1. En la actualidad la fiesta del Carnaval es la festividad más representativa
de la cultura ecuatoriana; y debemos preservar las tradiciones para no
perder la riqueza de esta bella cultura.
Los orígenes del Carnaval se remontan hasta los tiempos de la Antigua Sumeria hace más de
cinco mil años, y se transmitieron hacia los egipcios, griegos y el imperio romano, hasta toda
Europa, mediante rituales paganos. Era conocido como "Las Bacanales", donde todos
compartían como iguales con los esclavos.
La iglesia frenó el libertinaje del Carnaval y lo transformó en un ritual de celebración, comida y
fiesta, antes de la cuaresma. Se introdujo en América por navegantes españoles y portugueses
de tradición cristiana en época medieval de colonización en el siglo XV, durante el reinado de
los Reyes católicos. Ya era costumbre disfrazarse y realizar bromas con alarde y burla al no
poder distinguirse las clases sociales por las máscaras.
2. En América destacan los elementos aborígenes místicos precolombinos fruto de la fusión de
los pueblos ancestrales de América y la cultura europea, de la que se mantienen: caravanas,
carros alegóricos, comparsas de disfraces, máscaras, confeti, música, agua, cánticos... Pero
representados con diferentes peculiaridades.
Había civilizaciones con tradiciones, cultos y rituales relacionados con la naturaleza, el ciclo
lunar, la agronomía y sus dioses. Por ello a la llegada de la primavera durante la segunda luna
de cada año rendían agradecimiento a Pachacámac (dios supremo) por la fertilidad y
productividad del suelo, y todas las tribus unidas hacían un homenaje al Cacique Huaranga.
Durante tres días les agradaba bailar y cantar, transformaban sus rostros con pintura, se
disfrazaban con pieles de animales, les agradaba beber mucha chicha, comer bien y celebrar
con su música e instrumentos su ritual.
3. En la Edad Contemporánea era el patrón el que recibía ofrendas de sus trabajadores, es
conocido como “Camari”. Después apareció el Taita Carnaval, el Carnaval de la actualidad;
aquí él brinda chicha y licor a los indígenas, es una celebración donde priman la igualdad y el
compartir. Aun se mantienen elementos del antiguo carnaval, relacionados con fenómenos
espirituales, astronómicos y los ciclos naturales; la utilización de máscaras, danzas, cantos,
música y el agua.
“A verte vengo, vengo por verte: trayendo flores para ofrecerte”.