3. 224 MICROBIOLOGÍA MÉDICA
a finales del siglo xx ocurrió en la antigua Unión Soviética,
donde en 1994 se documentaron casi 48.000 casos y 1.746 fa-
llecimientos. C. diphtheriae se mantiene en la población
como consecuencia del estado de portador asintomático en la
bucofaringe o en la piel de las personas inmunizadas. Se trans-
mite de una persona a otra a través de gotitas respiratorias
o mediante contacto cutáneo. El ser humano representa
el único reservorio conocido de este microorganismo.
La difteria se ha convertido en una enfermedad infrecuente
en EE.UU. gracias a la introducción de un programa de vacu-
nación activa, como lo demuestra el hecho de que en 1921 se
recogieran más de 200.000 casos, pero desde 2003 no se han
notificado casos. Un análisis de las infecciones por C. diph
theriae en el Reino Unido, entre 1986 y 2008, identificó que el
principal factor de riesgo de infección fue el viaje de individuos
no inmunizados a países con enfermedad endémica (p. ej.,
Subcontinente Indio, África, Sudeste Asiático). La difteria es
fundamentalmente una enfermedad pediátrica, pero la inciden-
cia más elevada corresponde a los grupos de más edad en las
zonas donde se implementaron programas de vacunación activa
para la población pediátrica. También se producen infecciones
cutáneas por C. diphtheriae toxigénico (difteria cutánea), aun-
que no se conoce cuál es su incidencia debido a que se trata de
una enfermedad cuya declaración no es obligatoria.
Enfermedades clínicas
La presentación clínica de la difteria viene determinada por:
1) el lugar de la infección; 2) el estado inmunitario del paciente,
y 3) la virulencia del microorganismo. La exposición a C. diph
theriae puede originar colonización asintomática de las personas
con inmunidad completa, enfermedad respiratoria leve en
las personas parcialmente inmunizadas o enfermedad fulmi-
nante, y algunas veces mortal, en pacientes no inmunizados
(cuadro 23-2). La toxina diftérica se produce en el sitio de
infección y luego se disemina a través de la sangre para producir
los signos sistémicos de la difteria. No es preciso que el mi-
croorganismo penetre en la sangre para producir enfermedad.
Difteria respiratoria (caso clínico 23-1)
Los síntomas de la difteria que afectan al aparato respirato-
rio se desarrollan después de un período de incubación de 2
a 4 días. Los microorganismos se multiplican en el interior
de células epiteliales de la faringe o de superficies adyacentes e
inicialmente producen un daño localizado como consecuencia
de la actividad de la exotoxina. El inicio es abrupto, con
malestar general, dolor de garganta, faringitis exudativa
y febrícula. El exudado se transforma en una seudomem-
brana formada por bacterias, linfocitos, células plasmáticas,
fibrina y células muertas que puede recubrir las amígdalas,
la úvula y el paladar, y se puede extender en la parte supe-
rior hasta la nasofaringe y en la parte inferior hasta la laringe
(fig. 23-2). La seudomembrana se encuentra firmemente
adherida al tejido respiratorio y es difícil de desprender sin
que sangre el tejido subyacente (característico de la difteria).
Cuando el paciente se recupera tras alrededor de 1 semana
de enfermedad, la membrana se desprende y es expectorada.
Las complicaciones sistémicas en los pacientes con formas
graves de la enfermedad afectan principalmente al corazón
y el sistema nervioso. Es posible detectar evidencias de
miocarditis en la mayor parte de los pacientes con difteria,
que se manifiestan típicamente a las 1-2 semanas de la enfer-
medad y cuando los síntomas faríngeos empiezan a mejorar.
Los síntomas pueden aparecer de forma aguda o gradual
y su gravedad se acentúa hasta la insuficiencia cardíaca conges-
tiva, las arritmias cardíacas y la muerte. La neurotoxicidad es
proporcional a la gravedad de la enfermedad primaria, que
viene condicionada por la inmunidad de los pacientes. La ma-
yor parte de los enfermos con una enfermedad primaria grave
sufren neuropatía, que inicialmente se limita al paladar blando
y la faringe, pero que posteriormente condiciona una parálisis
oculomotora y ciliar que evoluciona a una neuritis periférica.
