2. Be bie ndo s o lo a la luz de la Luna
Entre las flores, un tazón de vino
bebo solo, ningún am está cerca.
igo
Levanto m copa, invito a la Luna
i
y a m som
i bra, y ahora som tres.
os
M la Luna nada sabe de bebidas
as
y m som se lim a im
i bra ita itarm e,
pero así y todo, Luna y som serán m com
bra i pañía.
La prim avera es época propicia para el goce.
Canto y la Luna prolonga su presencia,
bailo y m som se enreda.
i bra
M ientras m m e antengo sobrio, som alegres juntos,
os
cuando m eme briago, cada uno m archa por su lado
jurando encontrarnos en el Río de Plata de los cielos.
3. Fe liz e nc ue ntro
El viento de la prim avera nos em briaga
y sería feliz si los tres pájaros azules, m ensajeros del
cielo,
quisieran llevarte de cuando en cuando m tiernos
is
pensam ientos.
Debes saber que el tiem se va raudo,
po
nuestros negros cabellos m pronto serán blancos.
uy
Lam entam la juventud perdida
os
¡pero ella no retorna nunca m ás!
¡Quiero decirte que te am o
y ojalá que tu am responda al m
or ío!
4. La vida hum ana se parece a la cera que escurre de los
cirios,
cuando la cera se consum la luz se extingue.
e,
Las flores se abren m y m bellas en las ram
ás ás as;
m ientras la prim avera avanza hacia su fin
ellas sólo piensan en las delicias del rocío y la lluvia,
¡no piensan nunca en su fin tan cercano!
Cuando m alm se evadió de m cuerpo rígido,
i a i
yo estaba triste al ver m sepulcro en Tangtú.
i
La niebla m atinal envolvía el bosque de pinos verdes
y allá lejos, la aldea se hundía entre la brum a.
Pero después de la m uerte de m hijos am
is ados
ninguna atadura terrestre aprisionó m alm i a.
Entonces suspiré largam ente y subí al Kuen-Luen.
Siem borracho de vino, m vestí con un traje
pre e
parecido a las plum del fénix.
as
El m onte es tan elevado que se pueden coger las
estrellas a sus pies.
5. Po e ma
Gracias al Sol florecen los perales y duraznos,
¡qué lujo y seducción esparcen sus bellas flores!
El viento del Este acaricia todas las cosas,
y árboles, y hierbas parecen querer hablar.
Las ram desnudas se visten de follaje
as
y la fuente seca reem prende su curso.
La fuerza suprem hace girar el Cielo y la Tierra,
a
el tiem jam deja su látigo en reposo...
po ás
Hasta el oro y la piedra se convertirán en polvo,
nada se perpetúa bajo el viento y la helada.
En el tem de m
or orir, después que el Sol y la Luna se
pongan,
propongám onos estar contentos, bebam y cantem
os os.
El hielo del otoño atacará de pronto sin piedad los
débiles sauces y las cañas.