Transcripción de artículo de Steven Yates

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La caída de Chile
Steven Yates - The Unz Review
Me mudé a Santiago de Chile durante los años de Obama: 2012, para ser exactos. Creía, al
igual que muchos otros, que el verdadero ajuste de cuentas financiero aún estaba por
llegar, que las relaciones raciales empeorarían (¡¡la diana allí y algo más!), y que otros
países tenían mejores perspectivas como refugios para las libertades individuales que
Estados Unidos en declive. . Mientras buscábamos en varios lugares (Nueva Zelanda,
Belice, Costa Rica, Panamá), seguimos regresando a Chile debido a la infraestructura de
primer mundo de sus principales ciudades, su amabilidad gringa, su economía fuerte y su
estabilidad política. Promocioné a Chile como tal. (Ve aquí y aquí; diviértete.)
Los libertarios en particular pronto estaban invirtiendo en una comunidad planificada,
Galt's Gulch Chile, comprando extensiones de tierra para desarrollar. La primera señal de
que GGC se había descarrilado estaba aquí. Hasta el día de hoy, estoy agradecido de que
me acobardé y me negué a involucrarme en lo que era una estafa desde el principio o el
idealismo equivocado de los despistados. Cualquiera que sea la intención original, los Libs
no pudieron evitar que se convirtiera en una estafa cuando uno de los suyos resultó ser un
sociópata de grado A. (Uh, anarquistas: aunque es una molestia y está llena de
estafadores por derecho propio, necesitamos al menos un gobierno limitado como
nuestro único medio para tratar con los estafadores "privados" y evitar que tantas
disputas como sea posible se conviertan en tiroteos). .)
Ese silbato se dio en 2014, en un proyecto que de entrada no era posible, porque ni
siquiera el Chile de 2014 era una sociedad de “libre mercado”. Y por el aspecto de las
cosas ahora, Chile nunca fue lo que parecía. El país es un lugar de una belleza fenomenal,
con abundancia de recursos naturales. También es un lugar en el que una burocracia
impresionantemente ineficaz hace de saco de arena en todas sus instituciones. Esto
último me habría llevado de regreso a los Estados Unidos justo a tiempo para el comienzo
de la era Trump, excepto por una cosa: conocí a la mujer que se convirtió en mi esposa.
¡Eso significa mucho! Me mantuvo aquí…
Ahora es 2021 y durante más de un año hemos tenido la inquietante sensación de
habernos convertido en participantes no consentidos en un experimento de laboratorio a
nivel nacional.
Quizás el verdadero experimento comenzó décadas antes, en la década de 1970, cuando
la dictadura de Pinochet dio luz verde a los Chicago Boys para establecer su paraíso
económico propuesto construido sobre los principios de Friedmanía, también conocido
como neoliberalismo.

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Esto, a lo largo de los años que siguieron, especialmente después de la renuncia de
Pinochet, creó el “milagro chileno” que nos sedujo a mis amigos libertarios ya mí. Ahora la
pregunta es vergonzosamente obvia: ¿éramos realmente tan estúpidos e ingenuos que no
podíamos distinguir el libertarismo del neoliberalismo? ¿O simplemente estábamos
cegados por la belleza natural que vimos aquí, además del hecho de que la mayoría de los
chilenos son personas genuinamente agradables?
Cuando finalmente tragué la píldora roja con respecto a Chile y me desperté en el
Desierto de Atacama de lo Real, lo que vi fue solo otro estado vasallo de GloboCorp,
¡aunque increíblemente exitoso!
¿Quién o qué es GloboCorp? ¿Existe realmente tal entidad? Estás bromeando, ¿verdad?
