La brecha digital se refiere a la desigualdad en el acceso y uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) entre aquellos que pueden acceder a ellas y aquellos que no. Internet es el elemento más revolucionario de las TIC al crear un nuevo ambiente de información y comunicación global sin límites de tiempo o espacio. La revolución tecnológica es el principal motor de cambio en la sociedad al afectar áreas como la economía, el estado, la educación y el entretenimiento. La globalización conduce indirectamente
1. 1-¿Qué es la brecha digital?
Hablar de brecha digital significa que, mientras de un lado, unos gozan de los
privilegios tecnológicos e informacionales, del lado opuesto, hay otros excluidos
y marginados. La brecha digital existe dentro y entre países, tanto a nivel local
como global.
2-¿Cuál es el elemento más revolucionario de las TICS?
Dentro de las tic el elemento más revolucionario es Internet. El ambiente de
información y comunicación en el que estamos inmersos crea un «hábitat
informático». Asistimos a la creación de una nueva comunidad alrededor de
una red de redes de ordenadores capaces de comunicarse entre ellos en el
espacio virtual. Internet es un medio de comunicación, de interacción y de
organización social sin límites de tiempo ni espacio.
3-¿Cuál es el motor de cambio de la sociedad?
El motor de cambio es la revolución tecnológica y sus consecuencias que, en
esencia, consisten en la convergencia acelerada entre la microelectrónica, las
telecomunicaciones, la radiodifusión, los multimedios y las tecnologías de la
información y la comunicación, todo ello en un proceso que genera nuevos
productos y servicios, así como nuevas formas de gestión empresarial. Pero el
campo económico no es el único afectado. Según Castells existe una nueva
forma de relación entre economía, Estado y sociedad, que llevará a cambios
fundamentales en todos los aspectos de nuestras vidas. Entre otras cosas,
dichos cambios incluyen la difusión y asimilación de los conocimientos, el
comportamiento social, las prácticas económicas y empresariales, el
compromiso político, los medios de comunicación, la educación y la salud, y el
ocio y el entretenimiento.
4- ¿A través de la globalización se pierde la identidad?
La globalización conlleva, indirectamente, la pérdida de preeminencia de uno
de los principales productores históricos de identidad: el Estado-nación. La
globalización modifica, por lo tanto, el papel de los productores tradicionales de
identidad. En consecuencia, las identidades culturales tradicionales del planeta
tienden a configurarse como el resultado del encuentro entre las culturas
autóctonas y los elementos transnacionales de las culturas de los países con
más poder político y económico.
Esto supone que unas culturas nacionales acontezcan globales y, en
consecuencia, sean hegemónicas a escala mundial. Un determinado nivel de
transculturalización afecta a las identidades culturales tradicionales. En muchos
estados del planeta, se manifiesta una evidente tendencia a la reconstrucción
de realidades identitarias más cerradas y al crecimiento de la diversificación
identitaria en el seno de cada comunidad nacional. El conjunto de las
sociedades conviven en una dinámica de múltiples hibridaciones.
2. 5-¿Cómo se vive la multiculturalidad en nuestra sociedad?
Las migraciones junto a otros factores provocan unas relaciones sin
precedentes entre las culturas. Todas las sociedades se van convirtiendo en
multiculturales y por lo tanto, hace falta potenciar al respeto mutuo entre ellas
como el eje de la convivencia durante el siglo xxi. Si los conflictos económicos
han marcado tanto el pasado histórico, es posible que también las tensiones
entre culturas caractericen los próximos siglos. Nos encontramos con unas
visiones pesimistas que prevén violencias entre las diversas áreas culturales
del planeta, y otras optimistas sobre el progreso de un pluralismo cultural, que
reconocerá las diferencias y buscará fórmulas de respeto mutuo y de
cooperación intercultural. La primera condición para la paz entre las culturas es
el reconocimiento de la irreductibilidad de las unas con las otras. Las culturas,
desarrolladas en muchos casos a partir de matrices religiosas, son diversas e
iguales en dignidad, están en evolución y son susceptibles de expresar la
dignidad de las personas y de las comunidades humanas. También están
expuestas a evoluciones negativas, a retrocesos integristas, a prácticas
represivas o alienadoras. La segunda condición para la paz entre las culturas
es la variedad de valores que pueden compartir las unas con las otras, y el
consenso que pueden establecer sobre los derechos y deberes de las
personas y las comunidades humanas. Cada cultura pone el acento en unos
valores específicos, pero entre todas ellas se pueden consensuar valores de
referencia para la vida auténticamente humana.
