1. SARA GONZÁLEZ
50 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 419 ENERO 2012 } Nº IDENTIFICADOR: 419.012
2. tema del mes
¿Niñas y niños
hiperactivos?
A la mínima, a cualquier alumno o alumna que se muestra inquieto, ansioso, nervioso o
acelerado se le cuelga la etiqueta de hiperactivo. Es el diagnóstico de moda. ¿Existe
realmente tanta hiperactividad? Si fuera así, ¿cuáles son las razones y circunstancias que la
provocan? Y, lo más importante: ¿cómo puede afrontarse desde una perspectiva preventiva?
Los textos que componen este Tema del Mes siguen esta perspectiva preventiva y apuntan
modelos alternativos de afrontar la escolaridad. Así se proponen otros contextos, visiones,
intervenciones educativas y prácticas metodológicas más acordes con el ritmo natural de la
infancia y de la naturaleza.
COORDINACIÓN: HEIKE FREIRE
Periodista.
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3. Infancia y trastorno
– Javier (6 años) es un torbellino, desobediente y provocador. mos veinte años (un 300% en Estados Unidos). El Manual diag-
En el cole se niega a hacer las fichas; en la consulta, no para y nóstico y estadístico de los trastornos mentales, elaborado por
responde a las preguntas antes que sus padres. Sufre impulsivi- la Asociación Americana de Psiquiatría, definía el TDAH, en 1980,
dad con conducta desafiante. “Desde que toma la pastilla no como un síndrome conductual heterogéneo, caracterizado por
tenemos niño”, afirma su madre. dos subtipos de síntomas: una intensa actividad motora con im-
– Luis (9 años) aprende con facilidad pero se distrae en clase, pulsividad (hiperactividad) y déficit de atención. Este último se
llama la atención, hace el payaso: “Mis amigos hablan y yo les relaciona con cometer errores por descuido, no escuchar, no
contesto; entonces no escucho al profe, pero me entero igual terminar las tareas, no seguir instrucciones, tener dificultades
porque repite las cosas y después las aprendo”, explica sonriendo. para concentrarse y distraerse fácilmente. Quienes sufren de hi-
– Carmen (5 años) procede de una familia desestructurada, peractividad e impulsividad se muestran inquietos y ansiosos,
con bajos ingresos y muchos problemas. En su trágica historia hablan en exceso, se mueven constantemente, actúan sin pensar
vital, el TDAH “es lo mínimo que le podían poner”, asegura su e interrumpen a los demás. Un paciente puede enmarcarse en
profesora, que la encuentra deprimida y con baja autoestima. un subtipo o en ambos. Los síntomas deben ir asociados a un
– Pedro (15 años), tras varios abandonos, fue adoptado, con grado moderado de desajuste psicológico, social o educativo,
3 años, por una familia española: “En casa era una pelea conti- y prolongarse durante, al menos, seis meses. Los resultados aca-
nua: provocaciones, insultos; yo me irritaba, le pegaba –cuenta démicos (especialmente suspender en Primaria) son determinan-
su madre–. Desde de que a los 9 empezara a medicarse, no he tes. Expertos como el doctor Russel A. Barkley consideran el
vuelto a ponerle la mano encima.” TDAH una forma de inmadurez cerebral “que afecta a la memo-
– Carlos (7 años) tiene dificultades para aprender y estarse quie- ria verbal y no verbal, la autorregulación emocional y la capaci-
to. “No rinde”, dice la maestra. Diagnosticado de TDAH y tratado dad de organización y planificación”.
con Rubifen, ya no juega al balón en el patio con sus compañeros: Según las estimaciones, en Españ padecen TDAH entre un 5%
“Se queda quieto y se aleja de nosotros”, comentan. y un 10% de los escolares; pero algunos psiquiatras afirman que
– Zoe (6 años) es una niña activa y charlatana que reclama un 75% de casos está todavía por identificar. Los movidos suelen
atención. Cuando sus padres decidieron medicarla, la maestra ser los varones y las desatentas, las niñas; los primeros cuadripli-
había conseguido positivar su conducta: “Ahora no da proble- can en porcentaje a las segundas. Son chavales “intranquilos,
mas y hace un trabajo más cuidado –asegura–, pero muchas que hacen las cosas sin pensar, no aprenden, no siguen el ritmo
veces está apática y cansada.” ni acatan las normas… Terminan creciendo en un ambiente hos-
– Marta (12 años) se acaricia el cabello absorta, muy lejos de til: riñas, castigos… Sus padres están desbordados, sus maestros
las matemáticas. El curso pasado repitió, y este ha suspendido se sienten incapaces de cumplir su función; incluso sus compa-
todas las asignaturas. Sus padres, separados hace tres años, es- ñeros los rechazan. Entran en una espiral de fracaso”, explica
tán desesperados. Al recibir el diagnóstico, se sienten aliviados. Fátima Guzmán, presidenta de la Fundación Educación Activa.