GloboCorp (abreviatura de corporativismo globalista, para cualquiera que haya pasado los
últimos 50 años en una cueva) consta de 300 a 400 familias extendidas que gobiernan el
mundo. La clase propietaria, en otras palabras, que posee/controla más de la mitad de la
riqueza mundial, comenzando con los bancos de inversión y los bancos centrales leviatán;
la CIA, otras agencias de espionaje; contratistas de defensa y la maquinaria de guerra en
general; “grupos de reflexión” como el Atlantic Council, la Comisión Trilateral, etc.; medios
corporativos; Grandes farmacéuticas, grandes tecnológicas. Luego están los varios miles
de administradores y tecnócratas bajo esas familias principales, con miles de funcionarios
más, incluidas clases políticas compradas, académicos de la Ivy League y prostitutas, como
los llama Paul Craig Roberts. Los centros de GloboCorp están en lugares obvios: Wall
Street, Tel Aviv, la ciudad de Londres, Basilea y Davos, Bruselas, Dubái, Singapur, Silicon
Valley, probablemente Beijing, etc. Podría dar nombres, pero llevaría demasiado tiempo.
Muchos son obvios. Así que solo diré: Sí, Thomas Dalton, hay un número
desproporcionadamente grande de judíos en los escalones superiores de GloboCorp y lo
dejaré así por ahora.
Ahora, sin embargo, subestimación de este artículo, tenemos un problema importante en
nuestras manos: la llamada pandemia. El momento de esta catástrofe debería ser de gran
interés para todos: se produjo después de que (1) los múltiples esfuerzos de los lacayos de
GloboCorp en el Congreso para desalojar a Donald Trump y las agencias de inteligencia de
EE. UU. se incendiaran; (2) nosotros, los tipos de pastillas rojas, aumentamos en número e
influencia en todo el mundo; por lo tanto (3) los líderes y movimientos “populistas”
estaban creciendo en estatura a pesar de la feroz oposición de las clases políticas
“oficiales”, los “expertos” académicos y los presbíteros, cuya credibilidad se había
derrumbado como rocas por precipicios escarpados (lo que no sorprende ya que nunca le
dijeron a los verdad sobre cualquier cosa).
En resumidas cuentas: una docena de familias de GloboCorp son propietarias de Chile
lock, stock, and barrel, y lo han sido al menos desde la era de Pinochet. Hubo retroceso
aquí, como lo hubo en otros lugares. El covid-19(84) llegó aquí como lo hizo en otros
lugares, y desde hace más de un año, este país de poco más de 19 millones ha estado
descendiendo a un infierno totalitario.

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Además, poco después del comienzo de este año comenzó aquí una de las campañas de
vacunación masiva más agresivas del mundo. Al 21 de abril, alrededor de 13 millones de
chilenos habían recibido la inyección (mientras que la tasa varía según la disponibilidad,
alrededor de 135 000 reciben la inyección por día). Lo más interesante de Chile ahora es la
explosión de nuevos casos de Covid. Estamos hablando en el rango de 6000 a 7000 por
día, y entre 100 y 150 muertes por día atribuidas a Covid.
Inicialmente, se atribuyó a las personas que se mezclaban y mezclaban sin cuidado, sin
máscara, durante las vacaciones, ya que febrero, mediados de verano en Chile, es el mes
tradicional de vacaciones. Pero estamos a finales de abril y miles de casos nuevos siguen
llegando a buen ritmo. Con esa narrativa anterior que pone a prueba la credibilidad, las
autoridades culpan a las "fiestas clandestinas" de jóvenes sin máscaras que no observan
las "pautas de distanciamiento social". (Solo para tener en cuenta, en el último año he
visto un total de cinco personas al aire libre sin máscara, incluida una tarde que mi esposa
y yo pasamos en la playa con docenas de personas a nuestro alrededor).
Lo que nadie dice es que esta “nueva ola” de casos y muertes es consistente con lo que ha
sucedido en todas partes que ha lanzado campañas masivas para inyectar a su gente
vacunas experimentales de ARNm. El estado de Michigan es un ejemplo, con su
gobernador-dictador demócrata Gretchen Whitmer. El estado tiene una alta tasa de
vacunas y un sistema médico abrumado al borde del colapso.
