En Génesis 3:15 la palabra sorprendente de esperanza profética habla de una hostilidad divinamente ordenada: "Pondré enemistad entre ti (la serpiente, Satanás) y la mujer; y entre tu simiente y la simiente suya".
1. 9 quien nos ha salvadoa y nos ha llamadob con un llamamiento santoc, no según nuestras obrasd, sino según su
propósitob y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesúse desde la eternidad1 2 Timoteo 1:9
“El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del
pacto eterno” Heb 13:20
2. Del hebreo berîth, "pacto",
"convenio", "acuerdo"; en griego
diathek', "testamento", "decreto",
"convenio", "acuerdo", "pacto".
3. “Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una
vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade” (Gálatas 3:15)
La palabra griega traducida por “pacto” (diathēkē) tiene
el doble significado de pacto y testamento. Es un pacto
especial donde una parte se compromete de forma
unilateral ante otra. Son promesas que se cumplen en
un determinado momento (por ejemplo, tras el
fallecimiento del testador).
El pacto ratificado al que se refiere Pablo es de este
tipo. Son “las promesas” hechas por Dios “a Abraham” y
“a su simiente”, “la cual es Cristo”
(Gálatas 3:16).
Dios promete y el hombre recibe. Abraham tan solo
tuvo que aceptar —por fe— la promesa. Y Dios siempre
cumple sus promesas (2ª de Corintios 1:20).
4. A menudo se invocaba a Dios como testigo.
(Gé 31:50; 1Sa 20:8; Eze 17:13, 19.)
Se hacía un juramento. (Gé 31:53; 2Re 11:4;
Sl 110:4; Heb 7:21.)
Los hombres a veces disponían una señal o
testimonio físico, como un regalo (Gé 21:30),
una columna o majano (Gé 31:44-54)
o el darle nombre a un lugar (Gé 21:31).
En una ocasión Jehová se sirvió del arco iris.
(Gé 9:12-16.)
5. Un método era matar y cortar en
trozos determinados animales, y
luego cada uno de los que hacían el
pacto pasaba entre los pedazos.
Debido a esta costumbre se acuñó
la locución hebrea ‘cortar un pacto’.
(Gé 15:9-11, 17, 18, nota; Jer 34:18,
nota, 19.)
A veces una alianza iba
acompañada de una fiesta. (Gé
26:28, 30.)
6. En ciertas ocasiones se podía
participar de una comida de
comunión, como se hizo
cuando se inauguró el pacto de
la Ley. (Abd 7; Éx 24:5, 11.)
El pactante de más entidad
podía regalar al otro armas o
alguna pieza de su
indumentaria. (1Sa 18:3, 4.)
7. La frase hebrea dice literalmente "cortar un pacto"
(karat herít).
Esta expresión aparece en el Antiguo Testamento no
menos de 80 veces, y el término pacto (berít) mismo
aparece unas 287 veces.
En la Biblia la palabra berít se usa en dos tipos de
relaciones.
Por un lado, se usa como una designación de la
relación entre dos partes humanas de igual rango,
o entre socios desiguales.
8. El uso más frecuente y
significativo del término hebreo
berít, "pacto", ocurre en relación
con la relación de pacto entre
Dios y el hombre,
Como en los pactos con Noé,
Abrahán, Moisés (sinaítico),
David, y el "nuevo" pacto.
9. El significado de "cortar" en
la expresión hebrea tiene el
sentido idiomático de "hacer".
La idea original inherente a
"cortar un pacto" es la práctica
de matar y luego "cortar"
(karat) uno o varios animales
para establecer o ratificar el
pacto.
10. Que los viajeros de este mundo
han recorrido a través de todas las
épocas para dirigirse al reino de los
cielos, sólo hay uno que lleva al
destino anhelado.
El apóstol San Pablo ruega a los
lectores de sus epístolas que
rechacen el camino falso y
permanezcan en el verdadero.
11. El camino falso es el
"antiguo pacto" y el
verdadero es el "nuevo
pacto".
Paradójicamente, el
nuevo pacto es más
viejo que el antiguo.
12. Efesios, 2: 12
Antes de nuestra conversión vivíamos sin esperanza y sin Dios. Ahora tenemos esperanza,
formamos parte del Israel espiritual y tenemos parte en los “pactos de la promesa”.
¿Qué nos quiere decir Pablo cuando nos habla de “PACTOS” (en plural) y de “PROMESA”
(en singular)?
13. “Pero el entendimiento de
ellos se embotó; porque
hasta el día de hoy, cuando
leen el antiguo pacto, les
queda el mismo velo no
descubierto, el cual por Cristo
es quitado”
(2ª de Corintios, 3: 14)
14. “Pero el
entendimiento de
ellos se embotó;
porque hasta el día de
hoy, cuando leen el
antiguo pacto, les
queda el mismo velo
no descubierto, el
cual por Cristo es
quitado”
(2ª de Corintios, 3: 14)
vetus testamentum,
El año 382 el papa Dámaso I le encargo a Jerónimo la traducción de la Biblia al latín vulgar,
el cual tradujo la frase “antiguo pacto” como “antiguo testamento”.
Desde entonces, se ha dividido la Biblia en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.
La palabra griega diatheke puede traducirse indistintamente como pacto o testamento.
15. Es el plan diseñado por Dios desde las edades eternas, aun
antes de la creación del mundo, para la redención de la
humanidad.
Se llama así porque implica una nueva experiencia con
Cristo para cada creyente que se vuelve a él en busca de
salvación.
16. Desde la eternidad, antes que creara
nuestro mundo, planeó la forma en que
salvaría a la humanidad si ésta elegía
pecar.
Siendo que Dios ve el fin desde el
principio, supo que los seres humanos
decidirían esto último.
El nuevo pacto fue el plan que puso en
operación para salvar a los que se
arrepintieran de sus pecados y se
volvieran a él en busca de liberación.
17.
18. Pablo se refirió a "la vida eterna, la cual
Dios, que no miente, prometió desde
antes del principio de los siglos" (Tito 1:2).
Enseñó que Dios "nos salvó y nos llamó
con llamamiento santo, no conforme a
nuestras obras, sino según el propósito
suyo y la gracia que nos fue dada en
Cristo Jesús antes de los tiempos de
los siglos" (2 Timoteo 1:9).
19. 1) "nuestras obras" y
2) "el propósito suyo y la gracia".
Dios sabía que ningún pecador podría
expiar sus pecados con sus propias
obras.
Por eso decidió que todos los pecadores
que creyeran en el sacrificio de Cristo
recibieran justificación y salvación por
su gracia.
20. "Los términos de esta unidad entre Dios
y el hombre en el gran pacto de
redención fueron fijados con
Cristo desde la eternidad...
