Sentido, espiritualidad y universalidad del Estado Militar
Dn. René Artigas Moreira [Página 5]
Diego Portales Palazuelo y el Ejército
MGL. Manuel Barros Recabarren [Página 23]
Tradición religiosa en nuestras FF.AA.
R.P. Iván Wells León [Página 39]
Análisis histórico y jurídico de las Actas 1898
Dn. Christian Grollmus Fritz [Página 47]
La Guerra en el Golfo Pérsico
CRL. Eduardo Rodríguez Soto [Página 81]
Evolución del perfil cultural de las FF.AA. de Chile
Sra. Cristina Yáñez Valderrama [Página 90]
Relaciones de Poder y de Influencia entre los Militares y la sociedad civil
CRL. Julio von Chrismar Escuti [Página 102]
1. «Para escribir
la Historia»
A
l dar los últimos pasos que nos conducen al próximo siglo,
queremos pensar en los antecedentes que tendríamos que
considerar al escribir sobre los acontecimientos militares del
último cuarto de siglo, destacando con claridad los hechos
que impulsaron a la gran mayoría del país a pedir, en 1973, la
intervención de las FF.AA. para poner fin a un gobierno que
nos conducía inexorablemente a la dictadura marxista.
En primer lugar es necesario destacar que la idea de un gobierno militar,
no nació en las FF.AA.; no obstante, tenían muy claro que, declarado el incen-
dio, serían ellas, las que tendrían, por deber patriótico ineludible, concurrir para
con el menor costo, poner orden en el caos que se vivía.
No pretendemos en estas cortas lineas, abordar el cúmulo de circunstan-
cias y antecedentes que indujeron a los importantes organismos del Estado y
sectores del país a insistir para que la última reserva moral de la Nación pusiera
fin a una situación insostenible.
Nos incomoda recordar algunos hechos que, ahora, que se aproxima una
elección presidencial, se silencian, se omiten o se citan en forma sesgada,
incompleta o intencionada por parte de los críticos del gobierno de las FF.AA. y
de Orden y a quienes conviene recordarles que fueron ellos los causantes del
Pronunciamiento Militar del 11 de Septiembre de 1973.
Repasando órganos de comunicación social de esos tiempos, comproba-
mos la falta de respeto a los Poderes del Estado y el lenguaje soez que era
habitual en boca de los representantes de la coalición gobernante: «Los jueces
de la Corte Suprema son unos viejos alcahuetes y Celestinos», gritó en la
Cámara con todo desparpajo, el diputado Mario Palestro, cuando se rechazó el
desafuero del Senador Radical, Raúl Morales A., el 06 de Enero de 1971.
Por su parte, el Presidente Dn. Salvador Allende G., simulando
prudencia, ante los desmanes que en el sector agrario, cometían las hordas de la
Unidad Popular, declaraba, el 1° de Mayo del mismo año: «Las tomas de fundos,
pueden crear una reacción, que haga que esta revolución sin costo social, se
transforme en un baño de sangre».
A su vez, el líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR.),
Miguel Enríquez, impulsando la acción subversiva en todo el país, decia el 10
de noviembre de 1971: «Debe abolirse el Parlamento y ser reemplazado por la
Asamblea Popular...Hay que tomar los fundos y las industrias, sin compensacio-
nes. ¡Insurrección o muerte! «
Lo anterior no cabe duda, era un evidente llamado a la guerra civil y al
enfrentamiento sin cuartel, que dejaría miles de muertos, sembrando la destruc-
ción, la ruina y el odio.
La euforia destructiva en marcha, no tenía disimulos para ocultar los
AHM 3
2. reales propósitos de la confabulación, es así, como el Intendente de Santiago, Jaime
Faivovich, frente a una turba que protestaba a las puertas del Ministerio del Inte-
rior, el 12 de diciembre de 1972, declaraba sin ambages: «Yo los comprendo,
compañeros. Estoy con ustedes. Habría que asaltar los tribunales y masacrar a todos
esos viejos momios. Sin embargo, hay que mantener lainstitucionalidad del Poder
Judicial».
Finalmente, el Presidente durante su periplo por países de la órbita soviética, a
fines de diciembre de 1972, declaraba en Moscú: «A la Unión Soviética, la llama-
mos, nuestro hermano mayor...no estamos solos».
Se comprende que con este viaje y estas palabras, se quería asegurar el apoyo
de la Unión Soviética a la aventura que se preparaba, a lo que, por otra parte, ya se
había referido en un tono maquiavélico, al responder, en Agosto del mismo año en la
Universidad Técnica del Estado, a quien le preguntó sobre la posibilidad de una
guerra civil: «Una guerra civil, aunque la ganáramos, y tendríamos que ganarla,
significaría que quedarían marcadas muchas generaciones y se destruiría la econo-
mía chilena, la convivencia humana y el respeto humano».
Es decir, no se negaba lo que se estaba haciendo ni se desconocían sus conse-
cuencias. Con el slogan de «A la Guerra Civil NO» repetido majaderamente, en
todas las ocasiones, se mintió al país hasta el último minuto.
Siguió a continuación la violencia sistemática y el crimen político organizado.
Entre los últimos que presenciamos están el del Edecán del Presidente CAP. de
Navio Arturo Araya P. el 26 de julio de 1973, y el del Subteniente Héctor
Logranpette C, el 29 de agosto del mismo año, este último de gran impacto público
pues en él participaron activistas infiltrados desde otros países centro y sudamerica-
nos.
En la sucesión de acontecimientos, se llegó al dia 09 de septiembre de 1973,
cuando en el Estadio Chile, el Secretario General del Partido gobernante, Senador
Carlos Altamirano 0. arengaba a sus correligionarios y adeptos, reconociendo
haber participado en reuniones con suboficiales y marineros y declaraba con inso-
lencia provocativa que seguiría concurriendo y añadia «El golpe que se prepara, se
ataja golpeando el golpe». Estas palabras ya eran muy claramente el anuncio del
inicio de operaciones de insurgencia de mayor monto. Fue la chispa que encendió la
hoguera que se preparaba y ante lo cual había que responder con energía y de inme-
diato para no ser sobrepasado por los acontecimientos. Cuando debamos escribir
sobre nuestra actuación en este período tendremos que considerar en total y detalla-
damente los antecedentes que tan someramente hemos esbozado. La objetividad
aconseja situarse a distancia de los hechos y de las personas. De ahi que, es preferi-
ble escribir, después de 50 años de ocurridos a fin de decantar la verdad sin agregar
opiniones ni sentimientos personales. Recordando a un viejo maestro: «La historia
debe escribirse objetivamente y sin adjetivos».
Así, queremos junto a nuestra propia memoria militar, sopesar los hechos,
frente a la verdad comprobada de los antecedentes que debemos acumular y que
provienen de los hoy críticos y furibundos detractores del Gobierno Militar quie-
nes fueron los verdaderos responsables de lo que fue necesario hacer por el bien de
Chile.
MANUEL BARROS RECABARREN
Mayor General. Presidente Academia de Historia Militar
4 AHM
3. DON RENE ARTIGAS
MOREIRA « Sentido,
espiritualidad
y universalidad
del Estado Militar»
Tésis para la incorporación como Miembro Activo
de la Academia de Historia IVlilitar Dictada por el
Don Rene Artigas Moreira inició Académico don Rene Artigas Moreira, el 18 de
su.carrera laboral en la Caja de Crédi- Agosto de 1999 en el Salón de Honor del Estado
to Hipotecario en donde llegó a ser Ge-
rente del Departamento de Previsión Mayor General del Ejército.
de dicha Caja y de la Superintendencia
de Bancos, además de Director de la
Compañía de Seguros «La Previsión».
INTRODUCCIÓN palabras deben reflejar mi
En la Caja de Previsión de Emplea- más profunda gratitud ha-
dos Particulares desempeñó diversos n el artículo 5°, le cia él, porque desearía ma-
cargos entre los que figuran: - Asesor
de la Jefatura del Sub-Depto. de Administración
de Propiedades. - Sub-Jefe del citado Sub-Depar-
tamento. - Asesor en el Departamento de Sucur-
E tra b) del titulo II de
los estatutos de esta
Academia de Historia Militar,
nifestárselas en forma per-
sonal.
Sin embargo, no puedo
sales para la asignación de viviendas Empart. al tratarse de quienes pue- dejar pasar esta ocasión,
Pasó en seguida a la Empresa Constructora Fe den ser miembros de ella, se única, para expresar mi re-
Grande S.A. en donde llegó a ser.: - Representan-
te de la Empresa ante la Dirección dispone que: «Extraordina- conocimiento al señor Pre-
General de Movilización Nacional del Minis- riamente, las personas civi- sidente de la Academia,
terio de Defensa Nacional. les o de otras ramas de la De- Mayor General don Manuel
Pertenece a las siguientes Instituciones Cultu-
rales:
fensa Nacional...» Y más Barros Recabarren, por la
Sociedad Chilena de Historia y Geografía, en adelante, en su art. 8° se dice personal deferencia que
la que fue su Secretario General hasta septiembre que: «para ingresar a la cor- me ha brindado siempre, y
de 1998. Instituto Chileno de Cultura Hispánica, poración en calidad de miem- hacerla extensiva a todos
desde 1948. Circulo Antártico Chileno.
Miembro de Número del Instituto O'Hi-
bro activo o cooperador, se los señores Directores por
gginiano. requiere la proposición escri- el acuerdo unánime que
Miembro de Número del Instituto de Con- ta de un miembro activo que permitió mi designación
memoración Histórica de Chile. Miembro Corres- contenga el curriculum vitae como titular de esta selec-
pondiente en Chile del Instituto Peruano de In-
vestigaciones Genealógicas.
del candidato a socio». Esta ta Corporación.
