Los ilustrados consideran que la moral depende del individuo y no de fuerzas externas. Proponen que los principios de amor propio (egoísmo) y benevolencia (altruismo) guían la conducta moral. Hume sostiene que la moral se fundamenta en los sentimientos de aprobación o desaprobación hacia las acciones. Kant argumenta que solo las acciones realizadas por deber y de acuerdo con la ley moral que la razón dicta son moralmente buenas.