La soberanía alimentaria es la capacidad de cada país de implementar políticas agrarias y alimentarias para lograr la seguridad alimentaria y el sostenimiento de su población. Se caracteriza por dar prioridad a la producción local, permitir que pequeños productores tengan facilidades y acceso a tierras, agua y semillas, e intentar alcanzar una vida sostenible para las personas mediante la reducción de precios de producción y comercialización.