El documento discute si las relaciones internacionales son una ciencia o una filosofía. Argumenta que son ambas porque surgen del análisis filosófico de las causas y soluciones de los conflictos entre naciones, pero también utilizan un método sistemático y organizado para generar teorías, como una ciencia. Además, abordan el dilema filosófico fundamental de la preocupación del hombre por el hombre.