1. LA CUARESMA
Dar sentido
Dar sentido significa dar razón de lo que hacemos. Esto va en contra del "hacer por
hacer". Algunos catequistas y padres (educadores en general) tienen miedo a
repetir cosas. Dicen que eso es “caer en la rutina". Y siempre buscan cosas nuevas.
El cambio y lo nuevo no es de por sí bueno. La referencia para juzgar la bondad de
lo que hacemos o no hacemos es cómo nos conduce a lo esencial, a lo que
queremos transmitir como mensaje evangélico. Es bueno realizar algunas acciones
en acontecimientos que se repiten cada año; en Navidad se repite (=Es propio de la
Navidad) construir el belén.
En Cuaresma
El tiempo cuaresmal está cargado de elementos propios:
- La ceniza al inicio, el Miércoles de Ceniza.
Gesto austero de recuerdo de lo que somos (tierra, fragilidad a pesar de las
apariencias y del progreso).
- La oración. Principal manera de intimar con Dios personalmente, de conocerlo y
tratarlo. Cuaresma tiempo de hacer "catequesis de iniciación en la oración".
- La meditación o lectura de la Palabra de Dios. Forma de dar importancia a Dios es
dar tiempo y tomarnos tiempo para renovar nuestra vida de bautizados. La
Cuaresma es el tiempo de la Palabra y de nuestra confrontación con ella. La
Comunidad cristiana organiza muchas actividades que parten de esta idea.
- La limosna. Modo práctico de reconocer al hermano, al necesitado y de no
enriquecernos y olvidarnos de Dios.
- La participación en la comunidad cristiana (presencia activa en las celebraciones..
las charlas, la vida de la comunidad).
- La abstinencia y el ayuno. Modos muy concretos de cumplir la palabra del Señor:
"No sólo de pan vive el hombre";
- La ornamentación sobria del templo.
Las "cosas" de adultos son cosas de niños
Todos los elementos cuaresmales tradicionales son "cosas de todos: de niños y de
adultos". Los niños participan en lo que hacen los adultos y así los adultos los
introducen en "las prácticas cuaresmales" por la vista y por la palabra. Introducir o
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2. hincar en la cuaresma no es mandar a hacer cosas (ayuno, abstinencia, limosna,
etc), sino invitar a los niños a realizar las cosas con los adultos y darles
explicaciones concretas de qué hacemos y por qué hacemos las cosas. No basta
decir: “Es cuaresma”. Hay que añadir: “Hacemos esto que veis porque es
Cuaresma y con ello queremos…”
Sería bueno, pero...
La gran realidad y queja de los catequistas:
"Muy bonito, pero la realidad es que no se vive ambiente religioso ni cuaresmal en
la familia".
Por eso mismo
La comunidad cristiana tiene que echar imaginación y proponer acciones
subsidiarias para todos.
- Confeccionar y distribuir una hoja con modos concretos de celebrar la cuaresma
en familia…
Dejar a un lado el programa de catequesis y todos los grupos hacer una (o varias)
catequesis sobre la Cuaresma e invitar a todos a proponer cosas posibles para
hacer en la comunidad. No darlo todo hecho. Vacunarse a tiempo con el sueño de
participación masiva.
- Dejar sitio, en todo lo que se programe, para los niños. Seguir el esquema de
comportamiento de los niños en la familia: conjugan presencia con los adultos y “su
vida propia” (y siempre hay alguno que se “pega” más a los adultos).
- Dar importancia a las cosas visibles: velas, murales, ausencia de flores, presencia
de la Biblia, escenario de oración, limosna-apadrinamiento con una comunidad del
Tercer Mundo…
- Poner en manos de los niños materiales que les ayuden a vivir y entender la
Cuaresma (por ejemplo, el folleto Tiempos Litúrgicos. Cuaresma, para niños de 7 a
12 años).
- Recordar lo que nos queda de las cuaresmas vividas cuando éramos niños... O
pensar qué te gustaría que tus hijos o miembros del grupo recordaran de mayores
de la Cuaresma vivida hoy...
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