El pacto de gracia no es una
verdad nueva, porque existía en
la mente de Dios desde la
eternidad.
21. No fue concebido después
de la caída del hombre para
arreglar el horrible problema del
mal;
El apóstol Pablo habla del
Evangelio, la predicación de
Jesucristo,
como "la dispensación del ministerio escondido desde los siglos
en Dios"
(Elena G. de White, Signs of the times, 24 de agosto de 1891)
22. El sustantivo pacto (berít) se
encuentra en la Biblia por
primera vez en Génesis 6:18.
Dios es quien habla, y se dirige
a Noé.
Se ha tomado una decisión
divina:
23. 1) El adámico (Génesis 3:15)
2) El noéquico (Génesis 9:1-17)
3) El abrahámico (Génesis 12:1-
3; Gálatas 3:6-9)
4) El davídico (Ezequiel 37:24-
27)
5) El sinaítico, primero, o
antiguo (Hebreos 8:7)
6) El nuevo (Jeremías 31:31-33)
24. ( 1 ) el edénico (Gen 3:15), la más antigua promesa de
redención de Dios, aunque al costo de la herida del
talón de la simiente de la mujer;
( 2 ) el noéico (Gen 9:9) para la preservación de la
simiente;
( 3 ) el abrahámico (Gen 15:18), otorgando bendición a
través de la familia de Abram;
25. ( 4 ) el sinaítico (Exo 19:5-6), designando a
Israel como el pueblo escogido de Dios;
( 5 ) el levítico (Num 25:12-13), haciendo la
reconciliación a través de la expiación
sacerdotal;
( 6 ) el davídico (2Sa 23:5), con la salvación
mesiánica prometida a través de la dinastía de
David;
26. ( 7 ) el presente nuevo pacto en
Cristo que es interno, reconciliador,
directo y con expiación consumada
(Heb 8:6-13);
27. Tan pronto como Adán y Eva pecaron se
les ofreció una relación de pacto eterno
con Dios, como el único medio por el cual
podían salvarse.
La promesa del Mesías registrada en
Génesis 3:15 significaba que, si Adán y Eva
creían en su sacrificio por su causa, se les
daría su justicia y, finalmente, el privilegio
de vivir por la eternidad.
28. "Y pondré enemistad entre ti (Satanás)
y la mujer (la iglesia), y entre tu
simiente (los seguidores de Satanás) y
la simiente suya (los creyentes en
Cristo); ésta te herirá en la cabeza (a ti,
Satanás) y tú herirás en el calcañar (a
Cristo)" (Génesis 3:15).
El Mesías (Cristo) sufriría por los
pecados del hombre, pero se levantaría
de entre los muertos.
Derrotaría a Satanás, quien finalmente
sería destruido por toda la eternidad.
29. Se estableció primeramente con
el hombre en el Edén, cuando
después de la caída se dio la
promesa divina de que la simiente
de la mujer heriría a la serpiente en
la cabeza.
30. Este pacto puso al alcance de todos los
hombres el perdón y la ayuda de la gracia de
Dios para obedecer en lo futuro mediante la
fe en Cristo.
También les prometía la vida eterna si eran
fieles a la ley de Dios.
Así recibieron los patriarcas la esperanza de la
salvación"
(Patriarcas y profetas, pp. 386-387).
31. Después de su caída, se les ordenó a
nuestros primeros padres que ofrecieran
sacrificios de animales para recordarles
que el Mesías vendría a morir por ellos.
Estos holocaustos constituirían un acto de
fe, y el medio por el cual la fe de ellos se
fortalecería. "Por la fe Abel ofreció a Dios
más excelente sacrificio que Caín, por lo
cual alcanzó testimonio de que era justo,
dando Dios testimonio de sus ofrendas; y
muerto, aún habla por ella" (Hebreos
11:4).
32. No así Caín que lo hacía bajo el antiguo
pacto de las obras.
Lejos de demostrar fe en el Mesías venidero
ofreciendo sacrificios de animales,
Caín presentó a Dios el producto de la tierra, el
resultado de sus esfuerzos personales (Génesis
4:3-5).
El primer asesinato lo cometió uno que había
rechazado el camino de Dios y hubo escogido el
atajo de buscar el favor de Dios por sus propias
obras.
33. A todos los patriarcas que siguieron a Adán y Abel se les ofreció la salvación
por medio de la fe en el Mesías venidero.
Y ellos hicieron todo lo posible para convencer al mundo impío de su tiempo
de que el camino de Dios era el único que conducía a la salvación.
34. El "fue hecho heredero de la
justicia que viene por la fe"
(Hebreos 11:7).
Después del diluvio se le dijo a Noé
que el arco iris en las nubes sería la
señal de Dios de que su pacto
eterno nunca se apartaría de ellos
(Isaías 54:9-10).
35. "El arco iris que atraviesa
los cielos con su arco de luz es
una prenda del 'pacto
perpetuo entre Dios y toda
alma viviente’.
Y el arco iris que rodea el
trono de lo alto es también
para los hijos de Dios una
prenda de su pacto de paz"
(La educación, p. 110).
36. A Abrahán se le imputó la justicia de Cristo por
medio del Espíritu Santo porque creyó en las promesas de
Dios (Génesis 15:16; Gálatas 3:1-9, 14).
Dios le prometió a Abrahán que el Mesías sería uno de sus
descendientes (Génesis 12:3; Gálatas 3:8).
Le prometió también que sería el padre de la
multitud de los fieles hasta el fin del tiempo
(Génesis 17:8; Gálatas 3:7; Romanos 4:11-12).
Y le prometió que la tierra de Canaán sería la herencia de
sus hijos, como un símbolo de la Canaán celestial que
heredarían por toda la eternidad (Hebreos 11:8-11).
37.
38. Unilaterales. Hechos por Dios
sin contar con el hombre.
Bilaterales. Dios se
compromete a algo a cambio
de una contrapartida por parte
del hombre.
39.
40.
41.
42. “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel,
celebrándolo por sus generaciones por PACTO PERPETUO.
Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque
en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo
día cesó y reposó” (Éxodo, 31: 16-17)
(la presencia de Dios entre su
pueblo)
“Cada día de reposo lo pondrá continuamente
en orden delante de Jehová, en nombre de los
hijos de Israel, como PACTO PERPETUO” (Levítico,
24: 8)
43. Es un acuerdo entre dos partes, basado en promesas o compromisos
hechos por una o ambas partes.
Un pacto puede ser de dos tipos:
1. Unilateral. Una de las partes dicta las condiciones y la otra
parte se limita a adherirse al pacto, o a beneficiarse de él.
El sábado es un ejemplo de pacto unilateral (Génesis 2:3)
al que nos podemos adherir individualmente.
