Un Paso a la Reflexión es un escrito que reúne algunos pensamientos con el propósito de generar un análisis acerca de la actitud con la que los seres humanos actuamos frente a las situaciones cotidianas.
1. EL VALOR DE LA AMABILIDAD
De seguro todos hemos tenido, alguna vez, muchos motivos para sentirnos atropellados,
humillados, maltratados, violentados o seriamente afectados por algo o alguien; decisiones
inapropiadas, cobro exagerado, actitudes desconsideradas, entre otras razones; las cuales, desde
nuestra perspectiva, atentan contra los intereses individuales o colectivos que nos atañen. ¿Cuál es
la manera en que hacemos frente a la situación? ¿Nos llenamos de enfado y devolvemos con una
actitud airada todo lo que recibimos? ¿Nos exaltamos y alterados ofrecemos con términos
desobligantes un fuerte discurso para afrentar y golpear? La respuesta a estos interrogantes puede
tener muchos matices; no nos convoca en este momento juzgar la forma en que reaccionamos,
pero sí reflexionar al respecto, de manera que sea una oportunidad para crecer en nuestra
formación personal integral. Es fácil descender a la ignominia y dejarnos dominar por la tensión del
momento; pero ¿realmente tiene sentido recurrir al insulto o la vulgaridad para hacer un reclamo?
Pienso que no existe ningún mérito al proceder de esta manera, mucho menos, cuando se ha
recibido una educación en ética y valores humanos; el respeto, la tolerancia, la empatía, la
autoestima y la amabilidad no pueden ser sólo conceptos abstractos o meramente teóricos, deben
ser, por el contrario, expresiones vivas de la formación familiar, espiritual y personal que hemos
adquirido. Cuando se pierde la perspectiva axiológica de la vida se cae a la naturaleza instintiva,
apartada del razonamiento humano. Se puede ser crítico y exigir que se actúe con justicia o
imparcialidad sin perder la ecuanimidad y el decoro que nos permite ser amables; la amabilidad no
debe ser entendida como una cualidad de carácter social que se limita al formalismo de ademanes
y cortesías que pueden rayar en la hipocresía o una rancia aristocracia; el ser amable es llenarse
de sosiego a pesar del estrés diario, es vencer la impaciencia y doblegar el interés egoísta para
tratar bien a los demás, incluso cuando sentimos que no lo merecen; manifiesta un alto grado de
madurez y fortaleza mental y espiritual. En medio de una diferencia o un conflicto fuerte es fácil
perder los estribos, levantar excesivamente la voz y pretender herir con los insultos; ya que para
ello no se requiere mayor esfuerzo y no depende de ninguna virtud, no se necesita inteligencia o
sabiduría; cuando actuamos así perdemos el horizonte y nos concentramos sólo en cómo nos
sentimos y todo el caos emocional; lo cual generalmente nos impide pensar con claridad; en
conclusión, cuando no se tiene suficiente autocontrol es poco probable resolver de la mejor manera
un inconveniente o mal entendido. Conscientes de nuestras debilidades, es nuestra
responsabilidad “trabajar” para mejorar; actitudes conformistas o justificaciones como: “así soy yo”,
“no es mi culpa” o “esta es la costumbre”, sólo demuestran el desinterés por el respeto que todos
merecemos. La preparación académica e intelectual es influida por las instituciones educativas,
recurrimos a ella en los libros y fuentes enciclopédicas; mas la formación personal en valores y
virtudes depende de nuestro interés y el compromiso que asumamos con nosotros mismos.