– Juan Antonio (9 años) es un niño afable y tranquilo. Su maes- A medida que crece el número de afectados se hace eviden-
tra se queja: “No lleva el ritmo de la clase y tengo 20 niños más te el desconocimiento del tema por parte de la población en
que atender”. El neuropediatra dictamina TDAH. Su madre no general y de los profesionales de la infancia en particular: un 60%
está de acuerdo: “Es un niño normal, solo necesita más tiempo, de los profesores confiesan no disponer de suficiente informa-
ir más despacio.” ción sobre el tema: “¿Son los tontos (lentos, inatentos) y los ma-
Todos estos escolares comparten un mismo destino: el tras- los (oposición, exceso de movimiento) de antes, en versión cien-
torno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Más allá tífica?”, se pregunta Ana, maestra de Infantil.
de las etiquetas, sus historias de fracaso escolar y problemas de La ignorancia y, paradójicamente, la mediatización del síndro-
conducta esconden las vivencias de individuos, familias y escue- me corren parejas al desconcierto, por la controversia entre los
las, con sus conflictos y dolores, y las formas en que consiguen expertos: unos defienden que se trata de una enfermedad cró-
resolverlos. nica, genética y hereditaria en un 70% de los casos; otros lo
consideran simplemente un conjunto de síntomas que respon-
den al mismo tratamiento: el metilfenidato, un psicoestimulante
Una epidemia moderna que favorece la concentración, pero no cura, es altamente adic-
tivo y posee numerosos efectos secundarios.
Descrita, por primera vez, por el doctor George Still, en 1902, Actualmente, los científicos no disponen de un examen obje-
la hiperactividad ha aumentado asombrosamente su incidencia tivo que confirme su base biológica: “Realizamos un estudio
entre la población infantil de los países occidentales en los últi- neurológico (exploración, electroencefalograma, análisis del sue-
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4. tema del mes
ño, TAC y resonancia) para descartar un posible daño orgánico; normal para su edad”, pero la normalidad depende de coorde-
el 99% de estos niños son normales”, explica Marisa, neurofisió- nadas históricas, sociales y culturales: lo que resulta “natural” en
loga en un hospital madrileño. Ni las pruebas de imagen ni los una época se considera una desviación en otra. “La tolerancia
estudios de herencia biológica permiten establecer un diagnós- de una comunidad hacia la agitación de los niños se funda en
tico fiable: “El origen genético es una mera hipótesis, y las neu- criterios educativos y en una representación particular de la in-
roimágenes están en estudio, sin resultados concluyentes”, ase- fancia”, explica Bernard Golse.
gura la doctora Eglée Iciarte, profesora de la Universidad de ¿Qué es lo que ha cambiado?: “Nuestra sociedad envejecida
Alcalá de Henares. Bernard Golse, jefe de servicio en el Hospital está olvidando lo que significa ser niño –reflexiona José Carlos
Necker, de París, concluye: “No está claro si se trata de un sín- Tobalina–; no entendemos sus necesidades ni aceptamos sus
toma, de un síndrome o de una enfermedad”. puntos de vista. Al impedirles expresarse, estar presentes, pier-
En 1999, el doctor Fred Baughman, neurólogo infantil, desató den la atención.” Para este educador, un niño con déficit de
la polémica acusando directamente a la industria farmacéutica atención está “mal atendido; no mal cuidado en lo material, sino
americana de “crear ilusiones de biología y enfermedad”. Para no respetado”.
este especialista, el TDAH es una condición psicogénica (es de- El TDAH no es, desgraciadamente, la única “rareza” en una
cir, no orgánica), producto de las tensiones de la vida cotidiana, escuela convertida en mosaico de “anomalías” que traducen
como la ansiedad o el estrés. nuestra dificultad para vivir las diferencias, sin temor, y sin la ne-
El diagnóstico se completa con una serie de test y cuestiona- cesidad de marcarlas y separarlas. Etiquetas que amenazan en
rios. Padres y profesionales valoran la conducta de los niños como transformar prevención y tratamiento, en una forma de predic-
si no estuvieran involucrados en la situación: “Se adopta un pun- ción estilo Pigmalión; en hacer de los problemas una realidad
to de vista del problema, individual, no sistémico”, asegura Bea- probada, en lugar de contribuir a resolverlos.
triz Janin, psicoanalista y profesora de la Universidad de Buenos
Aires.
