El documento analiza los desafíos de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Critica las políticas de mano dura impulsadas por la derecha y propone en cambio invertir más en políticas sociales inclusivas, profundizar la democracia y descentralización, y promover la participación vecinal en la formulación y control de las políticas de seguridad. Plantea la necesidad de redefinir el concepto de seguridad vinculado al ejercicio de derechos y prevenir conflictos a través de medidas como el desarrollo de diagnósticos
1. Un desafío para la Ciudad y para las ComunasUn desafío para la Ciudad y para las Comunas
Seguridad democrática
y participación vecinal
2. IntroducciónIntroducción
La década del ’90 y su resultado de fragmentación socialLa década del ’90 y su resultado de fragmentación social
comunitariacomunitaria
•
““Crisis de Inseguridad”Crisis de Inseguridad”
•
Crisis de Legitimidad y Representación Política” (2001)Crisis de Legitimidad y Representación Política” (2001)
•
Ausencia de políticas sociales de inclusión yAusencia de políticas sociales de inclusión y
prevención de la violenciaprevención de la violencia
Fracaso de las políticas de seguridad efectistas yFracaso de las políticas de seguridad efectistas y
mediáticas de mano dura y segurismomediáticas de mano dura y segurismo
Crecimiento concreto de los conflictos y la sensación deCrecimiento concreto de los conflictos y la sensación de
inseguridadinseguridad
3. Recetas políticas de la derechaRecetas políticas de la derecha
endurecimiento de penasendurecimiento de penas
mayor discrecionalidad de las fuerzas policialesmayor discrecionalidad de las fuerzas policiales
disminución de garantías procesalesdisminución de garantías procesales
aumento de prisiones preventivasaumento de prisiones preventivas
creación de nuevos tipos penalescreación de nuevos tipos penales
menor control al accionar de las fuerzas de seguridadmenor control al accionar de las fuerzas de seguridad
estigmatización de inmigrantes y personas de bajosestigmatización de inmigrantes y personas de bajos
recursosrecursos
desvincular al crimen de estado y al gatillo fácil comodesvincular al crimen de estado y al gatillo fácil como
problemas de seguridadproblemas de seguridad
4. Objetivos ocultos de este discursoObjetivos ocultos de este discurso
Ocultar la política de Derechos Humanos delOcultar la política de Derechos Humanos del
gobierno nacional y aislarlo discursivamentegobierno nacional y aislarlo discursivamente
Infundir miedo en la poblaciónInfundir miedo en la población
Definir enemigos internos seleccionados deDefinir enemigos internos seleccionados de
los sectores de menores recursoslos sectores de menores recursos
Invalidar a la política como herramienta deInvalidar a la política como herramienta de
solución de la conflictividad socialsolución de la conflictividad social
En definitiva consolidan un mayor controlEn definitiva consolidan un mayor control
social selectivo y un aumento de los nivelessocial selectivo y un aumento de los niveles
de exclusión socialde exclusión social
5. La gestión de Macri y sus promesasLa gestión de Macri y sus promesas
tuvo al “problema de la seguridad” como uno de sustuvo al “problema de la seguridad” como uno de sus
principales argumentos de campañaprincipales argumentos de campaña
prometió hacer de Buenos Aires una ciudad másprometió hacer de Buenos Aires una ciudad más
segurasegura
prometió una política de tolerancia cero al delitoprometió una política de tolerancia cero al delito
como solucióncomo solución
planteó la creación de una policía metropolitanaplanteó la creación de una policía metropolitana
eficienteeficiente
culpó al gobierno nacional y a la gestión anterior porculpó al gobierno nacional y a la gestión anterior por
la falta de políticas en materia de seguridadla falta de políticas en materia de seguridad
6. Los resultados a tres años de gestión del PROLos resultados a tres años de gestión del PRO
No han disminuido los niveles de violencia en la ciudadNo han disminuido los niveles de violencia en la ciudad
No ha reducido los índices delictivosNo ha reducido los índices delictivos
La nueva Policía Metropolitana (P.M.) generó un sinfin deLa nueva Policía Metropolitana (P.M.) generó un sinfin de
conflictosconflictos
Tiene una cantidad de cesanteados exponencialTiene una cantidad de cesanteados exponencial
Demuestra una aberrante política de selección eDemuestra una aberrante política de selección e
incorporación de cuadrosincorporación de cuadros
Se vio comprometida en casos de espionaje a familiares ySe vio comprometida en casos de espionaje a familiares y
víctimas de delitosvíctimas de delitos
Actuó en represión de protestas sociales y desalojosActuó en represión de protestas sociales y desalojos
Se convirtió en la mano dura destinada a asegurar lasSe convirtió en la mano dura destinada a asegurar las
políticas destructoras de lo públicopolíticas destructoras de lo público
Sigue culpando al gobierno nacional para ocultar suSigue culpando al gobierno nacional para ocultar su
incapacidad de gestiónincapacidad de gestión
7. EnEn síntesis:síntesis:
La creación de una fuerza policial no alcanza,La creación de una fuerza policial no alcanza,
y mucho menos como la que pretende Macri.y mucho menos como la que pretende Macri.
Apuntar al tema de la seguridad sólo desdeApuntar al tema de la seguridad sólo desde
las fuerzas represivas y el mayor controllas fuerzas represivas y el mayor control
excluyente, como lo ha hecho la derecha a loexcluyente, como lo ha hecho la derecha a lo
largo de estos años, no solamente eslargo de estos años, no solamente es
equivocado, sino que produce mayoresequivocado, sino que produce mayores
efectos de victimización agravando laefectos de victimización agravando la
problemática.problemática.
Llegó la hora de hacernos cargo de laLlegó la hora de hacernos cargo de la
demanda desde una visión nacional y populardemanda desde una visión nacional y popular
8. Nuestra propuesta se orienta a:Nuestra propuesta se orienta a:
Prevenir conflictos y reducir la violencia socialPrevenir conflictos y reducir la violencia social
Profundizar la democraciaProfundizar la democracia
Invertir más y mejor en políticas públicas inclusivasInvertir más y mejor en políticas públicas inclusivas
Hacer efectiva la descentralización comunitariaHacer efectiva la descentralización comunitaria
Ampliar las posibilidades del ejercicio de derechosAmpliar las posibilidades del ejercicio de derechos
Construir ciudadaníaConstruir ciudadanía
Democratizar las fuerzas de seguridadDemocratizar las fuerzas de seguridad
Reconstruir los lazos sociales y comunitariosReconstruir los lazos sociales y comunitarios
Fomentar la participación vecinal en la ejecución yFomentar la participación vecinal en la ejecución y
el control las políticas de seguridadel control las políticas de seguridad
9. Un plan democrático y participativoUn plan democrático y participativo
de políticas de seguridadde políticas de seguridad
Hacia el desarrollo deHacia el desarrollo de
nuevas propuestasnuevas propuestas
10. DIAGNÓSTICO GENERAL DE LADIAGNÓSTICO GENERAL DE LA
CIUDADCIUDAD
Una población estimada enUna población estimada en
casi 3 millones decasi 3 millones de
habitanteshabitantes que es más queque es más que
duplicada durante el día con elduplicada durante el día con el
ingreso masivo de residentesingreso masivo de residentes
provenientes del Conurbanoprovenientes del Conurbano
BonaerenseBonaerense
LaLa densidad poblacional dedensidad poblacional de
la ciudadla ciudad es la más alta deles la más alta del
país, pero al observar hacia elpaís, pero al observar hacia el
interior de la misma vemosinterior de la misma vemos
que se distribuye de formaque se distribuye de forma
variada ya que el cordón survariada ya que el cordón sur
presenta el menor nivel depresenta el menor nivel de
densidad poblacional,densidad poblacional,
encontrando las mayoresencontrando las mayores
concentraciones en elconcentraciones en el
centro norte de la ciudadcentro norte de la ciudad
(comunas 5, 6, 3 y 2).(comunas 5, 6, 3 y 2).
11. Cuadro comparativo por ciudades.Cuadro comparativo por ciudades.
Dirección Nacional de Política CriminalDirección Nacional de Política Criminal
12. Algunas cifras de victimización y delitos por ComunasAlgunas cifras de victimización y delitos por Comunas
13.
