2. 1.1 La doctrina del partido único.
Por Alfredo Rocco, juez y economista del régimen fascista.
Dentro del fascismo, la Cámara de diputados no
puede ser elegida según los sistemas electorales del
régimen democrático liberal, porque el fascismo
niega el dogma de la soberanía popular.
Las masas no son capaces, de realizar
espontáneamente una selección de hombres, éstas
debían ser acercadas y encuadradas en el Estado.
Según el fascismo, el Estado debe presidir y dirigir
la actividad nacional en todas sus ramas, ninguna
organización ni política, ni moral ni económica, puede
permanecer fuera del Estado. El carácter absoluto del
Estado fascista se reúne en la organización integral
de todas las fuerzas que existen en el país,
realizando plenamente la fórmula de Mussolini:
“Nada fuera del Estado, nada contra el Estado”.
3.
4. 1.2. El Imperio fascista
Según el duce, Benito Mussolini:
En el fascismo, el imperio no es sólo una
expresión territorial, militar o mercantil, sino
espiritual y moral, donde la aspiración al
imperio la expansión de las naciones, es una
manifestación de vitalidad; el imperio exige la
disciplina, la coordinación de los esfuerzos, el
deber y el sacrificio lo que explica la acción
práctica del régimen: la dirección impresa a las
múltiples fuerzas del Estado y la severidad con
los que pretendan oponerse al movimiento.
En este momento los pueblos tienen sed de
autoridad, de dirección y de orden.
5. 2. EL RÉGIMEN NAZI.
2.1. La crisis de entreguerras en Alemania. Por Adolf Hitler, en
su obra titulada Mi lucha (Mein kampf).
La fundación del Reich en 1871 comenzó con un gran apogeo, la
nación había alcanzado ingentes bienes materiales; y la dignidad
del Estado, y con él la del pueblo todo, se hallaba resguardada y
garantizada por un ejército.
Tan profunda es ahora la caída que afecta al Reich y al pueblo
alemán que parecen casi irreales ahora la grandeza y el
esplendor de aquellos tiempos comparados con la miseria de
hoy. La explicación más sencilla, consiste en afirmar que la
guerra perdida (PGM) constituye la razón de toda la
desgracia reinante. Frente a esta aseveración se debe
establecer:
a) El desastre militar no fue en realidad otra cosa que el
resultado de una serie de síntomas que ya en los tiempos de
la anteguerra afligieron a la nación alemana.
b) La pobreza y el paro creciente comenzaron su siniestro
juego, sembrando el descontento y la exacerbación entre las
gentes. El resultado parecía ser la división política de clases
y, pese al apogeo económico.
6. c) La economía había llegado a convertirse en el árbitro del Estado, el
factor dinero era el dios ante el que tenían que doblegarse.
d) La labor de la llamada prensa liberal fue obra de los sepultureros de la
nación alemana y del Reich. Las gacetas marxistas estaban
consagradas a la mentira; quienes se concretan a dislocar el poder racial
y nacional del pueblo, para prepararlo a llevar el yugo de la esclavitud del
capitalismo internacional y de sus gerentes: los judíos.
e) Ya en el invierno de 1918-1919 comenzó a dejarse sentir el
antisemitismo. Más tarde, gracias al movimiento nacionalsocialista se
abordó el problema judío de manera activa y se supo hacer de él el motivo
propulsor de un gran movimiento popular.
7.
8. Descripción del periodista español Ismael Herráiz, quien
estuvo presente en Alemania durante la Segunda Guerra
Mundial.
Desde la paz de 1919 el alma alemana, lanzada a la más
trágica de las desesperaciones, ha vivido en el orden
religioso en una especie de espera de milagro o de
apocalipsis, a raíz de la derrota, se convirtió en un confuso
sueño de mesiánicas esperanzas donde se anunciaba la
inminente llegada de un “redentor” y la urgencia de una
gran purificación moral del pueblo alemán.
Los primeros golpes de Hitler para el rescate del honor
germánico tenían que entusiasmar necesariamente a la
juventud entera del Reich.
9. 2.2. El Estado racista. En palabras de Hitler.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio
aristocrático de la Naturaleza y niega así, en el hombre, el
mérito individual e impugna la importancia del
nacionalismo y de la raza, abrogándole con esto a la
humanidad la base de su existencia y de su cultura.
