Homilia de san isidro.paciencia y fe de san isidro
1. PACIENCIA Y FE DE SAN ISIDRO.
AÑO DE LA FE. 2013.
Queridos amigos: En el Año de la Fe, os invito a que observemos a nuestro
Patrón San Isidro su fe y su paciencia.
A nosotros, como a él, nos toca sufrir y tolerar adversidades y contrariedades en
nuestra vida de cada día. Son muchas las personas, que hoy como entonces nos
toca vivir tensiones, inquietudes, zozobras, excesivas preocupaciones y prisas,
que nos pueden hacer perder los nervios y la paciencia.
Vivimos en la cultura de lo inmediato, de la eficacia, del botón electrónico, “del
ya mismo y ahora mismo”. Y cuando las cosas no salen como pensamos, caemos
en el desasosiego, en la impaciencia y, a veces en el “sin sentido”.
Puede que nos venga bien pararnos unos momentos a escuchar esa consigna que
nos da la carta del apóstol Santiago. 5, 7 – 8: “Tened paciencia y manteneos
firmes en la fe”.
La paciencia, es la capacidad de esperar una cosa que tarda (sin perder la paz)
La paciencia, es la que nos hace perseverar ante trabajos o situaciones duras o
difíciles.
Hoy, vamos a pedir al Señor, por mediación de San Isidro, que nos ayude a
esperar con paciencia y sin perder la ilusión ni la fe.
¿Por qué y para qué?
Sin paciencia no hay esperanza.
Sin paciencia no hay convivencia.
Sin paciencia no hay madurez.
Sin paciencia no hay crecimiento.
Sin paciencia no hay virtud.
Sin paciencia no hay sabiduría, ni floración, ni fruto, ni victoria, ni amor ni paz.
La paciencia nos enseña a sembrar “sin prisa y a largo plazo”.
La paciencia nos ayuda a superar la ansiedad y el puro rendimiento.
La paciencia nos ayuda a respetar nuestros procesos de aprendizaje y el de los
demás sin desistir de la actividad y sin perder la mansedumbre
San Isidro aprendió a ser paciente en el contacto con la naturaleza y con Dios.
La naturaleza siempre respeta los ritmos de los tiempos y de las estaciones.
Dios es paciente con nosotros y no se cansa de esperar. Siempre da nuevas
oportunidades hasta que podamos llegar a conseguir lo que nos proponemos sin
desistir y sin desazonarnos.
Tal vez, por eso, alguien ha definido a la paciencia como “la ciencia de la paz”.
Es la paz la que nos fortalece para no desistir ante actividades, trabajos o
situaciones difíciles, duras o pesadas.
Oración.
San Isidro. Intercede ante el Señor por nosotros, para que lleguemos a descubrir:
- que la paciencia es una virtud, que del plomo hace oro; de la debilidad saca
fortaleza y por la constancia consigue sus frutos.
- que la fe nos haga confiar siempre en Dios, en nosotros mismos y en los
demás.
Ayúdanos, a mantener la fe y la paciencia con la oración y la acción.
Gabriel.
Madrid. 15 de Mayo de 2013.