Ha escrito las siguientes obras: última disposición es reser- Pertenecer a ella es un
«El viaje». Novela ficción filosófica religio- vada, o sea, es ignorada por privilegio, pero, a la vez,
sa, «Reflexiones mínimas», sobre la presencia la persona que se considera
cosmológica del hombre. «Breve resumen de la una gran responsabilidad.
filosofia de Santo Tomás de Aquino» a través apta para pertenecer a la Se ha querido encontrar en
de Joseph Rassam, con comentarios persona- Academia, quién solamente mí atributos que, sincera-
les. «Los Caballeros del Fuego». Conferencia es informada cuando es mente, no sé si poseo en
reglamentaria para su incorporación al Insti- aceptada su incorporación
tuto de Conmemoración Histórica de Chile, en la medida que dicho privi-
que se da una visión histórica del Cuerpo de Bom- Yo me encuentro en tales legio requiere. En ello está,
beros. casos. Soy civil, fui propues- por tanto, la responsabili-
En preparación: dad que he asumido no sin
Semblanza del Presidente José M. Balmaceda to para miembro activo de la
como político, parlamentario y Presidente de Corporación, e ignoro quién temor, pero con la decisión
la República. Militares chilenos que han sido Pre- de los señores miembros co- de hacer todo cuanto esté
sidentes de la República y sus trayectorias. Ensa- rrió el riesgo de dar mi nom- a mi alcance para cumplir
yo biográfico del General Don José Gervacio
Artigas Arnal, Libertador de la República bre para tan honrosa desig- con las obligaciones pro-
Oriental del Uruguay. nación. Pero mis primeras pias de todo Académico, y
AHM 5
4. aportar mi mayor esfuerzo para su logro. no, en este caso el Estado Militar, impresiones
Hoy día ocupo esta tribuna, con respetuosa que lo hacen una realidad, lejos de las abstrac-
modestia, para cumplir con el requisito de dic- ciones que individualmente se tienen sobre lo
tar una conferencia sobre un tema que tenga castrense. Que el entendimiento y la razón per-
relación con los fines orgánicos de la Acade- miten discernir esa realidad a través del con-
mia y lo que ella representa. La tarea no es fá- junto de individuos, y de los elementos mate-
cil, sobretodo para quién no es parte de la co- riales con que actúa. Que al entender esta pre-
lumna vertebral de nuestra nacionalidad, como sencia en el seno de la sociedad, se está en
lo son las instituciones de la Defensa Nacional. condiciones de elaborar un juicio sobre ella, y
Pero válgame la circunstancia de ser chileno, y de la ineludible necesidad de esa presencia.
de haber admirado, desde muy niño, su glorio- Que la inteligencia, a través del conocimiento
so desempeño, y veneración a los héroes que adecuado de los elementos antes señalados,
han jalonado las páginas de nuestra historia con llevan a comprender la importancia de lo militar
sus inmortales hechos. en la estructura global de una nación. Y, por úl-
timo, que todo lo anterior define la razón de ser
El tema por mí escogido tiene por título de su existencia y la finalidad que la evolución
«SENTIDO, ESPIRITUALIDAD Y UNIVERSA- del hombre, a través de los tiempos, le ha asig-
LIDAD DEL ESTADO MILITAR», que bien po- nado para su propio desarrollo y superación.
dría llevar, como subtítulo, lo siguiente: «Visión En la acepción 3., se habla del alma como
de un civil sobre las instituciones castrenses». la parte esencial del hombre para percibir los
Sobre el tema aludido se me hizo notar que él objetos externos a él. Alma es un concepto muy
se enmarcaba en el plano filosófico, queriendo amplio, toda vez que en la lengua española se
expresar, tal vez, que no respondía a un criterio le asignan 18 interpretaciones, y una más, la
netamente militar. En parte podría ser cierto. 19, con un glosario de frases de uso común en
Pero mi intención es analizar el Estado Militar que «alma» es el sujeto principal. Sin entrar a
en lo que él es y vale, ya que, sinceramente, no las definiciones religiosas y filosóficas que tie-
me es dable hablar sobre táctica y estrategia, nen al alma como la parte esencial del ser hu-
ni de armamentos, su fabricación y uso. Por ello mano, escogeremos la 13. que afirma que el
he creído poder dar a conocer lo que, en mi alma es: «lo que da espíritu, aliento y fuerza a
fuero interno, con religioso convencimiento,veo alguna cosa...» En este caso, la «cosa» es el
lo que es el Estado Militar, su sentido de exis- Estado Militar, que, como veremos más ade-
tencia, su espiritualidad y su universalidad. Por lante, da espíritu, aliento y fuerza, constituyén-
tanto, ruego a ustedes concederme su compren- dolo en uno de los factores dinámicos e irreem-
sión y benevolencia, que tan necesarias me son plazable de toda sociedad.
en el curso de este compromiso. Y, sin más, paso El dinamismo que caracteriza al Estado Mi-
a darle cumplimiento litar emana de dos factores fundamentales, que
son la voluntad y la disciplina. La voluntad per-
1.- SENTIDO DEL ESTADO MILITAR mite al individuo asumir el Estado Militar como
vida propia. Y la disciplina es la consciente acep-
El diccionario de la lengua española, sobre tación de que su voluntad está condicionada a
el termino «sentido», da varias acepciones, de reglas invariables que determinan la acción.
las cuales, para el fin de esta disertación, he Esto parece contrariar el concepto de libertad
seleccionado las siguientes: «3. Cada una de que el civil, principalmente, tiene. Y aquel que
las aptitudes que tiene el alma de percibir, por defiende la Iglesia Católica como parte inaliena-
medio de determinados órganos corporales, las ble del ser humano, que es el «libre albedrío»
impresiones de los objetos externos.» «4. En- Pero, curiosamente, a mi juicio, nunca el hom-
tendimiento o razón, en cuanto discierne las bre es más libre que cuando toma decisiones
cosas.» «5. Modo particular de entender una que, aparentemente, coartan esa libertad o ese
cosa, o juicio que se hace de ella.» «6. Inteli- libre albedrío. Por el contrario, cuando la una o
gencia o conocimiento con que se ejecutan al- el otro se ejercitan al margen de la moral, las
gunas cosas.» «7. Razón de ser, finalidad». buenas costumbres o el respeto a lo espiritual
De acuerdo con estas definiciones podemos y a lo humano, ya el hombre no es libre, pues,
concluir que el alma percibe en un objeto exter- se convierte, sin que lo advierta, en prisionero
6 AHM
5. de antivalores que van socavando su persona- minado género de vida.» La vocación, enton-
lidad, dañando su mente y anulando su volun- ces, es la inclinación natural del individuo para
tad, carente del valor de la disciplina. encontrar camino que le permita realizarse y
Con estos términos he querido explicar la realizar, aún cuando no esté presente en este
visión que, como civil, tengo del Estado Militar. anhelo el factor material o económico como fi-
Pero, hay aún un motivo más para explicarlo nalidad.
como escuela de civismo. Parece curioso que Pero aclaremos. No todos tienen inclinación
sea escuela de civismo, término que general- determinada para encausar sus vidas. Hay quie-
mente se aplica como contrario a lo militar pero nes la han deseado con todas las fuerzas de
no olvidemos lo que el diccionario dice respec- su alma, y que por causas ajenas a su voluntad
to a él: «Civismo. Celo por las instituciones e no les fue dado realizarla. En toda su vida le
intereses de la patria.» Y ese es el pensamien- acompañará un sentimiento de frustración.
to de todo militar. Por ello, quién ha pasado por Otros creerán que el camino escogido era el
los cuarteles, sea por conscripción o que anhelaba. Para después concluir que se
profesionalmente, adquiere un concepto muy equivocó tomando como vocación lo que fue
definido sobre la vida ciudadana, y siempre ten- un entusiasmo pasajero. Y, por último, abundan
derá a aplicar, en la vida civil, los principios que aquellos que nunca tuvieron una vocación, sino
le fueron inculcados en la institución castrense tan sólo la secreta ambición de encontrar un
en que militó. Ya fuera de ella, sentirá más de medio de subsistencia, lo más ventajoso posi-
una añoranza, y recordará con gran afecto las ble en lo económico y lo social, sin tener en ello
experiencias vividas y las innumerables anéc- una causa espiritual.
dotas de las actuaciones propias o ajenas. En La vocación, por tanto, es un llamado ínti-
suma, el Estado Militar imprime carácter, y quién mo, persistente, irresistible, que empuja hacia
ha pasado por sus filas no dejará nunca de sentir la obtención de un género de vida que se sien-
que su espíritu sigue bajo el alero de «su» cuar- te como un bien. Un sacerdote me expresó que
tel. el sacerdocio era un llamado de Dios, que se
En resumen, el Sentido de la existencia del iba profundizando con más fuerza a medida que
Estado Militar es que constituye un factor irreem- se llenaba la tarea de servicio espiritual que éste
plazable en la estructura global de toda socie- conllevaba. Y que frente a las dificultades hu-
dad. El gobierno de una nación, sus poderes manas y los sacrificios que su función deman-
públicos, la actividad religiosa o social en toda daba. Dios daba los recusos espirituales que le
comunidad, el cuidado de la paz en lo interno, permitían desempeñarse con la fuerza y el tino
para que nada lo altere o lo desfigure, la defen- necesarios. No todos llegan a obispo, sólo al-
sa de la soberanía y de sus límites territoriales gunos a cardenal, y muy pocos serán Papa. Pero
en lo externo, descansan en la férrea estructu- todos son sacerdotes, todos ejercen el mismo
ra del Estado Militar, no siempre aceptado en ministerio, todos afrontan las mismss dificulta-
forma consciente, pero imposible de erradicar des, iguales incomprensiones, y no pocas y gra-
sin poner en grave peligro la existencia misma tuitas humillaciones, sin desconocer que más
de la nación. de alguno transgrede las normas disciplinarias
de la Iglesia, dando fe que el hombre es falible,
II.- ESPIRITUALIDAD a pesar de su condición y de su voluntad.