El objetivo por el que hay que luchar es el de asegurar la
existencia y el incremento de nuestra raza y de nuestro
pueblo; el sustento de sus hijos y la conservación de la
pureza de su sangre, la libertad y la independencia de la
patria, para que nuestro pueblo pueda llegar a cumplir la
misión que el Supremo Creador le tiene reservada.
La historia humana demuestra que toda mezcla de sangre aria
con la de pueblos inferiores tuvo por resultado la ruina de la
raza de cultura superior.
Como ejemplo a América del Norte, que racialmente conservó
su pureza ya que los germanos se mezclaron sólo en mínima
escala con los pueblos de color, racialmente inferiores.
El ario, sometió a los hombres de raza inferior. El antípoda
del ario es el judío, gracias a la Bolsa, crece rapidez la
influencia del judío en el terreno económico, asume el
carácter de propietario.
La etapa final de este desarrollo significa la victoria
de la democracia o como el judío lo interpreta, la
hegemonía del parlamentarismo. El judío divide la
organización de su doctrina marxista en dos
partes: el movimiento político y el movimiento
sindicalista.
El judío destruye efectivamente los
fundamentos de la economía nacional,
sirviéndose de la organización sindicalista, que
podría ser bienhechora para la nación.
10. La reconstrucción del Estado alemán con soberanía propia,
debe concentrar su actividad ganar la adhesión de las masas,
deberá reclutar a sus adeptos será, pues, en primer término, la
masa obrera.
La misión consistirá en arrancar al obrero alemán de la utopía
del internacionalismo, libertarle de su miseria social,
convertirle en un valioso factor de unidad, animado de
sentimientos y voluntad.
Aceptar la igualdad de razas significaría proclamar la
igualdad de los pueblos, al admitir su diversidad, reconoce
también la diferencia cualitativa entre ellas, le obliga a fomentar
la preponderancia del más fuerte y a exigir la supeditación del
inferior y del débil.
El tipo humano ideal que busca el Estado racista está
representado por energía viril de los hombres y por mujeres
capaces de dar a luz a verdaderos hombres.
El objetivo principal de la instrucción militar el lograr que esa
escuela haga del joven un hombre: Cumplido el servicio militar,
dos documentos deben extendérsele: 1º, su diploma de
ciudadano, como título jurídico que lo habilite para ejercer una
actividad pública; 2º, su certificado de salubridad, como
testimonio de sanidad corporal para el matrimonio.
El Estado nacionalsocialista no distingue “clases” y
conoce, en el sentido político, únicamente
ciudadanos con derechos absolutamente iguales y,
consiguientemente, con deberes generales iguales; y
junto al ciudadano, al súbdito, que carece por entero de
derechos políticos”
11. 2.3. El fanatismo ideológico. Según el propio Hitler.
Quien se proponga ganar a las masas debe
conocer la llave que abra la puerta de su
corazón. El éxito en la labor de ganar el alma
popular depende de que se logre anular a los
enemigos de estos ideales.
El futuro de un movimiento depende del
fanatismo, de la intolerancia de que sus
adeptos, que sostengan su causa como la
única justa y la impongan frente a otros
movimientos.
La primera tarea consiste en eliminar la
concepción judaica existente. Una ideología
que irrumpe tiene que ser intolerante y exigirá
imperiosamente que se la reconozca como
exclusiva y única. Una organización sólo puede
subsistir cuando una jefatura inteligente tenga
a su disposición un vasto sector de la masa.
Ni ahora ni en el futuro, no es ni será tarea de los
miembros de nuestro movimiento ocuparse de
criticar o de alterar los puntos de ese programa; les
incumbe más bien la obligación de mantener su
lealtad hacia ellos
El éxito decisivo de una revolución ideológica
ha de lograrse siempre que la nueva ideología
sea inculcada a todos e impuesta después por la
fuerza, si es necesario”
12. 2.4. La vida cotidiana para los ciudadanos bajo el
nazismo ∙ Tal como la vio el periodista español Ismael
Herráiz.
Toda la burguesía alemana soportaba los sacrificios.
Sobre pequeños comercios comenzaban a surgir
los carteles de “cerrado durante la guerra”; y el
Servicio del trabajo iba engullendo toda la media y
pequeña burguesía alemana.
Por orden alfabético, el Servicio de Trabajo realizaba:
«De tal a tal letra se presentarán mañana en la Oficina
de Trabajo, con los boletines de inscripción
debidamente extendidos»
La aparición del nacionalsocialismo, que garantizaba
el honor del pueblo germano y prometía la lucha
contra los grandes capitalistas y contra el marxismo,
Hitler prometía la conservación de la propiedad
privada y la protección de los pequeños y de los
medios contra los grandes. Bajo el nombre
eufemístico de “fusiones”, aparecen, por imposición
estatal, las poderosas fortificaciones económicas.
