1. Durante los más de 20 años en los que Antena 3 se formó como una cadena
de televisión privada, se ha consolidado como una importante cantera de
unos productos de ficción muy variados y muy distintivos de su propia
identidad como canal. Desde su aparición, podemos observar una clara
evolución de su producción propia. Así mismo, los gustos y preferencias de
la cultura popular de las últimas dos décadas se han visto estrechamente
vinculados a las ficciones de esta cadena, donde no pocos han sido los
éxitos de audiencia que han conseguido convertirse en fenómenos
televisivos y, en algunos casos, haber ejercido una influencia muy fuerte
sobre sus públicos.
La primera producción de Antena 3 fue “Farmacia de guardia”, un
impresionante éxito de audiencia que ofrecía al público una comedia
familiar de situación con un hilo conductor que atraía la atención y el
seguimiento de los espectadores: la relación que mantiene un matrimonio
divorciado. La serie era una comedia familiar, amigable y entretenida,
dirigido a un público de lo más variado y haciendo una apuesta segura y
más que justificada de Product Placement de las marcas más cotizadas del
mercado de los cuidados caseros (marcas como Neutrógena) o alimentación
familiar (ejemplo de Puleva). Otras marcas como McDonald’s o Kodak
aparecían en el escenario exterior de la farmacia.
Antena 3 continúa durante los años 90 repetir el éxito de su primer
producto y decide expandir su target de audiencia. Es así como “Hermanos
de leche” aparece a mediados de los 90, enfocándose más al público “más
treintañero” a través de las vidas de dos caracteres contrapuestos
(personajes interpretados por José Coronado y Juan Echanove) que
correspondían con dos clases de hombres muy diferentes: frente a un
seductor Coronado con una carisma natural para la cámara, Echanove se
dirigía más a buscar una complicidad con el español medio de a pie,
divorciado y cuyo carácter le conduce a una serie de situaciones cómicas.
Aunque con gran protagonismo de las actrices, la serie parece ser un
intento de conectar con el hombre de los 90 y un tipo de perfil que se
buscaría captar en un número sucesivo de veces en una parte importante del
resto de series españolas (la familia “single”). Se repite el esquema de
comedia situación que busca ocupar un hueco en el prime-time nacional.
Pero si una serie puede tratarse como la primera gran sátira social de
Antena 3 y que más ha influido en las tramas argumentales del resto de sus
2. series, esa es, sin lugar a dudas, “Los ladrones van a la oficina”. Compuesto
por un elenco de grandes estrellas del humor del cine español, la serie se
articulaba en torno a un bar (el mejor sitio identificable por un español) y
un pequeño grupo de timadores que organizaban todo tipo de estafas
siempre con resultados de lo más disparatados. La serie tenía una
periodicidad semanal y, durante sus años de emisión, se emitían episodios
durante todo el año, exceptuando el verano.
Pero es con “Manos a la obra” donde no sólo Antena 3 recupera el éxito
obtenido con “Farmacia de Guardia”, sino que sigue una línea de humor y
crítica social emplazada en un barrio obrero que sería una constante en la
ficción de Antena 3. Manolo y Benito pasan a convertirse en personajes tan
populares que figuran como emblemas de la cadena. Ambos personajes
reflejan al español castizo y obrero como motor para la creación de una
serie de sketch cómicos y como base para construir personajes cargados de
defectos, pero la ternura y el trasfondo suficiente como para ganarse la
simpatía del espectador. Aquí logramos ver los tópicos más característicos
de este tipo de series respecto a localizaciones: el bar, el local donde
trabajan y las casas de cada uno (haciendo hincapié muchas veces en la
cama de matrimonio de Manolo en las escenas nocturnas) y localizaciones
aleatorias y en su mayoría episódicas en las que transcurría una cómica
trama que ponía en conflicto al carácter sencillo y vulgar de los
protagonistas, en el desempeño de su trabajo, con clases más pudientes y de
otro tipo de comportamiento. Este tipo de chiste tiene reminiscencias en los
cómics de Francisco Ibáñez, en el que la hipérbole y el desastre eran
siempre los platos fuertes).
Ante tal éxito masivo de audiencias, la cadena decidió apostar aún más
fuerte y se lanzó a la búsqueda de un difícil target: el juvenil. Para ello,
inspirándose en el incipiente éxito de la serie de Telecinco “Al salir de
clase”, surge “Compañeros”. Esta serie suponía un giro más dramático y
serio a las tramas girando todo el hilo argumental alrededor de un instituto,
sus profesores y sus alumnos, y haciéndose servir de uno del reparto coral
más numeroso en una serie de Antena 3 hasta la fecha. La serie profundiza
en temas polémicos para la época como el sexo, el alcohol o los embarazos
adolescentes y que son contados con un tono más cercano al culebrón o
incluso al drama. Gracias a ello, la serie supuso uno de los mayores éxitos
de la cadena y desarrolló todo un fenómeno fan que ocupaba revistas,
3. espacios en los magazines de la cadena, formas de merchandising que
condujeron a un espacio transmedia sin antecedentes en la televisión
española, como la creación de un libro o el estreno de su propia película.