EN EL ESTADO MILITAR. He traído como ejemplo el caso del
sacerdocio por cuanto es el que aparece como
El hombre escoge, para realizar su existen- más inserto en la espiritualidad, como funda-
cia, ciertas actividades que le atraen con una mento de su razón de ser. Pero ésto no quiere
fuerza que él siente propia, y a la que no puede decir, ni mucho menos, que sea el único en que
rehuir. Hará todo lo que esté a su alcance para el espíritu del individuo lo empuje hacia una
conseguir enmarcar su vida en aquel estado a condición de renunciamiento, de esfuerzo y de
que aspira. El Diccionario de la Real Academia sacrificio, ajena a toda otra consideración de
Española, en su acepción 4, dice: «Inclinación egoísmo o personalismo. Como un ejemplo de
a cualquier estado, profesión o carrera».Y el ello, valga el caso de los bomberos, que lo son
Larousse expresa: «Inclinación natural de una en virtud de su inclinación de servicio a la co-
persona por un arte, una profesión o un deter- munidad, sin ninguna otra consideración que
AHM 7
6. no sea esa. Y lo hacen sabiendo y sintiendo que vió a esas mismas tropas a asaltar y tomar el
lo harán siempre hasta dar la vida si fuere ne- Morro de Arica, bajo el fuego incesante del ene-
cesario. Para el bombero, incluso, no hay un real migo y las minas que le defendían, hasta
reconocimiento publico, ni siquiera en los me- considerársele inexpugnable. Y la misma razón,
dios de comunicación. Recientemente, el Cuer- más que espartana, de los 77 soldados, y tres
po de Bomberos de Santiago condecoró ai se- mujeres que seguían a sus maridos, acampa-
ñor Director de Carabineros de Chile, General dos en el caserío de La Concepción, en la Sie-
don Manuel Ugarte. Pues bien, este acto, al que rra peruana, quienes lucharon hasta morir to-
asistió el Comando Superior de la Institución, dos. Recurro, en este episodio, a parte del rela-
no mereció la atención ciudadana, salvo 7 lí- to que sobre él hace don Gonzalo Bulnes en su
neas en un periódico. No fue bastante el hecho obra «Guerra del Pacífico». Dice de los 77 hé-
de que los protagonistas eran los miembros re- roes: «Los datos más exactos de la refriega son
presentativos de dos instituciones de servicio a que empezó a las 2,30 de la tarde del 9 (de
la comunidad, que velan constantemente por julio de 1892) y terminó a las 9 A M. del día
su tranquilidad y paz. siguiente. Los chilenos pelearon veinte horas
Es el caso también, de quienes visten el sin desmayar ni un momento ...El exterminio no
noble uniforme de nuestras Fuerzas Armadas. fue completo porque sobrevivieron cuatro hom-
Es el caso de todos aquellos que brindan o brin- bres y el subteniente Cruz, que volvieron a salir
daron su tiempo, su esfuerzo, su estóica volun- a la plaza, batiéndose con arma blanca y se
tad de servir en los lugares más alejados de los encontraron rodeados de una gran masa a la
suyos, o más inhóspitos. El desierto, la monta- que atacaron a la balloneta. Pasó el imberbe
ña, la zona agreste de aquella porción del terri- mancebo y sus gloriosos cuatro compañeros
torio, casi virgen, en donde la lluvia cae sin tre- por el medio de esa turba embravecida, dando
gua durante todo el curso del año, o en la sole- mandobles con la espada y con los rifles, y ba-
dad imponente, pero sobrecogedora, de las nie- rajando las lanzadas de los enemigos hasta que
ves de la Antártida. Como en el caso anterior, el oficial cayó derribado de un balazo con dos
no todos llegaran a Oficiales Generales, y sola- de sus acompañantes, y los dos restantes, los
mente uno entre varias promociones será el últimos sobrevivientes de la hecatombe, coro-
Comandante en Jefe o Director General. Pero naron el día con ia resolución de indomable valor
todos son militares, marinos, aviadores o cara- que se verá en la relación del Coronel Canto.
bineros. Todos llevarán el uniforme con el mis- Las mujeres fueron arrastradas desde el cuar-
mo amor y el mismo orgullo, no importando el tel, desnudas, a la plaza por la turba lujuriosa y
grado o condición bajo el cual prestan sus ser- soez y asesinadas y lo mismo que ellas sucum-
vicios. bió despedazado por las salvajes lanzas, el niño
nacido esa noche. Los cadáveres de todos los
Esa es la imposición del espíritu, lo que da
chilenos fueron despojados de sus ropas y
la fuerza para actuar y para soñar, porque, in-
mutilados por los indios y dejados botados sin
dudablemente, cada uno desearía ser un hé-
orejas, con el pecho abierto como animales
roe, y cada uno desearía regar con su sangre
sacrificados en un matadero; las mujeres en
el sagrado suelo patrio Es para lo cual se com-
posturas que la pluma se resiste a describir.»
prometió, con solo la fuerza de su voluntad.
Hasta aquí el relato del Sr. Bulnes.
La espiritualidad del Estado Militar imprime
carácter. Cada uno de sus miembros va adon- En lo expuesto, y en muchos otros actos de
de lo mandan y ejecuta las acciones que le dic- valor, encontramos encamada la espiritualidad
tan todo. Ello porque voluntariamente se impu- del Estado Militar.
so la tarea de ser soldado. Es la espiritualidad
que empujó a Prat a dar la cara al enemigo a III.- UNIVERSALIDAD DEL ESTADO MILITAR
sabiendas que «el combate es desigual». La
misma fuerza que llevó a las huestes chilenas Presencia del hombre en la tierra
a conquistar los farallones de Pisagua, que caen
verticalmente sobre el mar, y que nuestros sol- El hombre, cualquiera sea la vía por la cual
dados asaltaron a punta de uña, cargando su llego a habitar el planeta, tuvo un principio pri-
equipo y armas de combate bajo el fuego gra- mitivo. Pero el primer signo de autonomía de la
neado del ejército peruano. El espíritu que mo- especie fue la tendencia innata a la formación
8 AHM
7. de familia, su cohesión, su lucha por la que en cada uno hay una disposición innata a
sobrevivencia, y, particularmente, la de defen- «proyectar hacia fuera la vida de la cual tiene el
sa individual y colectiva del grupo humano. En sentimiento íntimo y en interpretar lo real en fun-
todo caso hay que aclarar que varios de estos ción de su vida». Esta característica es lo que
factores han sido y son propios de las otras ha producido la evolución del hombre hacia la
especies. Lo que le caracterizaría sería un es- civilización.
píritu de cuerpo más racional y permanente, lo Sin embargo, este «algo» que aparentemen-
que le permitió constituir grupos homogéneos te debió ser factor de unión total de la humani-
que trascendieron el tiempo. Sin embargo debo dad, ha actuado en forma negativa en las di-
dejar constancia de que la evolución del hom- versas sociedades que fueron formándose, y
bre ha sido y es analizada desde diversos án- por (abro comillas) «una ambición ávida, un
gulos y que hay sociólogos que en sus estu- apetito complejo -que se dirige preferentemen-
dios se preguntan si los salvajes de hoy son te ya a las riquezas del medio, ya a los recur-
primitivos o decadentes, si están todavía en la sos físicos o psíquicos que representan los ocu-
infancia o han vuelto a la infancia. Pero esto pantes- lanzan a los nómadas sobre los seden-
está dentro del campo de la Sociología, y no tarios, siembra querellas entre éstos, hace que
corresponde, por ahora, tratarlo en el decurso los unos expulsen a los otros, o los sometan y
de este trabajo. los exploten, o los absorban. El imperialismo es
En efecto, el hombre y sus núcleos familia- voluntad de acrecentamiento, voluntad
res fueron constituyendo la tribu, el clan, y con brutal....Es lo opuesto a la unión para la vida.
el tiempo el pueblo. Si bien en sus principios Henri Berr» -cierro comillas)
fue nómada, siempre buscando lugares apro- Sobre esta conformación sociológica fue de-
piados para su subsistencia, llegó un momento sarrollándose la sociedad. Desde el primitivo
en que se convirtió en sedentario al escoger Clan al Estado en forma, y de éste a los Impe-
lugares apropiados para desarrollar la vida co- rios. En cada etapa se advierte el acrecenta-
mún del grupo, fijándose el inicio de este siste- miento del poder, tanto personal identificado en
ma de vida en el momento en que inventó la el gobernante como en el imperial, que nece-
agricultura, o sea, la explotación del suelo para sariamente tuvo que sostenerse en la fuerza.
obtener su alimento. Para el caso, la fuerza militar.
Aquí podría fijarse el embrión de lo que pos- Aquí llegamos desde la primigenia necesi-
teriormente sería el Estado Militar. Si al comien- dad de defensa ante un enemigo atacante a la
zo tuvo que defenderse de fieras, de otros gru- agresión brutal del que ataca, invariablemente
pos humanos y de fenómenos naturales como del fuerte sobre el débil. Pero aclaremos, la de-
el fuego, el agua torrentosa, etc., al alcanzar el cisión en uno u otro sentido es de carácter po-
sedentarismo necesitó ingeniar y organizar lítico y no castrense. El primero toma las deci-
medios adecuados para obtener mayor efica- siones de Estado; el segundo sostiene la invul-
cia en la acción y concentrar mejor la fuerza nerabilidad de su nación.
colectiva para obrar. Podríamos entonces con- Esta presencia del hombre de armas en la
cluir que la acción militar tuvo su origen más en historia es lo que he denominado «la universa-
la necesidad de defenderse que de agredir. lidad del Estado Militar», por cuanto no hay rin-
Defender lo que ya habla adquirido valor intrín- cón del planeta en donde no se encuentre ese
seco para él y su comunidad, y lo que en el soporte de toda unidad nacional, como garan-
tiempo fue adquiriendo valor concreto, irrenun- tía de su sobrevivencia.
ciable en sentido de propiedad, aquello que Aquí se hace necesario hacer un somero
podía denominar '«propio», «mío» sentimien- análisis de los ejércitos que han dejado su hue-
tos que, al irse profundizando, fueron creando lla en la historia, e influido en alguna medida
«su naturaleza propia y sus leyes». en la conformación del ejército chileno, al que
nos referiremos después de ese examen.