Gran parte de Chile había estado en varios grados de bloqueo durante un año. El régimen
de Sebastián Piñera, tratando de estar al tanto de las cosas a raíz de los disturbios que
comenzaron en octubre de 2019 (más sobre esto a continuación), instituyó formas de
bloquear aún más, trabajando a través del departamento de salud del país y los medios de
comunicación. Sí, chilluns, tenemos nuestro propio Tony Fauci de ligas menores. Su
nombre es Enrique Paris y dirige el Minsterio de Salud de Chile (MINSAL), una oficina a
nivel de gabinete en el gobierno chileno.
El confinamiento más duro que comenzó el 1 de abril ha convertido los viajes
internacionales (apenas sencillos desde que comenzó) en una pesadilla incluso para
ciudadanos y residentes extranjeros. Si no estás en ninguno de los dos grupos y estás lo
suficientemente loco como para querer venir aquí, olvídalo. No vas a entrar. Cualquier
ciudadano o residente que entre será puesto en cuarentena por la fuerza durante cinco
días en un hotel a su cargo, incluso con una prueba de PCR negativa (notoriamente poco
confiable), luego se le dará otra prueba de PCR (poco confiable) al final de los cinco días.
Este es un fuerte desincentivo para viajar internacionalmente, que es el punto, creo.
¡GloboCorp no quiere que los campesinos nos movamos libremente como muchos de
nosotros lo hicimos en los años 2000!
Nosotros (mi esposa y yo) teníamos planes de salir de Chile de forma permanente el año
pasado, pero la combinación de requisitos contractuales para desocupar nuestro

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condominio a partir de tal o cual día, junto con el cierre de las fronteras de nuestro país de
destino, descarriló nuestros planes (el ministerio de salud también había bebido el Kool-
aide). Terminamos con la madre y la hermana de mi esposa hasta que pudimos encontrar
otro lugar y decidir nuestro próximo movimiento. Algunos amigos me dicen que
deberíamos haber tomado los disturbios de 2019 como nuestra señal: era hora de partir.
Mea culpa.
Cuando comenzaron, Piñera declaró un Estado de Emergencia (State of Emergency) que
incluía toque de quedas (toques de queda). Lo que aprendió el régimen: los toques de
queda impuestos con amenazas de cárcel mantuvieron a los campesinos y a los hooligans
fuera de las calles.
Cuando llegó el Covid, los toques de queda se volvieron semipermanentes. La manía
reciente escaló nuestro estado a un Estado de Catástrofe (Estado de Catástrofe).
El autor y asesor financiero Simon Black, que tiene una residencia aquí, tomó este anuncio
como una señal para tomar el próximo vuelo (se fue a México).
Porque obliga a la pregunta: si todas las medidas existentes fallan (porque sus premisas
son falsas), ¿el siguiente paso es el Estado de Sitio, que básicamente implicaría una ley
marcial al estilo de una junta militar en toda regla?
Si estás en Chile, esto es lo que tienes que hacer para ir a cualquier parte:
Obtienes un permiso de un sitio web de carabinero (policía). Imprímelo o guárdalo en tu
teléfono. Incluye su nombre, número de cédula chilena (los extranjeros con residencia
permanente pueden usar un número de pasaporte), edad, dirección y comuna, y
destino(s). Tienes dos por semana. Hasta hace poco, se le permitía salir tres horas por
permiso, lo que significa que tenía seis horas de libre circulación por semana para hacer
compras, hacer sus operaciones bancarias, ir a una oficina del gobierno, etc. (estas son
operaciones "esenciales" abiertas para los negocios) . Gracias a las reglas de capacidad
máxima y la ineficiencia mencionada anteriormente, fácilmente podría pasar la mayor
parte de su tiempo libre haciendo fila al aire libre.
El personal de seguridad de las entradas de guardia de comportamiento robótico e
inspecciona su permiso. Luego lo dirigen a un dispositivo para tomar su temperatura: el
tipo de artilugio que podría pasar fácilmente a algo capaz de leer un chip implantado. La
mayoría de la gente nunca notaría la diferencia.
