1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO (UNIPAP)
FACULTAD DE CIENCIAS Y ECONOMÍA
ESCUELA DE CONTADURIA PUBLICA.
CATEDRA: DISEÑO Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS
ECONOMICA NARANJA
La economía naranja es un modelo productivo en el que los bienes y
servicios que se comercializan tienen un valor intelectual, debido a que surgen
de las ideas y del conocimiento de sus creadores. Explicado de otra forma, son
todas las actividades económicas relacionadas con el arte, la cultura,
investigación, ciencia, tecnología, entre otras, en las que la creatividad es la
principal característica. Por ello, también es conocida como economía creativa.
Aunque el nombre de economía naranja surgió en un principio por la
asociación que tradicionalmente ha existido entre el color naranja y la
creatividad, y su enfoque era, principalmente, hacia la industria cultural y
artística, con el paso del tiempo y debido, en parte, a la influencia cada vez mayor
de la tecnología, se empezaron a introducir nuevos sectores, como las
telecomunicaciones, robótica, programación, creación de contenidos, entre
muchos otros. Eso sí, el principal requisito sigue siendo que se trate de ideas
capaces de transformarse en bienes o servicios.
Según datos ofrecidos por la Unesco -Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-, la economía creativa
representa el 3% del PIB -Producto Interior Bruto- mundial y emplea a más de
30 millones de personas en todo el mundo. Al ser una industria basada en las
ideas, se caracteriza por la innovación constante, los productos con
características únicas -no elaborados por volumen-, o el uso de las herramientas
digitales en sus procesos.
El concepto se hace público por primera vez en 2013. Durante una
conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se presentó la
2. publicación de un libro que trataba sobre la economía cultural y creativa. Una
economía que los autores de dicho libro denominaron “economía naranja”. En
este sentido, Iván Duque y Felipe Buitrago, consultores del BID, daban forma a
un concepto que, bajo su criterio, se presentaba como “una oportunidad infinita”.
Así, los autores resaltaban la necesidad de, al igual que la economía verde,
acuñar un concepto que tratase de potenciar la cultura y la ideación en los
países.
Es dicha línea, se seleccionó el color naranja, dada la relación existente
entre dicho color y el mundo de la cultura.
Así nace lo que hoy, cada vez más personas, denominan economía
naranja. Siendo el objetivo de su nacimiento el potenciar una serie de sectores,
entre los que se encuentra el cultural y el creativo, que se consideraban poco
impulsados por los Gobiernos. Esto, con el objetivo de potenciar y fomentar
dichos sectores, los autores de dicho libro publicaron una serie de cifras que
mostraban los grandes beneficios de la economía naranja, así como los de
potenciar el talento y la cultura en los países. Especialmente en aquellas
economías que están en pleno desarrollo, donde la cultura sigue siendo un gran
problema a la luz de los indicadores.
En marco de este tema, nos podemos preguntar, ¿Qué persigue la
economía naranja?
La utilización de máquinas para automatizar procesos industriales que
tradicionalmente eran realizados por seres humanos ha contribuido a impulsar
una economía cada vez más basada en el talento, la imaginación, la cultura,
entre otras características que solo podemos encontrar en las personas. Por ello,
la economía naranja está considerada como uno de los sectores de mayor
crecimiento y creación de riqueza para el futuro. A continuación, te presentamos
algunas de las opciones que puedes considerar si estás interesado en vivir de
ella.
Arte. El teatro, el cine, la pintura, la danza o la escultura, por mencionar
algunas, son manifestaciones artísticas que tienen un potencial cada vez mayor
en la economía, además de servir como vehículo para promover la cultura de los
países. Las compañías de danza o teatro son ejemplos de cómo rentabilizar el
3. talento de las personas que las conforman, mientras que en el mundo digital las
plataformas de series, películas o música bajo demanda son un caso de éxito
del uso de los contenidos artísticos para generar ingresos y empleo.
Comunicación. Sin duda alguna, uno de los sectores que más se ha
transformado en los últimos años es el de la comunicación e información. Los
canales digitales y las redes sociales se han convertido en un mecanismo
utilizado, tanto por los medios tradicionales como por los nuevos, para ofrecer
sus contenidos a las audiencias y financiarse, principalmente, a través de
modelos de publicidad o suscripciones. Profesiones como la de community
manager, influencer o streamer han nacido del mundo online.
Gastronomía. La cocina es uno de los sectores insignia de la economía
naranja, pues tiene la capacidad de impulsar la actividad económica utilizando
las tradiciones, el conocimiento y las herencias culturales alrededor de la comida.
Gracias a la gastronomía es posible convertir un lugar en un destino turístico o
un ingrediente en un producto de exportación. La tecnología, a través de
aplicaciones que sirven para reservar restaurantes, conocer el menú, ver el
aspecto de los platos, compartir opiniones, etc., juega un papel importante en la
promoción de esta industria.
Programación. Como hemos visto en los oficios anteriores, la tecnología
es una herramienta indispensable para aporta valor añadido a los bienes o
servicios, por lo que en sí misma la creación y mantenimiento de softwares es
una de las industrias clave de la economía naranja y, también, una de las que
más crece. Y las opciones en este campo son numerosas y muy variadas: desde
el desarrollo de aplicaciones para comercializar productos y servicios a través de
los teléfonos móviles hasta el diseño de tiendas virtuales en el metaverso con el
fin de crear nuevas experiencias para los clientes.
Emprendimiento. Por último, vale la pena destacar que la economía
naranja también es vista como una oportunidad de transformación en aquellos
sectores que necesitan cambiar sus modelos de producción para hacerlos más
sostenibles o amigables con el medioambiente o, simplemente, para
actualizarlos. Responder a las nuevas necesidades utilizando la creatividad y las
4. herramientas tecnológicas es una de las razones por las que el emprendimiento
y las ideas innovadoras tienen un papel especial en este modelo productivo.
En este sentido, lo que busca la economía naranja es el tratar de potenciar
la cultura en aquellos países en los que no se está potenciando. Dadas las
necesidades de fomentar la cultura que presentaban muchas economías
emergentes, agentes del BID acuñaron el término para tratar de desarrollar dicho
déficit. En este sentido, fomentando la cultura y la creatividad, lo que se persigue
es profesionalizar un sector que, históricamente, nunca ha estado
profesionalizado. Máxime, teniendo en cuenta la necesidad de fomentar dicho
sector.
En definitiva, la economía naranja aparece como un movimiento que
busca dar voz a este sector. A través de este concepto, el BID, así como los
autores, buscaban el potenciar un sector de vital importancia para el desarrollo
de las personas. Por esta razón, teniendo en cuenta la capacidad de dicho
sector, los autores propusieron el desarrollo de planes de actuación y líneas de
trabajo para fomentar el concepto en aquellos países con mayor escasez de
cultura
Por último, en resumen, podríamos decir que la economía naranja busca
el profesionalizar la creatividad y la innovación. Además, fomentando la
transmisión de conocimiento, así como de la cultura a generaciones venideras.
Así, la idea principal se basaba en el desarrollo y la extracción del potencial
económico del sector cultural y creativo. A su vez, generando unas condiciones
para la sostenibilidad de las organizaciones y agentes que integran dicho sector.
Muy en la línea de, también, como afirmaron los autores, los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
Virginia Romero.
Valencia, Junio 2023