El pacto de no enviar un nuevo diluvio no necesita
adhesión por parte del hombre, éste solo se beneficia del
pacto.
2. Bilateral. Ambas partes acuerdan los términos
del pacto y hacen promesas mutuas.
44. La parte de los sacerdote o “pacto de
sal” (válido mientras existiesen
sacerdotes)
“Todas las ofrendas elevadas de las cosas
santas, que los hijos de Israel ofrecieren a
Jehová, las he dado para ti, y para tus
hijos y para tus hijas contigo, por estatuto
perpetuo; PACTO DE SAL PERPETUO es
delante de Jehová para ti y para tu
descendencia contigo” (Números, 18: 19)
El primer pacto, realizado entre Dios y toda la
humanidad y señalado con el arco iris de la promesa
“Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y
vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá
más diluvio de aguas para destruir toda carne.
Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me
acordaré del PACTO PERPETUO entre Dios y
todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la
tierra” (Génesis, 9: 15-16)
45. A. Ejemplo # 1 - El pacto Noémico (Gn. 8-9)
1.Promesas - "Nunca más destruiré la
tierra" (Gn. 9:1-11)
2.Sacrificio o sangre - Noé ofreció un
sacrificio (Gn. 8:20-21
3.Firma o sello - Dios puso el arcoíris en
las nubes (Gn, 9:12-17)
46. 4. Fiesta - No es mencionado
específicamente, (tal vez el
haber comido carne por
primera vez, Gn. 9:3)
5. Santuario - La tierra limpiada
(nueva) sería el lugar donde se
cumpliría el pacto.
47. ¿Se puede invalidar un pacto eterno?
Cuando un pacto depende de dos
partes, el incumplimiento de los
términos del pacto por cualquiera
de las partes lo invalida.
Dios, que no cambia, no quebranta
el pacto.
Pero el hombre sí puede quebrantar
el pacto eterno por su empecinada
desobediencia.
48. Dios hizo un pacto en tres etapas con Abrahán. La
primera aparece en Génesis 12:1 al 3; la segunda, en
Génesis 15:1 al 21; y la tercera, en Génesis 17: 1 al 14. La
información cronológica en la narración revela que Dios
se ocupó de este proceso de hacer un pacto con Abrahán
durante un período de veinticuatro años.
49. El pacto con Abraham
Dios bendeciría a todos los pueblos a
través de la descendencia de Abraham;
más específicamente, por medio de Jesús.
Al igual que Abraham, todos los que
aceptan por la fe a Jesucristo son
justificados.
Tal como sucedió con Abraham, las obras y
la obediencia son el fruto de ser
justificado.
La fidelidad de Abraham resultó en
beneficios para toda la humanidad.
El pacto con Abraham
EL
PACTO
50. «Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en
sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu
descendencia después de ti» ( 17:7)Génesis
• Bendición.
Génesis 12:3
• Personal
• Universal
• Heredad.
• Física.
Génesis 17:8
• Eterna.
Hebreos 11:10
• Fe.
Génesis 15:6
• Obediencia.
Génesis 17:1
• Señal del pacto.
Génesis 17:11
51. Gálatas 3:6 -18 explica que el pacto con
Abraham es una manifestación del pacto
eterno que Dios establece con la
humanidad por la sangre de Jesús
(Hebreos 13:20).
V El centro del pacto es Cristo, la
«simiente» (v. 16).
V Es universal, incluye a los
gentiles (v. 8).
V Ha de ser aceptado por fe (v. 9).
«Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No
dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a
tu simiente, la cual es Cristo» (Gálatas 3:16)
Por último, el pacto implica un cambio de
vida. Una vida de obediencia a la voluntad
de Dios: «¿No ves que la fe actuó
juntamente con sus obras, y que la fe se
perfeccionó por las obras?» (Santiago 2:22) .
52. Cuando Abrahán entró en una relación
íntima con Dios, obtuvo el poder para
obedecer la ley divina.
Por supuesto, el Señor esperaba de él dicha
obediencia (Génesis 17:1).
Cuando Dios, por medio de su Santo Espíritu,
viene a morar en el corazón de una persona,
espera que esa persona viva para él, habiendo
abandonado el pecado y haga las cosas que su
ley requiere.
Por eso Dios pudo decir de Abrahán:
"Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi
precepto, mis mandamientos, mis estatutos y
mis leyes" (Génesis 26:5).
53. El apóstol Pablo usó como ejemplo la
experiencia de Abrahán para evidenciar los
terribles resultados de pretender salvarse "bajo
la ley" (Gálatas 4:21).
Aquellos que trazan su propio camino al
ciclo, ignorando el camino de Dios,
están condenados al fracaso.
Pablo citó el caso de Agar e Ismael como
símbolo del antiguo pacto, de las obras
humanas, que funciona independientemente
de Dios (Gálatas 4:22-24).
54. Por contraste, cuando Abrahán
confió a Dios el cumplimiento
de sus promesas de darle un
hijo de Sara, a pesar de su
avanzada edad, empezó a vivir
bajo el pacto eterno de justicia
y salvación por fe (Gálatas
4:22-24; Génesis 17:15-21).
Por eso Pablo tipificó a Sara e
Isaac como el cumplimiento del
nuevo pacto de gracia.
55. Hecho con Abraham
• “Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después
de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y
el de tu descendencia después de ti” (Génesis, 17: 7)
Ratificado a Isaac
• “Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto
perpetuo para sus descendientes después de él” (Génesis, 17: 19)
Ratificado a Jacob
• “Del pacto que concertó con Abraham,
Y de su juramento a Isaac; El cual confirmó a Jacob por
estatuto, y a Israel por pacto sempiterno” (1ª de Crónicas, 16: 16-17)
56. Obtuvo forma “legal” en Sinaí y tomó cuerpo en el
santuario y su ritual
Fue confirmado en la familia de David
• “Estas son las palabras postreras de David.
Dijo David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del
Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: «El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y
su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de
Israel: ‘Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor
de Dios. Será como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una
mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra’. No es así
mi casa para con Dios; sin embargo, él ha hecho conmigo PACTO PERPETUO,
ordenado en todas las cosas, y será guardado, aunque todavía no haga él florecer
toda mi salvación y mi deseo».” (2ª de Samuel, 23: 1-5)
• Como David mismo indica, este pacto iba más allá de sus propios hijos, apuntaba
al Rey de Reyes: Jesucristo.
57.
58.
