecnológico que haga posible la ganancia
de productividad y competitividad de las
empresas. Esta presión es tan fuerte que
va mucho mas allá de las áreas de
extensión, ya que procura definir, según
sus propios intereses, lo que cuenta como
investigación relevante y el modo como
ésta debe ser producida y apropiada. En
esta redefinición no solamente colapsa la
distinción entre extensión y producción
de conocimiento, sino también la
distinción entre investigación básica e
investigación aplicada.
4. En los países centrales y especialmente
en Estados Unidos, la relación entre el
Estado y la universidad ha venido siendo
marcada por el imperativo central en
este campo: la contribución de la
universidad para la competitividad
económica y también para la supremacía
militar. Las políticas de investigación han
sido orientadas de modo de privilegiar la
investigación en las áreas que interesan a
las empresas y para la comercialización
de los resultados de la investigación. Los
recortes en el financiamiento público de
la universidad son vistos como
“incentivos” para que la universidad
busque financiamientos privados, para
que establezca alianzas con la
industria, patente sus resultados y
desarrolle actividades de
comercialización, incluyendo la
comercialización de su propia marca.