El documento contrasta el esoterismo y el misticismo, señalando que el esoterismo pertenece al dominio iniciático y se basa en métodos activos, mientras que el misticismo pertenece al dominio religioso y es pasivo. Sin embargo, existe mucha confusión entre ambos debido a la ignorancia y a los intentos de la anti-tradición de desacreditar el esoterismo asimilándolo al misticismo.
1. Esoterismo y Misticismo
La confusión entre esoterismo y misticismo está muy arraigada, tanto por
la ignorancia de los muchos, como por una clara intención de hacerlo así.
Ante todo, es necesario esclarecer que el esoterismo pertenece al dominio
iniciático y el misticismo al religioso, son caminos excluyentes. Pero lo
cierto es que existe mucha confusión en este sentido, muchos masones la
tienen y la reflejan en sus escritos que -de paso- son muchos y todos con este
equivoco, es un error muy difundido. Pareciera como si las manos de los
magos negros estuviesen metidas para causar este desconcierto con el
propósito de lograr la degeneración del componente esotérico, lo que no se
debe de extrañar en esta época de oscuridad (Kali Yuga); aunque gran parte
del desconcierto radica o tiene su origen en la ignorancia y la incomprensión
de muchos aspectos de la doctrina esotérica o iniciática.
No es un secreto el propósito de la anti-tradición y el de la contra-iniciación
en lo particular, de negar todo esoterismo y con ello, toda existencia supra-
individual, supra-racional y supra-formal; valdría decir, negar todo lo
concerniente al dominio metafísico, y que la creencia general no rebase el
dominio individual humano; y aunque esta tarea no ha sido efectiva de un
todo; como acción conexa, la acción antitradicional y contra-iniciática, se ha
empeñado en la tarea de desnaturalizar el esoterismo de manera de asimilarlo
o confundirlo con el misticismo y rebajarlo así (al esoterismo) a un simple
exoterismo religiosos; es por eso que vemos la palabra “místico” y
misticismo” ocupando el lugar del esoterismo que no le corresponde;
pareciera como si hablar de “esoterismo” da como miedo, y miedo producto
de la ignorancia, dado a que algunos iniciados no saben cómo platicar sobre
ella, ni hablar de esos que Rene Guénon llama los “orientalistas” y mucho
menos los religiosos “comunes” en general.
Son precisamente esos orientalistas, que haciéndose pasar como científicos
de las religiones y basados en simples “especulaciones” sobre algunos
aspectos de la doctrina esotérica o iniciática -en especial las de oriente-
realizan comentarios y hasta escriben libros que hoy llamamos de la nueva
era y otros lo denominan de autoayuda y que son simples productos o
instrumentos de la “razón”; y lo que desconocen la mayoría -inclusive
algunos iniciados- es que en lo referente al “esoterismo”, se trata es de
“intuición intelectual” que es por naturaleza supra-racional, es conocimiento
no-aprendido, “suscitado” por la aplicación de los métodos de realización
iniciáticos, es decir: que no se puede aprender de ningún libro ni de ningún
medio o agregado de contenido racional (película, videos, conferencias,
audios o cualquier escrito en general).
2. Este descrédito al que han sometido al esoterismo, confundiéndolo con el
misticismo, ha permitido que aspectos de la moral religiosa haya penetrado
en las organizaciones iniciáticas y que muchos de los talantes del simbolismo
esotérico se hayan degenerado llegando a solo tener interpretaciones morales
y hasta sentimentales. Por otro lado, la táctica de los magos negros, al no
poder negar del todo el esoterismo, tratan entonces de disminuir su alcance,
de minimizarlo y causar confusión al mezclar el verdadero esoterismo con
múltiples deformaciones, contrahechuras y corrupciones contemporáneas de
organizaciones pseudo iniciáticas, en especial las ocultistas y teosofistas
entre otras. Esta situación, aunada a la ignorancia -cada vez mayor- sobre los
aspectos esotéricos y la falta de discernimiento, crea un caldo de cultivo muy
propicio para la actuación de los líderes de la contra-tradición, para fomentar
el caos, calculado este expresamente para avivar la perturbación y la
confusión que ya se torna -cada vez más- muy abierta, pública y notoria. En
realidad, no se trata de hechos aislados, sino de un plan minuciosamente
concebido y ejecutado al detalle, por ello el desorden actual se está
extendiendo por todas partes. Me atrevería a decir que se trata de una acción
concebida o bien para facilitar la acción del anticristo que debe presentarse
en esta época final del Kali Yuga o son las mismas acciones del anticristo
que ya está operando de manera oculta.