59. Cuando los descendientes de David quebrantaron esta pacto, Dios lo extendió -a través
de Jesús- a toda la humanidad
“A todos los sedientos: Venid a las
aguas; y los que no tienen dinero,
venid, comprad y comed. Venid,
comprad sin dinero y sin precio,
vino y leche. ¿Por qué gastáis el
dinero en lo que no es pan, y
vuestro trabajo en lo que no
sacia? Oídme atentamente, y
comed del bien, y se deleitará
vuestra alma con grosura. Inclinad
vuestro oído, y venid a mí; oíd, y
vivirá vuestra alma; y haré con
vosotros PACTO ETERNO, las
misericordias firmes a David” (Isaías,
55: 1-3)
“Yo Jesús he enviado mi
ángel para daros testimonio
de estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y el linaje de
David, la estrella
resplandeciente de la
mañana. Y el Espíritu y la
Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida
gratuitamente”
(Apocalipsis, 22: 16-17)
60. Ahora, la portadora del pacto ya no es la descendencia física de Abraham
sino la Iglesia que Cristo fundó.
“Y vosotros seréis llamados
sacerdotes de Jehová, ministros de
nuestro Dios seréis llamados;
comeréis las riquezas de las naciones,
y con su gloria seréis sublimes…
Porque yo Jehová soy amante del
derecho, aborrecedor del latrocinio
para holocausto; por tanto, afirmaré
en verdad su obra, y haré con ellos
PACTO PERPETUO. Y la descendencia
de ellos será conocida entre las
naciones, y sus renuevos en medio de
los pueblos; todos los que los vieren,
reconocerán que son linaje bendito
de Jehová”(Isaías, 61: 6, 8-9)
“Mas vosotros sois
linaje escogido, real
sacerdocio, nación
santa, pueblo
adquirido por Dios,
para que anunciéis
las virtudes de aquel
que os llamó de las
tinieblas a su luz
admirable”
(1ª de Pedro, 2: 9)
61. El pacto realizado por Dios con Abraham, Isaac y Jacob y ratificado luego con David es el
mismo que Jesús realizó con su sangre y anunció durante la última cena. Sin embargo, uno es
llamado “antiguo pacto” y otro “nuevo pacto”.
¿Cuál es la diferencia en realidad?
62. El nuevo pacto ya no necesita ritos o
ceremonias, pues tiene las realidades
mismas y una promesa mayor:
la intercesión de Jesucristo, sumo
sacerdote, en el Santuario celestial.
El antiguo pacto exigía obediencia y
la realización de ciertos ritos y
ceremonias.
Promesas que apuntaban al futuro,
a un cumplimiento en el Mesías
esperado.
64. Se ha dicho repetidamente que un nuevo pacto implica
uno antiguo.
Esto plantea la pregunta de cuán nuevo es el nuevo
pacto.
La expresión "nuevo pacto" y "pacto antiguo" implican
tanto un aspecto de continuidad como uno de
discontinuidad.
La continuidad entre los pactos nuevo y antiguo está
ciertamente implícito en la fraseología misma: la palabra
pacto en ambos. Los diversos puntos de discontinuidad
entre el "nuevo pacto" y el "pacto antiguo" descansan
65. En nuestro estudio del "nuevo pacto"
intentaremos investigar las diferencias entre
los respectivos pactos.
En investigaciones similares, algunos teólogos
y estudiantes de la Biblia han usado la
expresión "pacto de obras" para designar al
"pacto antiguo".
Del mismo modo, ellos designan al "nuevo
pacto" con el término de "pacto de gracia".
El "nuevo pacto" es virtualmente considerado
idéntico con el "pacto de gracia".
66. La distinción radical entre dos
caminos de salvación.
Supuestamente, un camino por el
que somos salvos es mediante
obras meritorias;
el otro camino es mediante la
gracia de Dios otorgada en
Jesucristo.
67. Los que hacen la distinción entre el
1. "pacto de gracia"
2. y el "pacto de obras" generalmente se refieren a
este último como el período que comenzó en el
monte Sinaí y suponen que Dios proyectó que
Israel se salvara por sus obras.
En otras palabras, su punto de vista es que Israel fue
salvado por obras y obediencia.
En su perspectiva, "el pacto de gracia" designa la
salvación por gracia, una salvación en la que las
obras no tienen una cualidad meritoria ni salvadora.
68. Puede sorprender, aun a los estudiantes cuidadosos de la Biblia,
saber que la designación de "nuevo pacto" aparece sólo una
vez en el Antiguo Testamento.
El gran profeta Jeremías, que profetizó en los últimos días del
reino de Judá, cuando el pueblo de Dios estaba a punto de ser
llevado a la cautividad babilónica, anunció mediante la palabra de
Dios que vendría un nuevo pacto: "He aquí que vienen días, dice
Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la
casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su
mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos
invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice
Jehová" (Jer. 31:31, 32).
69. Aun cuando el pacto se describe aquí con el adjetivo
nuevo por primera vez en Jeremías 31:31 (la única
vez en todo el Antiguo Testamento), profetas anteriores ya
habían hablado del nuevo pacto.
1. Unos 150 años antes de Jeremías fue enviado como
mensajero de Dios al reino del sur, Judá,
2. el profeta Oseas, al reino del norte, Israel. Éste
también predijo un nuevo pacto:
"En aquel tiempo y haré para ti pacto con las bestias del
campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la
tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te
haré dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y
misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y
conocerás a Jehová" (Ose. 2:18-20).
70. "En aquel tiempo" denota el fin de un orden de cosas más
antiguo y el comienzo de una nueva época con un nuevo orden
de cosas.
El cuadro en Oseas 2:18 de un pacto futuro, involucrando al
reino animal así como a la gente, y prometiendo la abolición de
las armas de guerra y la introducción de la paz, es ciertamente
un cuadro del futuro reino mesiánico de paz.
La mención de un nuevo pacto también
recuerda las ricas declaraciones que se
encuentran en varias partes del Antiguo
Testamento acerca de un nuevo corazón.
Por ejemplo,
Dios les dará "corazón para que me
conozcan que yo soy Jehová" (Jer. 24:7)
y "un corazón, y un camino" (Jer. 32:39).
Dios también les quitará "el corazón de
piedra de en medio de su carne, y les
daré un corazón de carne" (Eze. 11:19), y
les dará "corazón nuevo" y un "espíritu
nuevo" (Eze. 36:26).
71. Estas declaraciones nos recuerdan el cambio
que ocurrirá en las vidas de los seres
humanos cuando se establezca el nuevo
pacto.
Así dice el Señor:
"Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu"
(Eze. 36:27).
Esta obra de Dios dentro de la humanidad,
dentro de los corazones de los hombres y las
mujeres, proporciona el fundamento para la
actividad, la receptividad, y la importancia del
"nuevo pacto" en las vidas humanas.
72. Al comparar el "pacto antiguo" que Dios hizo con
el antiguo Israel en el monte Sinaí, con el "nuevo
pacto", notamos varias líneas de continuidad.
En ambos, el Dios es el mismo.