En aquellos días de 1940 el ama de casa montaba
un verdadero sistema contable para la utilización de
todos los bonos, cartas y numeraciones que el
racionamiento imponía, serie interminable de
consejos domésticos, de intervenciones y de
apercibimientos regía la vida.
En septiembre de 1939 se tendía hacia la unificación
dentro de la empresa militar, cada recluta recibió
telegráficamente la llamada, y en 48 horas se situó
en sus puestos a los movilizados.
Alemania se preparó desde los primeros
momentos para una guerra larga.
13. Hacia 1943 la ración de pan en Alemania
era de dos kilos y cuarto por semana, de
igual forma con la carne vio reducir su
proporción, de 46 kilogramos por año y por
persona, los niños tenían derecho a una
ración mensual de leche de un cuarto de
litro, un huevo por semana, patatas y
verduras componían el fundamento de la
alimentación alemana.
Se exigía sólo una vida para la lucha y el
trabajo: primero fabricar y, luego, vivir.
Toda Alemania era un taller gigantesco.
¡Armas, armas! El prestigioso clan de
fabricantes de armas entró en bloque a
formar parte de la dirección de la guerra.
14. 2.5. La “Solución Final” y los campos de
concentración. La primera etapa del Holocausto, según
quedó registrado en el diario de un oficial de infantería,
capturado o fallecido en el Frente Ruso.
Julio de 1941: A varios días de viaje llegamos a Minsk
[Bielorrusia]. La misión de nuestro batallón es la
custodia de más de 6,000 prisioneros y el fusilamiento
de todos los hebreos de la ciudad. Muchos de los
prisioneros huyeron, hemos liquidado 500 personas.
7 de julio. Continuamos la marcha. Nuestro objetivo era
Krupka, donde empezaron combates con los guerrilleros.
El 5 de octubre por la tarde nuestro teniente buscó 15
hombres, a las 5 de la mañana siguiente debíamos formar
con casco frente a las oficinas de la compañía y coger
300 cartuchos por hombre en la misma Krupka había
cerca de 1,000 hebreos, había que fusilarlos a todos.
Se designó a una sección, que tenía la misión de vigilar
para que nadie escapara a las 7am, todos los judíos
(hombres, mujeres y niños) debían presentarse en la
plaza para que se les lista y toda la columna emprendió el
camino hacia el pantano próximo.
se les dijo que los llevaban a todos a trabajar a
Alemania.
Los primeros diez fueron colocados al borde de la misma
y debían desnudarse, con nosotros había un teniente y un
sargento primero. Sonaron diez disparos y diez hebreos
se despidieron de la vida. Así se continuó hasta que los
liquidamos a todos. Sólo algunos permanecieron
indiferentes. Los niños se agarraban a las madres, las
novias a los novios. Fue un espectáculo que no olvidaré
con facilidad.
15. Testimonio de Joshua Gilbert, sobreviviente de los
campos de concentración.
A partir de la invasión del ejército alemán a Polonia, se
dedicaron a mermar nuestra capacidad moral y física,
nos concentraron en guetos.
Ahí los nazis dieron rienda suelta a la humillación, vejación y
discriminación abiertas; gozaban avergonzándonos, nos
adornaron con unos parches redondos y amarillos, más o
menos de 10 u 11 centímetros, en el pecho del lado izquierdo
y en la espalda del lado derecho, nos sometían a la violencia
emocional y física: teníamos que bajar de las banquetas para
que ellos pasaran, así que nuestra ropa y zapatos se
ensuciaban con lodo. Debíamos saludarlos en voz alta y
quitarnos el sombrero: «Buenos días, mi querido amigo»; y
ellos nos respondían con insultos: «¡Maldito judío!».
Tres millones y medio de judíos estaban recluidos en los
guetos; el hacinamiento, las enfermedades, Hitler nos
engaño y nos propuso ir a Alemania a trabajar, nos
prometió casas y escuela para los niños, prestaciones, una
vida mejor.
Así fue como mi familia y yo llegamos al campo de
concentración el 7 de noviembre de 1942, en el primer
transporte de judíos polacos.