Los exoteristas religiosos y algunos místicos en general, se niegan a admitir
todo aquello que vaya más allá de su propio dominio, y es así -y por esta
razón- que -algunos de ellos- se dedican a disfrazar de “misticismo” a las
doctrinas más claramente iniciáticas, otros se esfuerzan en mimetizar esta
doctrina -en especial las orientales- entre aspectos de la “filosofía”.
La idea de utilizar al misticismo como una “mascara” ante el esoterismo, es
el de aprovechar su postura de carácter religioso caracterizado por la
pasividad y la ausencia de método, para preparar un pesudo-esoterismo o
dicho de otra manera “un esoterismo al revés” que sirva de base para penetrar
aspectos malévolos, dentro de una espiritualidad simulada, favoreciendo las
acciones antitradicionales y contra-iniciáticas, aprovechando -además- la
característica de que el misticismo pone al individuo que la lleva a cabo en
situación de indefensión receptiva respecto a influencias de cualquier tipo.
Todo esto, permitirá al anticristo tomar la ofensiva visible en cualquier
momento en contra de los últimos “verdaderos” reductos de la “Tradición”,
cosa que como ya conocemos, no va a ocurrir del todo; y aunque la contra-
tradición va a tener un triunfo “aparente”, este va a ser muy efímero y en el
último momento, y como todo se agota, se produce la completa “disolución”
del ciclo de la presente humanidad terrestre, dando paso a una nueva era
dorada.
3. Los verdaderos “adeptos” deben permanecer en guardia, “viendo los toros
desde las barreras” y manteniendo la “Fe” en que la verdadera espiritualidad
se defiende a sí sola y es inalcanzable por la anti-tradición. Mucho
discernimiento y estado de alerta es necesario, “consciencia constante” aquí
y ahora para no dejarse seducir muy fácilmente por algunas apariencias
engañosas.
Rene Guénon nos dice en su Libro “Consideraciones sobre la Iniciación”
(Capítulo I “Via Mística y Via Iniciática”) que con el misticismo, no se sabe
nunca exactamente adonde se va, y esta misma vaguedad, de seguro, propicia
confusión, por el contrario: en todo lo referente a la iniciación, no hay en
realidad nada de vago ni de nebuloso, sino por el contrario, cosas muy
precisas y muy “positivas”; de hecho, la iniciación es, por su naturaleza
misma, propiamente incompatible con el misticismo.
El “misticismo”, no tiene ni puede tener nada en común con la iniciación, en
primer lugar, porque este misticismo compete exclusivamente al dominio
religioso, es decir, exotérico, y luego porque la vía mística difiere de la vía
iniciática en todos sus caracteres esenciales, y esta diferencia es tal que
resulta de ella una verdadera incompatibilidad. La iniciación, en su proceso
mismo, presenta caracteres completamente diferentes a los del misticismo,
inclusive opuestos, lo cual basta para mostrar que constituyen realmente dos
“vías” no solamente distintas, sino incompatibles. Mientras que el
misticismo es “pasivo”, la iniciación es “activa”.
En el misticismo, el individuo se limita simplemente a recibir lo que se le
presenta, y tal como se le presenta, sin que él mismo tenga participación
alguna; y, agreguemos en seguida, es aquí donde reside el principal peligro
para él místico, por el hecho de que se encuentra así “abierto” a todas las
influencias, de cualquier tipo que sean. En el caso de la iniciación, por el
contrario (al misticismo), es al individuo a quien pertenece la iniciativa de
una “realización” que se llevará a cabo metódicamente, bajo un riguroso e
incesante control, y que normalmente deberá culminar en sobrepasar las
posibilidades mismas del individuo como tal; en tal sentido, no se puede
seguir al mismo tiempo la vía iniciática y mística. Son incompatibles.
Melki-Tsedek
A los veintiocho (28) dias del mes de octubre del año del Señor 2020.
@ernestormm
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