La conducta humana es el resultado de la interacción entre la genética y el ambiente. La genética se refiere a la dotación cromosómica heredada, mientras que el ambiente incluye factores como las personas cercanas, los pensamientos, las emociones y el comportamiento social. Tanto la genética como el ambiente cambian con el tiempo y juegan un papel en el desarrollo físico, cognitivo, psicosocial y moral de una persona.