Los aztecas desarrollaron una sociedad militarizada y jerárquica en la que una élite gobernante controlaba la mano de obra y practicaba sacrificios humanos a gran escala para apaciguar a los dioses. Vivían en ciudades como Tenochtitlan ubicada en el lago Texcoco, donde construyeron templos monumentales como el Templo Mayor dedicado a dioses como Huitzilopochtli y Tlaloc.