14. El eje en las políticas socialesEl eje en las políticas sociales
Políticas que hagan avanzar los derechos sociales,Políticas que hagan avanzar los derechos sociales,
económicos y culturaleseconómicos y culturales
Reducción y posterior eliminación del trabajoReducción y posterior eliminación del trabajo
esclavoesclavo
Plan de urbanización y dignificación social dePlan de urbanización y dignificación social de
barrios de emergenciabarrios de emergencia
Inversión pública, control para su ejecución yInversión pública, control para su ejecución y
reasignación si correspondierereasignación si correspondiere
Diseño de diagnóstico de conflictos tomando enDiseño de diagnóstico de conflictos tomando en
cuenta la desigualdad norte-sur y lascuenta la desigualdad norte-sur y las
problemáticas específicas de cada zona yproblemáticas específicas de cada zona y
habitante de la ciudadhabitante de la ciudad
15. El 10 por ciento de lasEl 10 por ciento de las
noticias monitoreadas en todonoticias monitoreadas en todo
el período analizado enel período analizado en ClarínClarín
son de tipo policial.son de tipo policial. La NaciónLa Nación,,
por su parte, posee índices depor su parte, posee índices de
publicación de noticiaspublicación de noticias
policiales de un 6.16 porpoliciales de un 6.16 por
ciento. Estas cifras sonciento. Estas cifras son
elevadas si consideramos queelevadas si consideramos que
el promedio más alto lo poseeel promedio más alto lo posee
el Diario de Hoy de El Salvadorel Diario de Hoy de El Salvador
con un 17 por ciento total,con un 17 por ciento total,
mientras que el más bajo (2mientras que el más bajo (2
por ciento diario) es el diariopor ciento diario) es el diario
El Tiempo de Colombia. SegúnEl Tiempo de Colombia. Según
datos comparativos de la OMSdatos comparativos de la OMS
del año 2000, mientras que endel año 2000, mientras que en
Colombia la tasa deColombia la tasa de
homicidios cada 100 milhomicidios cada 100 mil
habitantes llega a 65, enhabitantes llega a 65, en
Argentina se ubicaba en el 7.2.Argentina se ubicaba en el 7.2.
17. Respuestas al discurso mediáticoRespuestas al discurso mediático
no podemos permitir que la sensación de seguridad ono podemos permitir que la sensación de seguridad o
inseguridad dependa de lo que transmitan los mediosinseguridad dependa de lo que transmitan los medios
masivos de comunicación social según sus intereses ymasivos de comunicación social según sus intereses y
posicionamiento ideológicoposicionamiento ideológico
debe haber una autoridad responsable que se encarguedebe haber una autoridad responsable que se encargue
de desmentir los índices de inseguridad que sede desmentir los índices de inseguridad que se
publicitan, para tratar de controlar el pánico que puedepublicitan, para tratar de controlar el pánico que puede
producir la prensa sobre la poblaciónproducir la prensa sobre la población
debemos redefinir el concepto de seguridad comodebemos redefinir el concepto de seguridad como
“seguridad en el ejercicio de los derechos” y a la“seguridad en el ejercicio de los derechos” y a la
inseguridad como violencia social en todos sus ámbitos,inseguridad como violencia social en todos sus ámbitos,
especifidades y contextosespecifidades y contextos
una política estatal de prevención del delito razonable,una política estatal de prevención del delito razonable,
debería diagnosticar cuáles son las necesidadesdebería diagnosticar cuáles son las necesidades
prioritarias del sistema social en materia de seguridadprioritarias del sistema social en materia de seguridad
lo primero que debemos establecer es un cuadro delo primero que debemos establecer es un cuadro de
situación, para poder decidir cómo invertir elsituación, para poder decidir cómo invertir el
presupuesto destinado al áreapresupuesto destinado al área
18. Políticas propias de seguridad en el ámbitoPolíticas propias de seguridad en el ámbito
del GCBAdel GCBA
Creación del consejo de política criminalCreación del consejo de política criminal
Aumento del presupuesto en materia deAumento del presupuesto en materia de
prevención y reasignación inteligente del existenteprevención y reasignación inteligente del existente
Traspaso de la competencia jurisdiccionalTraspaso de la competencia jurisdiccional
ordinaria al ámbito de la ciudadordinaria al ámbito de la ciudad
Traspaso de las comisarías territoriales de la PFATraspaso de las comisarías territoriales de la PFA
a la ciudada la ciudad
Fuerte campaña de desarme de la población civil yFuerte campaña de desarme de la población civil y
control de armas ilegalescontrol de armas ilegales
Fuerte campaña de represión al narcotráfico y elFuerte campaña de represión al narcotráfico y el
crimen organizadocrimen organizado
Fuerte campaña de control para evitar laFuerte campaña de control para evitar la
corrupción pública administrativa y policialcorrupción pública administrativa y policial
19. Servicio de seguridad y policíaServicio de seguridad y policía
comunalcomunal
División de la fuerza policial en policíaDivisión de la fuerza policial en policía
comunal preventiva y policía judicial decomunal preventiva y policía judicial de
investigación, reservando la primera alinvestigación, reservando la primera al
control de las comunas y la segunda alcontrol de las comunas y la segunda al
Ministerio Público de la CiudadMinisterio Público de la Ciudad
Elección de los comisarios por concursoElección de los comisarios por concurso
público y en cada comuna, estableciendopúblico y en cada comuna, estableciendo
un piso mínimo de idoneidad y respeto alun piso mínimo de idoneidad y respeto al
escalafónescalafón
20. Características de una PolicíaCaracterísticas de una Policía
ComunitariaComunitaria
prevención organizada a partir de laprevención organizada a partir de la
comunidad local de mayor proximidad;comunidad local de mayor proximidad;
reorientación del despliegue o patrullajereorientación del despliegue o patrullaje
policial privilegiando acciones preventivas ypolicial privilegiando acciones preventivas y
no meramente reactivas ni administrativas;no meramente reactivas ni administrativas;
énfasis en la respuesta, la derivación y laénfasis en la respuesta, la derivación y la
rendición de cuentas hacia la comunidadrendición de cuentas hacia la comunidad
local y el consejo comunal;local y el consejo comunal;
descentralización del mando ydescentralización del mando y
sindicalización;sindicalización;
su función central es disminuir la violenciasu función central es disminuir la violencia
socialsocial
21. El servicio de administración deEl servicio de administración de
justicia y la legislación penaljusticia y la legislación penal
Creación de fiscalías comunales y de oficinasCreación de fiscalías comunales y de oficinas
de atención a la violencia doméstica yde atención a la violencia doméstica y
maltrato infantilmaltrato infantil
Creación de tribunales comunales de menorCreación de tribunales comunales de menor
cuantía para tratar los conflictos de bajacuantía para tratar los conflictos de baja
intensidadintensidad
Transparencia y responsabilidad en laTransparencia y responsabilidad en la
designación de jueces, fiscales y defensoresdesignación de jueces, fiscales y defensores
Seriedad, prolijidad y responsabilidadSeriedad, prolijidad y responsabilidad
legislativa en materia procesal penal ylegislativa en materia procesal penal y
contravencionalcontravencional
22. Las Comunas y sus atribucionesLas Comunas y sus atribuciones
Creación de entes comunales de prevención deCreación de entes comunales de prevención de
conflictos con enfoque multidisciplinario, cuya misiónconflictos con enfoque multidisciplinario, cuya misión
fundamental sea la de realizar un seguimiento yfundamental sea la de realizar un seguimiento y
control de la conflictividad social en generalcontrol de la conflictividad social en general
Intervención y derivación de los conflictos concretos aIntervención y derivación de los conflictos concretos a
la agencia correspondiente en el ámbito de la comunala agencia correspondiente en el ámbito de la comuna
Adecuación de las jurisdicciones policiales de acuerdoAdecuación de las jurisdicciones policiales de acuerdo
con la división política de comunascon la división política de comunas
Control comunal de la inversión y del accionar de lasControl comunal de la inversión y del accionar de las
agencias públicas de prevención de conflictosagencias públicas de prevención de conflictos
Designación de líderes o referentes del ente comunalDesignación de líderes o referentes del ente comunal
de atención de conflictos para que operen comode atención de conflictos para que operen como
articuladores entre el gobierno central de la ciudad yarticuladores entre el gobierno central de la ciudad y
las organizaciones territoriales de cada comunalas organizaciones territoriales de cada comuna
23. Mejoras urbano-ambientalesMejoras urbano-ambientales
iluminación de calles, veredas y espaciosiluminación de calles, veredas y espacios
públicos de cada comunapúblicos de cada comuna
colocación de semáforos donde no loscolocación de semáforos donde no los
haya y reductores de velocidad enhaya y reductores de velocidad en
intersecciones riesgosasintersecciones riesgosas
seguimiento de las construcciones enseguimiento de las construcciones en
curso y restauración de aquellas quecurso y restauración de aquellas que
presenten riesgospresenten riesgos
control del tránsito y la circulacióncontrol del tránsito y la circulación
vehicularvehicular
24. PARTICIPACION VECINALPARTICIPACION VECINAL
Orientada hacia la prevención,Orientada hacia la prevención, en unen un
marco de profundización de lamarco de profundización de la
democracia, ampliación en lasdemocracia, ampliación en las
posibilidades del ejercicio deposibilidades del ejercicio de
derechos, construcción dederechos, construcción de
ciudadanía y reconstrucción de lazosciudadanía y reconstrucción de lazos
sociales a partir de la participaciónsociales a partir de la participación
vecinal y comunitaria.vecinal y comunitaria.