Hace seis años, Eglée Iciarte manifestó públicamente su in-
quietud por la gran cantidad de diagnósticos
equivocados (un 99%, según sus estimacio-
nes) y el uso desmesurado de fármacos:
“El TDAH está de moda; se ha convertido
en el cajón de sastre para muchos pro-
blemas de aprendizaje y de conducta”.
Hoy, el número de falsos casos ha bajado
al 30%, pero los expertos insisten en la
necesidad de realizar un análisis cuidado-
so, antes de emitir un veredicto que pue-
de convertirse en una etiqueta colgada, de
por vida, en la espalda de un niño.
Con diversos enfoques, el tratamiento
suele consistir en una combinación de te-
rapia psicológica, pedagógica, farmacoló-
gica y educación de los padres. “Su éxito
depende de la buena coordinación entre fa-
milia, escuela y profesionales”, asegura Fáti-
ma Guzmán.
El problema de la “normalidad”
Según el doctor Breggin, gran parte de los síntomas del TDAH
son “expresiones normales de niños aburridos, frustrados, asus-
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tados, enojados, traumatizados, indisciplinados o solitarios”. Los
protocolos les describen como “más activos e impulsivos de lo
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siete años de vida, cada
hora de pantalla aumenta
un 10% el riesgo de pade-
cer TDAH. Además, el ejer-
Prisa, futuro y tecnología cicio físico no compensa los
daños.
El espectacular aumento del Sedentarios, sobreexcitados, ais-
TDAH podría deberse a las mayores lados y con escasa autonomía, ¿pue-
exigencias escolares desde edades den los niños de hoy adaptarse saludablemen-
tempranas, escasas oportunidades de juego y movimiento au- te a estas insanas condiciones de vida?
tónomo, exceso de estimulación sensorial y falta de apoyo a las
familias.
Vivimos un estado de aceleración permanente, en el que no Malestar emocional
caben la paciencia ni la espera; en una sociedad hiperactiva que,
paradójicamente, no soporta el movimiento infantil. Les presio- Nuestra sociedad acelerada “está desarrollada económica-
namos para que se comporten como adultos, obtengan resulta- mente, pero subdesarrollada en el plano emocional”, afirma la
dos y sean productivos, sin respetar sus tiempos ni sus ritmos. pedagoga Alicia Vallejo. Las expresiones de tristeza, ira, e inclu-
“Muchos escolares apenas disponen de diez minutos diarios para so alegría, resultan casi siempre engorrosas e inoportunas. Nos
jugar; llegan a casa cada día con un camión de deberes”, co- faltan tiempo y habilidades para aceptar y comprender unos
menta la educadora Alicia Wesler. sentimientos que tendemos a ocultar.
Hasta los 10 o 12 años, edad en la que las estructuras cere- Con un sistema nervioso inmaduro en su dimensión lógico-
brales encargadas de la capacidad de abstracción están maduras, abstracta, pero receptivo y abierto a las sensaciones, los niños
los niños viven orientados al presente y, solo progresivamente, son extremadamente competentes para percibir su malestar emo-
van aprendiendo a proyectarse en el futuro. Sin embargo, les cional y el de su entorno, y tienden a actuar para conseguir co-
exigimos planificación y organización cada vez más pronto: “No nexión y autenticidad. Los síntomas del TDAH podrían expresar
entendemos su sentido del tiempo”, afirma Consuelo Uceda, las frustraciones y conflictos infantiles: “En las edades tempranas,
maestra de Primaria. Las continuas pruebas para “evaluar el ni- cualquier problema psíquico, sufrimiento o sobrecarga emocio-
vel” son un notable factor de estrés: “El incremento del TDAH nal es evacuado mediante agitación y movimiento descontrola-
corre paralelo a la generalización de los exámenes estandariza- do”, explica Bernard Golse. Una forma de soltar las tensiones
dos”, asegura el escritor Ken Robinson. ligadas a dificultades familiares y escolares. La falta de atención,
¿Un desarrollo madurativo “lento” podría reflejar la sordera e por su parte, se relaciona con duelos por separaciones, escasa
incomprensión de los adultos? presencia emocional de los padres (muchas veces centrados en
Por su parte, la tecnología, junto con variables como la pér- su propio dolor), inseguridad afectiva y necesidad de aprobación:
dida de autonomía y espacios de juego, favorece el sedentaris- “No es que no atiendan, es que están pendientes de otras co-
mo y un exceso de estimulación sensorial. Uno de cada tres niños sas”, aclara Beatriz Janin.
