Serena del Mar es un ambicioso proyecto urbanístico de 1,000 hectáreas al norte de Cartagena que incluirá viviendas, centros comerciales, hoteles, campos de golf, una terminal de transporte y un centro hospitalario. El proyecto busca ser inclusivo y sostenible, con espacios verdes y facilidades para 60,000 habitantes. Serena del Mar también se vinculará con las comunidades cercanas de Manzanillo del Mar, Tierra Baja y Villa Gloria.

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CARTAGENA LA FANTÁSTICA
Al norte de Cartagena se construye el complejo urbanístico incluyente y amigable
con el medioambiente más ambicioso que se haya pensado en el país.
E
l futuro crece, a paso firme, en
unextensoterrenodeunas1.000
hectáreas,aochokilómetrosdela
ciudadamurallada.Variascuadrillasde
obrerostrabajanenlasobrasdepilotaje
y cimentación de un nuevo proyecto, y
poco a poco le dan forma al sueño del
empresarioCarlosHaimeBaruchhastasu
muertehaceunoscuatroaños.Losplanos
ydiseñosrealizadosbajoelliderazgode
suhijoDanielHaimehanconvertidoen
realidad la visión de su padre.
Ahí, en un espacio del tamaño
de la tercera parte de lo que es la
actual Cartagena, en la zona norte,
aledaño a los manglares y las comu-
nidades vecinas al mar Caribe, se
erigirá Serena del Mar, el complejo
urbanístico incluyente y sostenible
más ambicioso que se haya pensado
en el país.
La ‘ciudad soñada’ –como le
han bautizado– contará con todas las
facilidades urbanas para los 60.000
habitantes que albergará: un centro
hospitalario de cuarto nivel de com-
plejidad que ya empezó a construirse
y que será operado por la Fundación
Santa Fe, una terminal de transpor-
tes, campos de golf, hoteles, marinas,
centros de negocios, proyectos de
vivienda de todos los estratos y una
sede de la Universidad de los Andes.
“Hace más de 60 años, Carlos
Haime imaginó lo que sería una ciu-
dadela que podría ser ejemplo para
el mundo”, señala Rafael Simón del
Castillo, presidente de Novus Civi-
tas (firma gestora del proyecto), que
trabaja junto a Daniel Haime, presi-
dente de Serena del Mar, para cum-
plir aquel sueño.
La ciudad
soñada
SerenadelMar
contaráconuncentro
hospitalariodeprimer
nivel,camposdegolf,
hoteles,centrosde
negociosyproyectos
deviviendadetodos
losestratos,entre
otrasfacilidades.
fotos:cortesíaserenadelmar

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CARTAGENA CRECE
“Somos un grupo de empresarios
que definitivamente visionamos este
proyecto como una excelente oportu-
nidad para crear un lugar único, en
respuesta a las infinitas necesidades
de la Cartagena que hoy conocemos,
en especial por nuevos espacios que
den un respiro a esta compleja urbe”,
señala Del Castillo. Para hacer posible
el proyecto, este grupo empresarial
ha recurrido a fondos de inversión,
inversionistas del sector inmobiliario
y a la banca.
“El complejo urbanístico va más
allá de los límites de cualquier proyecto
residencial, de negocios, turístico o de
salud, pues su principal aspecto radica
en el equilibrio de todas las anteriores
características con su carácter social-
mente incluyente, sostenible y susten-
table que genera una altísima calidad
de vida”, explica el empresario.
Serena del Mar será vinculante
especialmente con las comunidades
aledañas, como Manzanillo del Mar,
Tierra Baja y Villa Gloria, las cuales
ya disponen de espacios destinados
en el complejo. De igual manera, la
ciudadela incluye tanto viviendas de
interés social como otras de alto nivel,
para un total de 17.000 unidades resi-
denciales. En diciembre de este año
comenzará oficialmente la construc-
ción de los primeros 400 lotes y 500
apartamentos de interés social.
“Era imposible proyectar un
complejo de esta dimensión sin tener
en cuenta la posibilidad de dar solu-
ción real a las necesidades de la ciu-
dad, por lo que les pedimos a las más
prestigiosas firmas de diseñadores,
arquitectos y constructores del país
y del extranjero su concepto para el
desarrollo del mismo”, añade Del
Castillo.
En la etapa inicial se contem-
pla construir el Centro Hospitalario
Serena del Mar, con capacidad para
150 camas, lanzado en mayo pasado
con presencia del ministro de Salud,
Alejandro Gaviria, y el prestigioso
arquitecto Moshe Safdie. También se
construirá una sede de la Universidad
de los Andes, que llegará con su Facul-
tad de Administración de Empresas.
Los diseños de Serena del Mar
incluyen amplias zonas verdes con
bosques nativos de manglares y jar-
dines con vegetación y biodiversidad
propias del Caribe. “En este aspecto,
el proyecto es lo más amigable con el
medioambiente: el área que interven-
dremos para construcción será poco
más del 50 por ciento de las 1.000 hec-
táreas, por lo que tenemos planeado
recuperar el resto del terreno con flora
autóctona”, precisa el empresario.
En materia de servicios públicos
no se presentan desafíos para Serena
del Mar, pues Cartagena hoy cuenta
con todos y las empresas prestadoras
confirmaron su capacidad para res-
ponder a la demanda adicional que
traerá el proyecto.
Esto es posible gracias a fac-
tores como la prórroga del contrato
del acueducto de Cartagena con la
empresa española Acuacar acordada
por el gobierno distrital, y el recién
implementado sistema de alcantari-
llado con el emisario submarino. A
ello se suma la excelente cobertura y
servicio del gas doméstico que brinda
Surtigas, las oportunidades de creci-
miento de la empresa Electricaribe,
y la ventaja en conectividad digital
derivada de ser la puerta por donde
entra el cableado submarino de fibra
óptica al país.
Serena del Mar contempla la
posibilidad de que otros empresarios
se vinculen y que su construcción
total se ejecute en menos del tiempo
que los 25 años previstos inicialmente.
Del Castillo explica que esto será
posible en la medida que las empresas
que lleguen al complejo se encarguen
de construir sus bienes y locaciones.
En cuanto al desarrollo del sec-
tor turístico, el proyecto tiene cabida
para varias cadenas hoteleras, algu-
nas de las cuales ya adelantan ini-
ciativas para formar parte de Serena
del Mar, cuya cercanía al océano,
sumado a la diversidad topográfica
del terreno y la exquisitez arquitec-
tónica de su zona urbana, hacen del
lugar un destino por demás atractivo.
Nada como el mar para acariciar a
una ciudad soñada.
El proyecto será vinculante con las
zonas aledañas, como Manzanillo del
Mar, Tierra Baja y Villa Gloria
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