Un trayecto de tres horas al pueblo llamado Oswiecim,
en la misma Polonia –que después los nazis bautizaron
como Auschwitz–, se convirtió en un via crucis de tres
días sin aire, comida ni agua. Muchas personas murieron
en el tren, al llegar vimos el letrero: Arbeit macht frei
(«El trabajo os hace libres»). El humo que salía de las
chimeneas me hizo pensar en lo productivas que eran las
fábricas a las que nos íbamos a incorporar. ¡Qué
doloroso fue descubrir que ese humo era de los
cuerpos de mis hermanos que se consumían en el
fuego!
16. Hicieron una selección rigurosa entre gritos y empujones,
nos amenazaban con látigo en mano. A los que
consideraban débiles o enfermos y a los niños los apartaban
con el pretexto de que iban a bañarlos y quitarles los piojos,
a mi madre y a mis tres hermanas, junto con sus seis
pequeños, les dijeron que subieran a un camión para
que las llevaran a las casas en las que vivirían, pero las
llevaron a las cámaras de gas.
Los que ingresábamos éramos registrados y recibíamos un
número de identificación que nos tatuaban en el antebrazo
izquierdo, como animales. El mío fue el 73670 quedaban en
vez del nombre y del apellido, porque no teníamos derecho
a mencionarlos.
No solo había presos judíos sino todo aquel que no
correspondía con el estereotipo de la superioridad aria:
gitanos, homosexuales, presos políticos, comunistas,
cristianos, sindicalistas, personas con discapacidad
física e intelectual, soldados soviéticos, etcétera. Para
tipificarlos, los nazis tatuaban un triángulo, cambiando el
color, Por ejemplo, el triángulo rojo se ponía a los presos
políticos, verde a los criminales, negro a los presos por
sabotaje, violeta a los homosexuales.
Los alimentos eran de mala calidad y sobre todo nos
los racionaban increíblemente. Organismos
Internacionales, calificaron el trato de inhumano,
calcularon que una persona con esa dieta y los trabajos
a los que nos sometían sólo podía vivir medio año.
Estuve en Auschwitz tres años, allí hacíamos piezas
para armas en otro taller donde se trabajaba en un
artefacto nuevo llamado V-2 (el antecedente del misil,
que se utilizó para bombardear Londres)
17. Había químicos entre los prisioneros, sabían que allí
mismo se hacía el zyklón-B, el gas del ácido
cianhídrico que se empleaba en las cámaras de gas,
también había una nave dedicada a la fabricación de ropa
militar para los nazis.
También se hacían experimentos con los cautivos; por
ejemplo, ensayos con los órganos de las mujeres:
muchas de ellas quedaron estériles.
Cuando el ejército ruso se acercaba a Auschwitz sabían
que estaban perdidos y trataron de eliminar todas las
evidencias de sus crímenes, decidieron huir diez días antes
de la llegada del enemigo y llevar con ellos a todos los
presos caminando al campo de concentración de
Mauthausen, ubicado en Austria “Marcha de la muerte”,
así denominaron los alemanes esta nueva tortura,
durante la cual nos hicieron caminar semidesnudos en
el crudo invierno de enero; que es la época de frío más
intenso en Europa, los que atrasaban o caían los mataban
inmediatamente, algunos murieron de hambre y cansancio.
Estuve cuatro meses trabajando en la fábrica, aprendí a
elaborar armas, pesaba sólo 36 kilos. Transcurrido ese
periodo nos liberaron los estadounidenses.
18.
19. Descripción de Víctor Frankl, otro sobreviviente del
Holocausto.
Quienes nunca han pisado un Lager se hacen una idea
equivocada de la vida en el campo de concentración, la
lucha por sobrevivir que extenuaba a los prisioneros,
lucha diaria por un trozo de pan, por mantenerse vivo o
salvar a un amigo. Se seleccionaba a los enfermos, a los
más débiles, que no podían trabajar para enviarlos a uno
de los campos, equipados con cámaras de gas y
crematorios. La señal para conseguir tachar de la lista el
propio nombre o el de un amigo había que encontrar otra
víctima para sustituir el número borrado; seguir vivo
exigía la muerte de otro.
La supervivencia absorbía la personalidad, influido por un
entorno que no reconocía la vida y la dignidad humanas,
que despojaba al hombre de voluntad y lo reducía a
“carne de exterminio”.
Si en un esfuerzo por conservar la dignidad, el
prisionero no luchaba por mantener sus principios,
terminaba por perder la conciencia de su
individualidad.
El prisionero de un campo de concentración padecía un
miedo atroz a tomar decisiones o a tener cualquier tipo de
iniciativa.
