La iglesia de San Francisco en Riobamba había sufrido daños en su cubierta de paja y paredes debido a los temblores recurrentes. Al remodelarla, encontraron pequeñas cajas con restos humanos en las paredes. La fachada destaca dos pinturas sobre la vida de San Francisco de Asís. En 1957, el sacerdote tenía que recoger los cadáveres de las casas y llevarlos a la iglesia en una carroza tirada por caballos, pudiendo solo recibirlos y despedirlos ahí en lugar de enterr