El documento habla sobre el Espíritu Santo como la tercera persona de la Santísima Trinidad. Nos enseña a vivir como hijos de Dios y nos transforma para ser semejantes a Jesús. El Espíritu Santo es el soplo de Dios que impulsa a la Iglesia a cumplir su misión y nos da los dones de sabiduría, inteligencia, consejo y fortaleza.