El documento describe el movimiento migratorio de la vida rural a los centros industriales durante la revolución industrial y las malas condiciones de vida de la clase obrera. Los obreros formaron sindicatos y organizaciones para buscar soluciones, mientras que la Iglesia y pensadores cristianos como Lamennais y Ketteler abogaron por mejorar las condiciones laborales, lo que finalmente llevó al Papa León XIII a publicar la encíclica Rerum novarum defendiendo los derechos de los trabajadores.