La amabilidad puede ser definida como la cualidad que le permite al ser humano ser delicado y
respetuoso en su trato hacia los demás, es sin lugar a dudas, una de las más claras
demostraciones de la formación que se ha inculcado con el ejemplo a través de la cotidianidad; no
surge al azar; ya que para poseerla debe cultivarse constantemente con cada una de las
experiencias que hacen parte de la vida diaria; está íntimamente relacionada con la concepción que
2. se tiene sobre la dignidad humana y la misma trascendencia del ser, con el amor que surge de la fe
en el Creador. Es muy gratificante encontrarse con alguien que tiene presente la importancia de un
saludo cordial y cálido, honesto y directo, que rebasa la trivialidad del mero compromiso social, ese
que se hace mirando a los ojos con la convicción de que se trata de algo genuino. Algunas frases
que enarbolan la amabilidad expresan: “Sin amabilidad el ser humano deambula por la vida
torpemente” Doménico Cieri Estrada “Con palabras agradables y un poco de amabilidad se puede
arrastrar a un elefante de un cabello” Proverbio Persa “El corazón del sabio es el que refleja
tranquilidad, embellece la sensatez y regala amabilidad, mas el corazón del soberbio es el que
destroza la completa paz, el que acaba con la armonía y el que no acepta a una persona con su
alma caritativa” Alonso “Hay tres cosas importantes en la vida: la primera, ser amable; la segunda,
serlo siempre; y la tercera, nunca dejar de serlo” Henry James “24 Y un siervo del Señor no debe
andar en peleas; al contrario, debe ser amable con todos. Debe ser apto para enseñar; debe tener
paciencia 25 y corregir con corazón humilde a los rebeldes. Acaso Dios les conceda volverse a Él y
conocer la verdad” Segunda Carta a Timoteo Capítulo 2, versículos 24:25. De acuerdo con los
anteriores argumentos, es fundamental detenernos un momento para apreciar la importancia de la
amabilidad en nuestra vida personal, familiar y social; pues no es únicamente un valor que se
manifiesta al exterior sino que influye notablemente en la convivencia al interior de la familia y la
pareja, afectando la manera como nos sentimos y hacemos sentir a quienes nos rodean.
Finalmente quiero dejar abierta la puerta hacia un nuevo camino, en el que seamos muy
conscientes de la transformación a la que nos vemos llamados, actuando con tacto frente a las
situaciones que se nos presentan, sabiendo que más que una simple realidad es una verdadera
prueba que mide nuestra disposición para mejorar y fortalecer nuestro espíritu; ya que en cada una
de estas ocasiones podemos ser débiles y ceder ante la provocación o fuertes y vencer con la
sabiduría de la actitud reflexiva que nos permite ser humildes y buscar la verdadera solución a las
dificultades.
¿Cuál es tu Equipo Favorito?
Al escuchar esta pregunta es muy fácil creer encontrar la respuesta correcta, actualmente
la mayoría de las personas tienen una afición o entretenimiento que les ha permitido
desarrollar una afinidad relacionada con algún deporte o juego, y a su vez identificarse con
un equipo. Solamente en el deporte del fútbol existen registradas alrededor de 208
asociaciones nacionales, con un número de equipos o clubes que en el caso de Colombia,
es de 2.773, un número de 3.043.229 jugadores, de acuerdo con la F.I.F.A. (2013) Esta es
apenas una muestra de la manera como los jugadores y seguidores de un deporte pueden
ser casi innumerables por la manera en que esta cifra aumenta a cada momento en todo el
mundo; si analizamos las actividades que se generan a partir de la práctica de este deporte
encontraríamos un amplio conjunto de factores económicos que se convierten en
gigantescas sumas de dinero. Como se puede ver, pensar en una afición o hinchada es lo
más común frente al interrogante principal; innegablemente para la gran mayoría es
evidente que en el mundo todos estamos siguiendo o apoyando a un determinado equipo o
club, con el cual sentimos empatía o atracción por el juego que hacen, sus uniformes, sus
escudos y lo que representan; por lo anterior, es posible que su respuesta coincida con
Real Madrid, Manchester Unite, Atlético Nacional, América de Cali, en el caso del fútbol;
Medias Rojas, Bravos o Marlins, en el beisbol; citando un ejemplo de deportes populares.