Del Clan a los imperios
Ejército romano
Si bien es cierto que las sociedades están
conformadas por individuos, cada uno con sus Roma, uno de lo estados de la antigüedad,
propias e inalienables características, es por- se formó primitivamente por un asentamiento
AHM 9
8. humano que se estableció en to de generales ambicio-
el Palatinado, una de las sie- sos al final de la Repúbli-
te colinas que constituyen el ca y después de los em-
actual entorno urbano de la peradores romanos.
ciudad, y sobre las cuales fue En la Híspanla, se
extendiéndose con el correr conformó por los auxilia,
del tiempo. Su primera orga- los cohortes que era la
nización política fue la monar- infantería, y las alec o ca-
quía, con reyes latinos, ballería. A este conjunto
sabinos y etruscos . Cambió se le dió el nombre gené-
este sistema por la República rico de Exércitus
por el año 500 antes de Je- Hispánicus. Notable es el
sús el Cristo, y por el año 27 hecho de que los roma-
A. de C, A raíz del asesinato nos adoptaron en su ar-
de Julio César, advino el Im- mamento la gladius
perio. A esta altura, las peque- hispanus, o espada espa-
ñas tribus originarias habían aumentado demo- ñola, corta y de doble filo. Las fuerzas hispáni-
gráfica-mente, y la necesidad de espacio la cas siempre fueron parte importante de los ejér-
obligó a conquistar otras zonas para su citos romanos.
sobrevivencia. Esta expansión prosiguió por En base a este ejército y su organización
propia iniciativa o a causa de guerras con veci- Roma constituyó su Imperio, que abarcó, en el
nos. Así fue desde el siglo II A. de C. hasta el norte, desde la Bretaña ( hoy Inglaterra, con
476 d. de C, en que fue depuesto el último exclución de Escocia e Irlanda) hasta el Asia
emperador, Rómulo Augústulo por la invasión Menor, rodeando el Ponto Eukino; al Sur, toda
de los barbaros bajo el rey Odoacro. la parte norte de África, ribereña al Mar Medi-
Para consumar esta enorme expansión terráneo, con la más preciada de sus conquis-
Roma necesitó de una organización política, tas, junto con Grecia, del fabuloso Egipto; al
administrativa y militar eficiente y con metas este, con la Palestina, incluyendo Jerusalén, an-
definidas, que Roma supo mantener por largo tiguo centro religioso monoteísta, y Damasco,
tiempo. Columna vertebral de ello fue su bri- que posteriormente sería el centro del Imperio
llante ejército Árabe; y al Oeste, con el Océano Atlántico. Fue
En su origen fue un ejército de ciudadanos un imperio enorme para la época y la perma-
que no constituía profesión sino un deber. Al nente lucha en que siempre estuvo. Su mayor
comienzo estaba limitado solo a los patricios, importancia radica en que junto con conquistar
para, posteriomente, incluir a los plebeyos. Los territorios difundía la civilización que había crea-
más ricos formaban la Caballería, los demás la do en base a sus novedosas instituciones y
Infantería. En el siglo IV se les asignó una paga. cultura.
El mando del ejército lo ejercían por derecho
propio los cónsules. Las fuerzas se dividían en B) El Ejército Visigodo
legiones, pieza fundamental del ejército, cuyos
efectivos eran entre 4.000 a 6.000 hombres. Los visigodos, pueblo germánico del norte
Cada legión estaba constituida por 30 de Europa, por el siglo II antes de Jesús el Cris-
manípulos, cada uno de dos centurias. A la le- to, se desplazaron hacia el sur del continente
gión la comandaba un tribuno del que depen- en oleadas a veces espontáneas y otras empu-
dían los centuriones. Esta orgarnización, que jados por pueblos más poderosos, como el caso
fue la que tuvo el ejército romano al conquistar de los hunos, ante quienes, por el año 376 de
el imperio, con el tiempo sufrió modificaciones nuestra Era, tuvieron que atravesar el río Da-
que lo convirtieron en un ejército mercenario, nubio invadiendo el Imperio Romano, en el cual
con devoción personal al jefe, y fue instrumen- actuaron, alternadamente, como aliados o como
10 AHM
9. enemigos. En el año 410 Alarico I invadió Italia hibiciones y permisiones» obligatorias para todo
y saqueó Roma. En el 456 Teodorico II conquistó buen musulmán, una de las cuales era llevar
la híspanla venciendo a los suevos, también de adelante la «guerra santa» o deber de los so-
origen germánico, que anteriormente se habían beranos islamitas de imponer su religión a to-
asentado en la península. das las demás comunidades de la tierra. Esto
A pesar de esta conquista, se afirma que en explica la profunda expansión de este pueblo
la España visigoda el ejército no era un cuerpo en Asia, África y Europa.
armado permanente, salvo la Guardia Real. El
rey convocaba al ejército para una guerra exte- D) El Ejército Medieval
rior o para guardar el orden interno, convocato-
ria a la cual debían acudir los hombres libres y «En los Estados hispano-cristianos de la
los señores de grandes dominios, acompaña- Edad Media el ejército no constituyó un cuerpo
dos de sus siervos y clientes armados. «Los armado permanente y sólo se reclutaba y or-
godos poseyeron siempre, al parecer, cuerpos ganizaba cuando lo hacía necesario el estado
importantes de jinetes armados, pero la caba- de guerra, ya como consecuencia de un ata-
llería no fue su arma fundamental ni exclusi- que enemigo, ya cuando el príncipe llamaba a
va.» Un autor afirma que España debe a los las armas para emprender una expedición o
visigodos el sentimiento de su unidad, que ha- campaña militar de ofensiva.» La milicia real,
bría de manifestarse durante la Reconquista, mesnada, era cuerpo permanente como comi-
contra el Imperio Árabe. tiva armada del rey. En el siglo XI ya hubo tro-
pas permanentes de mercenarios, naturales del
C) El ejercito árabe país o extranjeros. El servicio militar así conce-
bido era «un deber general que obligaba a to-
Conquistada España por los árabes la or- dos los subditos con aptitud física para el ma-
ganización militar, en su comienzo, fue similar nejo de las armas,...»
a la del Califato de Damasco, del cual provenía La obligatoriedad de prestar el servicio mili-
histórica y culturalmente. Su base era de ca- tar durante la Edad Media tuvo variados mati-
rácter feudal, con obligación de prestar servicio ces, especialmente en cuanto a los lazos que
militar al llamado del gobieno central. Con el unían a los señores y nobles con el rey o de
tiempo varió este sistema reemplazado por «dis- quienes eran feudatarios. Dicho servicio se re-
tritos militarizados», y sólo en el siglo X se creó gía con modalidades propias en el reino
«el ejército permanente, a sueldo, dotándolo de asturleonés, en Navarra, en Aragón o Catalu-
equipos militares adecuados e instalando los ña, de acuerdo al sistema feudal imperante. La
primeros depósitos de armas.» Además se or- convocatoria correspondía al rey o a los gober-
ganizaron cuerpos de mercenarios, formados nadores de los distritos. El ejército real se com-
casi en su totalidad, por esclavos. ponía de milicia o mesnada del monarca, al
Durante el califato cordobés la organización mando del Alférez Real, que llevaba el estan-
de las tropas en campaña era la siguiente: «Un darte regio y de las tropas de condes y potesta-
cuerpo de 5.000 hombres era mandado por un des seguidos de sus propias mesnadas. Al ejér-
general, con el título de AMIR; este cuerpo de cito real lo mandaba el rey personalmente, y en
ejército se subdividía en cinco contingentes de la Baja Edad Media este mando fue delegado
1.000 hombres, cada uno de ellos mandado por en un caudillo o capitán, luego en un condesta-
un QA'ID; cada uno de estos contingentes se ble; en Cataluña un senescal, en Navarra un
distribuía en cinco grupos de 200 hombres, cada mariscal, y bajo los Reyes Católicos el ejército
uno a las órdenes de un NAQIB; el grupo se fue dividido en «coronelías o escuadrones»
subdividía en cinco secciones de 40 hombres, mandadas por un coronel. Las coronelías se
... y cada sección se distribuía en cinco escua- tomaban por «compañías o capitanías» de 500
dras de ocho hombres, al mando de un NAZIR. hombres al mando de un capitán.
El fuerte sentimiento de conquista y anexiones
que distinguió a los árabes, estuvo, especial- E) El Ejercito español
mente, en la doctrina político-religiosa que im-
puso Mahoma, ya que en el Corán, libro sagra- «El ejército español en la Edad Moderna
do del Islam, se detallan «las obligaciones, pro- acusa en su composición e incluso en su es-
AHM 11
10. tructura técnica un reflejo del nuevo sistema sistencia, pero terminaron por aceptar el domi-
político introducido por los Reyes Católicos y nio del invasor, que trasladó su idioma, religión,
desarrollado por los monarcas sucesivos, asen- leyes y costumbres a los inmensos territorios
tado sobre el absolutismo y la centralización.» conquistados.
Todo el aparato estatal, incluido el militar, pasó El conquistador español encontró en este úl-
a la dirección inmediata del monarca. Se aca- timo rincón del mundo no una resistencia, sino
baron las milicias señoriales, municipales y una guerra abierta, que nadie pensó, en su tiem-
otras, como cuerpos autónomos e independien- po, que duraría cuatro siglos. Fue epopéyica, y
tes, lo que fue la base del ejército moderno, que sin piedad por ninguna de las partes.
en su comienzo fue de voluntarios mercenarios, Don Pedro de Valdivia llegó a Chile en 1591,
españoles o extranjeros. Los primeros no tenían fundando a Santiago de la Nueva Extremadura
límites en su servicio, y a él llegaban «hidalgos el 12 de Febrero de ese año. Después de orde-
de vida airada y cortos haberes»... «hijos de nar al alarife Pedro de Gamboa el diseño de la
nobles, y aún caballeros de órdenes militares. novel ciudad, organizó un Cabildo para el go-
Muchos se enrolaban «en busca de gloria o bierno de ella y nombró a los dos primeros al-
aventuras, «y segundones de casas señoriales, caldes, que fueron Francisco de Aguirre y Juan
que... buscaban fortuna en el ejercicio de las Dávalos Jufre. Organizada la naciente ciudad,
armas. Los alistados extranjeros se reclutaban política y administrativamente, Don Pedro em-
por períodos fijos. prendió la marcha hacia el Sur para consolidar
En el siglo XVI las coronelías fueron reem- su conquista hasta los límites posibles. Fundó
plazadas por los tercios, compuestos de varios fuertes que servían de atalaya a fin de
piqueros, arcabuceros y mosqueteros al man- vigilar los movimientos de los araucanos. Esa
do de un «Maestre de Campo». A los tercios se campaña le llevó tiempo y esfuerzos duros, pro-
les sustituyó por «regimientos» con armamen- pios del carácter y de la reciedumbre de su gen-
to de fuego y cuyos jefes eran denominados te. Pero estaba escrito que junto a las ruinas
«capitanes generales». Pero desde el siglo XVIII del fuerte de Tucapel se diera un combate des-
las denominaciones jerárquicas fueron: «Capi- igual por el número de los atacantes, en el cual
tán General, Teniente General, Mariscal de perecieron todos los hispanos, incluso don Pe-
Campo, Brigadier, Coronel, Teniente Coronel, dro de Valdivia.
