Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Evangelio del Domingo 12 de Junio 2016
1. Domingo XI
del Tiempo Ordinario - Cicle C
Música: “Yesav haEl” liturgia judeo-española
12 de junio del 2016Entrada a
los restos
arqueoló-
gicos de
la ciudad
de David
2. Acompañando la
lectura de 2Sam
sobre el rey
David, veremos
los restos de la
Ciudad de David
en Jerusalén.
Este muro de
estructura
escalonada se
cree de la época
del Hierro,
1.000 aC, que es
cuando David
fue rey
Ciudad de David, video: https://youtu.be/X6YxltVQfyQ
3. 2S 12,7-10.13 Entonces Natán dijo a David: «Tú eres ese
hombre. Así dice Yahveh Dios de Israel: Yo te he ungido
rey de Israel y te he librado de las manos de Saúl. Te he
dado la casa de tu señor y he puesto en tu seno las
mujeres de tu señor; te he dado la casa de Israel y de
Judá; y si es poco, te añadiré todavía otras cosas. ¿Por
qué has menospreciado a Yahveh haciendo lo malo a sus
ojos, matando a espada a Urías el hitita, tomando a su
mujer por mujer tuya y matándole por la espada de los
ammonitas? Pues bien, nunca se apartará la espada de
tu casa, ya que me has despreciado y has tomado la
mujer de Urías el hitita para mujer tuya. »
David dijo a Natán: «He pecado contra Yahveh.»
Respondió Natán a David: «También Yahveh perdona tu
Desde su Palacio, David dominaba la casa de Urías y toda la ciudad
4. Salmo 31
Perdona, Señor,
mi culpa y mi
pecado.
Dichoso el que es perdonado de su culpa,Dichoso el que es perdonado de su culpa,
y le queda cubierto su pecado!y le queda cubierto su pecado!
Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito,Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito,
y en cuyo espíritu no hay fraude.y en cuyo espíritu no hay fraude.
Dichoso el que es perdonado de su culpa,Dichoso el que es perdonado de su culpa,
y le queda cubierto su pecado!y le queda cubierto su pecado!
Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito,Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito,
y en cuyo espíritu no hay fraude.y en cuyo espíritu no hay fraude.
Interior del Palacio
5. Perdona, Señor,
mi culpa y mi
pecado.
Mi pecado te reconocí,Mi pecado te reconocí,
y no oculté mi culpa;y no oculté mi culpa;
dije: «Me confesaré a Yahveh de mis rebeldías.»dije: «Me confesaré a Yahveh de mis rebeldías.»
Mi pecado te reconocí,Mi pecado te reconocí,
y no oculté mi culpa;y no oculté mi culpa;
dije: «Me confesaré a Yahveh de mis rebeldías.»dije: «Me confesaré a Yahveh de mis rebeldías.»
Restos
arqueológicos
de la Ciudad
6. Perdona, Señor,
mi culpa y mi
pecado.
Tú eres un cobijo para mí,Tú eres un cobijo para mí,
de la angustia me guardas,de la angustia me guardas,
estás en torno a mí para salvarme.estás en torno a mí para salvarme.
Tú eres un cobijo para mí,Tú eres un cobijo para mí,
de la angustia me guardas,de la angustia me guardas,
estás en torno a mí para salvarme.estás en torno a mí para salvarme.
7. Perdona, Señor,
mi culpa y mi
pecado.
¡Alegraos en Yahveh, oh justos,
exultad, gritad de gozo,
todos los de recto corazón!
¡Alegraos en Yahveh, oh justos,
exultad, gritad de gozo,
todos los de recto corazón!
8. Ga 2,16.19-21 Conscientes de que el hombre no se
justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en
Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo
Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en
Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las
obras de la ley nadie será justificado.
En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin
de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no
vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida
que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del
Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo
por mí.
No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por
9. Aleluya (1Jn 4,10b) Aleluya (1Jn 4,10b)
Dios nos amó a nosotros y envió a suDios nos amó a nosotros y envió a su
Hijo, para que, ofreciéndose enHijo, para que, ofreciéndose en
sacrificio, nuestros pecados quedaransacrificio, nuestros pecados quedaran
perdonados.perdonados.
10. Lc 7,36-8,3 Un fariseo le rogó que comiera con él, y,
entrando en casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en
la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que
estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de
alabastro de perfume, y poniéndose detrás, a los pies de
él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies
y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba
sus pies y los ungía con el perfume. Al verlo el fariseo
que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera
profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le
está tocando, pues es una pecadora.» Jesús le respondió:
«Simón, tengo algo que decirte.» El dijo: «Di, maestro.»
Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos
denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle,
perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» /...Eilat Mazar arqueóloga, delante del Palacio de David
11. Ciudad de David
Palacio
/... Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.» El le
dijo: «Has juzgado bien», y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón:
«¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies.
Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas, y los ha secado con
sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de
besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis
pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos
pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona,
poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.»
Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste que hasta
perdona los pecados?» Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete
en paz.»
Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y
anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce,
y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y
enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete
demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y
12. « Cantad con alegría ante el Señor, el Rey »
Salmo 97,6
13. Original: Joan Ramirez (+)
Imágenes, lecturas, música, comentarios (versión catalana y
castellana) : Regina Goberna, en colaboración con Àngel Casas
Traducción al inglés : Vivian Townsend
Traducción al italiano: Ramon Julià
Traducción al euskera: Periko Alkain
Traducción al portugués: Ze Manel Marquespereira
Traducción al francés: Àngel Casas
Traducción al neerlandés : Ben Van Vossel
Vídeo: Esther Lozano
Monjas de S. Benito de Montserrat
www.monestirsantbenetmontserrat.com/regina