3. FUERZA DE VOLUNTAD
• Virtud gracias a la cual nos permite
levantarnos de la cama para ir a
entrenar de buena mañana. O
apagar la televisión cuando
sintonizamos nuestro canal
favorito para ponernos nuestras
zapatillas “comekilómetros”
cuando en el sofá estamos de
maravilla. O cuando no hay frío,
calor, lluvia o viento que nos frene
y salimos a trotar sin inventarnos
excusa alguna. Creemos
firmemente que esta gran virtud
convierte a los aficionados a correr
en auténticos runners, pues con
ella somos capaces de renunciar a
ciertos placeres en beneficio de
nuestra forma física.
4. CONSTANCIA
• Madre de todas las virtudes
ya que al aplicarlas día a día
nos hace mejorar
constantemente. También
permite que los más
veteranos apenas pierdan la
forma adquirida años atrás.
Con constancia, el atleta
perdura siempre.
5. ESFUERZO
• Gracias al cual conseguimos
excelentes entrenamientos
y, con estos, muy buenas
competiciones. Cumplir al
100% lo planificado para
cada día nos da mucha
seguridad. Nos sentimos
capaces de cualquier reto al
haber realizado todos los
deberes. Al esforzarnos,
estimulamos el organismo a
emitir una respuesta. Si este
esfuerzo es adecuado, la
respuesta es una mejora
sustancial del rendimiento.
6. DISCIPLINA
• Virtud ligada al deporte.
Concebimos al deportista
como una persona
disciplinada que sabe qué
y cuándo comer; cuándo
entrenar fuerte y cuándo
suave, etc. Un runner
disciplinado acata las
decisiones de las
normativas y a los
contrincantes. El corredor
disciplinado es un
ejemplo a seguir.
7. COMPAÑERISMO
• El running es el único deporte
en el que dos amigos pueden
ser rivales durante el tiempo
que dura la carrera y, al
finalizar, suelen incrementar la
amistad previa. ¿Cuántas
veces, además, hemos dado o
nos han ofrecido agua al dejar
atrás un avituallamiento? En
ocasiones dos corredores
(conocidos o no) llegan a meta
cogiéndose de la meta
dándose las gracias sin
importar quién es mejor. El
running dignifica al ser
humano.
8. PASIÓN
• Los obstáculos desaparecen.
Competir y salir a entrenar
cada día es una gran
satisfacción. La pasión nos
permite correr apreciando la
naturaleza humana. El
esfuerzo de cada zancada nos
hace sentir libres, disfrutar del
hace sentir libres, disfrutar del
sol, la lluvia, las cuestas, los
ritmos fuertes, la victoria o la
soledad. Sintonizamos con
nosotros mismos y vivimos
con armonía y plenitud.
9. PACIENCIA
• Fundamental para lograr el
máximo rendimiento personal.
Con paciencia, normalmente
años, todos podemos alcanzar
objetivos impensables el primer
día que comenzamos. Muchas
veces vemos, al cabo del
tiempo, atletas que en sus inicios
eran algo así como tortugas, y
que, con los años, se han
convertido en auténticos galgos a
los que no podemos dar alcance.
Con
constancia, esfuerzo, disciplina, fu
erza de
voluntad, pasión, compañerismo,
respeto y paciencia, un simple
aficionado a correr se convierte
en un excelente deportista.
10. RESPETO
• Virtud que hace que todos
podamos practicar este
deporte con garantías.
Cuando entrenamos en la
pista, no invadiendo
cualquier calle. O cuando
competimos, no agarrando
o empujando al primero
que se nos cruce. No
armando líos… Respetando
las normativas y los
reglamentos nos
respetamos a nosotros
mismos y por tanto
ganamos todos.
11. INTELIGENCIA
• Sólo con el hecho de recordar y llevar
a la práctica todas las virtudes
anteriores demostramos que somos
inteligentes. Denotamos una buena
memoria y que la mejora de nuestro
rendimiento no es debida al azar. El
atleta inteligente se documenta
periódicamente siguiendo los
manuales y las nuevas tecnologías.
Busca los mejores recursos posibles
para mejorar: instalaciones, material,
entrenador, competiciones acordes a
las posibilidades, etc. Estudia y
analiza las mejores tácticas de
carrera, cuándo buscar los picos de
forma y cómo son los trazados de los
circuitos para dosificar los esfuerzos…