Mencionar que las tensiones amorosas y los affaires de los protagonistas
suponían la mayor atracción de las tramas.
Con los buenos resultados que había dado el experimento de buscar nuevos
géneros, Globomedia (una empresa que opera sobre todo en Telecinco)
produce “Policías. En el Corazón de la calle”. Se trataba de una trama
policial donde gran parte del reparto lo componían treintañeros. Un público
más adulto y más asiduo a series de ficción extranjeras encuentran una
trama mucho más adecuada a sus gustos. Como curiosidad, y como
ejemplo excelente de autopromoción en una cadena, en el episodio de
“Compañeros” en el que el instituto es secuestrado, los actores de
“Policías”, interpretando a sus mismos personajes intervienen activamente
en el episodio. Esta serie se mantuvo rentable aunque sin destacar
demasiado durante sus 6 temporadas.
Tras el final de “Compañeros”, los creadores cuentan con Daniel Écija y
Ernesto Pozuelo para producir lo que sería una continuación del éxito de la
serie anterior, esta vez influidos por reallities shows como Operación
Triunfo en la 1. “Un paso adelante” es una serie dramática que sigue
contando con un perfil juvenil. Esta vez se desarrolla en una academia de
baile y con personajes un poco más maduros. En esta serie, las tensiones
sexuales son mucho más explícitas y sus protagonistas masculinos se
convierten en iconos de las adolescentes de la época. Se forma una nueva
cantera de artistas que renuevan la imagen de la cadena, dándole un toque
más juvenil y atractivo a los jóvenes. El fenómeno transmedia transciende
al mercado discográfico y equipara su éxito al de los ídolos juveniles
sacados de realities shows de otras cadenas (materia en la que Antena 3 ha
sido nefasta). A pesar de todo, el principal target de gente joven que al final
acaba siendo adicto a la serie son las mujeres jóvenes, que si bien suponen
un grupo de consumidores en potencia, es una audiencia que no puede
extenderse a otro tipo de públicos. De todas formas, el producto es uno de
los más rentables de la casa, con audiencias en pleno prime time que
superaban los 3 millones de espectadores.
Es en 2003 cuando se estrena el mayor éxito de la década: “Aquí no hay
quien viva”, que pasa a convertirse en la serie estandarte de la cadena.
4. Contando con un reparto coral y con un estilo humorístico muy negro, Jose
Luis Moreno recrea una comunidad de vecinos en un barrio céntrico de
Madrid. La mayor parte del reparto se mantiene durante los cinco años de
emisión y prácticamente todos funcionan: ninguno destaca sobre el otro,
sino más bien los distintos caracteres tan caricaturescos son los que crean
los conflictos y las tramas cómicas. Un sinfín de subtramas acompañaban a
historias episódicas en las que se satirizaba a las clases populares
españolas, contando con un target de audiencia de lo más variado: jóvenes,
adolescentes, tercera edad, familias, homosexuales, treintañeros singles…
Todo para desarrollar una serie de críticas sociales desde diferentes ángulos
de la sociedad. La serie no sólo contó con grandes niveles de audiencia,
sino que sigue retransmitiéndose con buenos resultados en “Neox” a
horarios muy dispares (desde la sobremesa hasta el late night). La duración
de los episodios se alarga respecto a otras series (casi hora y media). Por
otra parte, el emplazamiento publicitario queda patente en los decorados de
forma permanente y a veces de una forma un tanto explícita (casi como una
telepromoción) en las tramas.
El fenómeno “ANHQV” dio lugar a una serie de productos de ficción que
la cadena decidió emitir como apuesta segura para la sobremesa y contando
con un target de edad y un tono muy parecidos a su predecesora. Es, por
tanto, que aparecen productos como “La sopa boba”, “A tortas con la vida”
o “La Lola”. Esta serie de espacios son productos creados a partir de la
necesidad de la cadena por cubrir una franja horaria que aún no había
podido controlar de ninguna forma y que, con estas series, tampoco lo
lograría hacer. Las tramas nos mostraban pequeños culebrones de
sobremesa con tono humorístico con personajes de clase media-obrera
como protagonistas y con localizaciones tan tópicas como un bar o una
oficina.
