1. La Soledad de Artemio Cruz
Mariana Hernández Abrego
25 de Marzo 2011
Nadie más sintió una soledad tan grande como la de Artemio, una donde se vive y se
conoce lo que es estar en un eterno silencio lleno de soledad, donde lo único que queda es
recordar y olvidarse de las acciones, donde el mismo silencio tiene nombre, y que en
ocasiones llega a ser la mejor compañía, sabiendo que el único error fue haber sido la
persona que eres, se llega a ver una historia en un aspecto donde reclamamos los defectos
de uno mismo, es por eso que uno se detiene a ver que ha hecho mal, recordando y darse
cuenta que al final lo único que te queda es la soledad y ser lo que alguna vez fuiste o
deseaste.
Una cruel soledad, la podemos encontrar en cualquier aspecto, sabiendo que nosotros
mismos podemos causar nuestros daños, pues llegamos a reclamar los defectos de nosotros
mismos, y reflejamos lo que somos, pues la observamos en “La muerte de Artemio Cruz”
donde el deseo se hace ver en el momento de llegar a traicionar tus ideales, y abandonar
todo por el hecho de seguir deseando y obteniendo beneficios económicos, sin embargo
todo esto nos hace ver que el deseo es una gran debilidad del ser humano, pues vemos que
Cruz todo lo que hace por seguir cosechando fortuna, a pesar de que en ocasiones todo esto
sucede por el hecho de no tener suficientes emociones, dado que hay momentos en donde
un abismo se nos abre para entrar, uno donde vemos beneficios, en los cuales nos incluye
olvidarnos de amigos, familia y en veces de nosotros mismos, “La memoria es el deseo
satisfecho hoy que tu vida y tu destino son la misma”. [1] Es la memoria la que sabe y crea
una vida, es un libro lleno de anécdotas buenas y malas, las cuales la mayor parte de su
tiempo recordamos lo que nos causo dolor, como Artemio Cruz al ver que se enamoro de
una mujer a la cual las circunstancias en las que la llego a conocer no fuero las mejores, sin
embargo, él sin darse cuenta se dio cuenta, tal vez tarde, que la amaba profundamente.
[1] Carlos Fuentes, La Muerte de Artemio Cruz, Colección Popular, 2007, p. 47.
[2] Ibíd., p. 77.
[3] Ibíd., p. 167.
[4] Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Gray, Colección Clásica, 2008 p. 112.

2. El amor al igual que la amistad es el poder llegar a ver que todo tiene solución, donde
cada instante es un recuerdo, donde encontrarlo es difícil, pero mantenerlo es aún más
complicado, lo vemos porque Cruz se caso para tener una mayor fortuna pero poco a poco
perdió a su esposa e hijos por ambición, si esa palabra, “amor” tan simple pero tan enredosa
eso es, porque cuando lo tenemos lo que deberíamos hacer y lograr es disfrutarlo, pues a la
vez de darnos cuenta que alguien nos amos, perdemos la oportunidad de ver que somos
únicos “Para ti se encenderán las galaxias y se incendiará el sol… Para que tú ames y vivas
y seas… Para que tú encuentres el secreto y mueras sin poder participarlo, porque sólo lo
[2]
poseerás cuando tus ojos se cierren para siempre”… . Pensar en el amor, tal vez nos
recuerda que no es eterno, pues reflejamos lo que nos causo dolor en algún momento pero
es seguir intentándolo, seguir el reto y ver lo que nos espera, para seguir amando.