Difteria cutánea
La difteria cutánea se adquiere por el contacto de la piel con
otras personas infectadas. El microorganismo coloniza la piel
y llega al tejido subcutáneo a través de interrupciones de la
CUADRO 23-2
Corynebacterium dyphtheriae: resúmenes clínicos
Difteria respiratoria: comienzo brusco con faringitis
exudativa, garganta irritada, febrícula y malestar;
se forma una seudomembrana sobre la faringe;
en enfermos en estado crítico las complicaciones
más significativas son cardíacas y neurológicas
Difteria cutánea: se forma una pápula en la piel
que evoluciona a una úlcera de evolución tórpida;
pueden aparecer signos sistémicos
CASO CLÍNICO 23-1
Difteria respiratoria
Lurie y cols. (JAMA 291:937-938, 2004) publicaron
el último caso de difteria respiratoria visto en EE.UU.
Un varón de 63 años no vacunado desarrolló un dolor
de garganta mientras pasaba 1 semana de vacaciones
en la zona rural de Haití. A los 2 días de regresar
a Pennsylvania, acudió a un hospital local por dolor
de garganta y dificultad para la deglución. Recibió
tratamiento con antibióticos orales, pero a los 2 días
acudió de nuevo con escalofríos, sudoración, dificultad
para tragar y respirar, náuseas y vómitos. Presentaba
una reducción del murmullo vesicular en el pulmón
izquierdo y las radiografías confirmaron los infiltrados
pulmonares con una hiperplasia de la epiglotis.
La laringoscopia mostró exudados amarillentos
en las amígdalas, la parte posterior de la faringe y el paladar
blando. Fue ingresado en la unidad de vigilancia intensiva
y recibió tratamiento con azitromicina, ceftriaxona,
nafcilina y esteroides, pero en los 4 días posteriores
presentó hipotensión y febrícula. Los cultivos fueron
negativos para Corynebacterium diphtheriae. Al octavo
día de evolución la radiografía de tórax mostró infiltrados
en las bases pulmonares derecha e izquierda y se observó
un exudado blanquecino compatible con una
seudomembrana de C. diphtheriae sobre las estructuras
supraglóticas. Los cultivos en aquel momento seguían
siendo negativos para C. diphtheriae, pero las pruebas
de PCR para la detección del gen de la exotoxina fueron
positivas. A pesar del tratamiento agresivo, el paciente
siguió empeorando y falleció a los 17 días del ingreso
por complicaciones cardíacas. Este paciente ilustra
1) el factor de riesgo de un paciente no inmunizado que viaja
a una región endémica, 2) la forma de presentación clásica
de la difteria respiratoria grave, 3) los retrasos asociados
con el diagnóstico de una enfermedad poco frecuente
y 4) las dificultades que tienen actualmente los laboratorios
para aislar el microorganismo en cultivo.
5. 226 MICROBIOLOGÍA MÉDICA
la enfermedad. Se deben obtener muestras nasofaríngeas
para cultivo de todos los contactos cercanos, e instaurar in-
mediatamente el tratamiento profiláctico con eritromicina
o penicilina. Cualquier contacto que no haya completado la
serie de vacunaciones frente a la difteria, o bien no haya re-
cibido una dosis de recuerdo a lo largo de los últimos 5 años,
debe recibir una dosis de recuerdo del toxoide. Las personas
expuestas a la difteria cutánea se deben tratar del mismo
modo porque se ha descrito que son más contagiosas que los
pacientes con difteria respiratoria. Si la infección cutánea o
respiratoria está producida por una cepa no toxigénica, no es
necesario administrar profilaxis a los contactos.
Otras especies de Corynebacterium
Muchas otras especies de Corynebacterium forman parte de la
microflora natural del ser humano y son capaces de producir
enfermedad. Las especies más frecuentes se recogen en la
tabla 23-2 y se resumen en el cuadro 23-3.