Construcción de Redes VecinalesConstrucción de Redes Vecinales
Participación directa en las políticasParticipación directa en las políticas
concretas de seguridad en suconcretas de seguridad en su
territorioterritorio
Estrategias de prevención deEstrategias de prevención de
conflictosconflictos
Mejoras urbano–ambientalesMejoras urbano–ambientales
Canalización de las demandasCanalización de las demandas
Control de las agencias deControl de las agencias de
seguridad estatales.seguridad estatales.
25. ConsignasConsignas
Redefinición del concepto de seguridad como “seguridad en elRedefinición del concepto de seguridad como “seguridad en el
ejercicio de los derechos”ejercicio de los derechos”
Redefinición de la inseguridad como violencia social en todos susRedefinición de la inseguridad como violencia social en todos sus
ámbitos, especificidades y contextosámbitos, especificidades y contextos
Reafirmar la política de DD.HH. del gobierno nacional en el ámbito deReafirmar la política de DD.HH. del gobierno nacional en el ámbito de
la ciudad: Memoria, Verdad y Justiciala ciudad: Memoria, Verdad y Justicia
Traspaso de la competencia jurisdiccional ordinaria al ámbito de laTraspaso de la competencia jurisdiccional ordinaria al ámbito de la
ciudadciudad
Traspaso de las comisarías territoriales de la PFA a la ciudad.Traspaso de las comisarías territoriales de la PFA a la ciudad.
Implementación inmediata y puesta en funcionamiento de lasImplementación inmediata y puesta en funcionamiento de las
ComunasComunas
Fuerte campaña de desarme de la población civil y control de armasFuerte campaña de desarme de la población civil y control de armas
ilegalesilegales
Fuerte campaña de represión del narcotráfico y del crimenFuerte campaña de represión del narcotráfico y del crimen
organizadoorganizado
Fuerte campaña de control para evitar la corrupción públicaFuerte campaña de control para evitar la corrupción pública
administrativa y policialadministrativa y policial
Mejoramiento urbano-ambiental de los espacios públicosMejoramiento urbano-ambiental de los espacios públicos
Reducción y posterior eliminación del trabajo esclavoReducción y posterior eliminación del trabajo esclavo
Plan de urbanización y dignificación social de barrios dePlan de urbanización y dignificación social de barrios de
emergenciaemergencia
26. Síntesis de propuestasSíntesis de propuestas
Creación del consejo de política criminal en el ámbito delCreación del consejo de política criminal en el ámbito del
GCBAGCBA
Aumento del presupuesto en materia de prevención yAumento del presupuesto en materia de prevención y
reasignación inteligente del existentereasignación inteligente del existente
Creación de entes comunales de prevención de conflictosCreación de entes comunales de prevención de conflictos
desde el enfoque multidisciplinario, cuya misión fundamentaldesde el enfoque multidisciplinario, cuya misión fundamental
sea la de realizar un seguimiento y control de la conflictividadsea la de realizar un seguimiento y control de la conflictividad
social en general, y la intervención y derivación de lossocial en general, y la intervención y derivación de los
conflictos concretos a la agencia correspondiente en elconflictos concretos a la agencia correspondiente en el
ámbito de la comunaámbito de la comuna
División de la fuerza policial en policía comunal preventiva yDivisión de la fuerza policial en policía comunal preventiva y
policía judicial de investigación, reservando la primera alpolicía judicial de investigación, reservando la primera al
control de las comunas y la segunda al Ministerio Público decontrol de las comunas y la segunda al Ministerio Público de
la Ciudadla Ciudad
Adecuación de las jurisdicciones policiales de acuerdo con laAdecuación de las jurisdicciones policiales de acuerdo con la
división política de comunasdivisión política de comunas
27. Síntesis de propuestas (cont.)Síntesis de propuestas (cont.)
Elección de los comisarios por concurso público y enElección de los comisarios por concurso público y en
cada comuna, estableciendo un piso mínimo decada comuna, estableciendo un piso mínimo de
idoneidad y respeto al escalafónidoneidad y respeto al escalafón
Control comunal de la inversión y del accionar de lasControl comunal de la inversión y del accionar de las
agencias públicas de prevención de conflictosagencias públicas de prevención de conflictos
Creación de fiscalías comunales y de oficinas deCreación de fiscalías comunales y de oficinas de
atención a la violencia doméstica y el maltrato infantilatención a la violencia doméstica y el maltrato infantil
Creación de tribunales comunales de menor cuantíaCreación de tribunales comunales de menor cuantía
para tratar los conflictos de baja intensidadpara tratar los conflictos de baja intensidad
Designación de lideres o referentes del ente comunal deDesignación de lideres o referentes del ente comunal de
atención de conflictos para que operen comoatención de conflictos para que operen como
articuladores entre el gobierno central de la ciudad y lasarticuladores entre el gobierno central de la ciudad y las
organizaciones territoriales de cada comunaorganizaciones territoriales de cada comuna
28. Estamos convencidos que este camino deEstamos convencidos que este camino de
ampliación de políticas públicas, de participaciónampliación de políticas públicas, de participación
y compromiso ciudadano, y la actuación de unay compromiso ciudadano, y la actuación de una
fuerza policial democrática orientada a lafuerza policial democrática orientada a la
prevención de conflictos en todo el territorio -y noprevención de conflictos en todo el territorio -y no
destinada a formar grupos de espionajedestinada a formar grupos de espionaje
telefónico, de represión de personas en situacióntelefónico, de represión de personas en situación
de calle, de protestas callejeras y de desalojos-,de calle, de protestas callejeras y de desalojos-,
es el que nos llevará a una Ciudad más segura,es el que nos llevará a una Ciudad más segura,
inclusiva y habitable para todos los porteños.inclusiva y habitable para todos los porteños.
29. Para abordar estas propuestas losPara abordar estas propuestas los
invitamos a participar en la discusióninvitamos a participar en la discusión
En 2011 ganemos la Nación y la Ciudad deEn 2011 ganemos la Nación y la Ciudad de
Buenos AiresBuenos Aires
Ni un paso atrás. Vamos por más!!!Ni un paso atrás. Vamos por más!!!
MUCHAS GRACIASMUCHAS GRACIAS
Notas del editor
La inseguridad es uno de los fenómenos más complejos de nuestra sociedad. A mediados de la década del ‘90 podemos ubicar el momento en que la emergencia de la llamada “crisis de inseguridad”, tomó preponderancia como tema de la agenda de demandas ciudadanas, en un contexto político y social ya por todos conocido. Las políticas liberales y de pensamiento único se desarrollaron sobre la base de la más alta concentración de la riqueza de nuestra historia, con consecuencias de empobrecimiento y desempleo masivos.
Este modelo generó una sociedad fragmentada, con sus lazos comunitarios fracturados y sin instituciones intermediarias entre los ciudadanos y los encargados de llevar adelante las políticas públicas, situación que se tradujo en una crisis de legitimidad de la política a fines de 2001.
