2. Regalar huevos de chocolate en Domingo de
Pascua no es solo una tradición consumista
como algunos piensan. Su origen tiene una
larga tradición que se ha vivido durante la
Cuaresma a lo largo de generaciones desde
hace muchísimos siglos.
3. En muchas culturas
antiguas del
Mediterráneo, los
huevos
representaban:
Vida
fertilidad
Renovación.
Tanto en Roma como
en Grecia, se regalaban
huevos pintados en las
fiestas y festivales de
primavera.
4. El huevo tiene una gran importancia como
símbolo de la Pascua que coincide con el
inicio de la primavera, lo cual no es
casualidad.
En primavera, la naturaleza sale de su
letargo, iniciándose un nuevo ciclo vegetal.
Es el despertar a la vida.
5. Si esto lo trasladamos al terreno
espiritual, la Pascua representa una
nueva vida que culmina con la
resurrección.
Teniendo en cuenta que el huevo
desde siempre ha simbolizado la
fecundidad, la vida y la renovación, la
asociación no puede ser más exacta.
Pascua,
Primavera
Huevo
6. Si hablamos de los huevos como
símbolo cristiano, estos huevos tienen
el sentido de una 'vida nueva‘: la
Resurrección de Jesús.
Una vida que nos da Jesucristo
resucitado.
7. Ofrecer huevos en Pascua es una tradición
que se remonta a varios siglos atrás. Según
algunas fuentes la costumbre de regalar
huevos en Pascua tiene su origen en el siglo
IV de nuestra era.
8. La tradición de los
huevos se fue
extendiendo por
toda la Iglesia , y
empezó debido a
que los cristianos,
que seguían la
abstinencia de la
Cuaresma, no
podían comer,
entre otras cosas,
huevos ni
productos lácteos.
9. Sin embargo, las gallinas
seguían poniendo
huevos, ajenas a
preceptos o normas
religiosas. Tirar los
huevos hubiera sido un
pecado. De tal forma,
que no quedaba más
remedio que guardarlos.
En unas semanas se
conseguía una
sobreabundancia de
huevos a los que había
que dar salida.
10. Los cristianos, guardaban los huevos, y para
mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa
de cera líquida. Con el tiempo, la Iglesia Católica
fue cambiando las tradiciones, y hoy solamente
recomienda la abstinencia de carne y sus derivados
los viernes de la Cuaresma y el Viernes Santo en
Semana Santa.
11. No así la Ortodoxa, que sigue
recomendando la abstinencia de todo
producto de origen animal, incluyendo
lácteos, huevos, carne y pescado durante
toda la Cuaresma. Sólo se pueden comer
productos vegetales.
12. El domingo de Resurrección, primer día en el
que este precepto ya no rige, se convertía en
la fecha señalada.
Y qué mejor que compartir o regalar los
huevos que no se habían consumido durante
la Cuaresma.
Una vez terminada la Cuaresma, los cristianos
se reunían delante de la iglesia de su ciudad,
y los regalaban.
13. Ofrecer una cesta
de huevos frescos
era sin duda un
magnífico detalle,
pero si además los
huevos se
coloreaban o se
pintaban se
convertían en un
auténtico regalo.
14. En el siglo XII la Iglesia bendecía la costumbre
de regalar huevos como símbolo de
resurrección a la salida de la misa de Pascua.
Una costumbre que se ha mantenido en
España sólo en las zonas rurales del Levante
( Cataluña, Valencia y Murcia), donde abuelos
y padrinos entregan a los ahijados panecillos
con dos huevos que se llevaban a bendecir:
Las monas de
Pascua.
15. En la Iglesia Ortodoxa esa costumbre
ha permanecido hasta nuestros días y
las madres y abuelas los cuecen con
elementos naturales ( agua de
cebollas, de remolachas,…) para dar
el color rojo, que representa la sangre
de Cristo .
Los huevos de Pascua se regalan
a familiares y a amigos
al visitarlos o recibirlos
en casa.
16. El Domingo de Resurrección se felicita diciendo
"¡Cristo ha resucitado!", a lo que se responde
"¡En verdad ha resucitado!” y se chocan los
huevos para romperlos y comerlos en la comida
de Pascua.
En vísperas de la Pascua la gente lleva los huevos
a las iglesias. Los ponen para su bendición y
consagración sobre las mesas que están
dispuestas fuera de las iglesias el Sábado Santo.
17. Los huevos en chocolate
A partir del siglo XVIII, en países del centro de
Europa como Alemania o Francia, cuando la
industria chocolatera consiguió avances
importantes en el manejo y tratamiento del
chocolate, se empiezaron a vaciar los huevos
frescos y a rellenarlos de chocolate.
Más tarde llegaron otras formas
copiando figuras de
la escuela austriaca,
con sus colores
y formas.
18. Hoy, aunque se siguen regalando huevos
de gallina en muchos países, desde el
siglo XVIII se regalan los huevos de
chocolate. Una bonita manera de celebrar
la vida y la resurrección de nuestro Señor
Jesucristo.