CRECIMIENTO URBANO EN LATINOAMÉRICA _20231129_011849_0000.pdf
1. CRECIMIENTO URBANO
EN LATINOAMÉRICA
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”
Extensión - Porlamar
Realizado por:
Br. Samantha Narváez
C.I 28.563.612
Historia de la Arquitectura IV
Porlamar, Noviembre 2023
2. En la América Española los conquistadores encontraron a su llegada
una población autóctona diseminada a lo largo del territorio, ocupándolo
de forma que distaba mucho de mantener uniformidad. Este hecho
parece que tenía relación con el grado de cultura alcanzado por los
diferentes grupos de pobladores y con las características físicas del
territorio. Los pueblos aborígenes sedentarios de las áreas tropicales se
encontraban ubicados en los valles, mesetas, cuencas y hondonadas de
las tierras altas; es decir, en los sectores de éstas en donde las
condiciones ecológicas eran más favorables. Sólo hacían excepción a esta
generalización aquellos ubicados en territorios con montañas muy
abruptas, carentes de superficies aplanadas suficientemente amplias,
como son los casos de la hoy República Dominicana y Panamá. Buen
clima, relativa facilidad de acceso, los mejores suelos y presencia de agua
fueron factores determinantes para el establecimiento de aquellas
poblaciones de tecnología poco avanzada y que tenían en la agricultura
la base fundamental de su economía.
CRECIMIENTO URBANO EN
LATINOAMERICA
3. Hacia esas regiones, que a más de mano de obra
contaban con una agricultura bastante desarrollada y en
donde con frecuencia abundaban preciadas riquezas
minerales, se orientó la colonización europea. Razones de
estrategia militar, además de las económicas, aconsejaron a
los conquistadores encaminarse hacia las regiones
montañosas donde se encontraba el foco del poblamiento
indígena. Las ciudades y aldeas encontradas facilitaron la
rápida fundación de pueblos y villas. Este hecho adquirió
especial importancia en aquellas áreas en donde el
desarrollo cultural supuso la existencia de centros urbanos
que sirvieron de base física sobre la que se superpuso el
nuevo asentamiento español o a la vera de los cuales se
erigió la nueva ciudad. Tiempo más tarde, razones también
de estrategia contribuyeron a que las fundaciones de
ciudades se realizaran tierra adentro, por temor a las
incursiones de piratas
El poblamiento interior de cierta importancia se inició
tardíamente, con respecto a los demás países de América
Latina (siglo XVIIl), con el descubrimiento de oro en Minas
Gerais. Antes de ello sólo Sao Paulo había sido ubicado en el
planalto, perdurando allí gracias a su estratégica situación
geográfica.
4. La característica en el proceso de industrialización de
instalar las empresas en las ciudades más grandes, influyó en
forma notoria en el crecimiento de las capitales y de los
centros que les seguían en importancia, a partir de las épocas
señaladas, y esta influencia continúa para algunas de ellas.
Tres capitales con más de 1 000 000 de habitantes (Bogotá,
Lima y Santiago), continuaban creciendo a ritmo acelerado en
1960, contándose sus tasas de crecimiento entre las mayores
de sus respectivos países. (Véase el cuadro 2). Otras capitales,
si bien no ocuparon los primeros lugares en las tasas de
crecimiento de los centros urbanos de sus países, crecieron
también en forma impresionante, superando aun las tasas de
Santiago y de Lima (México, Caracas). El aumento de la
urbanización introdujo cambios no sólo en las redes urbanas
como conjuntos nacionales, en su crecimiento, densidad y
distribución, sino también en lo que atañe al crecimiento
físico y comportamiento espacial de las ciudades.