llega hoy a la escuela con retraso psicomotor. Chris Rowen, ex- Sin un desarrollo del lenguaje verbal que les permita comuni-
perta en desarrollo infantil, no duda de que la causa son las pan- car sus malestares, es natural que cuando los niños se sienten
tallas: “Les falta movimiento, tacto y contacto humano; necesitan, mal, se “porten mal”. En los cuestionarios de diagnóstico, mu-
al menos, tres o cuatro horas diarias de juego activo”. chas de las preguntas evalúan el mal comportamiento: “habla
La velocidad de las imágenes, la intensidad de colores y soni- en forma excesiva, interrumpe, discute y pelea por cualquier
dos y el exceso de información generan un estado de alerta per- cosa, le cuesta esperar su turno, deliberadamente hace cosas
manente que produce agitación, ansiedad, irritabilidad, fatiga para molestar, es negativo, desafiante, hostil hacia la autoridad”.
sensorial y dificultades para concentrarse. El consumo de tecno- Al convertir el síntoma en una patología, ¿no corremos el riego
logía induce a una búsqueda de satisfacción inmediata, justo lo de estar moralizando científicamente?
contrario de lo que representa la escuela. Estudios recientes pu- La medicalización de los problemas emocionales y de conduc-
blicados por la revista Pediatrics confirman que en los primeros ta es un rasgo característico de nuestra época. “Las terapias
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basadas en la palabra han sido reemplazadas, desde los años den mejor con lo concreto y práctico o mediante estrategias
noventa, por tratamientos bioquímicos”, comenta la educadora visuales y no verbales.
Elisabeth Root. “La psiquiatría actual está dominada por la cau- Asumir, al menos parcialmente, nuestra responsabilidad en los
salidad orgánica y genética y las soluciones farmacológicas”, problemas de los niños supone hacer un esfuerzo por conocerlos
confirma Eglée Iciarte. mejor, respetar y satisfacer sus necesidades auténticas, adaptan-
La magia del fármaco permite resolver con pulcritud y rapidez do los entornos en los que se mueven, en vez de intentar que sean
estados emocionales que no sabemos manejar con afecto y pre- ellos quienes se amolden a nuestras alocadas formas de vida.
sencia. Si algunos estudios señalan las ventajas del metilfenida- Necesitamos una escuela suficientemente abierta, que sepa
to para aprender mejor, su uso cotidiano transmite una vivencia acoger la singularidad de cada alumno, la multiplicidad de sus
del cuerpo como máquina; la vida se controla con “una pastilli- estilos de aprendizaje, de sus inteligencias y de sus formas de
ta que los niños tomamos para portarnos bien”, explica Carlos pensar y sentir. En este tipo de escuela, los síntomas “desadap-
(7 años). Pero el riesgo, advierte Eglée Iciarte, es “desposeerlos tativos” pueden transformarse en cualidades valoradas, con las
de su voluntad para aprender a gestionar sus emociones”. que es posible aprender.
¿Es esta la forma de convertirlos en estudiantes motivados, En ocasiones, bastan pequeñas estrategias, como las que em-
creativos y responsables, o simplemente en alumnos dóciles e plea Eva, maestra de Infantil: “Ofrecerles las explicaciones más
integrados? despacio, estar cerca de ellos, cambiarlos de actividad con fre-
cuencia, permitir que se muevan dentro de un orden, confiarles
alguna responsabilidad.”
Una oportunidad para repensar la escuela En otros momentos será necesario introducir cambios más
globales: flexibilizar el currículo y adecuarlo a los intereses de los
“El principal escollo de estos niños son los coles –asegura Fá- niños, incluir las emociones, potenciar el movimiento autónomo,
tima Guzmán–. Si el sistema escolar se adaptara, fuera más prác- introducir métodos de aprendizaje activo, desarrollar técnicas y
tico y menos memorístico, saldrían adelante.” grupos de relajación, de motricidad, de entrenamiento cerebral;
Los estilos de aprendizaje tradicionalmente privilegiados son favorecer la participación en la elaboración de normas, el con-
otra de las posibles causas del TDAH o, al menos, de la epide- tacto con la naturaleza y una gestión racional y equilibrada de la
mia en que se está convirtiendo: métodos secuenciales, basados tecnología; contribuir a la educación de los padres, crear espa-
en la lectura y la escritura, benefician a quienes pueden sentar- cios de juego y socialización. Este tipo de iniciativas, y segura-
se tranquilamente, soportan bien la rutina y absorben informa- mente muchas otras, pueden redundar en beneficio de niños y
ción escuchando. Mientras que están en desventaja quienes adultos, contribuir a construir una sociedad más saludable, ama-
aprecian la novedad, necesitan estar activos y moverse, apren- ble y acogedora para todos.