Corynebacterium jeikeium (fig. 23-3) es un patógeno
oportunista bien conocido en los pacientes inmunodeprimi-
dos, fundamentalmente en los que tienen alteraciones hema-
tológicas o catéteres intravasculares. La gente sana no suele
ser portadora de este microorganismo, pero su piel puede
presentar colonización hasta en el 40% de las personas hospita-
lizadas, independientemente de cuál sea su situación inmu-
nitaria. Los factores predisponentes para la enfermedad son
la hospitalización prolongada, la neutropenia, el tratamiento
previo o concomitante con antibióticos o quimioterápicos, así
como la existencia de un catéter intravenoso. Este microorganis-
mosuelemostrarunaacusadaresistenciaalosantibióticos,porlo
que el tratamiento antibiótico durante la hospitalización puede
favorecer la colonización cutánea. El microorganismo
puede penetrar después a través de un catéter intravenoso
y producir enfermedad en un paciente inmunodeprimido.
Corynebacterium urealyticum no se aísla con frecuencia
en las personas sanas; sin embargo, esta especie es un patóge-
no importante del aparato urinario. Como su nombre indica,
C. urealyticum, el cual constituye un importante productor
de ureasa, puede producir la suficiente ureasa como para al-
calinizar la orina, lo que hace posible la formación de cálculos
renales de estruvita. Los factores de riesgo que se asocian a
las infecciones por C. urealyticum son la inmunodepresión,
los trastornos del aparato genitourinario, los antecedentes de
una intervención urológica o la antibioterapia previa. Existen
otras corinebacterias productoras de ureasa que se asocian a
infecciones urinarias, pero la más frecuente es C. urealyticum.
Corynebacterium amycolatum se encuentra en la piel,
pero no en la bucofaringe. Esta especie es la que se aísla
con mayor frecuencia en las muestras clínicas, aunque su
importancia se ha subestimado debido a que a menudo se
confunde con otras especies de corinebacterias. Esta especie,
al igual que C. jeikeium y C. urealyticum, es resistente a
muchos antibióticos y es un importante patógeno oportunista
que produce infecciones por cuerpos extraños, infecciones de
las heridas, de las vías respiratorias bajas o del tracto urinario.
Corynebacterium pseudotuberculosis y Corynebacte-
rium ulcerans están íntimamente relacionados con C. diph
theriae y pueden portar el gen de la exotoxina de la difteria.
Aunque rara vez se observan infecciones humanas causadas
por C. pseudotuberculosis, se ha descrito que C. ulcerans es
la causa más común de difteria. Los factores de riesgo de
las infecciones por C. ulcerans son el consumo de leche y
productos lácteos crudos de vacas y cabras y la exposición a
animales colonizados, entre ellos perros y gatos domésticos.
Se han asociado otras muchas especies de Corynebacte
rium a infecciones oportunistas. Estas bacterias están pre-
sentes con frecuencia en las superficies cutáneas y mucosas,
por lo que su aislamiento en las muestras clínicas puede ser
un hallazgo importante o bien limitarse únicamente a una
Figura 23-3 Tinción de Gram de Corynebacterium jeikeium en un
hemocultivo. Obsérvese la forma de cocobacilos pequeños.
CUADRO 23-3
Resumen de otras especies de Corynebacterium
Biología, virulencia y enfermedades
Bacilos pleomorfos grampositivos
Algunas especies con importancia clínica necesitan lípidos,
como Tween 80, para crecer bien (p. ej., C. jeikeium,
C. urealyticum)
La exotoxina diftérica A-B puede encontrarse en
C. ulcerans y C. pseudotuberculosis
Los patógenos del tracto urinario producen ureasa (p. ej.,
C. urealyticum)
Muchas especies son capaces de adherirse a los cuerpos
extraños (p. ej., catéteres, anastomosis, prótesis)
Algunas especies son resistentes a la mayoría
de los antibióticos (p. ej., C. amycolatum,
C. jeikeium, C. urealyticum)
Entre las enfermedades están septicemia, endocarditis,
infecciones asociadas a cuerpos extraños, infecciones
de heridas, infecciones del tracto urinario,
infecciones respiratorias, incluida la difteria
Epidemiología
La mayoría de las infecciones son endógenas (producidas
por especies que forman parte de la flora bacteriana
normal del hospedador en la superficie cutánea
o en las membranas mucosas)
Diagnóstico
Los cultivos en medios no selectivos son fiables, aunque
el crecimiento puede ser lento, y se pueden necesitar
medios suplementados con lípidos
Tratamiento, prevención y control
El tratamiento con antibióticos eficaces elimina
el microorganismo
Retirada del cuerpo extraño