A principios de este mes, el tiempo libre por permiso se redujo a dos horas. No puedo
evitar preguntarme si alguien estaba tratando de averiguar cuánto soportarían estas
personas. ¿Una reducción en el tiempo libre al aire libre por un tercero despertaría
resistencia? No. ¡Apenas he oído un gemido proletario! (Oh, se le permite caminar al aire
libre de 6 a 9 am).

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¿Cuánto aguantarán los chilenos? Algunas “directrices” son evidentemente absurdas, sin
respaldo científico legítimo alguno. Mi esposa y yo nos encontramos con uno justo esta
mañana mientras escribo esto: un límite máximo de tres personas en los ascensores de los
grandes centros comerciales. Habíamos subido y una pareja de ancianos venía detrás de
nosotros. Pensé: ¿por qué no? Les hice señas para que siguieran adelante y subieran.
Empezaron a. Un ejecutor (más sobre ellos a continuación, también) apareció
instantáneamente y ladró: "¡! ¡Solo tres personnes!" ("¡Tres personas solamente!")
Dije bruscamente: “¡Esto es estúpido!” ("¡Esto es estúpido!")
El ejecutor me miró en estado de shock. Claramente, no había escuchado a nadie decir
nada en contra de estas estúpidas reglas antes. Pero siendo un gringo de una cultura que
valora la libertad y frunce el ceño ante el cumplimiento sin sentido, ¡no iba a quedarme
allí y no decir nada!
Pero bienvenidos a Chile, donde ahora se han establecido puestos de control en los peajes
de las carreteras “privadas” (de las cuales —gracias a la pseudoprivatización neoliberal—
hay muchas) para que los carabineros vean “¡Sus papeles por favor!”. Yo estaba en uno de
estos, ¡y el atasco de tráfico era algo digno de contemplar!
(Los cierres son logísticamente imposibles en una sociedad del primer mundo por razones
que cualquier persona con un cerebro en funcionamiento debería poder discernir: las
personas necesitan obtener alimentos o pedir que se los entreguen, lo que significa que
los trabajadores deben estar en las tiendas para suministrarlos; los centros médicos y el
gobierno las oficinas deben estar en funcionamiento, las personas tienen emergencias de
salud y de otro tipo, las tuberías principales de agua se rompen y necesitan reparación
inmediata, los propios encargados de hacer cumplir la ley deben estar fuera de casa. Esto
sin mencionar los picos bien documentados de violencia doméstica, otros delitos, abuso,
depresión y suicidio).
Las reglas siguen cambiando, por supuesto, de una manera que recuerda la novela
distópica Brasil (1985). Esto crea una pesadilla para aquellos de nosotros que tratamos de
planificar con anticipación, incluida la estrategia para salir del país con nuestras
pertenencias, que en mi caso incluyen una biblioteca sustancial. Las reglas que cambian
constantemente causan confusión y conducen a la parálisis. Una vez más, estoy seguro de
que esta es la intención.
Los disturbios del 2019, los peores en Chile desde la era de Pinochet, habían sido
silenciados a través de un acuerdo para convocar una comisión constitucional para
redactar una nueva constitución para el país. La constitución existente data de la época
(despreciada) de Pinochet.

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Sin embargo, los miembros de la comisión todavía tienen que ser votados. Con el reciente
aumento de casos de Covid, el Senado chileno pospuso la votación. Dado que algunos de
los temas que provocaron los disturbios eran legítimos, y existe la posibilidad de que una
nueva constitución le cueste a las familias de GloboCorp en Chile parte de su poder, el
gobierno tiene todos los incentivos para explotar la manía de Covid por todo lo que vale ("
¡Nunca dejes que una buena crisis se desperdicie” se traduce al español!).