En el marco de esta crisis la ausencia de políticas sociales de inclusión y prevención de la violencia, fue pergeñando políticas efectistas en materia de seguridad de corto alcance, que sólo intentaron operar sobre la sensación de inseguridad, valiéndose del recetario más simplista y tradicional: endurecimiento de penas, mayor discrecionalidad de las fuerzas de policiales, disminución de garantías procesales, aceleramiento para llegar a prisiones preventivas, etc., que delinearon a grandes rasgos una praxis en materia de seguridad que aumentó el control social selectivo, funcional a los modelos económicos neoliberales de concentración y exclusión. Esta política fracasó en sus resultados empíricos, aunque su discurso continúa generando adeptos, por lo que mantiene su vigencia pese a no modificar la realidad.
La inseguridad en esos años creció en términos concretos de conflictos y más aun en la forma en que fueron percibidos. La situación en la ciudad de Buenos Aires presentaba un número significativo de víctimas que se registraban día a día como resultado de los delitos contra la propiedad en sus distintos grados de violencia contra las personas.
No podemos desconocer que el aprovechamiento oportunista de determinados sectores políticos en mantener encendida la llama del miedo y un lamentable acompañamiento de los medios masivos de comunicación generaron una sensación colectiva de alarma y temor a ser víctimas aun mayor.
Hoy sin lugar a dudas podemos afirmar que por seguridad entendemos “seguridad en el ejercicio de los derechos” y “no combate o guerra contra el delincuente”, pues consideramos que una política destinada a afrontar esta demanda debe enfocarse en la reducción cuantitativa de los niveles de violencia social, en todas sus expresiones y, no sólo con encarcelar más jóvenes pertenecientes a las clases más pobres de la población. Esta forma de diferenciar praxis global de discurso vindicativo selectivo es la que orientara nuestro plan de acción.
Ante este panorama, como grupo de acción política en el territorio de la ciudad, nos vemos en la obligación de avocarnos al estudio de la problemática con el objetivo de brindar las respuestas necesarias para modificar la situación e intentar mejorar la convivencia social y las condiciones materiales de vida de nuestro pueblo.
Por tal motivo, este documento pretende acercar a la población de la Ciudad un marco de propuestas de políticas públicas a desarrollar e implementar en materia de seguridad a partir del actual ordenamiento normativo y constitucional, apostando al desarrollo comunal y a la disminución de los niveles de violencia social.
Anticiparemos desde ya que a nuestro juicio el eje de las políticas de seguridad debe estar enfocado hacia una fuerte orientación en la prevención de conflictos violentos en todas sus gamas y especificidades, que sólo puede darse en un marco de profundización de la democracia, con ampliación del ejercicio de derechos, inclusión social, construcción de ciudadanía, disminución de la desigualdad, respeto por los derechos, mayor presencia, participación e inversión del estado, construcción de una policía comunitaria, reconstrucción de lazos sociales a partir de la participación vecinal en el control y reconstrucción de las agencias encargadas de desarrollar las políticas públicas preventivas y represivas.
La situación en la ciudad: La gestión del PRO y sus mentiras
La multicausalidad del fenómeno de la violencia –mal denominado inseguridad- ha demostrado que la utilización de medidas habituales y efectistas de carácter tradicional vinculadas con el endurecimiento de penas, la creación de nuevos tipos penales, la habilitación de mayores facultades y atribuciones delegadas a la policía para que opere con menor control, al fin y al cabo no reducen los índices objetivos del delito ni disminuyen los niveles de violencia social. Por el contrario, los acrecientan y terminan consolidando un modelo político en materia de seguridad que tiende a ampliar el control social selectivo, aumentando los niveles de exclusión.
La situación en la Ciudad de Buenos Aires nos demuestra a partir de los pocos datos con lo que podemos contar que desde mediados de los noventa existe un incremento constante de hechos violentos vinculados con ataques contra la propiedad en sus distintas modalidades. Sin embargo no se registran incrementos significativos en lo que hace a la tasa de homicidios dolosos.
El dato real significativo entonces a tomar en cuenta para la prevención es el del número de víctimas que se registran en ataques contra la propiedad y que además de la pérdida de un bien material sufren una acción y/o situación violenta producto de esos hechos.
No obstante, se produce un fenómeno de percepción o sensación de inseguridad que ha crecido enormente sin tomar en cuenta los indicadores reales de conflictos. Tampoco puede en este plano simplificarse la explicación. En principio, el abrupto crecimiento de los niveles de victimización, su sostenimiento en el tiempo, una sociedad que no ha vivido antes niveles de violencia tan altos originados por el delito común (nunca debemos olvidar que los mayores niveles de violencia y muerte en le Argentina del siglo XX los produjo la represión y el terrorismo de estado de la última dictadura militar), una creciente y ampliada técnica de gobierno amparada en los miedos y el auge en materia de comunicación mediatica de los conflictos –criminologia mediatica-, son algunas de las posibles causas de la existencia de un fenómeno como el señalado
La actual gestión que encabeza el gobierno de la ciudad, tuvo al “problema de la seguridad” como uno de sus principales argumentos de campaña. Se prometió en este aspecto hacer de Buenos Aires, una ciudad más segura, eliminando los conflictos delictivos a partir de una política de tolerancia cero al delito y la creación de una policía metropolitana, encargada de llevar adelante esta acción.
Nada de todo ello se ha cumplido. A casi tres años de gestión, podemos decir sin temor a equivocarnos que el gobierno del Pro no ha disminuido los niveles de violencia en la ciudad, ni ha reducido los índices delictivos. Sin embargo, nuestro jefe de gobierno insiste en querer presentarse como paladín de la seguridad, y ante el fracaso demostrado por su incapacidad, no duda en responsabilizar de todos los males al gobierno nacional.
En ese panorama la reciente creación de la Policía Metropolitana (PM) fue respaldada por distintos sectores políticos; pero la impronta dinámica que se le dio en la práctica real en estos dos años, da cuenta de un resultado que dista mucho de los fines que impulsaron su nacimiento.
Desde su lanzamiento el año pasado, con la incorporación de efectivos exonerados de la PFA, hasta hoy, la P.M. generó un sin fin de conflictos. Tiene una cantidad de cesanteados exponencial que demuestra una aberrante política de selección e incorporación de cuadros. ; en represión de protestas y desalojos, tanto de viviendas como de vendedores ambulantes, convirtiéndose así en la mano dura destinada a asegurar las políticas destructoras de lo público impulsadas por el PRO desde la Jefatura del Gobierno Porteño.
Queremos dejar en claro que no estamos en contra de que exista una policial local enfocada principalmente hacia la prevención. Un modelo de policía comunitaria capaz de articular relaciones entre los vecinos, de convocar y establecer puentes con otros servicios del estado en los casos de conflictos que los requieran (asistenciales, sanitarios, de obras públicas, escolares, etc.). Una fuerza que funcione como órgano articulador de las agencias estatales que deben intervenir en cada caso por razón de especialidad.
Sin embargo con la creación de una fuerza policial no alcanza, y mucho menos como la que pretende Macri. Resulta evidente que apuntar al tema de la seguridad sólo desde las fuerzas represivas y el mayor control excluyente, como lo ha hecho la derecha a lo largo de estos años, no solamente es equivocado, sino que produce mayores efectos de victimización agravando la problemática.
Por el contrario, en el contexto señalado, volvemos a repetir que el eje de las políticas de seguridad debe estar marcado por una fuerte orientación hacia la prevención, en un marco de profundización de la democracia, democratización de las fuerzas de seguridad, mayor inversión en políticas públicas inclusivas, descentralización comunitaria, ampliación en las posibilidades del ejercicio de derechos, construcción de ciudadanía y reconstrucción de lazos sociales a partir de la participación vecinal y comunitaria en la ejecución y el control de estas políticas.
La acción de los vecinos organizados debe promover el desarrollo de estrategias de prevención destinadas a evitar la ocurrencia de los conflictos que afecten a la comuna ya sea a partir de mejoras urbano–ambientales, como así también encausando las demandas y los controles de las agencias de seguridad estatales. La participación vecinal de las comunas (todavía sin funcionamiento pleno) adquiere una relevancia fundamental en estos objetivos, dado que desde su organización se pueden reconstruir los lazos solidarios vecinales y al mismo tiempo generar una participación directa en las políticas concretas de seguridad en su territorio y en el control de las diversas instituciones públicas encargadas de su ejecución.