Ser superficial es no valor lo que eres y seguir mirando para obtener cada día más y más,
al momento de saborear el poder, dinero queremos más y luchamos por obtenerlo, tal vez
no de la mejor manera, pero por conseguirlo no nos importa dañar o perjudicar Cruz
cometió el error de defraudar a sus propios fines, pues el luchaba por una Revolución
verdadera, donde al llegar a conocer una monarquía llega a un punto de abandonar todo
para seguir por él mismo, somos tan explícitos que en momentos dejamos ver lo que somos
al momento de tener un poco de algo, porque llegar a tener lo que tanto deseas te cambia en
cualquier lugar, tiempo y sin darte cuenta ya eres alguien que jamás te podrías haber
imaginado, todo esto ocurre porque tal vez eso es lo que desde un principio fuimos o
queríamos ser, el pretexto lo tomamos por cualquier cosa que ocurre, tan solo al instante en
que luchamos por algo que queríamos tener y lo logramos, pero al momento de obtenerlo
no se siente el mismo deseo o amor hacia eso, pues cuando menos te lo esperas eso ya no
dejo de ser tu fin, sino paso a ser algo simple y secundario, tal vez eso le ocurrió a Artemio
Cruz, pues se volvió una persona fría donde lo más importante y sin darse cuenta es
defraudarse a él mismo y a los demás, “Desear: desear que tu cuerpo y el objeto deseado
sean la misma cosa; soñar en el cumplimiento inmediato, en la identificación sin
separaciones del deseo y lo deseado: reconocerte a ti mismo: reconocer a los demás y dejar
que ellos te reconozcan: y saber que te opones a cada individuo, porque cada individuo es
[1] Carlos Fuentes, La Muerte de Artemio Cruz, Colección Popular, 2007, p. 47.
[2] Ibíd., p. 77.
[3] Ibíd., p. 167.
[4] Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Gray, Colección Clásica, 2008 p. 112.

3. [3]
un obstáculo para alcanzar tu deseo” , pero en un término en donde lo inicial era otra
cosa, pues tal vez al paso del tiempo así como el y todos perdemos nuestros objetivos para
ir en busca de otros, lo que nos lleva a la sociedad actual pues si Cruz perdió sus inicios,
¿Cuántas personas no los han hecho?, yo misma he caído a la idea que lo que creía de mí y
los demás no era lo mejor, pero uno debe aceptar que no eres eterno y menos perfecto. En
el desenlace de dicha historia vemos una Artemio que trata de justificar sus hechos, pero
tal vez ya es demasiado tarde, pero nunca es demasiado tarde para empezar, sino el tiempo
es corto para no hacerlo, por eso uno siempre que trata de ser mejor tal vez se de cuenta que
lo hecho, hecho esta, y lo mejor o lo peor de todo es que si es bueno o malo ya sucedió.
La condiciones de este libro es que comparado al de “El retrato de Dorian Gray, de
Oscar Wilde” puede ser parecido pues primero los personajes centrales al inicio tal vez solo
querían disfrutar, pero conforme va avanzando la historia vemos que el deseo los consume,
a Dorian al tener una supuesta juventud eterna, “A ti te gusta todo el mundo, o lo que es lo
mismo, no te importa nadie"[4], que terminaría acabando con su propia alma, y tenemos a
Artemio Cruz que llegando a los frutos del poder cambia totalmente pues conoce un
aspecto de vida totalmente distinta, pero a lo que trato de llegar es que, teniendo un poco de
juventud o poder, tenemos el instinto de cambiar por completo. Otra obra que tiene un gran
parecido es en la de “Los pasos de López de Jorge Ibargüengoitia” pues al igual que Carlos
Fuentes ambos citan luchas por México, Ibargüengoitia a la Independencia contándola de
forma graciosa, burlándose de los hechos, pero nunca perdiendo el objetivo, pero Carlos
Fuentes nos cuenta que tal vez las personas cambian por el momento o por el hecho de
querer más y más las obras tienen un fin abrirnos a una realidad indiscutible en donde solo
queda seguir por ti mismo.
Lo que me gusto Carlos Fuentes es que deja ver que todos tendemos a la necesidad de
recordara para poder llegar a ver que no somos perfectos y nada es eterno, cometemos
errores, y a pesar de todo nos podemos evitar pensar en un “hubiera” imposible el cual nos
causaría risas y más, dicha historia, complicada de entender pero una realidad indiscutible.
Bibliografía: Carlos Fuentes, “La Muerte de Artemio Cruz”, Colección Popular, México DF, 316.
[1] Carlos Fuentes, La Muerte de Artemio Cruz, Colección Popular, 2007, p. 47.
[2] Ibíd., p. 77.
[3] Ibíd., p. 167.
[4] Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Gray, Colección Clásica, 2008 p. 112.