2. Descripción:
Es un molusco bivalvo de agua dulce y salobre.
Se alimentan de planctón y otra materia orgánica.
Su concha tiene forma triangular con bandas
amarillentas y pardo-oscuras en zig-zag y puede
llegar a medir tres centímetros en estado adulto.
Forma densas colonias de miles de individuos por
metro cuadrado sobre sustratos duros.
3. Daños en el hábitat:
Fuera de su zona de origen, se puede considerar una
especie invasora que tiene serias consecuencias para el
medio natural pues produce graves daños en el
ecosistema por la eliminación o desplazamiento de
especies autóctonas amenazadas, lo que supone un
empobrecimiento del patrimonio natural. También
causa daños en infraestructuras ajenas al agua como
depósitos, embarcaciones, motores, turbinas, etc.
Coloniza tuberías y conducciones de agua poniendo en
peligro el abastecimiento agrícola, industrial y de los
núcleos urbanos, pues tapona las conducciones y
obstruye los filtros.
4. Introducción en el Ebro:
El mejillón cebra se introdujo en las aguas del Ebro y se
adaptó con éxito al nuevo hábitat, llegando a constituir
una verdadera plaga.
Los primeros datos conocidos de esta especie en el Ebro
daban la cifra de unos 500 mejillones cebra por m², su
elevadísima capacidad de reproducción (cada adulto
puede originar una descendencia de 1,5 millones de
ejemplares por temporada) lo convierte en un agente
de cambio ecológico radical ya que disminuye la
concentración de fitoplancton en el agua y altera
completamente la cadena trófica de los ríos. Evitar su
diseminación hacia otros ríos ibéricos es la máxima
prioridad.