1. Disconnect
Disconnect es la primera película de ficción que realiza Henry-Alex
Rubin. Previamente se lo conocía por su documental de culto, Who is
Henry Jaglom?(1997), y por codirigir con Dana Adam Shapiro el
documental nominado al Oscar en 2005, Murderball. Quizás sea por
eso que su debut en el cine de ficción tenga cierto aire a documental,
o tal vez sea por las historias que no están alejadas de los relatos que
escuchamos diariamente en los noticieros, o más aun, por las
actuaciones tan naturales que, según Rubin, consiguió gracias a que
rodó la película de la misma manera en que filma sus
documentales, “muy alejado de la acción y con lentes de largo alcance
en lugar de filmar justo en la cara de los actores”.
Disconnect ha sido criticada por tener el mismo concepto de lapelícula
ganadora del Oscar en 2006, Crash (Paul Haggis). Ambas, cuentan
historias diferentes, interconectadas por personajes o conflictos. Sin
embargo, Disconnect no presenta aquel momento cúlmine, en el que
los relatos alcanzan algún tipo de conexión. Retrata tres historias
acerca de cómo la tecnología ha afectado la conexión entre las
personas (para bien o para mal), con una pequeña superposiciónentre
ellas, dos personajes de dos de las historias tienen un pequeño roce
con otro de los relatos, pero esos encuentros no son cruciales ni
forman parte fundamental de las historias.
La película inicia con una graciosa y atrevida escena donde la
periodista, Nina Dunham (Andrea Riseborough) ingresa a un portal de
contenido sexual para obtener un primer acercamiento con Kyle (Max
Thieriot), un menor de edad que trabaja para una red de pornografía
cibernética, y así intentar conseguir una gran nota que, seguramente,
la llevará al éxito. Al mismo tiempo, en alguna otra parte de la ciudad,
Derek Hull (Alexander Skarsgard) y su esposa Cindy (Paula Patton)
buscan consuelo por separado, tras la muerte de su pequeño hijo. Ella
se desahoga en una sala de chat de duelo hablando con un
desconocido, y él, apostando en juegos de línea. Pronto su identidad
2. será robada y todos sus ahorros gastados. La pareja se ve obligada a
contratar a un detective privado (Frank Grillo), quien les revelará sus
“secretos” en la web. Finalmente, Rich Boyd (Jason Bateman), un
abogado adicto al trabajo y dependiente de su celular, y su esposa
Lydia (Hope Davis) deben lidiar con el intento de suicidio de su hijo
adolescente, Ben (Jonah Bobo), tras ser víctima de cyber-bullying por
parte de dos compañeros de la escuela.
Uno de los logros más importantes de Rubin es poder captar el lado
humano de los personajes, a pesar de que en la mayoría de las
escenas los actores se encuentran sumergidos en sus
celulares, ipads o laptops. Rubin lo logra, creando escenas donde los
personajes chatean en línea, y los espectadores podemos ver en
pantalla los mensajes en tiempo real (incluso con sus nombres de
usuarios) y realizando las tomas en primeros planos de los personajes,
logrando captar cada expresión, cada muestra de alegría, cada señal
de dolor. Uno de los mejores momentos es cuando Rich Boyd (Jason
Bateman) chatea con quien, sin saberlo, realizó el acoso cibernético a
su hijo. La culpa y el remordimiento captados en el rostro de ambos
personajes logran una escena realmente emotiva. El efecto que ha
conseguido Rubin es totalmente realista, el espectadorpuede sentir en
carne propia cómo el mundo de cada personaje parece detenerse por
instantes cada vez que mandan un mensaje y, sobre todo, los
segundos de esperapara conseguiruna respuesta.Es la triste manera
en que actualmente nos comunicamos.
Una de las escenas más impactantes del film, a pesar de ser
estereotipada, llega al momento del clímax. Las tres historias
finalmente alcanzan su punto crítico, los personajes se encuentran en
aquel momento crucial que podrá definir sus destinos. Los
espectadores nos mantenemos al filo de las butacas, comprometidos
con cada personaje, y expectantes ante un posible final muy violento.
Rubin juega con nuestra angustia y corta nuestra respiración,
presentándonos el final de la secuencia con escenas en cámara lenta
acompañadas de la excelente canción On the Nature of Daylight, de
3. Max Richter. Este es un claro ejemplo de que en ciertas ocasiones, si
la escena está bien lograda, la cámara lenta puede funcionar.
Cabe destacar, también, el trabajo por parte del reparto. Desde un
sorpresivo Jason Bateman, que por primera vez deja totalmente sus
habituales personajes cómicos, pasando por Alexander Skarsgard,
que ha logrado matar la duda de su capacidad actoral frente a su
atractivo físico, hasta el grupo de jóvenes actores que participan, que
sin lugar a dudas, en muchas ocasiones, se roban el film.
Disconnect nos deja sin respuestas, no sabemos qué depara a los
personajes,no obtenemosel final feliz que quisiéramos.A pesar de no
ser las intenciones del director, te hará pensar en la manera en que
intentarás conectarte de vuelta con el mundo.