Poesía

1. Diálogos de amor
-¿De donde vienes? Por que me miras así, si tú sabes que mis preguntas... no son capciosas.
Dime, ¿qué es de ti?
-Pues yo creo de que sí, por tu mirada inquisitiva hacia mí.
- No mujer no piense así, tu sabes de sobra que siempre
te hable así... es mi forma de ser. ¿Bueno dime que hay ti?
-De mí, poco ¿y de ti?
-Pues ya ves relegado al olvido, sin nada que hacer, solo -pensando en ti, y viviendo sin
querer.
-A mí me pasa lo mismo, son nuestra forma de ser, ya estoy que ni vivo, pensando en que te
deje.
-No pienses más en eso, no digas cosas sin querer, que tú sabes muy bien que yo nunca te
deje.
-Yo a ti tampoco, todo fue un mal entender, la vida nos mete en un pozo, donde no hay
agua para beber.
-¿Agua? No... mi amor ¿agua me dices? Si yo vivo sin beber
desde aquel día que todo lo dejamos, con nuestras vidas separadas, sin poderse sostener.
-Bueno cuéntame, que llevo mucho tiempo, sin saber de ti, y quiero saber... que lo nuestro
no es casual, algo tiene que haber... me das que pensar...
-Puede ser que tenga razón, a mí también me da que pensar, de que hallas perdido la razón,
y quieras volver a empezar.
-¿Comenzar dices? Si no hemos terminado... solo se te ocurren cosas que a mí no se me
ocurrirían, de pensar que yo nunca te querría.
-Ya sé que me quieres, y yo también a ti, lo que pasa en mi y en ti, es que vivimos sin vivir.
-¿Sabes? Deseo darte un beso, un fuerte abrazo y ofrecerte algo más que eso, amor sin
rechazo.
-Creo que lo nuestro nunca se termino y nunca se terminara, aquí hay algo más que un
fuerte e intenso amor... lo nuestro es puro corazón.
-Si es verdad mis sueños son tuyos, no hay noches sin ti, me aferró a mi almohada para
sentirte más cerca de mí.
-Y a mí me pasa algo parecido, ¿qué cosas? Nunca te olvido ni cuando mi cabeza reposa,
cuando estoy dormido.