Este documento resume un libro publicado en 1941 titulado "Cocina de recursos" que contiene recetas económicas ideadas durante la Guerra Civil Española para tiempos de escasez. Incluye una receta para hacer una tortilla sin huevos usando harina y otros ingredientes, así como sugerencias para usar alternativas a combustibles como carbón. El autor recorrió establecimientos para ver cómo se las arreglaban durante la escasez y encontró platos hechos con flores y plantas que podrían servirse hoy en día.
1. ¿Cómo cocinas una tortilla sin huevos en tiempos de crisis?,
esta y otras recetas económicas figuran en el libro “Cocina
de recursos”, publicado hace 70 años en plena Guerra Civil
española, y que acaba de reeditarse.
Recetas como minutas de guerra y viandas, flores o algas,
fueron incluidas por el gastrónomo Ignacio Doménech en su
“Cocina de recursos” (1941), un “recetario del hambre” que
ahora se reedita en tiempos de crisis.
“En todos los tiempos de miseria, lo esencial de todo
cocinero es saber arreglar ingeniosamente con lo que se
pueda lograr, y con ello preparar sus comidas de buen gusto
para el paladar”, expresa el auto en este libro escrito en
plena Guerra Civil.
La más célebre de las recetas recogidas en “Cocina de
recursos” es la de la “tortilla sin huevo de gallina para los
casos de necesidad”, a base de harina, bicarbonato, perejil,
ajo, apio, agua y unas gotas de aceite. Una docena de
huevos valía era muy costosa durante la guerra.
Pero antes de entrar en materia culinaria, Doménech dedica
un capítulo a los combustibles para guisar, en el que explica
cómo sustituir el carbón y la madera por bolas de pasta de
papel y cortezas secas de naranja y mandarina.
“Cocina de recursos” hace un repaso por las experiencias del
autor en distintos locales barceloneses, desde restaurantes a
“hospedajes, posadas, bares y tabernas hasta las cantinas
de peor catadura”, que recorrió para ver cómo se las
apañaban en época de escasez.
Durante estas pesquisas, el autor encontró platos que bien
podrían aparecer hoy en la carta de un restaurante “de
autor”, como los buñuelos de crisantemos al ron, los
girasoles rebozados o los pétalos de rosa con leche y miel.
“Somos muchos los españoles que hemos tenido que sufrir
esta guerra para darnos cuenta de que las flores y muchas
plantas que se consideraban despreciables para comer se
pueden transformar en buenos platitos”, reflexiona el
cocinero.