El que establece el "nuevo pacto" es el mismo
Dios que estableció los pactos anteriores.
En la profecía de Jeremías 31:31 al 34, el Dios del
Éxodo claramente se presenta como actuando de
nuevo en el establecimiento de pactos, al declarar
explícitamente: "Haré nuevo pacto" (v. 31).
73. Y la promesa del compañerismo y la
comunión divinos en el nuevo pacto es
igual al del pacto anterior que Dios hizo con
Israel (comparar con Éxo. 19:5):
"Seréis mi especial tesoro".
Las palabras "Yo seré su Dios", tan típica
del Dios que hizo el pacto con Israel en el
Sinaí,
otra vez se expresa en el pasaje del "nuevo
pacto" en Jeremías 31:33: "Yo seré a ellos
por Dios, y ellos me serán por pueblo".
74. Los participantes de ambos pactos
son los mismos:
• Dios, por un lado,
• y su pueblo, por el otro.
El nuevo pacto es anunciado por el
profeta como el que se hace con "la casa
de Israel y con la casa de Judá", o
sencillamente con la "casa de Israel" (ver
Jer. 31:31, 33).
75. Aunque algunos piensan que esto
significa que el "nuevo pacto"
es sólo para la antigua nación
de Israel, ese no es el caso.
Es cierto, el Señor ofreció
el "nuevo pacto" primero a su
pueblo que él había elegido y con
quien había hecho un pacto en el
monte Sinaí en tiempos de
Moisés.
76. transformaron ese pacto del Sinaí
en un método legalista de
salvación, o sea, de justificación
por obras.
Intentaron justificarse mediante
sus propios esfuerzos inútiles, no
aprovechando el método de fe que
produce obediencia
77. "La escribiré en su corazón", es la promesa de Dios (Jer.
31:33).
Esta internalización de la "ley" —la misma ley que
Dios había proclamado en el monte Sinaí y que había
usado para hacer el nuevo pacto con el Israel étnico en esa
ocasión—, no es otra cosa que la internalización de la
voluntad y el carácter de Dios.
78. Que Dios impone su voluntad sobre la gente.
El hecho de que Dios escribirá la ley en el interior de la persona,
haciéndola parte de la persona total y de su voluntad, demuestra el
principio de la elección de parte de la persona.
79. Ni nunca lo ha hecho en el pasado.
La elección de que Dios escriba la ley en el
corazón es una elección individual, hecha
exclusivamente por cada persona. Sin embargo,
es vital que los participantes humanos, con
quienes se hace el nuevo pacto y que
experimentarán y se mantendrán dentro de la
relación del nuevo pacto, comprendan esta
elección.
80. Haciéndola formar parte de la voluntad total del
creyente de modo que éste pueda obedecer
a Dios por fe
81. Cualquier persona que permite
que Dios haga su obra dentro de
ella llega a ser miembro del Israel
de Dios, su verdadero Israel
espiritual.
El verdadero Israel espiritual en quien
Dios haya escrito su ley llega a ser
participante con Dios en el nuevo pacto.
En el Nuevo Testamento aquellos judíos que
recibieron a Jesucristo y su evangelio, por un
tiempo constituyeron el núcleo de la iglesia
(ver Mat. 18:17).
82. De este modo,
1. la continuidad entre el Israel literal
2. .y el pueblo de Dios, el "remanente escogido por gracia" (Rom. 11:5), está
claramente indicada en el Nuevo Testamento.
3. Los judíos incrédulos, por otro lado, son descritos como "endurecidos"
(Rom. 11:7), que no forman parte del verdadero Israel.
84. De este modo los gentiles, que "en aquel tiempo" estaban"sin Cristo, alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la
promesa" (Efe. 2:12) fueron traídos cerca por
la sangre de Cristo y ahora ya no son
"extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la
familia de Dios" (v. 19).
Cristo es el mediador del "nuevo pacto"
(Heb. 9:15)
para todos los creyentes, ya sean judíos o
gentiles, negros o blancos, amarillos o pardos,
hombres o mujeres.
85. ELEMENTOS DEL NUEVO PACTO Los lectores de la palabra de
Dios siempre son bendecidos de nuevo al volver a estudiar e
investigar el fecundo pasaje de Jeremías 31:31 al 34.
Hemos notado ya cómo Jeremías
31:31 al 34 enfatiza repetidamente la iniciativa
divina.
Esta predicción comienza con una declaración de
acción divina: "Haré nuevo pacto".
Aquí Dios anuncia su acción salvadora que
ocurrirá en el futuro.
Del mismo modo, la predicción del nuevo pacto
concluye con las palabras: "Perdonaré" y "No
me acordaré más de su pecado".
86. El nuevo pacto, como el del Sinaí, no es un pacto
sin condiciones que permanece generación tras
generación sin quebrantarse, no importando la respuesta
de los hombres o su relación con Dios y con su voluntad
revelada en la ley.
Lo que hace que el nuevo pacto sea permanente y
duradero es que Dios mismo obrará un cambio en
los corazones humanos, haciendo que sea posible para
ellos cumplir la ley por su gracia divina y capacitadora (Jer.
24:7; Eze. 36:26-28).
87. previos hechos con Adán y con Abrahán, y
especialmente en el pacto hecho con el antiguo Israel
en el monte Sinaí, es también la ley de Dios.
La ley de Dios, apropiadamente llamada aquí "mi ley"
(Jer. 31:33),
en el pacto del Sinaí fue la ley de Dios escrita sobre
tablas de piedra (ver Éxo. 24:12; 31:18; 34:1, 28).
Las tablas de piedra algunas veces se las llama
realmente "el pacto" (1 Rey. 8:21).
88. La ley de Dios es inmutable y eterna.
Además, esta expresión inmutable de la voluntad
de Dios en la ley no debe permanecer como algo
exterior al creyente. Por esta razón este
pasaje del nuevo pacto enfatiza que la ley
será escrita por Dios "en su corazón".
"La gran ley de amor revelada en el Edén,
proclamada en el Sinaí, y en el nuevo pacto
escrita en el corazón, es la que liga al obrero
humano a la voluntad de Dios"
89. De este modo la ley llega a ser
internalizada dentro del creyente y será
una parte integral de la voluntad del
creyente, saturándola, de modo que la
voluntad humana y la ley divina se
conformen perfectamente la una a la
otra (2 Cor. 3:5, 6).
90. La obediencia resultante no es un logro humano, no es una
obediencia meritoria, NO es una obediencia que apunta a
lograr la justificación y la salvación por los esfuerzos propios;
más bien,
• Es la fe-obediencia, una obediencia hecha posible por
la fe en el poder de Jesucristo que nos capacita.