Estamos convencidos que este camino ampliación de políticas publicas, de participación y compromiso ciudadano, y la actuación de una fuerza policial democrática orientada a la prevención de conflictos en todo el territorio -y no destinada a formar grupos de espionaje telefónico, de represión de protestas callejeras y de desalojos-, es el que nos llevará a una Ciudad más segura, inclusiva y habitable para todos los porteños.
La actual gestión que encabeza el gobierno de la ciudad, tuvo al “problema de la seguridad” como uno de sus principales argumentos de campaña. Se prometió en este aspecto hacer de Buenos Aires, una ciudad más segura, eliminando los conflictos delictivos a partir de una política de tolerancia cero al delito y la creación de una policía metropolitana, encargada de llevar adelante esta acción.
Nada de todo ello se ha cumplido. A casi tres años de gestión, podemos decir sin temor a equivocarnos que el gobierno del Pro no ha disminuido los niveles de violencia en la ciudad, ni ha reducido los índices delictivos. Sin embargo, nuestro jefe de gobierno insiste en querer presentarse como paladín de la seguridad, y ante el fracaso demostrado por su incapacidad, no duda en responsabilizar de todos los males al gobierno nacional.
En ese panorama la reciente creación de la Policía Metropolitana (PM) fue respaldada por distintos sectores políticos; pero la impronta dinámica que se le dio en la práctica real en estos dos años, da cuenta de un resultado que dista mucho de los fines que impulsaron su nacimiento.
Desde su lanzamiento el año pasado, con la incorporación de efectivos exonerados de la PFA, hasta hoy, la P.M. generó un sin fin de conflictos. Tiene una cantidad de cesanteados exponencial que demuestra una aberrante política de selección e incorporación de cuadros. ; en represión de protestas y desalojos, tanto de viviendas como de vendedores ambulantes, convirtiéndose así en la mano dura destinada a asegurar las políticas destructoras de lo público impulsadas por el PRO desde la Jefatura del Gobierno Porteño.
Queremos dejar en claro que no estamos en contra de que exista una policial local enfocada principalmente hacia la prevención. Un modelo de policía comunitaria capaz de articular relaciones entre los vecinos, de convocar y establecer puentes con otros servicios del estado en los casos de conflictos que los requieran (asistenciales, sanitarios, de obras públicas, escolares, etc.). Una fuerza que funcione como órgano articulador de las agencias estatales que deben intervenir en cada caso por razón de especialidad.
Sin embargo con la creación de una fuerza policial no alcanza, y mucho menos como la que pretende Macri. Resulta evidente que apuntar al tema de la seguridad sólo desde las fuerzas represivas y el mayor control excluyente, como lo ha hecho la derecha a lo largo de estos años, no solamente es equivocado, sino que produce mayores efectos de victimización agravando la problemática.
Por el contrario, en el contexto señalado, volvemos a repetir que el eje de las políticas de seguridad debe estar marcado por una fuerte orientación hacia la prevención, en un marco de profundización de la democracia, democratización de las fuerzas de seguridad, mayor inversión en políticas públicas inclusivas, descentralización comunitaria, ampliación en las posibilidades del ejercicio de derechos, construcción de ciudadanía y reconstrucción de lazos sociales a partir de la participación vecinal y comunitaria en la ejecución y el control de estas políticas.
La acción de los vecinos organizados debe promover el desarrollo de estrategias de prevención destinadas a evitar la ocurrencia de los conflictos que afecten a la comuna ya sea a partir de mejoras urbano–ambientales, como así también encausando las demandas y los controles de las agencias de seguridad estatales. La participación vecinal de las comunas (todavía sin funcionamiento pleno) adquiere una relevancia fundamental en estos objetivos, dado que desde su organización se pueden reconstruir los lazos solidarios vecinales y al mismo tiempo generar una participación directa en las políticas concretas de seguridad en su territorio y en el control de las diversas instituciones públicas encargadas de su ejecución.
Estamos convencidos que este camino ampliación de políticas publicas, de participación y compromiso ciudadano, y la actuación de una fuerza policial democrática orientada a la prevención de conflictos en todo el territorio -y no destinada a formar grupos de espionaje telefónico, de represión de protestas callejeras y de desalojos-, es el que nos llevará a una Ciudad más segura, inclusiva y habitable para todos los porteños.
La actual gestión que encabeza el gobierno de la ciudad, tuvo al “problema de la seguridad” como uno de sus principales argumentos de campaña. Se prometió en este aspecto hacer de Buenos Aires, una ciudad más segura, eliminando los conflictos delictivos a partir de una política de tolerancia cero al delito y la creación de una policía metropolitana, encargada de llevar adelante esta acción.
Nada de todo ello se ha cumplido. A casi tres años de gestión, podemos decir sin temor a equivocarnos que el gobierno del Pro no ha disminuido los niveles de violencia en la ciudad, ni ha reducido los índices delictivos. Sin embargo, nuestro jefe de gobierno insiste en querer presentarse como paladín de la seguridad, y ante el fracaso demostrado por su incapacidad, no duda en responsabilizar de todos los males al gobierno nacional.
En ese panorama la reciente creación de la Policía Metropolitana (PM) fue respaldada por distintos sectores políticos; pero la impronta dinámica que se le dio en la práctica real en estos dos años, da cuenta de un resultado que dista mucho de los fines que impulsaron su nacimiento.
Desde su lanzamiento el año pasado, con la incorporación de efectivos exonerados de la PFA, hasta hoy, la P.M. generó un sin fin de conflictos. Tiene una cantidad de cesanteados exponencial que demuestra una aberrante política de selección e incorporación de cuadros. ; en represión de protestas y desalojos, tanto de viviendas como de vendedores ambulantes, convirtiéndose así en la mano dura destinada a asegurar las políticas destructoras de lo público impulsadas por el PRO desde la Jefatura del Gobierno Porteño.
Queremos dejar en claro que no estamos en contra de que exista una policial local enfocada principalmente hacia la prevención. Un modelo de policía comunitaria capaz de articular relaciones entre los vecinos, de convocar y establecer puentes con otros servicios del estado en los casos de conflictos que los requieran (asistenciales, sanitarios, de obras públicas, escolares, etc.). Una fuerza que funcione como órgano articulador de las agencias estatales que deben intervenir en cada caso por razón de especialidad.
Sin embargo con la creación de una fuerza policial no alcanza, y mucho menos como la que pretende Macri. Resulta evidente que apuntar al tema de la seguridad sólo desde las fuerzas represivas y el mayor control excluyente, como lo ha hecho la derecha a lo largo de estos años, no solamente es equivocado, sino que produce mayores efectos de victimización agravando la problemática.
Por el contrario, en el contexto señalado, volvemos a repetir que el eje de las políticas de seguridad debe estar marcado por una fuerte orientación hacia la prevención, en un marco de profundización de la democracia, democratización de las fuerzas de seguridad, mayor inversión en políticas públicas inclusivas, descentralización comunitaria, ampliación en las posibilidades del ejercicio de derechos, construcción de ciudadanía y reconstrucción de lazos sociales a partir de la participación vecinal y comunitaria en la ejecución y el control de estas políticas.
La acción de los vecinos organizados debe promover el desarrollo de estrategias de prevención destinadas a evitar la ocurrencia de los conflictos que afecten a la comuna ya sea a partir de mejoras urbano–ambientales, como así también encausando las demandas y los controles de las agencias de seguridad estatales. La participación vecinal de las comunas (todavía sin funcionamiento pleno) adquiere una relevancia fundamental en estos objetivos, dado que desde su organización se pueden reconstruir los lazos solidarios vecinales y al mismo tiempo generar una participación directa en las políticas concretas de seguridad en su territorio y en el control de las diversas instituciones públicas encargadas de su ejecución.
Estamos convencidos que este camino ampliación de políticas publicas, de participación y compromiso ciudadano, y la actuación de una fuerza policial democrática orientada a la prevención de conflictos en todo el territorio -y no destinada a formar grupos de espionaje telefónico, de represión de protestas callejeras y de desalojos-, es el que nos llevará a una Ciudad más segura, inclusiva y habitable para todos los porteños.