Piñera podría describirse como el George W. Bush de Chile, un tipo afable que luce la
misma sonrisa tímida y tímida, y un lacayo de GloboCorp de buena reputación; como
Bush, supo desde el principio quién untaría su pan con mantequilla. Muchos de los
manifestantes eran izquierdistas que lo señalaron como el Enemigo Público #1: su lado
“populista” rechazó el estatus de estado vasallo de Chile. La dinámica principal del
neoliberalismo, muchos de nosotros nos habíamos dado cuenta, es la de un estado de
bienestar al revés. Establece sistemas en los que el ganador se lo lleva todo y redistribuye
la riqueza hacia arriba. (Piñera hizo su fortuna personal introduciendo tarjetas de crédito
en el país y endeudando a los chilenos. Sorpresa, sorpresa: hay incluso menos educación
financiera aquí que en los Estados Unidos).
El mejor tema para los manifestantes fue el sistema de pensiones de jubilación
"privatizado" de Chile, la AFP (Administradora de Fondo de Pensiones) en la que todos los
trabajadores chilenos pagan. Esto permitió que la corporación corrupta administrara el
dinero para jugar, quiero decir, invertirlo.
Los salarios se mantuvieron bajos en Chile a pesar de la primera aparición mundial; el
salario medio aquí es menos de la mitad del salario medio en los EE. UU. Se había
desarrollado una clase media, pero era pequeña y muy leal al "sistema". Al jubilarse,
cuando los chilenos que ganaban salarios de supervivencia iban a cobrar, el resultado era
a menudo menos de $250/mes en dólares estadounidenses. Esto garantizó a los jubilados
una espiral descendente hacia la pobreza a menos que tuvieran familiares que trabajaran
con los que pudieran mudarse.
Un chileno al que estaba dando clases de inglés a fines de 2019 me explicó cómo la AFP
calculaba las pensiones. Le pedí que lo hiciera dos veces, para asegurarme de que lo
entendía correctamente.
¡El cálculo tuvo en cuenta un período de pago de 40 años! Cuando el jubilado moría
(obviamente, duh, mucho antes de que él o ella hubieran estado cobrando durante 40
años), la corporación simplemente se quedó con el resto del dinero. Así que sí, los
chilenos estaban siendo estafados sistemáticamente. ¡Habían estado aguantando este
sistema podrido durante años!
(Por cierto, ¡muchos conservadores y libertarios enamorados de las palabras privado y
privatizado han elogiado este sistema!)

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La dura experiencia debería decirnos: ¡cuanto más abuso tolere un pueblo, mayor será el
abuso que se le infligirá!
Los chilenos tienen una gran vacilación para cuestionar la autoridad o desafiar el poder.
Esta vacilación está integrada en la cultura y ahora está trabajando en su contra.
Y contrariamente a un mito, los izquierdistas tienden a ser aliados del poder, no a sus
desafíos. Los zurdos locales pasaron a formar parte de la vanguardia de los sicarios del
Covid. ¡Su crítica a Piñera no es que su régimen sea demasiado estricto con los bloqueos,
sino que es demasiado laxo!
Y hay muchos ejecutores del tipo que encontré. Es probable que sus superiores les digan a
aquellos que aún pueden trabajar en actividades "esenciales" que ordenen a las ovejas
que coloquen sus máscaras correctamente y que se paren donde se supone que deben
pararse para observar las "pautas de distanciamiento social" (incluso hay instrucciones
pegadas en los pisos en todas partes !). No usan su política en sus mangas.
La ironía es que todo esto ha reforzado el pretexto para posponer la votación de la
comisión constitucional, retrasando así la redacción de la nueva constitución de la que se
suponía que habían sido los disturbios del 2019.
¡Se acabó lo de esos cócteles molotov arrojados a las estaciones de metro!
¿Y de qué se trataba eso, de todos modos? ¿No estaba bastante fuera de lugar para este
lugar?
Sí, en general lo fue, y una de las razones de la violencia en 2019, obvia en retrospectiva,
es que los principales impulsores vinieron de fuera del país. Hay, por supuesto,
comunistas en América del Sur que saben cómo explotar un tema legítimo por todo el
kilometraje que pueden sacar de él. Eso fue cierto con la raza en los EE. UU., donde las
relaciones fueron destruidas por marxistas culturales judíos, y fue cierto con la
“privatización” neoliberal y la redistribución de la riqueza hacia arriba aquí (Friedman
también era judío, ¿no es así? La economía austriaca detrás de al menos algo del
libertarismo (Mises, Hayek, Rothbard) eran todos judíos. Ayn Rand era judía. No es de
extrañar que los goyim tuviéramos problemas para diferenciar las ideologías antes de
darnos cuenta).