91. El propósito de establecer los pactos es claramente bosquejado
en Jeremías 31:31 al 34. Dios no habla de una nueva ley, sino
de un nuevo pacto.
Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo" (Jer.
31:33; comparar con 7:23; 32:38).
La relación del pacto en el Sinaí fue descrita con la misma
fórmula (Exo. 6:7; Deut. 26:16-19; Lev. 26:12; etc.).
92. Lo opuesto a "nuevo" es "antiguo".
La palabra antiguo implica una existencia previa o
un uso continuado durante un tiempo largo.
También designa con frecuencia algo anticuado en
el sentido de que ha caído en desuso o es
anticuado.
Debemos ser cuidadosos de no sobreponer los
significados modernos al uso bíblico en lo que se
refiere a comprender las intenciones, propósitos e
ideas del lenguaje bíblico.
93. Esta palabra hebrea significa con frecuencia
1) "renovar" o "restaurar";
2) y algo "nuevo" que no ha estado todavía presente con la misma
calidad o forma.
3) Reflejando ambos sentidos, el nuevo pacto es sencillamente un pacto
"renovado o "restaurado", que también tiene ahora características que
no estuvieron presentes antes en la misma forma o calidad.
94. Servimos "bajo el régimen nuevo del Espíritu
y no bajo el régimen viejo de la letra" (Rom. 7:6).
Lo que Pablo parece estar enfatizando aquí es que la letra (ver 2 Cor. 3:5, 6) es
la letra de la ley en el sentido de que es algo que está fuera del
creyente, y no escrito todavía en su interior.
Mientras la letra (sencillamente una designación del pacto antiguo)
permanezca fuera del creyente y no escrita por el Espíritu dentro de
él, sólo puede traer condenación.
95. El escribe la ley en el corazón y de ese modo
internaliza o pone la ley dentro del creyente.
De este modo la novedad del pacto está caracterizada en
forma más efectiva por la palabra mejor (Heb. 8:6).
El pacto de Dios permanece o se vuelve anticuado
en el mismo momento en que permanece fuera del
corazón humano, cuando es meramente un
método de guardar la ley con el fin de ganar la
salvación por méritos humanos.
96.
97. Pablo enfatiza que en contraste con este
enfoque de la salvación
—y aquí está en completa armonía con el
total del énfasis bíblico—
el nuevo pacto es un pacto del
Espíritu,
en el que el creyente ahora sirve en
novedad del Espíritu
y no en la antigüedad de la letra (Rom. 7:6)
98. EL NUEVO PACTO: PARTE 1
Lee Jeremías 31:31 al 34. ¿Qué significan
estos textos tanto en su contexto original
como en el de nuestros días?
Jeremías pronunció estas
palabras en medio de la
mayor crisis que el pueblo
había afrontado hasta
entonces: la próxima inva-
sión babilónica, cuando la
nación fue amenazada con una casi certera extinción. Sin embargo, nuevamente aquí,
como en otros lugares, el Señor les ofreció espe-ranza, la promesa de que esto no sería el
final definitivo, y que ellos tendrían otra oportunidad para progresar en la presencia de
Dios.
AHORA
LA LEY SERíA
ESCRITA EN EL
CORAZÓN
99. De este modo, la primera promesa del
“nuevo pacto” que se encuentra en la Biblia
está en el contexto del regreso final de
Israel del exilio babilónico y la bendición
que Dios les otorgaría a su regreso. Así
como romper el pacto hecho en Sinaí (Jer.
31:32) los llevó al exilio, la reformulación de
este pacto los preservaría y les daría
esperanza para el futuro. Como el pacto del
Sinaí, el Nuevo Pacto sería de relaciones e
incluiría la misma Ley, los Diez
Mandamientos, pero ahora escritos no en
tablas de piedra sino en sus corazones,
donde deberían haber estado siempre.
100. “La misma ley que fue grabada en
tablas de piedra es escrita por el
Espíritu Santo sobre las tablas del
corazón. En vez de tratar de establecer
nuestra propia justicia, aceptamos la
justicia de Cristo. Su sangre expía
nuestros pecados. Su obediencia es
aceptada en nuestro favor. Entonces, el
corazón renovado por el Espíritu Santo
producirá los frutos del Espíritu.
Mediante la gracia de Cristo viviremos
obedeciendo la Ley de Dios, escrita en
nuestro corazón” (Patriarcas y profetas,
p. 389).
101. Bajo el Nuevo Pacto, sus pecados serían perdonados, conocerían al Señor por sí mismos y
obedecerían la Ley de Dios mediante el poder del Espíritu Santo actuando en ellos. El pacto
viejo en sombras y símbolos es el pacto nuevo en la realidad, porque la salvación fue
siempre por fe, una fe que revelaría los frutos del Espíritu.
102. EL NUEVO PACTO: PARTE 2
La profecía de Jeremías acerca del Nuevo Pacto contiene una doble apli-cación: primero, se refiere
al retorno de Israel a Dios y a que él los llevaría a casa; segundo, se refiere a la obra de Jesús el
Mesías, cuya muerte ratificó el Pacto, y cambiaría la relación entre los humanos y Dios. En el Nuevo
Pacto obtenemos la expresión más plena del plan de salvación, que antes había sido revelada solo
en sombras y tipos (Hebreos 10:1).
103. Lee Lucas 22:20 y 1
Corintios 11:24 al 26.
¿Cómo se vinculan estos
textos con la pro-fecía
de Jeremías?
El pan es un símbolo del cuerpo quebrantado de Cristo, representa-do por el cordero pascual
sacrificado, como fue revelado en el Anti-guo Testamento. El jugo de la vid representa la
sangre de Jesús derra-mada en la cruz, revelada en el Nuevo Testamento. La obra de Jesús no
comenzó con el Nuevo Testamento; abarca también el Antiguo, y en el Servicio de Comunión
podemos ver el vínculo que une lo que Jesús ha hecho a través de toda la historia de la
salvación.
104. El pan y el jugo,
entonces, proveen el
resumen más breve de
esa histo-ria de salvación.
Aunque son solo
símbolos, todavía por
medio de es-tos símbolos
com-prendemos la in-
creíble obra de Dios en
nuestro favor.
Pablo usa el servicio de comunión para señalar no solo la muerte de Cristo, sino
también su retorno, sin lo cual su muerte no tendría significado. Después de todo,
¿qué bien haría la primera venida sin la segunda, cuando seamos resucitados de
nuestras tumbas (1 Tesalonicenses 4:16; 1 Corintios 15:12-18)?
105. Jesús estableció el mismo vínculo cuando dijo: “Y os digo que desde ahora no beberé más de
este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi
Padre” (Mateo 26:29). No hay dudas, la prime-ra venida de Cristo está inseparablemente
ligada a su segunda venida. La primera encuentra su cumplimiento definitivo solamente en
la segunda.