3. Pero no es en ese sentido en el que se plantea la inquietud, va más allá del gusto por una
disciplina deportiva, un partido político o un club; es un interrogante que abarca una actitud
y un estilo de vida frente a la dinámica en la que se desenvuelve la existencia del hombre
¿alguna vez nos hemos detenido a analizar cuál es el juego más importante o la disputa
más significativa? ¿Cuáles son las fuerzas que se enfrentan diariamente por ganar el
mundo? ¿Qué es aquello que persiguen? En realidad es muy difícil tratar este tema, a lo
mejor quien lee ahora puede sentirse muy cuestionado o tal vez decepcionado o
indiferente; en fin, es, en todo caso, una realidad que día a día podemos percibir; detrás de
cada actividad, pensamiento o proyecto, hay un propósito; la música, el trabajo, el estudio,
el comportamiento, las actitudes, nos hacen, incluso de manera inconsciente, partícipes de
una confrontación; no nos asombremos, es práctico poner un ejemplo: en una tienda de
barrio una ama de casa va a comprar los alimentos para cocinar el almuerzo, el tendero le
vende un artículo sabiendo que se ha expuesto a la contaminación de un roedor o que el
proveedor no es de confianza; en este caso alguno pensará que no se está procediendo de
mala fe y que es necesario ser astutos y sacar provecho de la situación; en otro ejemplo el
padre le dice a su hijo que niegue que está en casa cuando el cobrador pregunte por él, a
lo mejor este es un hecho más conocido; es común que se crea que son mentiras
pequeñas, blancas o inocentes; pero no es así. Sin el ánimo de ser trágicos debemos tener
en cuenta que todo lo que hacemos afecta a los demás y a nosotros mismos. Somos
protagonistas en la lucha diaria entre dos fuerzas; ser conscientes de ello es crucial para
ser consecuentes con la realidad y abrir los ojos ante nuestro destino. No es fácil; ya que el
mundo nos muestra que se debe ser insensible, frío y calculador para alcanzar el éxito,
pensamos que eso nos hará verdaderamente felices, que el dinero y las comodidades
conseguidas de cualquier modo, serán suficientes para sentirnos realizados, pero ¿Bastan
las cosas materiales para lograr la plenitud de la vida? ¿Aseguran la paz y el amor? En
cada experiencia de la vida es posible notar la manera en que se contraponen lo justo y lo
injusto, lo apropiado y lo amañado o arreglado para satisfacer los intereses particulares.
Partiendo de un análisis imparcial y amplio podemos entender que, por ejemplo robar es un
delito y un pecado para una gran cantidad de creencias religiosas, pero si quien lo hace es
una persona sumamente pobre que padece mucha hambre y hurta alimentos, la situación
es un poco comprensible o aceptable para algunos; sin embargo, obrar con rectitud
muestra que proceder de acuerdo con la ética y la conciencia provee de nuevas rutas o
caminos que no trasgreden la honestidad. Quien tiene claridad en su corazón y
pensamiento ha entendido la importancia de la sabiduría y la cercanía al Creador, como
fundamento de la edificación, la formación humana y el crecimiento espiritual; si la
pregunta de la primera parte fuera: ¿Cree en Dios? ¿Ama a Cristo? ¿Usted se considera
buena persona? De seguro casi todos responderíamos sí, rápidamente; pero, ¿Estamos
conscientes de lo que implica realmente una respuesta positiva a estos interrogantes? Por
ejemplo, ¿Cree usted que se puede ser bueno y a la vez corrupto? ¿Se puede amar a
Cristo y ser fornicario u odiar a otros? ¿Se puede creer en Dios y actuar en contra de su
voluntad? Ahora veamos el otro aspecto del análisis del tema, ¿Cuál cree usted que es la
fuerza o el ser que se esconde tras el narcotráfico, la prostitución, la depravación, el
engaño, la hipocresía, el odio y la pérdida de valores? En la actualidad se mueve una
fuerza que tiene mucho interés en que los seres humanos no podamos discernir entre el
bien y el mal, lo justo o lo injusto, lo correcto o incorrecto; es así como parece ser que hoy
día “todo se vale” “el vivo vive del bobo” “si otros lo hacen, yo también” “uno se muere y
nada se lleva” en fin, una cantidad de ideas y justificaciones que nos convencen de que
actuar contra los buenos principios es ser un rebelde o luchador que alcanza el éxito,