En la primera Encuesta de Victimización efectuada por el GCBA se observa que para la mayoría de los entrevistados la inseguridad es un problema central de la ciudad. Uno de cada tres delitos es denunciado. En cuanto a datos generales en materia de delitos la información relevada por el GCBA en 2007 nos indica que las comunas con mayor incidencia delictiva son las 4 y 8 y por el opuesto se ubican Palermo y Recoleta (comuna 2 y 14) siendo los jóvenes los más propensos a ser víctimas de delito. Otro dato observado es que las mujeres tienen un 66% más de probabilidad de ser víctimas de un hurto.
Un dato interesante revelado a la hora de pensar en el desarrollo de políticas públicas es que los sectores de NSE medio y alto que “residen en las comunas menos protegidas son más vulnerables al delito patrimonial”. En la Comuna 8 el robo con violencia es el delito más frecuente, esta junto a la comuna 4 padece también con más frecuencia el robo a casa-habitación. Los datos reflejan que la probabilidad de que un miembro del hogar haya sido víctima de un delito violento en la comuna 12 es de 1 en 10, cuestión que se duplica en la comuna 8. A estos datos se suma que las Comunas que presentan los guarismos más altos son las mismas que tienen un nivel alto respecto de la percepción de inseguridad. Para observar la situación por comunas podemos observar el siguiente gráfico:
En cuanto a la sensación de inseguridad las que presentan mayores niveles de sensación de inseguridad son las del centro y sur de la ciudad exceptuando Recoleta. Por otro lado, el temor a ser víctima a un delito específico muestra los valores más altos para todo tipo de delitos en las Comunas 7 y 8.
El eje en las políticas sociales
Lo primero que hay que pensar para tratar el tema de la seguridad, es una buena política. Fundamentalmente una política que haga avanzar los derechos sociales, económicos y culturales. Es cierto que este avance no se consigue de un día para otro, pero hay que pensarlo, según el grado de necesidad local a corto, mediano y largo plazo como el eje de la política gubernamental.
Por ello, creemos indispensable implementar una política aluvional por etapas para generar un plan de urbanización comunitaria en los barrios de emergencia, tendiente a generar condiciones de vida digna para sus habitantes en materia de educación, vivienda, salud, alimentación, ambiente y trabajo.
También creemos necesario en este aspecto realizar una campaña exhaustiva para reducir y eliminar el trabajo esclavo, dotando a todas las personas que se hallen en esa condición de un trabajo digno y estable como medida prioritaria, para luego, paulatinamente reducir el trabajo en negro y el informal.
Resulta necesario un aumento en la inversión pública en la materia y un control exigente para su ejecución y reasignación si correspondiere, tomando en cuenta los distintos conflictos, la desigualdad norte-sur y las problemáticas específicas de cada zona y habitante de la ciudad.
La respuesta a la criminología mediática: los consejos de política criminal
Desde otro enfoque, no podemos permitir que la sensación de seguridad o inseguridad dependa de los intereses que en cada momento coyuntural transmitan los medios masivos de comunicación social.
No puede ser que no haya ninguna autoridad responsable que se encargue de desmentir que los índices de inseguridad no son los que se publicitan, para de esta manera tratar de controlar el pánico que puede producir la prensa sobre la población.
Una política estatal de prevención del delito razonable, lo primero que debiera diagnosticar sería cuáles son las necesidades prioritarias del sistema social en materia de seguridad. No hay, ni puede haber una seguridad absoluta para toda la población. En ningún país del mundo se pudo erradicar por completo el delito, es una utopía. Y más allá de ello, también es necesario reconocer que hay incluso algunas formas de criminalidad que son muy difíciles de prevenir, por mejor sistema penal que implementemos. Cuanto más patológica es la criminalidad de un delito más impensable es la posibilidad de prevenirlo. Este sinceramiento es un primer paso ineludible en la construcción del diseño de una política criminal seria. En casos de criminalidad patológica, brutal y altisimamente violenta, no hay otra respueta que la represión, el castigo con toda la dureza de la ley.
Sin embargo, conviene repetir que lo primero que debemos establecer es un cuadro de situación, para poder decidir cómo invertir el presupuesto destinado al área.
También debemos establecer una unidad política encargada de llevarlo a cabo, pues en la actualidad y en la gran mayoría de los países de nuestra región, las distintas agencias que operan en el sistema penal, dependen de distintos sectores del gobierno, y no funcionan de manera coordinada.
Es decir, el sistema se encuentra segmentado, está compartimentado. Cada compartimento tiene su propia evaluación de realidad y de calidad. No existe ningún organismo que haga las veces de un director de orquesta, que coordine las distintas políticas de cada agencia en una política criminal general. Ante esta realidad creemos sumamente necesaria la creación de consejos de política criminal, que necesariamente deben ser autárquicos para que no dependan de ninguno de los segmentos del sistema penal porque cada segmento del sistema penal va a querer llevarse el mayor pedazo de presupuesto y va a tratar de imponer su lógica de funcionamiento. No nos llamemos a engaños. Esta pelea sectorial tiene que ser resuelta por alguien que sea lo más neutral posible.
Este consejo debe estar compuesto por técnicos que no estén comprometidos con los intereses coyunturales de ninguno de esos segmentos. De esta manera se podría establecer una política criminal un poco más racional.
Otro problema central que deberá analizar este consejo se vincula con la cantidad de prisionizados que tendremos en el sistema penal de la ciudad una vez transferidas las competencias jurisdiccionales ordinarias. Este número varía en cada país y en cada región, y es una decisión de cada gobierno el número de presos que quiera tener.
En su determinación, poco influye frecuencia delictiva. Como regla general, podría establecerse que en los casos de criminalidad grave, hay consenso para que los sujetos activos de ésta permanezcan detenidos. De la misma manera, hay un consenso generalizado para que no permanezcan privados de la libertad aquellos agentes de criminalidad leve.
La clave de la cuestión, entonces radica en establecer que hacer con criminalidad media que, por otra parte, es la que domina y; la opción a favor o no de su prisionización masiva, va incidir directamente en la cantidad de población penitenciaria. Esta decisión por ende es política.
El colchón de criminalidad media, y esa arbitrariedad decisoria sobre lacriminalidad media es lo que explica que uno vea el mapa de prisionización delmundo y no lo comprenda. Como ejemplo hipotético, y de pura muestra, podría decirse que Estados Unidos tiene seiscientos detenidos cada cien mil habitantes y Canadá que está al lado tiene cien; Rusia tiene cerca de seiscientos; Finlandia que está al lado tiene ochenta.
Desde nuestra perspectiva, creemos que el número de presos debe ser adecuado a la capacidad del sistema penitenciario instalado. De lo contrario, sobrepoblaríamos las cárceles y ello generaría, sin lugar a dudas motines. Es decir, vamos a tener víctimas, vamos a tener muertes, vamos a tener violencia interna.
Debemos reflexionar sobre los cupos carcelarios. Es decir, tantas cárceles tenemos, tantas celdas en condiciones mínimas de dignidad tenemos, tantos presos podemos tener y no podemos tener más. Si queremos tener más vamos a tener que hacer otra cárcel, pero esta progresión nos puede llevar al infinito, por proyección geométrica, pues cada nueva cárcel volvería a llenarse de inmediato.
Una vez establecida la cantidad de presos que podemos tener, podremos analizar como resolver la cuestión de la criminalidad media.
Por otra parte, creemos que en forma urgente debería desarrollar una campaña efectiva de desarme de la población civil y de control de armas ilegales, tendiente a reducir los niveles más altos de violencia contra las personas, ya que como bien lo señalaba la publicidad del gobierno nacional es necesario concientiar en los vecinos que “si se tiene un arma, se tiene un problema”.
Finalmente y en el corto plazo, debería implementar campañas de tolerancia cero al narcotráfico, al crimen organizado y la corrupción pública administrativa y policial.
Creemos que estas medidas elementales son las que pueden decidir las políticas criminales.
Servicio de seguridad y policía comunal
En forma paralela y concomitante al desarrollo constante de crecimiento inclusivo a nivel social, creemos que es indispensable mejorar el servicio de seguridad, y esto exige el debido respeto a los integrantes de las fuerzas policiales.
