2. Los antiguos griegos no tenían un
término especial para designar lo que
hoy entendemos por arte. Utilizaban el
término texnh, que no solo se refería
al campo de lo estético, sino que
también se refería a toda habilidad o
destreza, tanto manual como
intelectual, requerida para realizar
cualquier actividad organizada bajo
reglas o normas.
Este término fue traducido por los
romanos por la palabra ars que siguió
albergando al mismo tiempo la idea de
habilidad manual y la de un valor
estético. Desde este punto de vista, un
zapatero era tan artista como un
albañ il, un pintor o un médico, ya que
todos dominaban un arte, poseían una
habilidad técnica.
3. Durante la Edad Media, las artes
liberales intelectuales (ló gica,
retó rica, aritmética, geometría,
astronomía, gramática y música),
practicadas por los hombres libres y
que, por lo tanto ennoblecían a
quien las ejecutaba, se separaron
de las artes mecánicas o “innobles”,
es decir, aquellas que requerían un
esfuerzo físico, considerado
degradante. La pintura, la escultura
y la arquitectura formaban parte de
las artes mecánicas medievales por
ser oficios artesanales.
4. Durante el Renacimiento, paulatinamente comenzó a defenderse el
carácter intelectual del trabajo de los artistas (pintores, escultores,
arquitectos). Surgieron entonces las nociones de originalidad
creativa, individualidad, genialidad, sentimiento e invenció n, que
caracterizan la concepció n moderna del artista.
5. Hacia el siglo XVIII, el concepto de arte se restringió a las llamadas “bellas artes”.
De este modo, la pintura, la escultura, la arquitectura comenzaron a compartir el
mismo estatus con la música, la danza, la poesía y la retó rica. En esa época surgió
la denominació n de “artes plásticas” para designar al conjunto que integran el dibujo,
la pintura, el grabado, la escultura y la arquitectura. Estas manifestaciones artísticas
lo que tienen en común es que se desarrollan en el espacio, y se diferencian de la
música, la literatura, la danza y el teatro, artes que se desarrollan en el tiempo.
6. Aunque en el siglo XX, el espectro de lo que se considera artístico se amplió
considerablemente, este sentido restringido de lo que se considera arte
mantiene su influencia en la actualidad. El prejuicio del objeto único bello
tradicional (cuadro o escultura), expresió n de la sensibilidad y del trabajo
manual de un artista, sigue siendo un parámetro generalizado a al hora de
definir lo artístico, frente a expresiones como las acciones conceptualistas,
donde ya no hay un objeto artístico en el sentido tradicional, sino que el valor
estético se ha trasladado a la idea de la obra.
7. Aunque en el siglo XX, el espectro de lo que se considera artístico se amplió
considerablemente, este sentido restringido de lo que se considera arte
mantiene su influencia en la actualidad. El prejuicio del objeto único bello
tradicional (cuadro o escultura), expresió n de la sensibilidad y del trabajo
manual de un artista, sigue siendo un parámetro generalizado a al hora de
definir lo artístico, frente a expresiones como las acciones conceptualistas,
donde ya no hay un objeto artístico en el sentido tradicional, sino que el valor
estético se ha trasladado a la idea de la obra.