Tanto para unos como para otros puede ser muy enriquecedor tener en cuenta,
escuchar y atender diferentes maneras de ver y comprender las cosas. Como
escribe S. Agacinski:
Es mejor reconocer esta evidencia empírica: la humanidad es diversa y no
uniforme, y más vale intentar comprender y regular los conflictos inherentes de
esta diversidad... Si reconocemos que el ser humano nos es casi siempre
extraño, y que es necesario, sin embargo, respetarlo y vivir en paz, tendríamos
mejores armas para hacer frente al sexismo y al racismo. Vivir juntos se basa
en la posibilidad de hacer pactos.
6-¿Cuáles son los factores que a lo largo de estos últimos años hicieron posible
que hoy se pueda afirmar que estamos en un mundo cualitativamente
diferente?
Los factores son: la revolución tecnológica de la información; la crisis en las
formas clásicas del capitalismo y del estatismo y el resurgimiento de diferentes
movimientos sociales y culturales, guiados por criterios que, por un lado,
defienden a las minorías, a la diferencia y a la conservación del ecosistema; y
por otro, rechazan a la autoridad establecida, que se justifica a sí misma
porque es la autoridad.
3. 7- ¿Quiénes hacen uso de las tecnologías de la información y de la
comunicación?
Los procesos globalizadores hacen de este fenómeno un hecho permanente y
cotidiano en nuestras vidas. Hace apenas una década, hablar de globalización
o tecnología de la comunicación era solo un asunto de expertos. Sin embargo,
hoy día estos procesos han impregnado tanto nuestro quehacer diario que se
ha constituido en un asunto de dominio público. Actualmente, la mayoría de las
acciones institucionales, de diferentes campos profesionales y de la vida
productiva, pasan necesariamente por procesos de globalización. Cada día
leemos o escuchamos sobre diferentes fusiones, que van desde pequeñas
empresas como pequeños supermercados o tiendas de muebles, hasta
grandes empresas nacionales e internacionales. El trasporte aéreo y marítimo,
la banca y la energía son algunos ejemplos de esto.
8- ¿Qué diferencia hay entre comunicación e información?
Entendemos a la comunicación como un proceso que puede ser interactivo,
participativo y democrático. La información, por otra parte, es solo una parte del
proceso comunicacional que consiste, predominantemente, en flujos
unidimensionales entre emisores activos y receptores pasivos.
9- ¿Somos mas conscientes en el uso de las TICS de la comunicación o de la
información?
Habitualmente somos más conscientes del uso de las tic en la vertiente
comunicativa (teléfono, móvil, Internet...), porque comunicarse supone un acto
de reflexión. En cambio, somos menos conscientes en el uso de las tic en la
vertiente informativa, dado que adoptamos una actitud de receptores pasivos.
Sin embargo, la información a través de los medios de comunicación: prensa,
radio, Internet y la tv (esta cuenta con un lugar preferente), adquiere un
importante papel en el proceso de socialización al tener la capacidad para
forma hábitos de conducta, así como en el proceso de construcción personal, al
capacitar para crear estados de opinión, articular discursos y generar
conocimiento.
10- ¿Los medios de comunicación educan?
Si, porque en los adultos crean opinión y estilos, y en los más jóvenes, sobre
todo, modelos a imitar. A esto se le agrega que no toda información refleja
necesariamente la verdad. Una aproximación a la misma viene dada por la
contrastación de tal información en diferentes medios. Al respecto, Internet nos
da nuevos instrumentos para afrontar la necesidad de contra-información. Esta
debe ser lo más rigurosa posible pero, como dice Moragas, hay que tener
cuidado de no olvidar el contenido de las redes de comunicación. Es decir,
recordar que la producción de contenidos es de todo tipo: audiovisuales,
formativos, informativos, etc. Y por tanto, la contra-información no se puede
4. hacer de forma particular, sino de manera articulada. Un ejemplo cercano de
contra-información ha sido la opinión pública mundial que se desarrolló sobre
los planes bélicos de Estados Unidos. En este ejemplo se aprecia el efecto de
las comunicaciones por Internet y el creciente poder de un movimiento que,
paradójicamente, empezó siendo considerado antiglobalizador, pero que ha
encontrado en uno de los principales signos distintivos de la globalización (la
facilidad y rapidez de las nuevas telecomunicaciones) una de sus armas más
poderosas.