Una razón principal del conformismo actual es que no hay medios alternativos de los que
hablar en Chile. Internet puede ser omnipresente aquí al igual que en los EE. UU. Pero casi
todos los medios alternativos están en inglés y, a pesar de los esfuerzos por lograr un Chile
más bilingüe, no más del 5 por ciento de los chilenos pueden leer inglés lo
suficientemente bien como para entenderlo. Por lo tanto, la información está aún más
centralizada que en los EE. UU. Sus fuentes, los principales medios de televisión (incluida
la edición en español de CNN) y el principal periódico de la nación, El Mercurio, sirven el

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tipo de obediencia incondicional que permitió a la AFP mantener su estafa durante tanto
tiempo. como lo hizo (también data de la época de Pinochet y fue diseñado por un tal José
Piñera, sí, el hermano del actual presidente).
Ahora, la obediencia masiva sostiene los cierres y la peligrosa campaña masiva de vax.
Entonces donde estamos?
Chile ejemplifica principios que en realidad son bastante simples. (1) Aquellos con poder
harán lo que puedan, ni más ni menos. En Chile, han aprendido que pueden salirse con la
suya en muchas cosas. (2) El instrumento más eficaz para garantizar el cumplimiento es el
miedo.
Esto último apenas es noticia, por supuesto. Hace eones, aprendimos una forma
históricamente importante en la que las masas se ven atraídas a apoyar las guerras de
"sus" gobiernos al incitarles al miedo:
“Por qué, por supuesto, la gente no quiere la guerra. ¿Por qué un pobre vagabundo de
una granja querría arriesgar su vida en una guerra cuando lo mejor que puede sacar de
ella es volver a su granja de una sola pieza?... Naturalmente, la gente común no quiere la
guerra, tampoco en Rusia, ni en Inglaterra, ni tampoco en Alemania…. Pero, después de
todo, son los líderes del país quienes determinan la política, y siempre es fácil arrastrar a
la gente, ya sea una democracia, una dictadura fascista, un parlamento o una dictadura
comunista... Con voz o sin ella, siempre se puede llevar al pueblo a las órdenes de los
líderes. Eso es fácil. Solo hay que decirles que están siendo atacados y denunciar a los
pacifistas por falta de patriotismo y exponer al país al peligro. Funciona de la misma
manera en todos los países”.
— Hermann Goering en su celda siendo entrevistado por G.M. Gilbert en los juicios de
Nuremberg, 18 de abril de 1946
Los medios han cambiado drásticamente. Las armas nucleares hicieron obsoleta la guerra
abierta entre las potencias globales (¡es de esperar!), y con el fin del comunismo soviético,
se buscaron otros medios para provocar el comportamiento deseado de las masas a
través del miedo.
La “guerra contra el terrorismo” puso a prueba la credibilidad, incluso para los productos
de las escuelas públicas de Estados Unidos (aunque puedo certificar: ¡las escuelas públicas
chilenas son peores!).
El “cambio climático provocado por el hombre” es una noción demasiado abstracta.
Demasiada gente no lo compra.
Pero un virus?

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¡Ese es un 'otro animal' completo! A diferencia del cambio climático, ¡un virus se presenta
fácilmente como una amenaza personal inmediata! Incluso uno con una tasa de
supervivencia de más del 99,5 por ciento para todos los que no están en un hogar de
ancianos o con condiciones preexistentes, siempre que los medios controlados olviden
convenientemente este pequeño hecho.
Todo lo que se ha necesitado, en todos los países, es que todos los medios de
comunicación dominantes martillan la amenaza de la enfermedad y la muerte las 24 horas
del día, los 7 días de la semana, presentando cifras día y noche, acompañadas de
imágenes aterradoras de personas con trajes protectores que llevan ataúdes.