En 2004 se estrena “Mis adorables vecinos”, un intento de reunir a toda la
familia, contando con un humor más castizo y blanco. Esta serie contaba
las peripecias de una familia de clase obrera que se muda a un barrio rico.
Sus diferencias con los vecinos dan lugar a una serie de disparates a los que
ya nos tiene acostumbrados Antena 3. Un tipo de personaje con
reminiscencias a Manolo o Benito encabezaban la familia y es su mismo
carácter el que mueve muchas de las situaciones. La serie se mantiene un
5. par de años sin pena ni gloria, pero es una muestra más de todos los tópicos
que abundan en la ficción de la casa.
Otro de los éxitos de esta época reside en “Los hombres de Paco”, una
nueva sátira que tenía por objeto el cuerpo Nacional de Policía. El
producto, en principio, se orienta a un target masculino adulto, aunque las
tramas amorosas entre la hija del inspector del cuerpo con uno de los
policías indican que también buscaba una audiencia femenina. La serie,
creada de nuevo por Daniel Écija, tiene todos los elementos que arrastra la
tradición de Antena 3 en cuanto a series de ficción. Por un lado, tenemos la
ingenuidad castiza de los protagonistas, que se ven envueltos en todo tipo
de situaciones, dándole un toque de humor a todas las escenas en las que
aparecen. Sin embargo, la temática policial nos desvela unas tramas más
adultas en su concepción, llegando a tener incluso desenlaces dramáticos.
Esta forma de mezclar disparatado humor con el género policíaco (véase
Policías) y con el drama funcionaron muy bien durante los años de emisión,
pues finalizó tras 9 temporadas debido a un gran descenso en su audiencia.
En mayo de 2007, se estrena todo un acontecimiento para la cadena: “El
Internado”, una serie de misterio que obtiene una buena acogida en el
público juvenil y que coincide con el estreno de la película “El Orfanato”.
La serie cuenta con una ambientación y un tono sin precedentes y se
mantiene varios años en antena con buenos resultados de audiencia. La
trama se articulaba alrededor de los misterios que acontecen tras la llegada
de la pareja de hermanos protagonista. La calidad de la serie le merece
reconocimiento internacional y es la primera vez que encontramos una
producción técnicamente de calidad, asemejándose a productos
hollywoodienses.
A finales de ese año, se emite la fallida “El Síndrome de Ulises”, una nueva
apuesta de la cadena por adaptar un argumento como el de “Doctor en
Alaska” a la realidad española. Para ello la tradición de personajes que
tenemos en la cadena cambia totalmente su orientación: si en “Manos a la
obra” un protagonista de clase baja crea un gag cómico frente a personajes
de clase alta, en “El Síndrome…”, el protagonista parece ser un médico de
alto standing social que acaba por trabajar en los barrios bajos. Esta
fórmula no acaba por convencer al espectador, a pesar de contar con la
figura de Miguel Ángel Muñoz, y se cancela en su segunda temporada.
6. En 2008, “Física o Química” recupera el éxito anterior de “Compañeros”
adaptando el formato casi en su totalidad. Contando de nuevo con un
reparto coral en tramas de carácter dramático, esta serie da un paso más
adelante y dota a la mayoría de los episodios de escenas de cierto contenido
erótico protagonizadas por los estudiantes (algunas veces incluso con
profesores implicados). La serie conecta a la perfección con una nueva
adolescencia menos inocente y más sedienta de emociones. Los dramas
adolescentes de toda la vida que se narran ceden un poco más de
protagonismo al sexo y a la muerte. La autopromoción de la cadena se
realiza, sobre todo, a través de la estrella juvenil Angie. El product
placement se limita básicamente a marcas de ropa y productos dedicados al
target juvenil. En las redes sociales la serie tiene un gran impacto: los
actores protagonistas aumentan su caché vía twitter, interaccionando con
sus seguidores. El escenario transmedia llega al límite de crear su propia
revista con artículos, pósters e historias realcionadas con la serie, creando
un círculo de fans que, por lo general, coinciden con la franjas de edad de
los 14 a los 18 años. Su éxito traspasa fronteras. Los derechos de emisión
son comprados por una docena de países y los de autor por otros tantos
para su adaptación. Si bien esta fórmula tiene su precedente en
“Compañeros”, una vez más Antena 3 consigue conectar con el público
juvenil rescatando, a modo de ciclo, una fórmula que la había conducido
años atrás al liderazgo en esta franja de edad. También podemos mencionar
el surgimiento de otra generación de actores (la mayoría proveniente de
agencias de modelos) que encuentran su hueco en la ficción nacional, tanto
en televisión como en cine.