106. Aunque la Biblia habla de “pactos”, en plural (Rom. 9:4;
Gál. 4:24), hay solo un pacto básico, el de gracia, en el
que Dios otorga la salvación a los seres caídos que la
reclaman por fe. La idea de “pactos” (plural) surge de las
diversas formas en las que Dios expone la promesa
esencial del pacto a fin de atender las necesidades de su
pueblo en diferentes momentos y ambientes.
Pero, sea el pacto adánico (Gén. 3:15), el abrahámico
(Gén. 12:1-3; Gál. 3:6-9), el sinaítico (Éxo. 20:2), el
davídico (Eze. 37:24-27) o el Nuevo Pacto (Jer. 31:31-33),
la idea es la misma. La salvación que Dios provee es un
don, inmerecido y del que no somos dignos, y la
respuesta humana a ese don –el mantener la parte
humana del trato− es la fidelidad y la obediencia.
La primera mención del Nuevo Pacto está en Jeremías,
en el contexto del retorno de Israel del exilio y las
bendiciones que Dios les otorgaría. Aun en medio de la
calamidad y las dificultades, el Señor extiende a su
pueblo extraviado la oferta de esperanza y restauración.
107. Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea
anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis,
sea anatema."Gálatas 1:6-9
108.
109. La teología de la prosperidad también conocida como teología del pacto o
teología de la siembra y en América Latina el llamado movimiento Palabra
de fe, o también conocido como movimiento de Fe o súper fe, enseña que
todos los cristianos deben ser ricos.
Que aquellos que no son adinerados no lo son porque no tienen fe,
desconocen la voluntad de Dios y por su falta de confianza en él no
siembran las semillas de fe (dinero) en los bolsillos de estos predicadores,
“apóstoles” y “profetas” que generalmente se hacen llamar apóstoles para
darse aires de autoridad. Según ellos la pobreza es símbolo de maldición.
Esta teología se fundamenta en textos bíblicos sacados de contexto o
ignorando otros en particular que mencionaré más adelante sin sacarlo de
contexto. Aunque no hay nada malo ni pecaminoso con ser rico el problema
radica en distorsionar el evangelio poniendo las riquezas materiales como el
fundamento sin tomar en cuenta la soberanía de Dios. Según esta creencia
un cristiano puede escribir su propio plan si tiene fe.
¿Qué es la teología de la prosperidad?
110. Sus afirmaciones
• Un término favorito en el movimiento de la Palabra
de Fe, es la “confesión positiva.” Se refiere a la
enseñanza de que las palabras tienen un poder
creativo.
• Lo que digas, afirman los maestros de Palabra de Fe,
determina todo lo que te suceda.
• Tus confesiones, especialmente los favores que
demandes a Dios, deben ser declarados
positivamente y sin titubeos.
• Entonces, Dios es requerido a responder (¡como si el
hombre pudiera exigirle algo a Dios!). De esta
manera, la habilidad de Dios para bendecirnos
depende supuestamente de nuestra fe.
111. “Tú puedes tener lo que afirmas! En efecto, lo que estás
afirmando es lo que estás recibiendo ahora mismo.
Si tú vives en pobreza, en miseria y en necesidad,
cambia lo que estás afirmando. Ello cambiará lo que
tienes ahora… tienes que disciplinar tu vocabulario.
Tienes que disciplinar todo lo que haces, todo lo que
dices, y todo lo que piensas tiene que concordar con lo
que Dios hace, lo que dice y lo que piensa. Dios estará
obligado a suplir tus necesidades porque así lo
promete en su Palabra … si te mantienes firme en esto,
tus necesidades van a ser satisfechas” (Kenneth
Copeland 1974, 98,101).
112.
113. La pobreza, la enfermedad y la muerte son una maldición.
• La teología de la prosperidad afirma que la pobreza, la enfermedad, y la muerte son
resultado directo de la maldición en que las personas y los cristianos se
encuentran. Hagin dice: “la maldición o pena por haber quebrantado la
ley es triple: La pobreza, la enfermedad, y la muerte segunda”
• La motivación para dar consiste en invertir en el Reino.
• La carnada principal de la teología de la prosperidad es que Dios en forma milagrosa
aumentará la economía de los creyentes, y para que los cristianos inviertan en ese
“Reino”, hablan de que esto es la “obra de Dios”.
• La fe es una fuerza que debe ser canalizada para conseguir el objeto anhelado.
• Este es uno de los aspectos más llamativos de esta corriente, y tiene que ver con la
fe. Para ver al dinero multiplicado y otros milagros económicos extraordinarios es
necesario tener el recurso poderoso de la fe. La fe es el ingrediente principal de esta
corriente, pues es como el motor que hace caminar esta idea. La declaración de
Copeland en este aspecto es contundente: “La fe es una poderosa fuerza. Se trata de
una fuerza tangible, al manifestar fe, Dios se activa, al manifestar temor, el diablo se
activa.
114. Russell Woodbridge y yo escribimos un libro titulado
“Health, Wealth and Happinness” (“Salud, riqueza y
felicidad:
¿Ha eclipsado el evangelio de la prosperidad el
evangelio de Cristo?”) con el objetivo de examinar las
afirmaciones de los defensores del evangelio de la
prosperidad.
El falso evangelio de la prosperidad defiende el
error.
Mientras discernimos estos errores con respecto a doctrinas
claves, espero que podamos ver claramente los peligros de
este falso evangelio.
115.
116. HISTORIA
• La teología de la Prosperidad tiene sus orígenes remotos
por los años cincuenta cuando varios evangelistas
norteamericanos comenzaron las grandes campañas de
sanidad divina, surgiendo al mismo tiempo las presiones
económicas para lo cual se requería un mensaje que se tradujera en
nuevos y más jugosos ingresos para la obra de Dios.
• La configuración de la teología de la prosperidad como tal encuentra
en Essek William Kenyon , neoyorquino nacido en 1867 su
progenitor con el acuñamiento del concepto "Confesión Positiva", o
"lo que yo afirmo, eso poseo".
• Sus discípulos más abnegados lo fueron Keneth Hagin y Keneth
Copeland quienes le dan forma y estructura al movimiento de la
Prosperidad.
117.
118. "1. Gnosticismo. Ainda em seus primórdios, a igreja cristã
teve que refutar uma doutrina que demonstrou ser nociva
pra a fé evangélica: o gnosticismo. Tratava-se de uma
crença que se originou antes de Cristo, e está associada
aos sírios, babilônicos, egípcios e gregos. Tal ensino
afirmava que a matéria era má e o espírito bom.