Comandante, Sargento Mayor, Ayudante Ma- Hay un pasaje en esta batalla que da una
yor, Capitán, Teniente y Subteniente. Estas de- visión del temple de los hombres de ese tiem-
nominaciones se han modificado en el tiempo. po. Cuando ya era evidente el desenlace fatal
Con esta breve exposición hemos llegado, de la contienda, don Pedro, a voz en cuello lan-
por fin, a la parte sustantiva de este trabajo, que zó una pregunta de respuesta imposible: «¡Ca-
es decir algo sobre balleros!, ¿que haremos?» Tal vez buscando
una huida salvadora. A lo que el capitán
El Ejército Chileno Altamirano respondió, iracundo: «»que quiere
vuestra señoría que hagamos, sino que pelee-
Cuando actualmente vemos desfilar a nues- mos y muramos?» En efecto, todos quedaron
tros soldados, con una gallardía que la senti- en el campo de batalla.
mos propia de la raza, en nuestras mentes, y Algo mas de tres siglos después, en la se-
puede decirse en nuestra cultura, pensamos rranía peruana, un pequeño grupo de soldados
que ese glorioso ejército nació en las gestas de chilenos, ante una masa de más de 2000 se-
la independencia de la Patria. Son muy pocos rranos sedientos de sangre, también entraron
los chilenos, en el estrato común, al margen de a la historia con el nimbo de la heroicidad cum-
clases sociales, que conocen que nuestro Ejér- pliendo el «¿que haremos, sino que peleemos
cito tiene una antigüedad mayor. y muramos?»
En efecto, debe recordarse que Chile, con- Tucapel significó que la guerra era sin cuar-
juntamente con las demás naciones hispano- tel y sin límite en el tiempo. La conquista de
americanas, y Brasil, es producto de una inva- Chile fue la mas costosa para España, en hom-
sión, por conquista, de parte de dos naciones bres y en dinero, hasta el punto que un rey se
europeas: España y Portugal. Los naturales de quejó manifestando que Chile le había consu-
estas tierras, salvo Chile, ofrecieron alguna re- mido los mejores tercios de Flandes. Pero tam-
12 AHM
11. bién debe aceptarse que los miembros de nues- 9 de Febrero de 1601. Antes le habían antece-
tras FF.AA. están hechos de un temple en que dido, después de la muerte de don Pedro de
se revela la mezcla de un mestizaje fuerte, duro, Valdivia, ocho gobernadores, además del esta-
indiferente al peligro y con un cierto desprecio blecimiento de la Real Audiencia, y todos ha-
ante la muerte. Es la conjunción del carácter bían fracasado en la guerra de Arauco, con im-
hispano con la fuerza y estoicismo del primitivo portantes pérdidas en vidas y hacienda. La cau-
habitante de estas tierras, que puso una barre- sa más notoria de este resultado era el pobre
ra infranqueable al ejército expansionista del estado de las fuerzas españolas, formadas por
Imperio Inca y sostuvo una guerra implacable «unos cuantos soldados casi desnudos y des-
de 4 siglos contra España. Historiadores espa- armados», desorganizados, sin un sentido de
ñoles afilman que: «En Chile la resistencia disciplina y con ausencia de un plan de guerra
araucana mantuvo durante... siglos un estado que permitiera hacer frente a la guerra con bue-
de guerra permanente y de inseguridad; la lu- nas probabilidades de éxito.
cha continuó con pocas interrupciones, corta- Junto con pedir mayores refuerzos al rey,
das por breves paces, y hubo que mantener cambió la táctica empleada hasta entonces por
constantemente tropas u obligar a los colonos los españoles, que consistía en dotar a los di-
al servicio militar para hacer frente a las irrup- ferentes fuertes y ciudades fundadas de guar-
ciones indias, al punto de que por el estado de niciones que resultaban insuficientes ante el ata-
guerra permanente se calificó a Chile de que araucano. Esta dispersión de las magras
«Flandes indiano» y los gobernadores eran ge- fuerzas disponibles no permitieron consolidar
nerales veteranos de las guerras europeas, con la conquista, y al revés, se estuvo en constan-
abundantes servicios....el indio siguió siendo te peligro de perderlo todo.
acérrimamente apegado a sus formas de vida Don Alonso, militar experimentado, impuso
y rechazó la cultura europea y cristiana. Fue disciplina y tomó las medidas necesarias para
Chile así un «país de fronteras», con sus con- convertir una tropa desorganizada y sin espíri-
secuencias, formándose una población colonial tu militar en un ejército permanente, con orden
belicosa, enérgica y decidida.» en los campamentos, alimentación y vestuarios
Pero avancemos en el tiempo. Estamos en adecuados, cuidado de los animales y sus en-
1599, año en que el rey Felipe III nombró go- seres, armamento apropiado para la guerra in-
bernador y Capitán General de Chile a Alonso terminable que daban los aborígenes, y, en
de Ribera, distinguido militar con sendos servi- suma, hacer del ejército que soñaba un cuerpo
cios a la corona, entre los que destacan su ac- similar a los tercios de Flandes.
tuación en la toma de Maestricht, el asalto a Tiempo y grandes esfuerzos costó a don
Amberes, integrante de la Armada Invencible, Alonso conseguir su propósito. Sus cartas al rey,
combatiente en el ejército del celebre Alejan- los informes que le daba sobre la guerra y los
dro Farnesio, duque de Parma, en la toma de la pocos medios con que se contaba, dieron por
plaza fuerte de Corbeil; fue herido en el asalto fin el resultado esperado. En efecto, en Enero
a la plaza de Chapelle; se destacó en el ataque de 1604, Ribera recibió la noticia de que el rey
de Chatelet; en el de Dullens, donde fue herido; Felipe III «había determinado que en Chile se
en el ataque a Cambray, y estando en las tro- mantuviese un ejército permanente de mil qui-
pas del Cardenal Archiduque Alberto, goberna- nientos hombres.» Por fin «el ejército regular y
dor de los Países Bajos, estuvo en el sitio de permanente nacía en Chile.»
Calais. En Flandes lucho en el asalto de Huist y Los historiadores están de acuerdo en que
en la defensa de Amiens fue nuevamente heri- el creador del ejército chileno es el gobernador
do en una pierna. Por último, el Cardenal don Alonso de Ribera. De ahi en adelante este
Archiduque lo distingue con el rango de Sar- ejército estaba destinado a escribir gloriosas
gento Mayor, al mando de uno de los tercios de gestas, durante la Colonia y después en nues-
la infantería española. A esta altura, recomen- tra vida independiente. De España, donde sir-
dado por el duque de Fuentes, el rey Felipe III vió, llego a Chile don José Miguel Carrera como
le nombra gobernador y Capitán General de Sargento Mayor. De gran provecho para la cau-
Chile. sa patriota fue la formación recibida en la
Era, por tanto, un hombre de gran valer el península. Con la independencia no nació nues-
nuevo gobernador, quien llegó a Concepción el tro Ejército. El ya estaba desde 1604 y muchos
AHM 1 3
12. de sus efectivos fueron la base del bando pa- como la de Peteroa. Pero la Caune lo fue para
triota que luchó en los campos de Chacabuco y Villagra, ya que en ella murió el toqui Lautaro.
Maipu, explicable por el mayor número de crio-
llos que formaban en el ejército real.
Campañas entre los años 1557
hasta la Guerra de la Independencia
Campañas del Ejército de Chile
desde 1604 a 1884 En este largo período prosiguió la guerra de
Arauco, con diferentes éxitos y fracasos por
A través de este estudio puede afirmarse que ambos bandos. Pero pese a ello la colonización
el Ejército de Chile tiene dos etapas claramen- siguió su marcha ascendente, con la creación
te identificables. Hemos visto que su fundación de nuevas ciudades y avances en el campo
data del mes de Enero de 1604. Era el Ejército social y económico, fortalecimiento del fervor
de Chile que hacía frente a la mas dura e indo- religioso con la llegada de órdenes monásticas
mable resistencia del pueblo araucano, inédita varias, y en cuanto al ejército, mayores contin-
en los anales de la dominación española en gentes y mejor armamento. Y varios parlamen-
América. Y la otra, realmente desde el 5 de Mayo tos y paces con los araucanos, que eran rotos
de 1818. Cuando el poder español fuera abati- en la medida que éstos se rehacían del natural
do en los campos de Maipú por el naciente ejér- agotamiento de tan larga guerra. Sin embargo,
cito patriota chileno, que ya había dejado escri- cabe mencionar la campaña de don García Hur-
tas en las páginas de la historia brillantes éxi- tado de Mendoza enfrentando al toqui
tos y dolorosos fracasos. Caupolicán, la reconstrucción de Tucapel y la
La finalidad de este trabajo no permite una fundación de Cañete, el horrible martirio de
relación exhaustiva de la actuación de ambas Caupolicán. En la gobernación de don Martín
etapas de este ejército de Chile. Por tanto, solo Oñez de Loyola la fundación de varios fuertes,
puedo hacer un resumen de las diferentes cam- la elección del cacique Pelentauro como toqui,
pañas que se llevaron a cabo en más de tres la ofensiva que este jefe indio dispuso contra
siglos de permanente guerra. Para ello, me he las fuerzas españolas, el combate de Curalaba
apoyado en la obra del señor General don con la muerte del gobemador Oñez de Loyola,
Agustín Toro Dávila, intitulada «Síntesis históri- y la destrucción de los fuertes de Longotoro,
co militar de Chile.» Por orden cronológico, son: Santa Cruz, Valdivia, Osorno, Villarrica e Impe-
Campañas de Pedro de Valdivia, cuyos prin- rial. En plena acción de Pelentauro fue que lle-
cipales hechos fueron la primera expedición ma- gó a Chile el gobemador don Alonso de Ribera,
rítima con los buques: «San Pedro» y de quién ya nos referimos anteriormente.
«Santiaguillo», comandado por el marino ge- De aquí, hasta la guerra de la independen-
novés Juan Bautista Pastene; fundación de Con- cia, la guerra de Arauco siguió un curso
cepción el 3 de Marzo de 1550; fundación de zigzagueante con resultados alternativos para
las ciudades Imperial, Villarrica, y Valdivia, ade- ambas partes, en que destacan las campañas
más del fuerte Tucapel. En este último tuvo lu- del toqui Lientur, mestizo que vivió entre los
gar la batalla en que muño el mismo don Pedro españoles como sirviente. Interesante es ano-
junto con sus hombres. tar que ya a esa altura los araucanos, con am-
El general Toro abre un capítulo que deno- plio sentido militar, tenían infantería y caballe-
mina «Campañas de Lautaro» como derivación ría, lo que hacía que la lucha fuera muy distin-
natural de la derrota y muerte de Valdivia, que ta a como lo fue en los inicios de la guerra, dis-
el célebre toqui emprendió contra las fuerzas posición táctico-estratégica que se empleó en
españolas, esta vez comandadas por Francis- la batalla de Cangrejeras, con amplio triunfo de
co de Vinagra, sucesor de don Pedro, y señala Lientur. Posteriormente siguieron varias otras
como los hechos principales la batalla de campañas con tratados de paz entre ambos
Marihueño y las acciones de Peteroa y Caune, bandos, que eran rotos por sucesivos levanta-
además la reconstrucción de Concepción, que mientos de los araucanos. En ellas destacan el
los araucanos no se demoraron mucho en des- capitán Juan de Salazar, por el ejército real y el
truir una vez más. mestizo Alejo por el de Arauco.
