2. Imagine en el circo un
trapecista que se mece en un
columpio a gran altura, y en
determinado momento se
suelta de éste y viaja por el aire
en búsqueda del otro
columpio……
3. Ese momento tan dramático y
arriesgado, es la adolescencia.
El primer columpio es la niñez y el
segundo columpio es la edad
adulta.
4. Todo trapecista requiere un
instructor, un observador y una
buena red. Ojalá sea usted,
buen padre, el instructor y el
observador de su adolescente….
5. ¡Ah! Y no se le olvide ponerle una
red que le suavice siempre sus
caídas…..Pero déjelo ser
trapecista; si no, jamás será un
hombre maduro.
Afectuosamente
Profra. Alejandra Uresti