Esse dualismo entre matéria e espírito (filosofia do antigo
platonismo) levou seus adeptos a negar a realidade da
matéria. Já que a matéria não era real, o sofrimento também
não passava de ilusão. A influência desse pensamento
sobre a Igreja Primitiva pode ser percebida na crença que
negava a natureza humana de Cristo. Em outras palavras,
Cristo sendo bom não poderia habitar em um corpo físico
que era mau. Essa forma de crer levou o apóstolo João a
combate-los veementemente (1 Jo 2.23; 4.2,3;15).
Foi a partir das crenças gnósticas que surgiram os
modismos e heresias que viriam ameaçar a pureza da
doutrina cristã. Entre estas ameaças está a Teologia da
Prosperidade."
119.
120.
121.
122. 2. Crenças perigosas.
Tais pensamentos não ficaram restritos ao
passado, pois a humanidade adora
especulações (Ec 7.29). Para se entender
o surgimento da Teologia da Prosperidade,
é preciso conhecer um pouco da história
de Phineas Parkhurst Quimby (1802 –
1866), criador do chamado “Novo
Pensamento”. Quimby estudou espiritismo,
ocultismo, parapsicologia e hipnose e,
além de panteísta e universalista,
acreditava também que o homem tem
parte na divindade. Por isso, defendia que
o pecado e a doença existem apenas na
mente. Mary Baker Eddy (1821 – 1910),
fundadora da “Ciência Cristã”, tornou-se
discípula de Quimby após ser,
supostamente, curada por ele."
123.
124. 3. Confissão positiva. A crença que diz ser possível ao cristão viver
em total saúde e prosperidade financeira é resultado da junção dessas
ideias. A ponte entre as crenças do Novo Pensamento, Ciência Cristã e
a fé propriamente dita, foi feita por E. W Kenyon e posteriormente por
Kenneth E. Hagin.
Kenyon foi um cristão devoto, mas contaminou-se com os ensinos da
Ciência Cristã. Já Kenneth E. Hagin foi influenciado por Kenyon e deste
obteve a maioria dos seus ensinamentos. Hagin fundou seu
ministério passando a divulgar a Teologia da
Prosperidade ou Confissão Positiva. Ao pregar que os cristãos
não podem sofrer ou ficar doentes e que devem tornar-se ricos à custa
de sua fé, esse ensino tem produzido uma geração de crentes
interesseiros e materialistas.
Deus “tornou-se” refém de leis espirituais que Ele supostamente teria
criado. O segredo é descobrir como usar tais leis e assim conseguir o
que quiser. Uma das mais utilizadas é a do determinismo. Fórmula
essa que tem a força de mandar até mesmo em Deus! Uma vez que
essas distorções passaram a ser reproduzidas em todo o mundo, não
tardaram a chegar aqui através dos que andam à procura de
novidades, desprezando a suficiência das Escrituras (Sl 119. 14, 72; Mt
4.4; Jo 17.17)."
125.
126. 1. Divinização do homem. A partir de
uma interpretação equivocada de
Salmo 82.6, os teólogos da
prosperidade criaram a doutrina dos
“pequenos deuses”. Kenneth Kopeland,
pregador da Teologia da Prosperidade,
afirmou certa feita: “Cachorros geram
cachorros, gatos geram gatos e Deus
gera deuses”. A intenção dessa
doutrina é ensinar a “teologia do
domínio”. Sendo deus, o crente agora
pode tudo. A Bíblia, porém diz que o
homem é estruturalmente pó (Gn 2.7;
3.19)."
127. "3. Negação do sofrimento. Os
crentes não precisam mais sofrer.
Todo sofrimento já foi levado na
cruz do Calvário e o Diabo deve
ser responsabilizado por toda e
qualquer situação de desconforto
entre os crentes. Aqui há uma
clara influência da Ciência Cristã
que também não admite o
sofrimento. A Bíblia diz que o
cristão não deve temer o
sofrimento e tampouco negá-lo (Cl
1.24; Tg 5.10)"
128. Durante el auge del movimiento
conocido como Healing Revival, a
fines de los años 1940 y durante la
década de 1950, la teología de la
prosperidad tuvo gran difusión en
Estados Unidos, aunque algunos
han asociado los orígenes de su
teología al movimiento New Thought,
que empezó en el siglo XIX. Las
enseñanzas de prosperidad más
tarde ocuparon un lugar prominente
en el movimiento Word of Faith y
el teleevangelismo de los años 1980.
129. A fines de la década del 70 comienza
un fuerte movimiento neo-evangélico
enfatizando la prosperidad
económica.
Es en esa generación donde surgen
ministerios norteamericanos que
descubrieron una mina de oro hasta
entonces no explotada.
Por primera vez se comienza
sistemáticamente a utilizar la “ fe “
de las personas o, mejor dicho, la
superstición para hacer negocio.
130. En estados Unidos aparecen
inmensos ministerios tales como el
club PTL, club 700, entres otros, y
figuras tan carismáticas y elocuentes
como Jim Bakker, Rex humbard,
Jimmy Swaggart, Pat Roberson o el
afamado empresario de TBN Paul
Crouch, ciertamente, todos con un
estatus elevadísimo, propiedades,
aviones privados, etc, y con un
nítido denominador común: Una
fuerte ligadura con el Vaticano.
131. En las décadas de 1990 y 2000,
influentes líderes del movimiento
pentecostal y el movimiento
carismático la adoptaron en los
Estados Unidos y se ha propagado
por todo el mundo.
Algunas figuras prominentes en su
desarrollo son E. W. Kenyon, Oral
Roberts, A. A. Allen, Robert Tilton, T.
L. Osborn, Joel Osteen, Creflo
Dollar, Kenneth Copeland, Cash
Luna, Mike Murdoc, Reverendo
Ike y Kenneth Hagin.
132. Mas tarde, este movimiento de
prosperidad fue tomando mucha
fuerza en la década del 80 y
principios de los 90, tanto así que
ha perdurado con mucha presencia
hasta nuestros días.
Debido al evidente fraude de los
pioneros de esta teología
satánica, La “horneada” de
evangelistas norteamericanos se
renovó y se propagó con un éxito de
marketing tal cual como los
afamados Mc Donalds.
133. Los predicadores del evangelio de la
prosperidad, insisten en que no es
voluntad de Dios el que sus hijos
sean pobres.
Ellos apelan a muchos pasajes
bíblicos, principalmente del antiguo
testamento para sustentar su
teología.
En la actualidad, existen muchos
predicadores de esta falsa doctrina,
principalmente son: Benny Hinn,
Kenneth Copeland, Kenneth Hagin,
David Y. Cho, Morris Cerullo, entre
otros.
134.
135.
136. “Mas aun si nosotros o un ángel de cielo os anunciare otro evangelio del
que os hemos anunciado , sea anatema” Gálatas 1:8