Marihueño fue una victoria de Lautaro, así
14 AHM
13. Escena de la
Guerra de Arauco,
en Aguadas del
Cautiverio Feliz de
Francisco Núñez de
Pineda y Bascuñán.
Guerra ternativamente el de Carre-
de la Independencia ra por Bernardo O'Higgins
y nuevamente de éste por
En Septiembre de aquél, todo debido a situa-
1810 se constituyo una ciones de inestabilidad
Junta de Gobierno para política en la conducción del
administrar el Reyno país desde Santiago. Así
mientras durara la prisión del rey de España llegamos, en este somero examen, al sitio y de-
don Fernando VIl, prisionero del Emperador sastre de Rancagua, que fue decisivo en la rui-
Napoleón Bonaparte, que había puesto en el na de la causa patriota.
trono español a su hermano José. Esta Junta, Conocido es el éxodo de los patriotas que
oficialmente manifestaba su lealtad al legítimo pudieron atravesar la cordillera buscando refu-
monarca, y no estaba en sus planes propiciar gio en Mendoza. También cómo el General don
la independencia del país cortando los lazos que José de San Martin, trabajaba en Buenos Aires
lo unían a la metrópoli. Sin embargo, había ele- en el proyecto de atacar el dominio español en
mentos que sí manifestaban sus deseos sepa- el virreynato del Perú, por considerársele el cen-
ratistas. Estos, por fin triunfaron y se terminó tro del poder hispano en América del Sur. Cómo
por establecer un gobierno de corte republica- se hizo nombrar gobernador de Cuyo, dado que
no, totalmente autónomo de España. una acción desde Chile era más ventajosa que
Por supuesto, esto trajo la reacción de Es- desde el Alto Perú, y desde allí preparar el ata-
paña, cuyo primer acto fue enviar a Chile un que al virreynato trás la liberación chilena.
ejército con la misión de devolver al rey un do- La llegada a Mendoza de los patriotas ven-
minio que era suyo. A cargo de esta expedición cidos en Rancagua fue un gran refuerzo para
venía el brigadier Antonio Pareja, con un ade- sus planes. De allí, hasta todo lo consignado
cuado disposito militar. Con esto se iniciaba la en la historia, lo hemos conocido desde la in-
Guerra de la Independencia, tema que ha sido fancia en nuestra educación escolar, y para al-
extensamente tratado por historiadores chile- gunos por nuestro culto a la ciencia de la histo-
nos y españoles. ria. Frescas, a pesar del paso del tiempo, están
De la campaña de Pareja cabe destacar el las batallas de Chacabuco y Maipú y la restau-
mando superior del ejército patriota por el Ge- ración de la libertad nacional.
neral don José Miguel Carrera. Las acciones
más importantes fueron: la sorpresa de Yerbas Campañas del Chile republicano
Buenas sobre las fuerzas realistas, considera-
da como la primera victoria patriota en el cam- En este capítulo he puesto especial interés
po de batalla; de aquí en adelante se suceden en hacer resaltar el hecho de que Chile nunca
numerosas acciones de combate y frecuentes utilizó a sus fuerzas armadas, especialmente
reemplazos en los comandos en jefe de ambos su Ejército, en guerras de agresión o conquista
ejércitos, los más importantes en el patriota, al- territorial. Cada vez que nuestra Patria se vio
AHM 1 5
14. envuelta en una conflagración, lo fue empuja- referente al gobierno de los Estados». Este con-
do a ella, sea por reafirmar el principio de res- cepto fue el que tuvo el gobiemo chileno ante la
peto a tratados que obligaban a las partes, o acción del mariscal y político boliviano Andrés
por geopolítica, como lo veremos más adelan- de Santa Cruz Calahumana, -hijo de español y
te. de la cacica de Huarina María Calahumana- de
reconstituir el virreinato del Perú, para lo cual
Campaña Libertadora del Perú. estableció, con el apoyo de políticos peruanos,
la gran Confederación Perú-Boliviana, de la que
se declaró protector.
Podría decirse que la primera incursión béli-
ca hacia el exterior fue esta acción de guerra, Gobernaba a Chile el General don Joaquín
Prieto, que entre sus más cercanos colabora-
cuyo objetivo fundamental era consolidar la in-
dores estaba el ministro don Diego Portales
dependencia de Chile y del entorno hispano-
Palazuelos. Convencidos Prieto y Portales del
americano. Esta campaña tuvo significativos
peligro inminente que esa confederación signi-
resultados que pueden resumirse en que Chile ficaba para Chile, se declaró la guerra a Santa
la inspiró, organizó y realizo por sí solo, lo que Cruz y se organizó una fuerza militar cuya pri-
da una visión exacta del carácter del chileno en mera expedición en territorio peruano estuvo al
cuanto a la respuesta que da a los problemas mando del General don Manuel Blanco Enca-
que se presentan a la nación, y las afronta con lada. Después de acciones de guerra como la
resolución y renunciamiento. Hay que tomar en toma de Arequipa, estando el General Blanco
cuenta que un Estado en ciernes como era Chile falto de recursos para proseguir la campaña,
tras la guerra de la independencia, carecía de se firmó un tratado en Paucalpata que, en sín-
los medios necesarios para una misión de esa tesis, establecía que Chile reconocía a la Con-
envergadura. Y sin embargo la hizo. Dió naci- federación Peru-Boliviana, y se retiraba de Perú
miento a nuestra escuadra nacional, cuna de el Ejército Restaurador. Este tratado fue desco-
nuestra gloriosa Marina de Guerra, supo em- nocido por el gobierno chileno, y ante la
plear los servicios de insignes hombres de ar- indignación popular, se organizó una segunda
mas como don José de San Martin, que tan Expedición Restauradora, que esta vez estuvo
destacada actuación tuvo para nuestra propia al mando del General don Manuel Bulnes Prie-
independencia; del ilustre marino ingles Lord to. Las acciones de esta expedición se caracte-
Thomas Cochrane, Conde de Dundonald, que rizaron por una concepción táctico-estratégica
realizó proezas increíbles en el cumplimiento diferente a la anterior y con medios humanos y
materiales más adecuados. Inmediatamente
de la misión que el gobierno chileno, del Capi-
después del desembarque, Bulnes inició las
tán General don Bernardo O'Higgins Riquelme,
acciones de guerra, ocupó Lima, se combatió
le encargara en el Perú, sustentado en la va-
en el Cerro de la Sierpe, se libró el Combate de
lentía, capacidad y heroísmo de la bisoña mari- Matucana, y en el mar el Combate naval de
nería chilena, comparable a la de cualquier na- Casma, con el que se consiguió el dominio
ción del mundo desarrollado de la época, como marítimo; y por último, la batalla decisiva de
el mismo lo reconoció a raíz de sus éxitos. Esta Yungay sobre el río Ancach, afluente del río
página de nuestra historia ha sido extensa y Santa. La victoria en esta batalla marcó el tér-
documentadamente tratada por prestigiosos his- mino de la guerra, la destitución y destierro de
toriadores y círculos académicos, en la que ha Andrés de Santa Cruz y la restauración de la
quedado impresa la aguerrida actuación de soberanía de Perú bajo la presidencia del ge-
nuestro ejército libertador en suelo peruano neral Gamarra.
Guerra La guerra con España
contra la Confederación Perú-Boliviana
En el carácter chileno hay mucho del Quijo-
Este es uno de los episodios más agudos a te y poco de Sancho. Me refiero a que siempre
que tuvo que hacer frente la República de Chi- ha vivido en la ilusión de que todos somos bue-
le, y se inserta específicamente en el concepto nos mientras no se pruebe que somos malos,
de geopolítica como «arte, doctrina u opinión tendencia que ha primado sobre el sentido prác-
1 6 AHM
15. tico en la acción. En nuestra historia hay mu- mente en Chile, reacciones extremas en contra
chos ejemplos de esta inclinación del carácter de España, llegándose en un periódico llama-
chileno, que han costado al país perjuicios irre- do «San Martin», a proferir los más groseros
parables. A mi modesto juicio, una de las doc- insultos contra la reina Isabel II. Gestiones
trinas que más daño nos han hecho es la del diplomáticas y del Congreso Americano de Lima
llamado iberoamericanismo, del cual Chile ha no obtuvieron resultado alguno para detener el
hecho casi una religión, de la cual las demás conflicto. Al contrario, España habla reforzado
naciones del continente aprecian como un es- su escuadra con otros 3 buques, «el Villa de
logan sin que por modo alguno la hagan primar Madrid» y las fragatas «Blanca» y «Berengue-
sobre sus reales conveniencias nacionales. la», y reemplazado al Almirante Pinzón por el
La guerra con España es uno de estos ejem- General José Manuel Pareja. Vino un período
plos. Chile nada tenía que ver en el conflicto de tensas comunicaciones en que España re-
suscitado entre ese país y Perú. Ni intereses criminaba y Chile respondía, pero sin conse-
económicos, ni territoriales o de cualquier otro guir otra cosa que la efervecencia popular cre-
orden, justificaban la intervención chilena a fa- ciera hasta términos incontrolables. Por fin el
vor de uno de los bandos y en contra del otro. gobierno chileno, autorizado por el Congreso
La independencia de Chile había sido recono- Nacional, declaró la guerra a España el 25 de
cida por España el 25 de Abril de 1844, «como Septiembre de 1865.
