El poema narra un encuentro entre dos amigos, Chuy y Pablo, con la muerte mientras caminaban. La muerte les dice que sus almas ahora le pertenecen, pero los amigos logran asustarla y hacerla huir de un golpe. Más adelante, la muerte encuentra a Max y planea comérselo. Sin embargo, aparecen Emma y Brenda, quienes también asustan a la muerte con golpes.

1. Adrián Hernández Yrurzo
ISTI
Calaverita
Salón A51
Grupo A11-254
31 de Octubre del 2011
Por la calle Chuy y Pablo caminaban, A los pies de Aidee y Alexa la muerte cayó
Muy a gusto ellos hablaban, Y a estas dos muchachas la flaca suplicó,
Cuando aparece la muerte, Negociando un trato ellas hicieron
Y Chuy exclama: aquí se me acaba la suerte. Que otros años de vida de la blanca recibieron.
La huesuda con el puño encima les decía, Ya para el inframundo regresaba la flaca
Sus sucias almas ahora son mías, Diciendo entre dientes: “de ahí nadie me saca”,
Entonces los muchachos se asustaron, Pero gran sorpresa se llevó
Que de un tremendo puñetazo la tumbaron. Cuando a Max ella encontró.
La pobre flaca asustada corría “Yo a este si me lo cargo
Que ya a estos tipos ni ver quería, Y exquisita cena yo me hago,
Cuando Emma y Brenda salen a escena Con un poco de aderezo
La flaca exclama: “¡estas serán mi cena!”. Yo comienzo por él pescuezo.”
Enorme grito ambas muchachas dieron
Cuando a la calaca ellas vieron,
¡Qué cachetadón Emma pegó!
Y Brenda de pilón la remató.