Creemos de fundamental importancia redefinir la forma y el rol de la policía en un política de seguridad para la ciudad orientada hacia la prevención de la violencia. Nuestras fuerzas de seguridad en general son tributarias de un modelo vertical, militarizado y eminentemente reactivo en su opertaividad, es decir, dedicado prioritariamente a la represión, con poca o nula capacidad de persuasión, orientación, prevención, derivación y canalización de conflictos.
Su accionar se guía ante todo por la tradición autoritaria particular en la percepción del fenomeno de lucha contra el delincuente individual identificado merced a los estereotipos que brindan sus criterios propios de selección -el olfato policial-, y no por diágnosticos o estudios serios que presenten como eje fundamental los conflictos urbanos y su dinámica.
Para fundamentar las dificultades existentes en la tarea de redefinir un perfil de policía, tanto las cúpulas de la fuerza como los políticos hacen gala de la falta de recursos sin que se demuestre la capacidad para optimizar los existentes. También dan cuenta del gran obstáculo que representa la convivencia de dos fuerzas -la seguridad federal y la de seguridad local- en un mismo territorio.
Para salir de estas chicanas, creemos que es indispensable introducir en el debate el tema de una Reforma Policial. Este tema se convierte en un pilar central al diseñar las políticas públicas en materia de seguridad, asociándolo al requerimiento autonómico de la Ciudad de Buenos Aires vinculado a la transferencia completa de la jurisdicciones ordinarias (penal, civil, laboral, etc), al traspaso de las comisarías y otros entes de la PFA al ámbito local y al impulso en el funcionamiento de los poderes comunales.
La ciudad de Buenos Aires debe generar su propio modelo de policía local, tomando en cuenta las complejidades de su espacio urbano, la división comunal, la desigualdad norte-sur, los problemas e intereses que expresan sus habitantes, los conflictos comunes y los diferenciales.
Creemos en este sentido que el modelo de policía local debería asemejarse a los reconocidos bajo el rótulo de policías comunitaria o de proximidad, similares a los existentes en varias comunidades autónomas de España, algunas experiencias francesas o de distintas comunidades italianas como Bologna por ejemplo.
La policía de la ciudad debería responder a un modelo basado en la prevención, la proactividad, la descentralización del mando, la planificación sobre la base del diagnóstico y el análisis de los problemas locales y sujeto a sistemas de control ciudadano y rendición de cuentas, concebida como parte de un sistema mayor que la integra. Así también, la reforma en materia policial deberá hacer pie en la modificación del sistema de formación, selección y entrenamiento de los actuales y futuros miembros.
En nuestras sociedades no se respetan los derechos de los integrantes de nuestras fuerzas policiales. Por ejemplo, puede mencionarse que todas las policías de Europa están sindicalizadas. En América Latina ninguna. Por ello cada reclamo policial no puede plantearse frontalmente, debe hacerse de espaldas por temor a represalias.
Nos parece incuestionable que no se puede crear conciencia profesional si no hay sindicalización –aunque con limitaciones en el ejercicio del derecho de huelga, tal como funciona en otros servicios públicos-, si no hay posibilidad de discutir horizontalmente las condiciones de trabajo. Esta debería ser una de las primeras medidas a implementar en el modelo de policía comunal.
Claro está que no será fácil hacerlo puesto que en general se oponen a ella las cúpulas de los distintos servicios de seguridad, pues podría implicar la perdida de espacios de recaudación ilícita; recaudación ésta, que por otra parte ni siquiera se distribuye hacia el interior de los sectores inferiores de la fuerza. Lamentablemente no llegan a aquellos que ponen el cuerpo en primer lugar, a los que se los pone en la calle en situación conflictiva con poco entrenamiento, a los que están sometidos a una dictadura interna dentro de las instituciones policiales, y a la arbitrariedad de las cúpulas, a los que se supone que tienen que superar cualquier situación traumática porque son como los policías de las series televisivas.
Esta policía comunal de prevención ya no se ocuparía de tareas administrativas de escritorio, y su función principal estaría en las calles, en el espacio público con amplia visibilidad y tratando de intervenir en los conflictos cotidiamos o especiales para derivarlos en función de la agencia específica que pueda darles solución.
Este modelo dignificaría nuevamente la figura del policía ante el vecino, instaurando confianza a partir de su visibilidad pública y control.
Servicio de seguridad y policía comunal
En forma paralela y concomitante al desarrollo constante de crecimiento inclusivo a nivel social, creemos que es indispensable mejorar el servicio de seguridad, y esto exige el debido respeto a los integrantes de las fuerzas policiales.
Creemos de fundamental importancia redefinir la forma y el rol de la policía en un política de seguridad para la ciudad orientada hacia la prevención de la violencia. Nuestras fuerzas de seguridad en general son tributarias de un modelo vertical, militarizado y eminentemente reactivo en su opertaividad, es decir, dedicado prioritariamente a la represión, con poca o nula capacidad de persuasión, orientación, prevención, derivación y canalización de conflictos.
Su accionar se guía ante todo por la tradición autoritaria particular en la percepción del fenomeno de lucha contra el delincuente individual identificado merced a los estereotipos que brindan sus criterios propios de selección -el olfato policial-, y no por diágnosticos o estudios serios que presenten como eje fundamental los conflictos urbanos y su dinámica.
Para fundamentar las dificultades existentes en la tarea de redefinir un perfil de policía, tanto las cúpulas de la fuerza como los políticos hacen gala de la falta de recursos sin que se demuestre la capacidad para optimizar los existentes. También dan cuenta del gran obstáculo que representa la convivencia de dos fuerzas -la seguridad federal y la de seguridad local- en un mismo territorio.
Para salir de estas chicanas, creemos que es indispensable introducir en el debate el tema de una Reforma Policial. Este tema se convierte en un pilar central al diseñar las políticas públicas en materia de seguridad, asociándolo al requerimiento autonómico de la Ciudad de Buenos Aires vinculado a la transferencia completa de la jurisdicciones ordinarias (penal, civil, laboral, etc), al traspaso de las comisarías y otros entes de la PFA al ámbito local y al impulso en el funcionamiento de los poderes comunales.
La ciudad de Buenos Aires debe generar su propio modelo de policía local, tomando en cuenta las complejidades de su espacio urbano, la división comunal, la desigualdad norte-sur, los problemas e intereses que expresan sus habitantes, los conflictos comunes y los diferenciales.
Creemos en este sentido que el modelo de policía local debería asemejarse a los reconocidos bajo el rótulo de policías comunitaria o de proximidad, similares a los existentes en varias comunidades autónomas de España, algunas experiencias francesas o de distintas comunidades italianas como Bologna por ejemplo.
La policía de la ciudad debería responder a un modelo basado en la prevención, la proactividad, la descentralización del mando, la planificación sobre la base del diagnóstico y el análisis de los problemas locales y sujeto a sistemas de control ciudadano y rendición de cuentas, concebida como parte de un sistema mayor que la integra. Así también, la reforma en materia policial deberá hacer pie en la modificación del sistema de formación, selección y entrenamiento de los actuales y futuros miembros.
En nuestras sociedades no se respetan los derechos de los integrantes de nuestras fuerzas policiales. Por ejemplo, puede mencionarse que todas las policías de Europa están sindicalizadas. En América Latina ninguna. Por ello cada reclamo policial no puede plantearse frontalmente, debe hacerse de espaldas por temor a represalias.
Nos parece incuestionable que no se puede crear conciencia profesional si no hay sindicalización –aunque con limitaciones en el ejercicio del derecho de huelga, tal como funciona en otros servicios públicos-, si no hay posibilidad de discutir horizontalmente las condiciones de trabajo. Esta debería ser una de las primeras medidas a implementar en el modelo de policía comunal.
Claro está que no será fácil hacerlo puesto que en general se oponen a ella las cúpulas de los distintos servicios de seguridad, pues podría implicar la perdida de espacios de recaudación ilícita; recaudación ésta, que por otra parte ni siquiera se distribuye hacia el interior de los sectores inferiores de la fuerza. Lamentablemente no llegan a aquellos que ponen el cuerpo en primer lugar, a los que se los pone en la calle en situación conflictiva con poco entrenamiento, a los que están sometidos a una dictadura interna dentro de las instituciones policiales, y a la arbitrariedad de las cúpulas, a los que se supone que tienen que superar cualquier situación traumática porque son como los policías de las series televisivas.