¡En Chile, esto ha funcionado espléndidamente!
Además, un virus tiene su propia "imprevisibilidad" incorporada, ya que los virus mutan
("segunda ola", "tercera ola" y más allá). De ahí los temores continuos sobre las variantes
de Covid y los dictados en constante cambio.
Naturalmente, la economía chilena, una vez aclamada como "milagrosa", ¡ahora es un
completo desastre! Decenas de miles de pequeñas empresas están cerradas en todas
partes, muchas de forma permanente. Los centros comerciales están desiertos. (Las
supertiendas Lider, propiedad de los multimillonarios de Walmart, permanecen abiertas.
Por supuesto. Redistribución de la riqueza hacia arriba, ¿recuerdas?)
Algunas personas han protestado por su incapacidad para retirar lo suficiente de sus
pensiones para vivir, ante el hecho de que “su” gobierno les haya dicho que el pozo de las
AFP no tiene fondo. Algunos incluso han sido arrestados por protestar al aire libre sin
permisos. Supongo que el hambre a veces motivará a las personas a tener un par.
En cierto sentido, todo esto ha sido bastante fascinante de ver, tal vez en el sentido de
que un choque de trenes a alta velocidad puede ser fascinante de ver.
Nunca antes había observado, desde adentro, que una economía política neoliberal
primero pierde credibilidad cuando se descubren y cuestionan sus estafas, un proceso que
luego se interrumpe por lo que puede resultar ser la toma de poder más grande en la
historia de la humanidad: el Gran Reinicio propuesto siendo hecho pasar por algunas de
las voces clave de GloboCorp como la respuesta a todos nuestros problemas y el camino
hacia la utopía de un tecnócrata.
Chile bien puede ser el próximo en la fila para un sistema de "pasaporte verde" al estilo
israelí que probablemente incluya pasaportes de vacunas (y, por cierto, sí, Israel tiene sus
ganchos en Chile, ¿le sorprende?). Los pasaportes de vacunas han encontrado resistencia
en otros lugares, aunque estoy seguro de que los veremos porque la clase propietaria los
quiere. Independientemente de lo que hagan las vacunas (¿y quién sabe realmente cuáles
serán los efectos a largo plazo? ¿Despoblación?), Mientras tanto, los pasaportes son vías

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magníficas para el control de la población. Según lo que he visto, ¡la idea podría incluso
recibir un aplauso atronador aquí! A las masas de Chile les habrán dicho "su" gobierno y
los medios de comunicación que pueden volver a "sus" vidas y comenzar a reconstruir
"su" economía.
En resumen: el país que abracé en 2012 ha pasado de un falso milagro económico a una
dictadura médica demasiado real: uno de los lugares que GloboCorp seleccionó para que
los peones goyim supiéramos quién realmente manda. Sin duda Chile está en el radar
porque aún tiene todos esos recursos naturales por saquear (cobre, madera, salitre, etc.) y
una población mayoritariamente despistada que cree vivir en democracia y está
convencida de que una nueva constitución resolverá sus problemas. Para ser justos, la
mayoría de los estadounidenses creen que viven en una democracia a pesar de las
montañas de evidencia de lo contrario del tamaño de los Andes.
El populismo era la idea, vagamente concebida, de que las instituciones de la sociedad
civil deberían responder ante la gente, no simplemente (más) enriquecer a un puñado de
élites de poder que no rinden cuentas. Pero dada la efectividad de las campañas de terror
basadas en el miedo del año pasado, buena suerte con eso, en Chile o en cualquier otro
lugar.
STEVEN YATES tiene un doctorado en filosofía. Escapó de la academia estadounidense en
2012 y ahora es autor, redactor independiente y escritor fantasma que vive en Chile. Su
último libro se titula ¿Qué debe hacer la filosofía? A Theory y será publicado por Wipf y
Stock a finales de este año. Está casado con una chilena. Él y su esposa no tienen hijos sino
dos gatos.