Además de ser un mecanismo de defensa, la apatía era el
resultado del hambre y la falta de sueño que se debía a los
rebosantes barracones infectados de pulgas, que carecían
de higiene y atención sanitaria. La mayoría de los
prisioneros sufrían una especie de complejo de
inferioridad.
La experiencia de la vida en el campo de
concentración demuestra que el hombre mantiene su
capacidad de elección. El hombre puede conservar un
reducto de libertad espiritual, de independencia
mental, incluso en terribles estados de tensión
psíquica y física.
Las reacciones psicológicas de los prisioneros de un
campo de concentración van mucho más allá de la mera
expresión de determinadas condiciones físicas y
sociológicas, el tipo de persona en que se convertía cada
prisionero era más el resultado de una decisión personal
que el producto de la tiranía del Lager. De modo que cada
hombre, incluso en condiciones trágicas, puede decidir
quién quiere ser –espiritual y mentalmente– y conservar su
dignidad humana. Precisamente esa libertad interior, que
nadie puede arrebatar, confiere a la vida intención y
sentido
20. En esas condiciones, al hombre se le niega el valor de la
creación o de la vivencia, pero aun así la vida ofrece un
sentido. De manera que todos los aspectos de la vida son
significativos; también el sufrimiento. La experiencia indica
que el sufrimiento es parte sustancial de la vida, como el
destino y la muerte. Sin ellos, la experiencia quedaría
incompleta. El prisionero que perdía la fe en el futuro, en su
futuro, estaba condenado la crisis comenzaba cuando el
prisionero se negaba a levantarse, a lavarse, a vestirse y a
salir del barracón a la hora de formar. Entonces ya no había
nada que hacer: ni las súplicas, ni los golpes ni las
amenazas surtían ningún efecto, ya nada le importaba.
También había sádicos entre los guardias, tenían el corazón
embotado por haber sido testigos en el campo, durante
largos años, a un ritmo creciente, de los métodos más
brutales. Algunos guardias sentían compasión por nosotros.
Sin embargo, el prisionero más antiguo del campo era
peor que todos los guardias de las SS juntos. Golpeaba
cruelmente a los prisioneros a la mínima falta, mientras
que el comandante alemán, que yo sepa, nunca levantó
la mano contra ninguno de nosotros.
Con lo expuesto podemos concluir que hay dos razas
de hombres en el mundo, sólo dos: la de los hombres
decentes y la de los indecentes. Ambas se mezclan en
todas partes y en todas las capas sociales. Ningún
grupo social se compone exclusivamente de hombres
decentes o indecentes. En este sentido, ningún grupo
es de «pura raza», y por ello había entre los guardias
personas decentes.
21.
22. Diario de Friedrich Schmidt, jefe de la Policía Secreta de
Campaña, capturado o fallecido hacia 1942.
La Primera Compañía de Gendarmería apresó, , a cinco muchachos
de 17 años que estaban escondidos en una pila de heno. Los
condujeron a mi presencia. . Empezó la flagelación con el látigo.
Rompí el mango del látigo. Éramos dos azotando. Los muchachos
yacían sobre el piso, que se cubrió con su orina. Sin embargo, no
confesaron nada. Tengo ahora aquí a 16 espías: cinco muchachas y
once muchachos.
9 de marzo. Me desperté a las 3, tuve un sueño terrible. El motivo
fueron los 30 adolescentes que debo liquidar hoy, tuve que
apalearlos implacablemente. Después empezaron los fusilamientos
en masa; ayer cinco, hoy 33…El foso está ya casi lleno de
cadáveres.
14 de marzo Otra vez tengo diarrea y dolor en la región cardíaca.
Mandé llamar al médico. Éste dio el siguiente diagnóstico:
descomposición de estómago y neurosis cardíaca. Me prescribió
guardar cama, pero no puedo Hoy he ordenado que se fusile por la
tarde a Ludmila Chukanova de 17 años.
19 de marzo. Estoy en cama. Ordené llamar a nuestro médico
militar. Examinó mi corazón y encontró que funcionaba
normalmente. Apreció que sufría depresión moral.
30 de marzo. El lumbago me obliga a guardar cama. Sufro fuertes
dolores y ordeno llamar al médico.
31 de marzo. Debo continuar en cama. Hasta allí conducen a gente
a mi presencia. No me dejan descansar. De nuevo me ha visitado el
médico. Me ha examinado y ha hecho el diagnóstico: los granos son
debidos al nerviosismo.