nación libre, soberana e independiente... Des- Esta guerra fue esencialmente marítima,
de el desierto de Atacama hasta el Cabo de pero en este aspecto Chile no podía tener si-
Hornos y desde la cordillera de Los Andes has- tuación más desventajosa, pues poseía solo un
ta el mar Pacífico, con el archipiélago de Chibé buque de guerra, la corbeta «Esmeralda», vie-
y las islas adyacentes a la costa de Chile. Y su jo y mal equipado, con un armamento insufi-
Majestad renuncia, tanto por sí, como por sus ciente y una escasa tripulación. La comandaba
herederos y sucesores, a toda pretención de don Juan Williams Rebolledo, quién hacía lo que
gobiemo, dominio y soberanía de dichos paí- estaba a su alcance, siempre cumpliendo or-
ses.» denes del gobierno que estaban dictadas más
Las causas del conflicto hispano-peruano se por la presión bélica popular que por la reali-
remontaron al año 1853, y han sido analizadas dad propia de una guerra sin sentido. Por su
por destacados historiadores. parte, la poderosa escuadra española del Al-
Desde 1853 a 1864 ocurrieron en Perú di- mirante Pareja hacia imposible una guerra en
versos acontecimientos, que mirados con la regla, ni por Perú ni por Chile.
perspectiva del tiempo aparecen de importan- Sin embargo ocurrió lo que el jefe español
cia menor, pero que entonces adquirieron di- no podía aceptar, dada su superioridad naval y
mensiones insospechadas. Es indudable que la pobreza de medios de Chile. El 26 de No-
España no tenía intenciones de reconquista, viembre el Capitán Williams Rebolledo avistó
sino exigir de Perú diversas satisfacciones por al buque español «Covadonga», y sin pensarlo
incumplimientos y ofensas largo de enumerar, dos veces decidió atacarlo. Un hecho curioso
y para ello se dispuso la ocupación de las islas se produjo en este combate. Mientras la artille-
Chinchas por una escuadra española manda- ría de la «Covadonga» erraba sus tiros, la de la
da por el Almirante Pinzón, en resguardo de in- «Esmeralda», con certera puntería, causaba al
tereses hispanos relacionados con el comercio buque español destrozos tan serios que la obli-
del guano, del que eran fuertes compradores. garon a rendirse. Era un resultado casi imposi-
Ello desato la la fase bélica del conflicto. A eso ble, pero que trajo consecuencias ingratas para
se unió la acción de países europeos, especial- la posición peruana. El Almirante Pareja se sin-
mente Francia y Austria, de establecer en Méxi- tió responsable por lo acontecido y el mal re-
co como Emperador al archiduque austríaco sultado de su política frente a Chile, y el 30 de
Maximiliano de Habsburgo, y la anexión fran- Noviembre se suicidó con un tiro en la sien.
cesa de la Isla de Santo Domingo, hoy Repúbli- Su sucesor fue el almirante Casto Méndez
ca Dominicana. Las islas Chinchas fueron ocu- Núñez, hombre de fuerte carácter, que deseo-
padas por Pinzón el 10 de Abril de 1864. so de obligar al gobierno chileno a dar satisfac-
Estos sucesos, eslabonados unos a otros, ción al español por los ultrajes inferidos y el
produjeron en los países americanos, especial- peligro de que Chile empleara torpedos para
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16. hundir su escuadra, resolvió el bombardeo de En lo que se refiere a Chile, como siempre ha
Valparaíso, que lo llevó a cabo el día 30 de sucedido en este país, la endémica falta de re-
Marzo, Sábado Santo, acción que duró tres cursos para mantener la defensa nacional sor-
horas, dejando al puerto en ruinas. prendió a la nación con una fuerza naval inci-
La «Esmeralda» y la «Covadonga», años piente, que se componía de tres corbetas muy
después protagonizarían, juntas, la página más anticuadas, buques secundarios como la «Es-
brillante de nuestra Armada chilena. meralda» y la «Covadonga» que no servían más
allá de un apoyo logístico o de bloqueo, y en
La Guerra del Pacífico ningún caso para un combate en regla. El Perú,
en cambio, contaba con el buque más podero-
Máxima acción guerrera del Ejército y de la so de Sudamerica, el «Huáscar», el blindado
Marina de Guerra de Chile, y testimonio «Independencia» y otros barcos que hacían a
invaluable de la razón de Estado que inspiró a la Armada peruana muy superior a la chilena.
los gobemantes de la nación de esa época. Las Bolivia no tenía marina, un argumento más para
causas lejanas y actuales del conflicto han sido rebatir la presencia soberana de ella en el lito-
largamente analizadas por historiadores capa- ral oceánico. En cuanto a las fuerzas terrestres,
citados. Para el objeto de este trabajo sólo cabe en el inicio de la guerra Chile tenía 3 batallones
establecer que el conflicto tuvo su raíz en la de línea, 1 escuadrón de Cazadores a Caballo,
defensa de los compromisos entre Estados con- 1 batallón de artillería de manna, y 1 compañía
traídos por Chile y desconocidos por Bolivia, de artillería de campaña. Para la campaña de
en que estaban envueltos también elementos Tarapacá, Perú tenía...un ejército de aproxima-
geopolíticos, en razón de la pretensión bolivia- damente 7.500 hombres en seis divisiones; y
na de ejercer autoridad plena sobre territorios Bolivia uno de 4.500 hombres en cuatro divi-
lindantes al Océano Pacífico, que nunca cons- siones.
tituyeron parte de su geografía, ni en el Las hostilidades comenzaron con la ocupa-
virreynato del Perú ni en la Audiencia de Char- ción de Antofagasta. El curso de la guerra estu-
cas y ni tampoco en la creada república de Bo- vo jalonado por una sucesión de hechos
livia. La presencia de ésta en dicho litoral fue heróicos por ambos combatientes. No hay que
solamente consecuencia de una concesión ge- descalificar el valor y valer del enemigo. Ellos
nerosa de Chile sobre la base exclusiva de in- hacían lo suyo y trataron de hacerlo bien, sien-
tereses económicos, mediante la cual ambas do la peor deficiencia peruana la falta de coor-
naciones acordaron un modus vivendi entre los dinación del mando, además de la composición
paralelos 23 y 25 para la concesión y explota- de su ejército racialmente considerada. De Bo-
ción de las guaneras y minerales allí existen- livia poco se puede decir, pues pronto abando-
tes, cuyos capitales principalmente eran chile- nó la lucha y dejó a Perú solo afrontándola, en
nos. Bolivia, bajo la presidencia del general circunstancias que no había sido el instigador
llarión Daza adoptó medidas del todo ajenas al principal del conflicto, pero que era responsa-
espíritu y la letra de los tratados y dispuso nada ble del tratado secreto antes indicado.
menos que el remate de las salitreras, sobre Los chilenos se impusieron por su mejor
las cuales no tenía dominio de propiedad algu- composición étnica, por su experiencia ances-
no. Esto, más otras causas de tanta o mayor tral de tres siglos de guerra en Arauco, la que
relevancia fueron las que obligaron a Chile a tuvo que seguir manteniendo junto con la cam-
declarar la guerra a Perú y Bolivia. El hecho de paña del Norte. Además, la voluntad individual
que lo fuera también a Perú se explica por el del chileno de hacer frente a las contingencias
descubrimiento de un tratado secreto de alian- inesperadas que se le producen, y que en este
za entre ambas naciones, que las comprometía caso lo hizo con total desapego a lo personal y
a actuar unidas contra Chile en cualquier caso material, a lo cada individuo renunciaba en de-
bélico. fensa de la Patria.
Lo que siguió es el curso de una guerra que Esta guerra comenzó en el año 1879 y prác-
duró más de cuatro años, y que costó a las tres ticamente terminó en Enero de 1881 con la ocu-
repúblicas grandes sacrificios humanos y eco- pación de Lima por el General Baquedano y su
nómicos, cuyos resultados todavía son fuente ejército. Sin embargo, prosiguió una guerra de
de desunión y polémica política y diplomática. guerrilla en la Sierra hasta el año 1883 con la
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17. firma del Tratado de Ancón con Perú, y en Abril de sus semejantes, sin pensar, como razón prin-
de 1884 con un pacto de tregua con Bolivia. cipal de su vida, en materializar fría y egoísta-
Téngase presente: Pacto de Tregua, no Pacto mente su existencia. Y por último, he querido
de Paz. ver en ellas una muestra de la «Universalidad
La prolongación del conflicto y la guerrilla del Estado Militar» como la más genuina activi-
serrana se explica por la situación anárquica dad humana a nivel universal, pués ni la reli-
de Perú. No había un gobierno debidamente re- gión, ni la política, ni la economía, ni ninguna
conocido por Chile y la comunidad internacio- otra, tiene el carácter universal del Estado Mili-
nal, con el cual pudieran sentarse las bases de tar. Lo religioso se divide a través del mundo en
la paz. Mi señor suegro, don Ricardo Mac Lean diversos credos, y hay estados teocráticos y
y Forero, distinguido caballero peruano. Minis- ateos; en lo político, cada nación o grupo hu-
tro Consejero y Cónsul General que fue en mano tiene su propia interpretación del arte de
Chile, padre de mi querida esposa, me comen- gobernar; y en cuanto a la economía, las es-
taba que al momento de la ocupación de Lima cuelas especializadas nacen y se suceden tan
había siete Presidentes peruanos, cada uno radicalmente que los países y regiones bam-
dominando zonas del país y luchando a la vez bolean cíclicamente entre períodos de bonan-
entre ellos. No había posibilidad de llegar al zas y crisis. Esto, aparte del factor corrupción u
acuerdo final. Mientras tanto, la nación perua- otros que no es dable comentar aquí.
na era gobernada por el General y Almirante Es el sentido, o sea, razón de ser; es el es-
don Patricio Lynch Solo de Zaldivar, que por la píritu, o voluntad de hacer; es lo universal, o
brillante actuación que tuvo en su desempeño presencia planetaria de una voluntad hecha
fue calificado, por la misma sociedad peruana, vida. En suma, la voluntad de servicio hacia este
como el «mejor virrey» que había tenido el Perú terruño que llamamos Patria y para sus seme-
jantes, y aclarando más el concepto, sin consi-
Señor Presidente, antes de terminar esta derar que esta vocación sí bien básicamente
conferencia, si así puede llamársela, es nece- va a favor, se emplea asimismo en contra de
sario un breve recuento de ella, en virtud de alguien o de algo. Pero no es función de sus
aspectos básicos. He querido interpretar el componentes fijar la acción y su empleo, que
«Sentido del Estado Militar» como una necesi- corresponde a otros estamentos de la socie-
dad imperiosa de defensa del hombre frente a dad. De aquí el renunciamiento que implica el
las diversas otras especies, incluyendo la pro- obedecer sin discutir.
