Saber qué pasa en tu industria, estar dispuesto a tener desapego del pasado (cuando la coyuntura así lo requiere) y estar al tanto de la frontera de la cultura tecnológica son elementos clave en un directorio con apetito por transformar sus procesos hacia lo digital.
2. Saber qué pasa en tu industria, estar
dispuesto a tener desapego del pasado
(cuando la coyuntura así lo requiere) y estar
al tanto de la frontera de la cultura
tecnológica son elementos clave en un
directorio con apetito por transformar sus
procesos hacia lo digital.
3. Para las empresas, el escaso capital
humano formado en disciplinas
tecnológicas es un problema, pero no es El
problema. No es una cuestión de background
académico, sino de mentalidad, de manera
de afrontar el día a día y de asumir nuevos
contextos rompiendo paradigmas.
4. Sabemos que la transformación digital se
ha erigido como un tópico muy en boga, pero
no caigamos en el error de verlo como una
moda.
Lo que subyace a la transformación digital es
algo que siempre estuvo presente en las
organizaciones humanas: el cambio. Lo que
no evoluciona, se desintegra.
5. La evolución es instintiva: genera
satisfacción, nos mantiene vigentes. Lo
mismo aplica para los ejecutivos. En ese
sentido, la cabeza de una compañía –su
directorio– debe tener mentalidad abierta,
predispuesta al cambio y actual.
6. De lo contrario, hace explícita su fecha de
caducidad, sobre todo en una era en que
“software is eating the world”, como diría
años atrás Marc Andreessen. Regresemos al
primer párrafo: mucho se discute sobre si la
formación dura y especializada en tecnología
es imprescindible para acompañar a la
empresa en su proceso de transformación.
7. Desde mi punto de vista, no es tanto así. En
un artículo publicado en el 2016, McKinsey &
Co. sostiene que los directorios necesitan
cerrar las brechas de conocimiento
tecnológico para reconocer iniciativas
digitales innovadoras, así como cualquier
riesgo oculto de seguridad o datos.
8. Añade que los directores deben
empaparse más en digital
fundamentals(como big data y usex
experience) para así comprender cuán
‘digital’ puede virar la empresa.
9. Adicional a lo mencionado en el párrafo
previo, yo sostengo que lo más importante es
entender el modelo de negocio y cómo la
disrupción se aplica a ello.
Consiguientemente, sugiero tres
características para los directores que las
empresas requieren hoy en día:
10. 1. Disrupción: pensar outside the box.
2. Mente abierta y alerta: los modelos de
negocio cambian.
3. Estar al día en avances digitales
(planning permanente, necesario en un
mundo cada vez más acelerado).
11. Estas tres características las he condensado
en un modelo que denomino como las 3T.
Esto es la confluencia de Talento (para saber
qué pasa en tu industria), Transformación
(tiene que haber un desapego del pasado) y
Tecnología (estar en la frontera del
conocimiento).
12. Las 3T exigen un liderazgo auténtico que
derive en una coherencia entre lo que
decimos y hacemos. Esto en tanto Talento,
Transformación y Tecnología deben ser
tomados como criterios a extenderse a lo
largo de toda la organización.