Esta policía comunal de prevención ya no se ocuparía de tareas administrativas de escritorio, y su función principal estaría en las calles, en el espacio público con amplia visibilidad y tratando de intervenir en los conflictos cotidiamos o especiales para derivarlos en función de la agencia específica que pueda darles solución.
Este modelo dignificaría nuevamente la figura del policía ante el vecino, instaurando confianza a partir de su visibilidad pública y control.
Ejemplo: Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego. Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto.
5. Cuando el empleo de las armas de fuego sea inevitable, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley:
a) Ejercerán moderación y actuarán en proporción a la gravedad del delito y al objetivo legítimo que se persiga;
b) Reducirán al mínimo los daños y lesiones y respetarán y protegerán la vida humana;
c) Procederán de modo que se presten lo antes posible asistencia y servicios médicos a las personas heridas o afectadas;
d) Procurarán notificar lo sucedido, a la menor brevedad posible, a los parientes o amigos íntimos de las personas heridas o afectadas.
El servicio de administración de justicia y la legislación penal
Otro punto para pensar es el del sector de la justicia. Es indispensable adecuar los Poderes Judiciales al universo de conflictividad que queremos que estos procesen y su cercanía a los sectores necesidados de su intervención. De lo contrario lo que estamos creando son ficciones de judicialidad. Es absurdo que pensemos que el Poder Judicial tiene una capacidad ilimitada de tramitación de conflictos. Si queremos aumentar esa capacidad limitada de tramitación tenemos que aumentar la inversión inteligentemente y optimizando los recursos.
Por ello creemos conveniente descentralizar las oficinas de atención de conflictos. La instalación de fiscalías comunales, tendientes a actuar en cercanía del vecino y de sus problemas. La creación de oficinas de violencia de genero y de maltrato infantil que operen en el territorio comunal, evitando largos viajes al centro que en parte pueden conspirar contra la denuncia de estos hechos.
En otro orden de cosas, creemos que sería prudente volver a la seriedad y prolijidad legislativa en materia penal y contravencional, porque si hay algo que verdaderamente desprestigia a las instituciones es que el pueblo se de cuenta que cambia la ley penal para que nada cambie, es decir que se le está vendiendo propaganda.
Realmente vender leyes penales o procesales que absolutamente no tienenninguna eficacia sobre la realidad es penoso por parte de los representantesa quienes nosotros mismos votamos.
La división política en Comunas y sus atribuciones en la materia
La nueva aparición en escena de los consejos comunales mejorará la descentralización y el control de los conflictos violentos en el territorio. Para ello creemos necesario la creación de un espacio intermedio entre las dos formas de prevención, entre la prevención primaria y la prevención secundaria, entre la prevención que va a la base del conflicto y la prevención del sistema penal. Habría que pensar en una prevención de carácter social interagencial.
La prevención tiene que ser adecuada a la naturaleza propia del conflicto y a sus características locales. Los conflictos localizados, a veces pueden tener mediadores, si es que intervienen distintas agencias para la mediación. Es frecuente que encontremos una zona altamente pauperizada al lado de unazona de clase media y lógicamente ahí vamos a tener una fuente de conflictos, pero también vamos a tener referentes de cada sector involucrado.
Debemos pensar en la creación de un ente comunal de intervención pluriagencial, para que no se derive todo en la policía y de esta manera el estado pueda asistir con distintas agencias, que traten de establecer puentes de comunicación. Hay lideratos referenciales que son capaces de establecer formas de convivencia. Creemos que vale la pena intentar este espacio intermedio de prevención pluriagencial como un ente comunal de prevención y tratamiento de conflictos sociales, cuya misión principal sea el control y seguimiento de la conflictividad social comunal en general y la intervención y derivación de los conflictos concretos en la agencia competente para su tratamiento.
Para dotar de autonomia a estos entes y darles operatividad, creemos necesario separar las funciones policiales una vez efectuado el traspaso de las comisarías, en policía comunitaria de prevención territorial y policía judicial de investigación.
La primera dependería de las comunas, por lo que se torna necesario readecuar la jurisdicción espacial de las seccionales existentes conforme el nuevo mapa comunal. De esta forma cada comuna contaría con entre 3 y 4 comisiarías en su territorio.
La policía judicial dependería del gobierno central de la ciudad, y tendría a su cargo la tarea de investigación en los conflictos que generen actuación judicial.
De esta manera, la policía comunal de prevención podría optimizar su presencia en las calles, al quitarle de encima el peso de las tareas administrativas.
Funcionaría intimamente relacionada con el Ente comunal de prevención de conlictos.
Los comisarios de esta policía comunal de prevención serían elegidos por el Gobierno central a propuesta de los consejos comunales garantizando un piso de idoneidad por concursos internos de oposición y antecedentes entre los miembros de la fuerza que de lugar a una terna de selección por el consejo comunal.
También será función del gobierno colegiado comunal controlar la inversión presupuestaria del estado central de la ciudad y el control del accionar de las agencias de prevención.
Finalmente y para acentuar el rol autonómico de las comunas, proponemos la creación de tribunales comunales de menor cuantia, para dilucidar pequeños conflictos entre vecinos de la misma comuna de baja intensidad, y de esta manera no congestionar a los juzgados ordinarios de la ciudad.
Las mejoras urbano-ambientales y participación vecinal
La readecución ambiental del espacio público y la participación vecinal, si bien no resuelven el fondo de los conflictos violentos, si son herramientas útiles para su prevención y operan favorablemente sobre la sensación de inseguridad y el temor. La participación de los vecinos en el debate sobre los conflictos suscitados en el territorio comunal y las posibles respuestas, les devuelve su carácter de ciudadanos y su participación y compromiso político. Su voz debe ser necesariamente escuchada y para eso deben generarse espacios propicios de participación.
Sirve para construir ciudadanía y recomponer lazos sociales el promover una participación ciudadana. Esto no implica en modo alguno que se confunda la participación en el debate con conductas de autoprotección que suplanten funciones policiales ni mucho menos.
Por el contrario si debemos proponernos lograr un compromiso ciudadano que privilegie la deliberación para el diagnóstico común del problema, que reconstruya lazos de vecindad, que actúe solidariamente para requerir la ayuda adecuada cuando otro esta en peligro y que pueda controlar y exigir el adecuado cumplimiento del servicio de seguridad pública con celo en el respeto de los derechos de cada individuo.
También creemos que son fundamentales a los efectos preventivos la iluminación de calles, veredas, y espacios públicos de cada comuna, la colocación de semáforos donde no los haya, el seguimiento de las construcciones en curso y la restauración de aquellas que presenten deficits, el control del transito, y todo el resto de medidas urbano –ambientales que mejoren la convivencia, pues mejorar la convivencia y el traslado por la ciudad, reduce ostensiblemente los niveles de violencia social.
Las mejoras urbano-ambientales y participación vecinal
La readecución ambiental del espacio público y la participación vecinal, si bien no resuelven el fondo de los conflictos violentos, si son herramientas útiles para su prevención y operan favorablemente sobre la sensación de inseguridad y el temor. La participación de los vecinos en el debate sobre los conflictos suscitados en el territorio comunal y las posibles respuestas, les devuelve su carácter de ciudadanos y su participación y compromiso político. Su voz debe ser necesariamente escuchada y para eso deben generarse espacios propicios de participación.
Sirve para construir ciudadanía y recomponer lazos sociales el promover una participación ciudadana. Esto no implica en modo alguno que se confunda la participación en el debate con conductas de autoprotección que suplanten funciones policiales ni mucho menos.
Por el contrario si debemos proponernos lograr un compromiso ciudadano que privilegie la deliberación para el diagnóstico común del problema, que reconstruya lazos de vecindad, que actúe solidariamente para requerir la ayuda adecuada cuando otro esta en peligro y que pueda controlar y exigir el adecuado cumplimiento del servicio de seguridad pública con celo en el respeto de los derechos de cada individuo.
También creemos que son fundamentales a los efectos preventivos la iluminación de calles, veredas, y espacios públicos de cada comuna, la colocación de semáforos donde no los haya, el seguimiento de las construcciones en curso y la restauración de aquellas que presenten deficits, el control del transito, y todo el resto de medidas urbano –ambientales que mejoren la convivencia, pues mejorar la convivencia y el traslado por la ciudad, reduce ostensiblemente los niveles de violencia social.