pia, que han poblado la Tierra, y pensando que Algo de lo dicho tiene un sabor de romanti-
de este sentimiento defensivo pasó al agresivo cismo. Pero es que la vida militar es también
como una respuesta a imperativos de romántica. Es el sentimiento de sentir que se
asentamientos, búsqueda de mejores medios tiene la vida y, en un gesto heróico, romántico,
de subsistencia, y al final de imposición impe- ofrendarla. Es lo que cada uniformado asume
rialista sobre otros pueblos. He querido subra- cuando acepta el mandato de la Ordenanza que
yar la «Espiritualidad del Estado Militar», sin exige, a la letra: «El Oficial que recibe la orden
pretender haberla descubierto, porque ella de mantener un puesto a toda costa, LO HARÁ».
subyace en el cuerpo mismo de la institución Así de simple, sin subterfugios, sin posibilidad
castrense, porque para abrazar la carrera de de otra interpretación; solamente LO HARÁ.
las armas se necesita mucho de renunciamien- Esta es la más profunda lección de civismo que
to, de sacrificio constante, de acatar disposicio- he recibido en mi vida.
nes emanadas de la superioridad, aún cuando Mi distinguido amigo, el señor Académico
ellas puedan chocar con la sensibilidad perso- don Sergio López Rubio, me manifestó un día
nal, y aprender a obedecer sin discutirlas, con- que «el 9 de Julio de cada año se efectúa el
dición indispensable para después saber man- juramento a la Bandera, en todas las Unidades
dar. El militar (englobo a todas las FF.AA.. y de del Ejército, en consagración irrevocable y ab-
Orden) necesita, por sobre todo, de una voca- soluta al servicio de la Patria, hecho ante el sím-
ción que nace con el ser y se desarrolla junto bolo tricolor que ondula gallardo a la cabeza de
con él hasta hacerla realidad vivencial. Eso es los batallones de soldados, reafirmando, enér-
el espíritu, la fuerza que anima y que transfor- gicamente, nuestra fe en los destinos naciona-
ma a la voluntad en un elemento para servicio les.»
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18. Por eso, cuando el joven llega a cumplir con Esto significa unir diversos hechos históri-
su servicio militar, y en la tradicional jura a la cos, separados en el tiempo pero unidos en un
Bandera realizada en cada Cuartel del territo- solo concepto: amor. Amor el rey en Tucapel con
rio nacional, hace el juramento de lealtad a la el grito del Capitán Altamirano a Valdivia: «¿Qué
Patria, no puede, no podría, sustraerse a una quiere vuestra señoría que hagamos, sino que
íntima emoción por el compromiso que contrae peleemos y muramos?». En el sitio de
al jurar: Rancagua el de O Higgins: «¡O vivir con honor
o morir con gloria!». Y la arenga de Prat: «¡Mu-
YO. chachos La contienda es desigual!... Pero nun-
juro por Dios y por esta Bandera, servir ca se ha arriado nuestra bandera...!» Y en la
fielmente a mi Patria, ya sea en el mar, serranía peruana, 77 héroes, que sin decirlo;
en tierra, o en cualquier lugar, hasta ren- no se rinden, porque la alternativa es una sola:
dir la vida si fuese necesario. Cumplir pelear y morir. Porque debe vivirse con honor,
con mis deberes y obligaciones milita- el honor de no haber arriado nunca la enseña
res conforme a las leyes y reglamentos patria, y porque ella, la Patria, necesitaba la
vigentes. Cumplir con prontitud las ór- ofrenda de esas vidas...de 77 o más vidas.
denes de mis superiores, y poner todo
mi empeño en ser un soldado valiente, Este es el Estado Militar.
honrado y amante de mi Patria.» Muchas gracias.
2 0 AHM
19. MAYOR GENERAL
RAMÓN VALDES
MARTÍNEZ
El Ejército
y la República
lo largo de nuestra vida Arauco que imprimió a Chile en
A como nación y a través
de todas sus etapas, en
las que a veces hubo profun-
su decurso histórico un ingre-
diente heroico cuyo recio tem-
ple se manifestó con todo su
das y serias divergencias y an- vigor en las contiendas que ha
tagonismos, se ha mantenido debido sostener y en las que
un profundo vínculo que ha en- ofreció ejemplos como las epo-
cadenado al Pueblo con el peyas de Iquique y La Concep-
Ejército. ción.
Ramón Félix Valdés
Ello es lógico, pues el Ejér-
I Martínez, alcanzó el grado de cito es no sólo el pueblo sino Los continuos desastres
I Mayor General en el Arma de la nación en armas, sin el pue- sufridos por las fuerzas colo-
'Caballería, Posee las espe- blo no habría ejército pues este niales determinaron que la mo-
cialidades militares de Oficial está constituido por el ciuda- narquía decidiera nombrar un
de Estado Mayor y Profesor dano - soldado. militar de gran capacidad como
Militar en las Asignaturas de: Histo-
ria Militar; Estrategia; Geografía Mi- Gobernador de Chile, reca-
litar y Geopolítica. Es además, intér- Nuestro Ejército yendo el cargo en uno
prete en Inglés, Francés y Alemán, Su fué creado desde de los mejores y
último cargo como Oficial Activo fue su inicio como más capaces ofi-
el de Jefe del Estado Mayor General un ente de- ciales de los
del Ejército.
mocrático y tercios espa-
Durante su carrera recibió las si-
guientes Medallas y Condecoraciones
nacional ñoles de tan
entre las más importantes: - Gran Es- cuya fun- dilatada ex-
trella al Mérito Militar (30 años de ción fué periencia y
Servicios); Medalla Minerva (Curso unir a los notable ac-
Regular de la Academia de Guerra); chilenos tuación en
Medalla Diosa Minerva (Profesor de para la las guerras
Academia) Condecoración Presiden-
te de la República (General de Briga-
indepen- de la época.
da); Condecoración Nacional de la dencia y
«Orden Mexicana del Águila Azteca»; la gran- El nom-
Gran Cruz de Honor con Estrella de deza futu- bramiento
la Orden de la República Alemana ra, por recayó en
(Presidencial); Gran Estrella de Ho- eso Chile
nor y Banda de la República de Alonso de Ri-
Austria (Presidencial); Condecora-
fue Ejército y bera quien sin
ción «Cruz Peruana al Mérito Mili- sólo Ejército pérdida de tiempo
tar», en el Grado de «Gran Cruz», antes de ser Na- y con singular ener-
conferida por el Gobierno del Perú, ción, Estado y Alma gía y acierto reorganizó
y Condecoración «Orden de Mayo al Mater de las otras Instituciones y disciplinó las tan a mal traer
Mérito Militar» en el Grado de «Gran Armadas y de Orden.
Oficial». huestes españolas, desarro-
Pertenece en la actualidad a las si- La larga lucha que hubo de llando un excelente Plan de
guientes instituciones: Academia de sostener la Corona Española Campaña y logrando crear y
Historia Militar e Insrituto Geopolí- para someter a nuestros natu- mantener un verdadero ejérci-
tico de Chile y Regto. Tradicional de rales durante casi tres siglos to permanente colonial, el úni-
Caballería «Coronel Santiago co en toda la América Españo-
plasmó una raza con las carac-
Bueras».
terísticas de ambos pueblos y la, el cual, ha sido el cimiento
así lo confirma la guerra de profundo del nuestro.
AHM 2 1
20. Puede agregarse que la nuestro Ejército no se ha
creación de guarniciones encerrado en la torre de
militares constituyó un fuer- marfil de sus glorias y tra-
te impulso para el desarro- diciones sino que ha segui-
llo de la incipiente economía do ágil y alerta, los progre-
de la Colonia. sos de la técnica y los cam-
bios derivados de los gran-
La Primera Junta de Go- des conflictos contemporá-
bierno creó por Decreto del neos, desarrollando un pro-
2 de Diciembre de 1810, las ceso constante y perma-
primeras unidades de las nente de modernización,
tres Armas que constituye- pasando así desde la pri-
ron el embrión de nuestro mitiva influencia española a
primer Instituto Armado, nú- la francesa, prusiana, ale-
cleo incrementado mas tar- mana y actualmente a la
de por milicias y otras uni- norteamericana, flexibilidad
dades que constituyeron el que le ha permitido plasmar
ejército que luchó en las un estilo y modalidad pro-
Campañas de la Patria Vie- pios.
ja hasta sucumbir en
Rancagua dando paso a la La contribución del Ejér-
Reconquista. Sus restos cito al país no se ha limita-
trasmontaron Los Andes do a sus actuaciones béli-
para reorganizarse en cas; a lo largo de su exis-
Mendoza y Plumerillo y más tencia ha sido hogar y es-
tarde cruzar el macizo cuela forjando innumera-
andino como Ejército de bles generaciones de ciu-
Los Andes, vencer en dadanos completos, res-
Chacabuco y triunfar deci- ponsables, seguros de sí
sivamente en Maipú sellan- mismos, abriendo muchas
do nuestra Independencia. mentes a las luces del co-
nocimiento, imprimiéndoles hábitos de orden,
Continúa la historia su marcha y se suce- higiene, puntualidad, honorabilidad, principios
den las campañas y los éxitos, la primera Ex- de disciplina y respeto a la ley, todo ello ha re-
pedición Liber-tadora del Perú, las Campañas percutido favorable y poderosamente en la eco-
de Chiloé, la Expedición Restauradora del Perú, nomía del país. Ha acudido siempre en auxilio
la Guerra contra la Confederación Perú Boli- frente a las catástrofes naturales que han aso-
viana y el conflicto del Pacífico. No olvidemos lado tantas veces al país y a otras de otro tipo
que, después de largas y agotadoras campa- que han hecho peligrar nuestra institucionalidad
ñas, el Ejército había entregado la Araucanía a sometiéndola a los dictados de ideologías
la civilización y al país. foráneas y así seguirá fiel centinela de todos y
para todos los chilenos.
En todas ellas nuestro Ejército actuó siem-
pre victorioso gracias al esfuerzo, al sacrificio y De lo ya expuesto puede colegirse cuan ra-
al valor de sus soldados, inspirados por la aren- zonable es lo que expresa nuestra actual Cons-
ga de O'Higgins en El Roble «O vivir con ho- titución Política en su Artículo 90; sobre nues-
nor o morir con gloria», verdadero lema del tras Fuerzas Armadas, de las que forma parte
Ejército. nuestro Ejército, «Son esenciales para la Se-
guridad Nacional y garantizan el orden
Como organización de espíritu dinámico institucional de la República».
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