5. El crecimiento de la población de las ciudades varía
considerablemente de un país a otro. Sin embargo, los
datos existentes para los siete países permiten reunidos,
formando tres grupos que tienen similitudes entre sí. Los
datos de 1960, o fecha censal más próxima, muestran
una semejanza en el proceso de crecimiento de las
ciudades de Venezuela y Colombia, las del Brasil y México
y las de Chile y la Argentina. Resulta interesante observar
que el primero y el tercero de estos grupos, que en cierto
modo presentan situaciones opuestas en este conjunto
específico de países, se encuentran ubicados
geográficamente en situaciones opuestas en los
extremos de la América del Sur: los dos primeros se
ubican en el sector extremo norte, mientras que los dos
terceros, en el extremo sur.
6. El desarrollo de la tecnología, de los medios de transporte y la ampliación de las redes de comunicación
cada vez de mejor calidad, determinaron para los elementos de orden natural un segundo lugar en la
importancia de la situación de las ciudades, convirtiendo a las vías de comunicación en el elemento principal
en las relaciones urbano-regionales e interregionales. Sin embargo, no hay que olvidar que las ciudades y los
pueblos aparecieron primero, y que las vías modernas de comunicación vinieron después a unir los más
importantes. Más tarde vino el crecimiento selectivo entre éstos, con el lógico éxito de aquellos naturalmente
mejor dotados para beneficiarse de la nueva circunstancia que les permitía cumplir mejor su función y
extender su radio de acción. Pocos son los casos de ciudades importantes en América Latina en que este
proceso se invirtió, es decir, en los que la vía apareció primero y luego la ciudad como consecuencia de ella.
No obstante, este caso ha ocurrido en los tiempos modernos si consideramos como inicio de éstos, para los
fines de este estudio, al establecimiento del ferrocarril. En el Brasil y la Argentina encontramos ejemplos de
esta naturaleza.
Las primeras ciudades venezolanas se ubicaron en la costa para más tarde concentrarse en la cordillera
de Los Andes. El desarrollo económico del siglo XX , fuertemente basado en el petróleo, contribuyó a un
nuevo desarrollo de ciudades costeras. Por esta circunstancia, correspondía a Venezuela, en 1961, entre
todos los países estudiados, el más alto porcentaje de ciudades de 50 000 habitantes y más, ubicadas en sitios
costeros (50 por ciento). Sin embargo, las ciudades de más alta jerarquía del país, excepción hecha de
Maracaibo, se ubican en el interior, ya que tal como se indica en la sección precedente, el ramal andino que
penetra desde Colombia y la formación cordillerana que corre paralela a la costa han sido tradicionalmente el
asiento de las ciudades de mayor importancia de Venezuela.
7. En varios casos, las regiones tuvieron que sufrir un ajuste. Ello fue necesario cuando los límites de las regiones
no coincidían con los límites de las principales divisiones político-administrativas; también cuando la división
implicaba regiones muy pequeñas relativamente a otros países y, además, regiones sin ciudades del tamaño
de las que se estaban analizando (caso de la clasificación de O D EPLA N , en Chile), lo que llevó a reagrupar
algunas regiones. De cualquier modo, siempre se respetó la estructura general de los documentos utilizados.
Fueron claros ejemplos de estos incipientes desarrollos regionales, las ciudades de los grandes valles de
Colombia, la región andina en Venezuela, las tres agrupaciones regionales de ciudades argentinas
(piedemonte andino, noroeste y río Paraná), estrechamente relacionadas con las corrientes colonizadoras
originales; la región central de Chile, separada de la sur por el sector aún no conquistado de la Araucanía, y
los núcleos mineros de Minas Gerais en relación a Río de Janeiro. De tal manera, pese a la lentitud con que
crecían las ciudades coloniales, se estableció una interrelación que, condicionada por el tipo de economía
imperante, determinó el desarrollo y definió espacialmente los principales centros urbanos que conforman
las redes de ciudades actuales. Cuando las ciudades coloniales dejaron de ser quistes dentro de la sociedad
aborigen, pudieron establecer relaciones menos violentas con el contorno y amoldarse a los requerimientos
locales. Esta era la situación en las postrimerías del período colonial. Las guerras de independencia deben
haber contribuido a estrechar las relaciones entre los distintos centros, por lo menos en forma temporal,
dándoles mayor cohesión a las incipientes redes.
CONCLUSIÓN