La interdisciplinariedad es importante para transformar la práctica docente y ofrecer una educación más completa. Integrar diferentes áreas del conocimiento permite abordar problemas desde múltiples perspectivas y enseñar a los estudiantes a pensar de manera crítica y compleja. La interdisciplinariedad requiere flexibilidad y apertura por parte de los educadores para conectar sus asignaturas con otras y preparar a los estudiantes para los retos del mundo actual.