Otro éxito de la cadena fue “Doctor Mateo”, protagonizado por actores ya
consagrados en la comedia como Natalia Berveke o Gonzalo de Castro. El
argumento parece similar al de “El síndrome de Ulises”, donde un médico
de prestigio termina trabajando rodeado de personas de clase baja. Esta vez
el producto parece funcionar, ya que el tono dramático de la serie y su
trabajada producción no dejan al espectador perdido o incómodo. Es más,
el paisaje del norte en el que transcurre la acción es el escenario ideal para
mostrar una serie de historias sin más pretensiones. Esta forma de llevar la
serie y las tramas no defrauda al espectador, quien sigue los dramas de los
humildes personajes de la historia. La serie no obtuvo resultados brillantes,
pero sí logra recortar audiencia a “Aida” la noche de los domingos, ya que
7. “Doctor Mateo” supone una opción mucho más adulta y más dirigida a
clases medias y acomodadas.
Ese mismo año se estrena “La familia Mata”, una sitcom para toda la
familia donde la estela disparatada de series como “Aquí no hay quien
viva” o “Los ladrones van a la oficina” está muy presente, observándose
una desordenada y apocalíptica ensalada de personajes dentro de una
misma vivienda que no terminó por convencer a los espectadores (aún
menos contando con episodios de hora y media). La serie resulta un fracaso
al homogeneizar tantos targets de audiencia. Si en “ANHQV” tenemos una
gran cantidad de targets, por lo menos los podemos distinguir y observar
como reflejo de unos consumidores con objetivos muy diferentes, en “La
familia Mata”, se homogeneizan todos estos tipos de personajes y el
espectador no termina por distinguir qué papel termina por cumplir cada
uno de ellos en las tramas. Por otro lado, el carácter de “familia en crisis
económica” no termina por conectar con el televidente, ya que en pleno
despegue de la crisis mundial, al público no parece hacerle gracia las
peripecias de una familia que hace lo que sea para conseguir dinero. Es la
última serie de esta tradición cómica que encontramos en Antena 3 hasta la
fecha.
Tras la intención de reconvertir la imagen de Antena 3, se comienza poco a
poco a desarrollar proyectos de una calidad mucho más trabajada, creando
series inspiradas en los éxitos de audiencia internacionales.
En cuanto a estrenos del prime-time, destacan “El Barco”, ya emitida a
principios de 2011, pretende recuperar la expectación de “El internado”,
aunque esta vez con una gama de actores más variada en edad, dirigida a
públicos jóvenes y adultos. La trama es de continuidad y el género mezcla
suspense, drama y misterio (la situación nos recuerda a “Lost”). Debemos
decir que “El barco” ha supuesto un duro rival para inamovibles éxitos de
la noche del jueves como “Cuéntame”. Sin embargo, con la actual situación
de televisión española, estamos aún expectantes ante la reacción del
público, ya que si bien la serie tiene atractivas sinopsis como para atrapar a
nuevos espectadores, las tramas están ya muy desarrolladas al finalizar su
segunda temporada.
“Los protegidos” parece funcionar muy bien desde su estreno en 2010.
Resulta girar en torno a una familia. El misterio y los elementos fantásticos
8. se articulan en una trama en continuidad con una periocidad semanal. Se
dirige, sobre todo, a un público juvenil. Sin embargo, los personajes
principales que dan sentido a la trama familiar (Mario y Jimena), parece dar
sentido a la búsqueda de un público más adulto y de clase media
acomodada.
La nueva temporada 2011-2012 se presentaba como un espacio dedicado a
los contenidos de calidad disfrutables por toda la familia. A pesar de la
situación económica en el sector audiovisual, es el canal de televisión que
más estrenos ofrece en cuanto a series de ficción, no sólo limitándose a la
franja prime-time.
En la sobremesa, el culebrón de época lo ocupan las series “Bandolera” y
“El secreto de Puente Viejo”, ficciones de cuidada escenografía y diálogos
que compiten directamente con “Amar en tiempos revueltos”. A pesar de
no suponer ninguna novedad en el mercado, sí que son toda una apuesta
por parte de la cadena. El target va dirigido a mujeres de edad mediana y la
tercera edad.
Uno de los últimos estrenos de la temporada que más expectación está
causando es “Gran Hotel”. Inspirada en la estética pos-victoriana de las
series británicas de la BBC, la cadena sigue en su empeño por crear
productos de ficción de calidad que pretenda contentar a todos los targets
(no sólo al más adulto por la estética de la serie, sino más joven también
por la inclusión de actores como Yon González o Amaia Salamanca). Por
último, “Luna. El misterio de Calenda” parece continuar con la estela de
series de misterio que Antena 3 lleva en vanguardia desde “El Internado”,
esta vez contando con Belén Rueda como icono indiscutible del nuevo cine
de suspense español.