Los seres vivos son esenciales para el planeta Tierra porque contribuyen al equilibrio ecológico al formar parte de las cadenas alimenticias y ciclos biogeoquímicos como el del agua, carbono y nitrógeno. Sin la diversidad y abundancia de vida, se alterarían estos ciclos y procesos vitales, poniendo en peligro la supervivencia de la Tierra. Por lo tanto, la existencia de los seres vivos es indispensable para el mantenimiento del planeta.