incluso se considera admirable a través de la apología que elaboran novelas, canciones,
bailes, películas, entre otros. Los medios masivos de comunicación se dan a la tarea de
alienar nuestro pensamiento con ejemplos y mensajes que enseñan que actuar mal está
bien, si se es irreverente o insensible y se violan las normas se puede ser un modelo a
seguir o un héroe. En internet, podemos observar que Youtube, una página web, dedicada
a publicar videos, con millones de visitas diarias en todo el mundo, los videos que logran
4. establecer records de visitas para verlos, generalmente promueven actitudes que riñen con
los valores o la educación integral, por ejemplo de bailes o actividades que lejos de formar
o inculcar valores, contribuyen al deterioro social, presentando estero tipos que influyen
destructivamente en la niñez y la juventud principalmente; otros videos presentan
canciones con lenguaje obsceno, que difunden la violencia, los negocios ilícitos, el sexo
irresponsable y el libertinaje. Es muy evidente que la ilustración puede ser interminable al
referirnos a la contaminación espiritual que se genera por diferentes medios de
comunicación. Tal vez ahora el lector pueda comprender un poco mejor cuál es el análisis
que se plantea con el título de este texto, a cada momento de la vida se puede tener una
actitud que refleja coherentemente el ejercicio consiente de una identidad, el conocimiento
de la verdadera trascendencia de nuestros actos. Tal y como el hincha de un club deportivo
se preocupa por conocer su equipo, los colores que lo representan, reconocer a los
jugadores con mejor desempeño, inscribirse en las asociaciones o barras; quien tiene claro
de qué lado está, en la confrontación diaria de intereses y actitudes, debe tener presentes
sus postulados, principios y fundamentos, al igual que la figura, es decir, el jugador que
admira y desea imitar; como seres humanos podemos realizar grandes proezas, lograr
importantes metas, mas estamos limitados y permeados por la imperfección; si miramos el
ejemplo que constituyen algunas figuras públicas, como deportistas, artistas, científicos o
políticos, seguramente encontraremos que a pesar de hacer un buen trabajo en su
profesión, un número importante de ellos realmente no son lo suficientemente íntegros
como para erigirse como modelos ¿Por qué? La corrupción, el consumo de drogas y los
excesos pueden ser el “talón de Aquiles” que hace flaquear el ejemplo que se quisiera
ofrecer; miremos el ejemplo del ex jugador argentino de fútbol, Diego Armando Maradona,
quien consiguió importantes logros deportivos tanto con la selección argentina como con
algunos de los clubes en los que jugó. Con la selección consiguió la Copa Mundial de
1986, el subcampeonato en la Copa Mundial de 1990 y el Mundial Juvenil de 1979. Sus
logros más importantes a nivel de clubes los obtuvo jugando para el Nápoles, donde ganó
una Copa de la UEFA y los únicos dos scudettos que posee la institución1
, lastimosamente
también este llamado astro del fútbol ha sido protagonista de escándalos por adicción a las
drogas y comportamientos de violentos; una preocupante actitud de algunos de los
seguidores de Maradona ha llevado a que se considere un ser superior, incluso se le han
edificado santuarios, lo cual muestra la confusión en la que se puede vivir si no se tiene la
perspectiva correcta de la realidad; es más, tal vez este caso para el lector puede parecer
exagerado, por lo tanto, le propongo observar otras estrellas del espectáculo como
Angelina Jolie, Sean Connery o Sylvester Stallone, para nombrar actores, Bob Marley, Julio
Iglesias, Shakira, entre otros cantantes, es decir, la gran variedad de “ídolos” creados por
la sociedad, influyen, en ocasiones sin que lo notemos, en el lenguaje que usamos, las
frases con las que nos expresamos, el modo en que nos vestimos, y por si fuera poco,
juzgan lo que se considera bueno y lo que no. Todo esto no puede obviar la reflexión sobre
los hechos ¿se está brindando a los más jóvenes, adolescentes e infantes una idea clara
de lo que vale la pena imitar, seguir y admirar, los valores y principios que aseguren la
construcción de una sociedad más justa y pacífica? Abordaré un pensamiento que imagino
