El reinado de los Reyes Católicos marcó el inicio de la Edad Moderna en España. Su matrimonio unió las coronas de Castilla y Aragón y trajo una mayor unidad religiosa e implantación del Tribunal de la Inquisición, así como la expulsión de los judíos en 1492 y la conversión obligatoria de los musulmanes en 1499. Establecieron un estado moderno con una monarquía autoritaria que sometió a la nobleza e implantó mejoras administrativas como nuevos consejos y audiencias reales.