El documento describe la parábola del banquete del Rey narrada en Lucas 14. En ella, un hombre prepara un gran banquete pero los invitados originales rechazan la invitación usando excusas. El dueño de la casa entonces ordena que se invite a los pobres, lisiados y ciegos para llenar la casa. La parábola enseña que aquellos que menosprecian la invitación de Dios se perderán de las bendiciones, mientras que los humildes recibirán la gracia de Dios.
3. “Oyendo esto uno de los que estaban sentados
con él a la mesa, le dijo:
Bienaventurado el que coma pan en el reino de
Dios.
Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran
cena, y convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a
los convidados: Venid, que ya todo está preparado.
Y todos a una comenzaron a excusarse.
El primero dijo: He comprado una hacienda,
y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes,
y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no
puedo ir.” Lucas 14:15-20
4. “Oyendo esto uno de los que estaban sentados
con él a la mesa, le dijo:
Bienaventurado el que coma pan en el reino de
Dios.
Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran
cena, y convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los
convidados: Venid, que ya todo está preparado.
Y todos a una comenzaron a excusarse.
El primero dijo: He comprado una hacienda,
y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes,
y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no
5. LA INVITACIÓN QUE UNOS
MENOSPRECIAN, OTROS LAS
RECIBEN
1. ACTIVIDADES que se vuelven
PRIORIDADES
2. BENDICIONES que se vuelven
IMPEDIMENTOS
A. Inversiones.
B. Trabajo.
C. Realización sentimental.
6. “Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su
señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo
a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles
de la ciudad,
y trae acá a los pobres, los mancos,
los cojos y los ciegos.
Y dijo el siervo: Señor,
se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por
los vallados, y fuérzalos a entrar,
para que se llene mi casa.
Porque os digo que ninguno de aquellos hombres
que fueron convidados, gustará mi cena.”
7. “Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su
señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo
a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles
de la ciudad,
y trae acá a los pobres, los mancos,
los cojos y los ciegos.
Y dijo el siervo: Señor,
se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por
los vallados, y fuérzalos a entrar,
para que se llene mi casa.
Porque os digo que ninguno de aquellos hombres
que fueron convidados, gustará mi cena.”
8. Un lugar
“Señor de los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo! ¡Mi alma
anhela ardientemente estar, Señor, en tus atrios!
¡Cuán felices son los que habitan en tu templo! ¡Cuán felices son los que
hallan fuerzas en ti, los que ponen su corazón en tus caminos! Cuando
cruzan por el valle de las lágrimas, cambian su aridez en un manantial al
llenar la lluvia los estanques. Van de victoria en victoria, hasta llegar a
verte, oh Dios, en Sión. Es mejor pasar un día en tus atrios que vivir mil
días fuera de ellos. ¡Prefiero estar a la puerta de tu templo, oh Dios, que
vivir en las mansiones de la maldad!” (Salmo 84 RVC)
9. Un lugar
“Señor de los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo! ¡Mi alma
anhela ardientemente estar, Señor, en tus atrios!
¡Cuán felices son los que habitan en tu templo! ¡Cuán felices son los que
hallan fuerzas en ti, los que ponen su corazón en tus caminos! Cuando
cruzan por el valle de las lágrimas, cambian su aridez en un manantial al
llenar la lluvia los estanques. Van de victoria en victoria, hasta llegar a
verte, oh Dios, en Sión. Es mejor pasar un día en tus atrios
que vivir mil días fuera de ellos. ¡Prefiero estar a la
puerta de tu templo, oh Dios, que vivir en las
mansiones de la maldad!” (Salmo 84 RVC)
11. “A veces puede ocurrir que por atender
lo urgente, lleguemos a menospreciar
lo importante”. Lo que para
nosotros puede ser una pérdida de
tiempo, para Dios puede ser una
ganancia del mismo.