tendrán muchos en este instante, y es el de que se trata de una exageración, que no incide
mucho en la forma de ser de quienes los siguen; pero en realidad hace parte del
complemento de la respuesta a la primera pregunta, pues al igual que al equipo del que se
es hincha, las figuras que tomamos para dedicarles tiempo y prodigarles admiración, nos
definen, estableciendo nuestras afinidades, perspectivas y visiones o idealizaciones sobre
la existencia, la familia, el trabajo, la convivencia social, entre otros aspectos. Creer que se
puede ser medio bueno o medio malo es un paradigma oculto que se propaga haciendo
que se deambule entre lo aceptable y lo repudiable, sin tener límites claros; siguiendo con
los efectos de la actual realidad social, quisiera que pensáramos en la juventud y sus
1
Tomado de internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Armando_Maradona. Acceso: abril 21 de 2013
5. tendencias ¿será gratuito que los chicos crean que es más importante la apariencia física
que la formación en valores? ¿es coincidencia que los jóvenes se sientan motivados a
tener relaciones sexuales sin verdadero amor, sólo por tener la experiencia? ¿el azar ha
llevado a que se impongan entre ellos bailes eróticos que hacen énfasis en el contacto
físico de las partes íntimas? No, no, no; todo es consecuencia lógica de lo que la sociedad
permite que se imponga como correcto, adecuado o BUENO. Creo que coincidimos que en
el orden de ideas propuesto es lógico pensar: ¿cuál es la alternativa que se presenta en
medio de todo este discurso? La respuesta es muy sencilla, para cambiar la actitud de la
sociedad se debe elegir muy bien los modelos a seguir, se debe actuar conscientemente,
siendo más riguroso con el ejemplo, las ideas y las expresiones que rigen el modo en que
pensamos y procedemos; debemos decidir con responsabilidad qué tomamos y que
desechamos de aquello que nos rodea; pero no es fácil, ya que la influencia negativa es
muy fuerte, aquella fuerza que hemos citado antes es fustigante, tiene muchas formas en
las que actúa, insistiendo en que no está mal un poco de “diablura” manifestada de
diversas maneras. Definitivamente se requiere de verdadera sabiduría para orientar
nuestros pasos en un ambiente tan “hostil”, seguir una senda que conduzca a la felicidad
legítima y garantice la tranquilidad y la paz interior, tener un modelo completo que reúna
las cualidades que nos lleven a este ideal es fundamental, la búsqueda profunda es la
clave, a través de ella reconocemos que somos seres falibles y sólo con ayuda de un ser
elevado podemos alcanzar el propósito mencionado. Desde mi experiencia de vida puedo
afirmar con seguridad que ese modelo de vida es Jesús de Nazaret, quien demostró su
amor por todos nosotros dando su propia vida a cambio de nuestra redención; las
Sagradas Escrituras son el manual de vida por excelencia, allí está la sabiduría que
contiene la verdad que nos hace libres, auténticos y vencedores del mundo. El estudio de
la biblia es el que realmente brinda las orientaciones para desarrollar un estilo de vida
ganador, que es fidedignamente revolucionario; en los libros que componen estos escritos
se encuentran las directrices que guían en medio de las sombras y edifican una vida de
abundantes bendiciones, con un sentido real, que potencializa todo nuestro ser para
compartir con los demás las riquezas de nuestro corazón, como hermanos. Ciertamente el
mundo sería muy distinto si con la pasión que ponemos a los equipos, partidos o estrellas
del espectáculo, nos propusiéramos seguir a Cristo, ¿lo imagina?... actuando con
honestidad, siendo responsables, amando con fidelidad y dándonos a los demás con
fraternidad, llevados de la mano por el Espíritu Santo, siendo hijos, padres, hermanos,
vecinos, amigos, conciudadanos solidarios, respetuosos y pacíficos. Todo ello cambiaría
drásticamente nuestra forma de ver el mundo y valorarlo; estamos a tiempo de transformar
nuestras vidas y emprender el camino que debimos tomar desde niños, eso es renacer,
romper antiguos paradigmas y forjar un nuevo mundo para responder con convicción a
quién seguimos, quien es nuestro maestro y cuál es nuestro equipo favorito.
Andrés Duván Mena.
Turbo, 2013